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TEATRO EN EL XVII ENCUENTRO BAQUERIZO de NDLeón

TEATRO EN EL XVII ENCUENTRO BAQUERIZO de NDLeón



TEATRO EN EL XVII ENCUENTRO BAQUERIZO — 2018

Después de varios Baquerizos en diferentes ciudades del Perú, donde exclusivamente se presentaban poetas, escritores y todos los géneros de la palabra escrita. Opiné, sobre las artes escénicas y sus paradigmas, de sus maestros; Dario Fo, Shakespeare, Lorca, Brecht, entre otros; y recalqué que los maestros escribieron, también, prosa, poesía, y de la buena. Todo esto para incluir en los programas a la madre de todas las artes: el teatro. Hubo dudas, múltiples negaciones a pesar que expliqué con base desde mi punto de vista de hombre de teatro.

Haciendo historia en agosto de 2016 en el programa Miércoles Culturales que organizaba el Gremio de Escritores del Perú GEP en Jirón Lampa N°208, presentamos (Daria Dorothee, yo y nuestra  artista invitada: Elcira Bustillos en la guitarra y canto) nuestra narrativa Teatral «El Oro de Cajamarca» Versión Libre del Grupo Fabulina. Función con entrada liberada y salida solidaria.

Hasta entonces habían pasado varios años de experiencias diversas. Di clases de teatro y oratoria en la facultad de derecho de la Universidad San Martin de Porres; viajé como escritor por diferentes puntos del país; realicé talleres, clases y asesorías presenciales y virtuales.

En el 2018 el Gremio de Escritores con una nueva directiva aceptaron la propuesta de incluir Teatro en el próximo Baquerizo. Me dijeron Una ‘performance’ de media hora no más . Algo es algo. Por algo se empieza. El presidente del GEP, el poeta Armando Arteaga, solicitó la narrativa histórica y por ende desempolvé del sueño de los justos el libreto de ‘El Oro de Cajamarca’.

Aceptado el reto brindado, busqué entre mis conocidos un actor y/o actriz para que me apoye en la realización escénica. No encontré a nadie disponible. Todos tenías su cronograma topado. De casualidad me crucé con la actriz y directora teatral Fabiola Alcázar, le conté mi tragedia. Meditó y sacó la graciosa conclusión.

Nicolás, ya estás viejo para estar dependiendo de otros. Hazlo tú solo. Yo te apoyo en la dirección.

No respondí de inmediato. Demoré unos días para darme el valor necesario. Revisé el libreto, le metí tijera hasta llegar solo a los treinta minutos de espectáculo. Me quedaba solo un mes para el día de la función. Planifiqué la producción a mis horarios libres. Ensayos en las tardes y largas caminatas para librar del óxido las entumecidas articulaciones.

Fabiola, acepto. ¿Cuándo empezamos?

Ahorita ¿Tienes el libreto?

Arrancamos con la primera página que trata de la leyenda sobre el origen del imperio de los incas, el dios Sol, sus hijos Manco Cápac y Mama Ocllo. Fue una semana estresante. Muchos movimientos corporales. El estilo de Fabiola era contrario a mis principios ortodoxos y ajenos a mi poca capacidad de aprenderme la letra de un porrazo. Concluida la semana, Fabiola renunció a la dirección por asuntos profesionales, personales y distritales. Tomé la posta, necesitaba urgente un ‘apuntador’ para que me ayude con la letra. Apareció por obra y gracia del Espíritu Santo, una asistenta, la poeta Cecilia Vásquez Mejía, terapeuta de lenguaje. Por escases de un ambiente para ensayar, hicimos las pasadas de letra caminando por las avenidas Arequipa, Du Petit Thouars, de sur a norte y viceversa; ensayos en los parques de la Exposición, Kennedy, Pedro Ruíz Gallo.

Me enviaron el programa, fecha, día y hora de la presentación. En un USB grabé música instrumental andina. La esquela decía:

—«XVII Encuentro Nacional e Internacional de Escritores Manuel Jesús Baquerizo ‘Cultura, Migración y Literatura’. SEDE: Universidad Nacional Tecnológica de Lima Sur. Distrito Villa El Salvador LIMA. Jueves 22, viernes 23, sábado 24 noviembre 2018».

Ya no había escapatoria, ni marcha atrás. Ordené el vestuario, una camisa de vestir granate; pantalón negro, a los zapatos le mandé poner media suela; un palo de escoba pintado de amarillo como la barra de oro; una cruz forjada con varillas de construcción de media pulgada; un manto andino Hecho en La Parada; la biblia me la obsequió un excatólico regenerado en un Centro de Rehabilitación del barrunto.

Nicolás León, el señor actor victoriano


Llegó la hora. El público, artistas de la palabra escrita, nacionales de Lima y provincias; unos cuantos extranjeros y alumnos de la universidad. El sonidista brilló por su ausencia, llegó cinco minutos después de acabar la presentación. Su refrigerio fue de extrema necesidad. La apuntadora parecía público, se quedó anonadada, por momentos, de la interpretación victoriana de La Victoria de la zona de las yuquitas fritas. Los ensayos habían dado sus frutos, todo salió como estaba calculado. Los textos bien dichos con sus intenciones dramáticas y pausas que retumbaban el recinto. Al término de la ‘performance’ el público aplaudió con cariño y satisfacción. Gracias a ello, salieron invitaciones para otros certámenes culturales. El poeta, escritor, editor, Francisco Adriano León de Salamanca fungió las veces de fotógrafo profesional, tomó las instantáneas precisas para la posteridad.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, 2018.

ES JUAN El MIMO de NDLeón

En una oportunidad me dijeron: —¿Puedes llevar tu obra de teatro a Lurigancho? —Sí, voy donde me inviten —respondí. —A la cárcel —replicaron. —Ah, ¿A cuál? —pregunté. —Al Establecimiento Penitenciario de Lurigancho —. —A Luri. Claro que si ¿Cuánto hay? —. —Te damos almuerzo bien taypá, licor y te llevamos y traemos a tu córner en taxi –pensé, respondí. –¿Le dices lo mismo a los abogados que visitan a sus clientes en cana? –me miraron mal. Tartamudearon. –Puta, te pones complicado —. –No soy complicado, soy un artista profesional que cobro por mi trabajo—. No fui al Penal, y en ese mes primaveral tampoco fui a los teatros de los conos, ni a los distritos vecinos, menos a los locales de los amigos. Todos querían ver mi espectáculo sin que les cueste un sol. ¡Gratis! ¡Qué les regale un libro! Carajo, soy un ánima en pena. El zapatero remendón, la costurera, el jardinero, el mecánico, planchador, pintor, párroco y hueveadores; cobran. Y todos pagan. Conclusión: Al artista urbano «le dan duro con un palo y duro también con una soga; son testigos… la soledad, la lluvia, los caminos...»* «Piden pan, no les dan; piden queso, les dan hueso; pide ají... ¡eso sí!»**. Vaya manera de joder. Por eso estamos como estamos.

*César Vallejo, vate universal.

** Aserrín Aserrán, canción popular española.


¡ES JUAN, El MIMO!

De: Juan Arcos

Para: Juan Mimo

Hay experiencias que se quedan en el anonimato, otras afloran sutilmente por lo tanto se tienen que contar. Soy artista. Malo para los negocios y contratos, pésimo para pasar el sombrero, la venta de los libros me cuesta un ojo de la cara. No tengo esa virtud. Mi papá vendía hasta piedras. Mamita con su arte de corte y confección mantenía a la abuela, tía y hermano. Yo hasta el momento no puedo mantenerme ni con pan con mantequilla. Las experiencias geniales tienen que ser compartidas con los grandes de las artes, los señores del silencio, de la música y guitarra, del verso y zapateo y con otros virtuosos colegas. La siguiente experiencia será contada al compás del zorzal criollo Carlitos Gardel; del pincel de Quinquela Martín, música de Astor Piazzolla y Rodrigo; del genial Maradona y muchos ilustres más.

Hace muchísimos años, Juan se encontraba en Buenos Aires, estudiando; dictando cursillos de tres meses, clases personificadas; vendiendo folletines, panfletos y libritos de sus amigos escritores. A veces, muchas veces, aquí y otras allá, actuando en las calles, en las grandes avenidas y en las plazas donde no le iba mal tampoco le iba bien. Por su labia académica le metió letra a una preciosura de chica, muy linda, contorneada, bien proporcionada, había sido su alumna en uno de esos cursos acelerados «Aprende Mimo en Quince Días». La jovencita aparte de lo bonita, tenía un don especial para el mimo, la pantomima y la actuación. La pasaban bien, muy bien, bonito.

En una presentación realizada en el amplio hemiciclo universitario, con buen público, salió una función A1. Excelente. El artista recibió una lluvia de calurosos aplausos. Un joven con saco y corbata se acercó al improvisado camarín, le susurra a Juan que quiere contar con sus servicios, le entrega una tarjeta de visita personal, acotó:

—La próxima semana a primera hora, me telefonea —el artista respondió afirmativo moviendo la cerviz de arriba para abajo.

El domingo del sagrado día del asadito, nuestro héroe se encontró con su grupo de amigos de la huevadita y milonga, les dijo.

—¿Cómo llego a esta dirección? Me han entregado esta tarjeta…

El intelectual del grupo, profesor universitario y prestidigitador, leyó la tarjeta, exclamó:

—Puto, acá tenés que cobrar. Esta congregación maneja mucha guita che. Las sinagogas argentinas mueven harta guita. ¿Entendés? ¿Cuánto cobraste la última vez?

—Al cambio, aproximado, Cien dólares.

—¿Público, cuántos?

—Quinientos más o menos.

—Je, je, no puede ser. Yo voy a ser tu representante, voy contigo el día lunes. ¿Tenés traje?

—¿Terno? No… puedo conseguir…

—Te presto —habló uno de los invitados.

—¿Tenés sobretodo, gabardina? —el mimo movió cabeza de izquierda a derecha.

—Te presto, te va quedar bien —colaboró el pibe.

—¿Calzado? —el artista miró sus chancabuques de minero con punta de acero —. ¿Cuánto calzas?

—Cuarenta y tres, cuarenta y cuatro, depende…

—Yo te presto, son de charol solo lo uso para fiestas, tratalo con cariño —habló un buen samaritano.

—¿Camisa? —Juan miró su camisita.

—Puta che ¿Cómo jodés? Eso no es camisa…

—Te doy camisa y corbata —otro de los incondicionales apoyó la causa.

—Me llamas. Trata que la cita sea a partir de las cuatro de la tarde… ¿Ah, tu chica?

—¿Qué tiene que ver mi chica?

—¿Seguís con la buenamoza? ¿Pasá su número?... ¡Soy tu representante!

El artista del silencio el día lunes a golpe de diez de la mañana llamó por teléfono al dueño de la tarjeta, contestó una voz femenina, diplomática, carismática y matemática.

—El doctor no lo puede atender hoy día. Mañana a partir de las cinco de la tarde.

—Mañana, martes, a las 17:00 hrs. Muy bien, correcto. Gracias.

Juan llamó a su representante.

—Hermanito la cita es para mañana martes. Cinco de la tarde.

—Nos encontramos una cuadra antes en el bar Piazzola, atento con tu novia.

El día martes a las 4:45 p.m. Juan hizo su aparición en el bar de la esquina, súper elegantísimo, mismo gentleman andino. Cinco minutos más tarde se detuvo un taxi. El chofer abrió la puerta, bajó una hermosura de mujer. Miss Argentina. Ingresó al bar, saludó a los presentes. Se acercó al artista del silencio. Sonrió coquetamente.

—Hola, Juancito! —Juan abrió los ojos, exclamó.

—¡Eres tú, estás irreconocible, ja! —Sin jean, polo y zapatillas era un cambio  fenomenal.

Llegó el representante.

—Ya saben, ustedes no hablan nada. Juan, tú callado chitón boca. Mudo. Dejamé todo a mí. Y aprende. Corrientes tres cuatro ocho. Piso veinte ascensor. A la izquierda. Oficina dos mil tres.

—Doctor ha llegado el señor Juan. Pasen…

El doctor se sorprendió de ver tres personajes honorables.

—Nosotros contamos con un auditorio de mil butacas. ¿Cuánto dura su espectáculo? Por las luces y equipo técnico no se preocupen. ¿Cuánto serían sus honorarios profesionales, tiene factura? —El doctor quería finiquitar el negocio lo más pronto posible.

La duración del espectáculos es de sesenta minutos exactos… usted conoce el curriculum del maestro. Mi representado es un artista internacional que ha recorrido su país, Sudamérica y Europa. Ha presentado sus obras en los mejores teatros de Madrid, Londres, París, Berlín, Roma…

—No conozco su Hoja de Vida. He visto el espectáculo, muy buen trabajo. Calidad, profesionalismo, lo felicito…

—Perdón mi estimado doctor. ¿Doctor en qué especialidad?

—Soy doctor en Economía… —una respuesta con aire de respetable.

—Somos colegas. Soy catedrático en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. ¿Cuánto ofrece usted?

—Trescientos Dólares…

El representante se levantó enérgico, con cara de indignación, un golpe seco al escritorio, un par de pasos, volteó como sargento. Masticó las palabras. Lacónico reafirmó.

—¿Qué? ¡Él es Juan! ¡Es Juan, el Mimo! Por favor, usted está ofendiendo nuestra capacidad histriónica y de mi representado —. Se hizo un silencio.

—Bueno si estoy ofendiendo decime el precio, la tarifa —. Silencio dramático.

—Tratándose de vos, somos colegas mí estimado amigo… ¡Mil dólares!

El doctor en economía lanzó una mirada ardiente. De nuevo otro silencio fúnebre y profundo.

—Déjeme consultar.

El doctor en economía, representante de la sinagoga  de los judíos—argentinos, la mayor y más numerosa de Buenos Aires marcó varios números telefónicos. Habló en hebreo, árabe, inglés, húngaro y español. Su rostro no reflejaba nada. Un rostro neutral como en tiempos de conflictos. Nuevamente se hizo otro silencio, más largo que el anterior. El mimo pensó que los mandaban a la porra, la chica con mirada perdida y sonrisa congelada estaba pálida como papel bond A4. El representante seguía en la perspectiva gerencial como sargento primero.

—¿Puede ser setecientos dólares?

—Auméntale Cien dólares y el espectáculo es tuyo. Decí que sí.

Los economistas se estrecharon la mano. En el calendario se marcó la fecha, día, hora exacta. Se firmó el contrato. Ficha técnica. Cuatrocientos Dólares de adelanto.

—¿Sí los jóvenes desean hacer preguntas, no hay problema?

—El fórum lo hacemos sin costo. Gratuito. No hay problema.



Llegó el día de la función. Auditorio lleno total. Juego de luces profesionales. Sonido de gran calidad. El Mimo extraordinario. El espectáculo fue una clase modelo de los parámetros espaciotemporales del mimo arte «Hecho en Perú». Al finalizar la obra de arte, un estruendoso aplauso fue la recompensa para el artista del silencio. Se dio un breve fórum. «Diferencias y similitudes del mimo, pantomima y expresión gestual». La anécdota es y seguirá siendo que el artista del gesto; al igual que muchos capocómicos, vates, maromeros de la palabra escrita o hablada; nunca más tuvo un contrato parecido. Regresó a su triste y cruda realidad, pasar el sombrero, salida solidaria, contar las monedas, un vaso de vino, choripán con chimichurri al atardecer. Medias de lana al anochecer. Y aleluya, aleluya, esta histórica crónica del mejor de los mimos nacionales se ha acabado.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, julio patriótico, 2022.

PRESIDENCIABLES. NDLeón

PRESIDENCIABLES. NDLeón



PRESIDENCIABLES. El mal menor

En el crudo invierno mazamorrero victoriano del barrio asistimos religiosamente a una de las tantas polladas bailable pro-bolsillo, me encontré con varios conocidos míos de mí y viejos amigotes de antaño. Entre trago y trago recordamos cuando nos metíamos a las chacras a cazar palomas, robar frutas y choclos, meternos a las acequias cochinas a chapucear; las escapadas a las playas de Barranco y Chorrillos en los tranvías. También recordamos las guerritas en las huacas con las hondas, se acababa el juego cuando alguien salía con la cabeza rota. Recordamos la ladrillera, el riachuelo, el artesano que confeccionaba apunte navaja los “yanquis”; los partidazos contra los barrios vecinos y las grandes mechaderas después de cada partido. Entre bronca y bronca nos hicimos grandes amigos hasta la actualidad. ¡Qué lindo aquellos tiempos de libertad, igualdad, fraternidad!

En el curso de la conversación, hablamos de todo un poco. De la mediocridad del futbol nacional, de los programas inútiles de la televisión, prensa mermelera, de los párrocos usureros; de nuestros hijos y nietos. Hicimos hincapié en la educación en casa y la del colegio. Hablamos de política… y ahí, en ese punto álgido se jodió todo el respeto que nos habíamos brindado hasta el momento.

—Oe, tú con el APRA te levantaste todo el municipio ¿Qué hablas?

—Freddy, no te hagas el huevón, primero con Castañeda, luego con Elías Cuba, ahora  puedes vivir hasta los cien años sin problemas…

—Toledo te apadrinó, a mí con el milagro del Apóstol Santiago de la Asociación Cabanista, hay gato encerrado…

—¿Y tú de cuando acá eres comunista? Tú eres anarquista…

—¿Yo? Nunca…

—Tú apoyaste al profesor ignorante de mierda, te me caíste loquito…

—Tú eres Fuerza Popular, apoyas a Keiko Fujimori. Sacas pecho. Marchas todos los domingos y fiestas de guardar. Bien por ti. Cada quien apoya a quien le venga en gana. Miren, escuchen, tenemos que analizar la estupidez de los insultos… hacemos historia… estábamos en el colegio cuando el primer gobierno de Belaunde naufragaba, se le hacía agua la canoa. El 03 de octubre de 1968 el general Juan Velasco Alvarado lo derroca y lo destierra. Pasaron doce años de choreo castrense. En 1980, por fin, elecciones generales. Ese año voté por primera vez a mis veinte y nueve años de edad, y voté por el arquitecto Fernando Belaúnde Terry, sabiendo que su primer gobierno había sido catastrófico. Hasta la huevas. Belaunde le ganó al «Zapatón» Armando Villanueva… 1985 voté por el doctor Alfonso Barrantes Lingán, perdió, ganó «Caballo Loco»… en el ’90 voté viciado, Mario Vargas Llosa tenía su plan de gobierno bajo el brazo, sus ayayeros no me convencieron, y Alberto Fujimori fue apoyado por el Apra. Voté viciado. Ni para uno, ni para el otro… en el 2001 mi voto fue para Alejandro Toledo, le ganó a Caballo Loco por una cabeza…  2006 mi voto fue para Ollanta Humala. En el 2011 de nuevo voté por Ollanta Humala, le ganó a Keiko Fujimori. 2016, el lobbista Pedro Pablo Kuczynski le ganó a la hija de la corrupción… hasta el momento, ganadores y perdedores de las elecciones ¡Corruptos! Están presos, perseguidos, el más cobarde se metió un tiro… y acá viene lo bueno. Elecciones 2021. En la primera vuelta de las elecciones del 2021 mi apoyo consecuente fue para Verónica Mendoza, hubo piedras en el camino; la Vero no pasó. Segunda vuelta, mi apoyo y voto fue para el político, profesor, rondero y dirigente sindical chotano Pedro Castillo Terrones de Perú Libre… no había otra. En los últimos cien metros dos opciones: El profesor y la ChiKa. Dos formas, dos estilos de corrupción. Yo a sabiendas voté por el lápiz. Bien, el 49% votó por Keiko. ¿Critico? No. Cada quien es libre de elegir a su ladrón. Pero, no. Ahí no han quedado las cosas. Los perdedores, tercera vez que pierden, ofendidísimos, vienen a joder y siguen jodiendo que somos fanáticos terrucos. Hay que saber ganar, hay que saber perder. No puedo escribir nada, ni opinar, porque ustedes, mis amigos, me han puesto una etiqueta de: —Comunista, socialista, vago, sindicalista, ignorante, anárquico, misio, ignorante; promiscuo;  pobretón; borracho, perdido, mujeriego, bandido, vagabundo; caviar, mantenido; ladrón; jugador, trasnochador; vicioso; y otros piropos más que se me escapan de la memoria —. Ustedes saben que soy «Librepensador». ¿Qué culpa tengo yo que la jefa de la organización criminal más grande de Perú no gane las elecciones? ¿No le gusta perder? Entonces, fácil, que no se presente a las elecciones generales presidenciables. Que postule a la APAFA del colegio de sus hijas; al club de señoras de su barrio; al Club Regatas Lima; a su Asociación Peruano Japonesa. Lo malo es que por ella y sus secuaces todo el Perú está dividido.  El congreso marcha bajo las patas de los caballos; Fuerza Popular tuvo setentaitantos hijos de la guayaba en el Hemicirco y no hicieron nada de nada. Encima la Chika vociferó  —«Ese proyecto sale cuando sea presidenta. No me interesa así se perjudiquen diez mil, cien mil personas. ¡No va!» —. La cagó. Y siguen jodiendo con las marchas, marchando por un tapers con diez soles. ¡Qué vergüenza! ¡Cara’epalos!  ¿Qué ejemplo les estamos dejando a los jóvenes? Hay que ver el mundo optimista. La suegra no te visita, agradece a dios. Se te malogró el celular, bacán, lee un libro. Te abandonaron, cambia de chapa, pon tranca a la puerta. Tu equipo de mil amores, no campeonó, chévere, ahorra. Vivan la vida. Ya estamos viejos para cojudeces.

Me retiré con fuertes abrazos a los chibolos de antaño. El frío y la humedad, calaba hondo en mi atlética humanidad.

—El próximo sábado, mediodía, juegan los muchachos en la Canchita de Corbachito High School. Traes tu chata de ron –me gritaron los muchachones.


NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, 2022.

 

CLASES AD HONOREM de NDLeón

CLASES AD HONOREM de NDLeón



CLASES AD HONOREM

Por el Día del Maestro, la gente anda diciendo por ahí que no sé nada de lo que sé. En mi muro de Facebook, estoy recibiendo unas clases extraprogramáticas gratuitas, sin solicitarlas. Ad honorem. Lo gracioso es que de vez en cuando doy una que otra opinión para mis amigos y conocidos. ¡Zas! Aparece un comentario de un ‘experto’ en la materia, que me recrimina como si fuera mi conciencia, diciéndome que estoy errado, equivocado, que debo leer tal o cual libro, que soy fanático en mis opiniones; además me tildan de rojo, rojete, rojimio, socialista, comunista, ignorante, pobretón; tanto por los temas políticos, deportivos, artísticos o en cualquier disciplina que manifiesto mi saber. O sea, por las huevas, he viajado por lo largo y ancho del territorio nacional, Sudamérica y Europa; me he tropezado como ratón de biblioteca; cultivado, estudiado; por las puras caiguas tengo profesión con título y cartón, afición y vocación.

¿Por qué a esta altura del partido me vienen a decir que mi ‘fanatismo’ no me deja pensar? Que nubla mi cerebro. Me ciega. ¿Y quiénes son ellos para llegar a semejante deducción.¡Que debí votar por la mejor opción o sea por la Chika corrupción! ¡Qué por mi culpa el Perú se está yendo al averno económico; que mi acción y mis actos son anticívico, antimilitar, anticonstitucional! Ayayay papalindo, agárrate juerte. ¡Qué malo que soy! Que no entiendo  que las casonas viejas de Lima son Patrimonios Culturales de la Humanidad; que las casonas viejas de Cuba son viejas por culpa de la dictadura castrista; que sigo sin entender la gran diferencia de las dictaduras chavistas comunistas contra la bonanza peruana, que nuestro gobierno rojiblanco es democrático y laico, que respetamos la Constitución de 1993 redactada por el mejor presidente de nuestra historia republicana, que nuestra economía neoliberal e igualitaria es un paraíso comparado con nuestros vecinos, que los pobres somos pobres porque no trabajamos de sol a sol. Que no entiendo que el fraude electoral sí fue fraude aunque la comisión del congreso del fraude diga que no encontraron fraude. Que con este gobierno del lapicito del profesor; serrano terruco; pronto vamos a caer en las garras de la dictadura dictatorial del proletariado del comunismo marxista, maoísta, leninista, gonzalista, perúlibrista, cerronista, huaylashistas; etcétera.



—«Pronto seremos como Cuba, Venezuela, Bolivia. Este gobierno debe caer a como dé lugar, por las buenas o por las malas; ojo, el periodismo nacional fue secuestrado en las serranías, el presidente se ha construido un Helipuerto con nuestro dinero, el dinero de todos los peruanos. Abajo el tirano chotano, al chotano ni la mano…» —.

—A propósito los que dijeron que se largaban del país si ganaba Pedro Castillo, los sigo viendo en cada esquina de la Lima Jardín, Lima Histórica, Lima Cuadrada, Lima la Horrible. ¿Cuándo se van del país?

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, julio, 2022.

EL RECOMENDADO de NDLeón

EL RECOMENDADO de NDLeón



EL RECOMENDADO

Algunos dicen que es el Karma. Lo dudo. Es cuestión de la mala leche de algunos frescos, sinvergüenzas, car’epalos. En pleno verano con limitada chamba por culpa de la bendita pandemia, sobrevivía arreglando unos cuantos autos; pintura, planchado y mecánica; en mi reducido taller de ochenta  metros cuadrados. Se hacía lo que se podía. Muchas veces solo cambiamos repuestos. La calle estaba dura. A deshora, fuera del horario laboral llegó una llamada de uno de los más complicados amigos del barrio conocido como «El Inmobiliario», una joya de los huariques del mal vivir del Boulevar Palermo Street Yuquitas Fritas.

—Nicolás, my dear brother. How are you? Hablé con tu brother me dice que estás en Lima. Un favor como para mí. Tengo mi chochera que está buscando un espacio pa’su carro para dejarlo por unos días hasta que llegue el repuesto pa’su carro…

—Peter, mi querido Patto, el espacio no es cochera… es un lugar de gente decente, trabajadora, no hay sitio para vividores, sangradores, passtrulos…

—Cuña’o te estoy hablando en serio. Te van a pagar. Yo garantizo, tú me conoces…

—Por lo mismo que te conozco ¡Vete a la mierda!…tú eres fujimorista o sea corrupto… pídele favores al cura de la parroquia…

—¡Se te va a pagar! ¿Un mes de cochera cuánto es?

—¡Cuatrocientos Cincuenta Soles! Cincuenta por ciento adelantado…

—¡Hecho! Mi pata está llegando en media hora a tu taller. Se llama Roberto D’Pasapera…

—Entiende. Ya estoy harto de pelear por cojudeces. Saludos para tu esposa. Carne blanca…

Dicho y hecho. El susodicho D’Pasapera llegó con un par de mecánicos empujando un automóvil de color azul pastel Chevrolet.

—Hola, Nicolás. Estoy esperando que llegue el repuesto. En Lima no hay. Lo están trayendo del…

—Cuádralo ahí, deja la llave, adelanto Doscientos Veinte y Cinco Soles.

—Te puedo dejar Ciento Veinticinco después te yapeo.

Pasó una semana y no llegaban los Cien Soles restantes. El susodicho D’Pasapera no respondía. Llamé al Inmobiliario, el garante. Nada. Tampoco respondió. Escribí por WhatsApp al señor garante Peter Sardón Castillo.

—Tu recomendado no paga. Falta completar el adelanto de 50%

—Y yo que tengo que ver, llámalo a él…

—¡Tú eres el garante! Me está hueveando con: «Mañana yapeo; me olvidé; tu número de cuenta interbancaria o tienes cuenta de Interbank; a esa hora hago siesta; no tengo efectivo; espérame unos días más». ¡Qué concha! ¿Hasta cuándo?

—Denuncialo pe. No pago yo y van a pagar los recomendados...

—Sardón, yo te tengo mucho aprecio, cariño, respeto y pensé que el señor que estabas recomendando era de tu misma camada. Tú me llamaste, hablaste conmigo, pediste un favor. Ahora los dos se comportan como unos hijos de la gran puta. Qué decepción. Así hablas mal del profesor presidente… ¡CDTM! Ahora yo, el estafado, soy el gil.

—Puta cuña’o, sabes que me llega al pincho lo que creas o sientas por mi persona, yo simplemente te hice una consulta. No soy tu agente…

—Hubieras ensartado a otro. ¡Mantenido de mierda!

—Puta madre, sigues con la perorata. Habla con tu abogado yo no tengo nada que ver con tus negocios…

—Gracias mi querido Peter Sardón Castillo…

—Pero claro pes. Me tienes huevón con tus cobranzas…

—Gracias

—¡De nada!

—Abriste la bocota, me cagaste. Perdí...

—Sigues. Ya cánsate peee

A los quince días el dueño del auto envió un Yape completando el 50%.

—¡Termina el mes y sacan el auto, necesito el espacio! –envié el mensaje a los dos compinches faltando cinco días para completar el mes de cochera.

Me fui al norte peruano por asuntos profesionales. Efectivamente sacaron en auto pero no pagaron el saldo. Empezaron los problemas. Los conchudos se tiraban la pelota. Con palabras respetuosas les solicité que yapeen el saldo.

—¡Oye hijo de puta pagas o te rompo el carro conchadetumadre!

Entendieron y poco a poco empezaron a pagar por puchitos.

Hasta que llegó el fatídico día de una llamada sombría, con llanto reprimido, lágrimas negras aguantadas, voz quebrada del famoso Inmobiliario Peter Sardón Castillo.

—¡Nicolás! ¿Tú ves por el barrunto a D´Pasapera?

—No. El popular Robenn D’Pasapera, no. Me quedó debiendo Cincuenta Soles…

—Si lo ves me das un timbre…

—¿Qué pasa?¿Covid?

—Qué bueno fuera, el puta me ha cagado… otro día te cuento…

—¿Otro día? ¡Tas’huevón! Ahorita cuenta. Te perdono todos tus pecados y deudas… cuenta… ¿Te robó tus pacos?

—No. Estafó en mi compañía.

—¿Y dónde está la novedad? Ese pata es estafeta, hurto agravado, pirata, filibustero, corsario, peor que Fujimori. Delincuente profesional. Le debe a mi hermano y a las mil vírgenes… cuenta…

—Lo recomendé en mi trabajo… estafó, robó, se tiró mi celular, y lo peor hermano se levantó mis tapers con la fotito de mi Keiko presidente…

—Tú lo has mantenido, te lo llevabas de viaje por Cancún, fue tu pareja, perdiste amigos por caminar con la mierda esa…

—¡Aguanta, no fuimos pareja! No jodas… fuimos socios…

—En la cochinadita… je, je… cuenta, cuenta…

—Chismoso de mierda…

—Comunicativo…

—Me dejó pésimo con mi cliente, mi mejor sponsor, yo vivo de la consultoría financiera... ¡Qué digo, pésimo es poco! Lo peor de todo es que se hace el huevón, no reconoce el hecho, ni pidió disculpas... o sea yo soy el idiota que me tengo que hacer el cojudo…

—Tú no eres idiota, eres un buen profesional. Te equivocaste con él de cabo a rabo. A más de medio mundo le ha hecho cagadones…

—Mi error fue dejarlo administrando varios inmuebles cuando viajé a Miami. Vendió propiedades con su segunda. A mí retorno la SUNAT anuló todo lo que él compró. Las otras cagadas son peores. Le dije claramente que mi negocio no es vender propiedades con 'problemas' y ante tanta insistencia le presenté a mi sponsor. ¡Cabeceó a mi sponsor!  Hijo’eputa. Chorea con una tal Doris Alva Orlandini, su mujer lo chalequea. Es una organización criminal. Encima esta pandemia de mierda. El Covid 19. Los bancos, el congreso…

—Felizmente cuentas con verdaderos amigos mi querido Patto Sardón. Llegará el día del juicio final para ese maldecido. Nada dura para siempre. Tiene antecedentes. Ten cuidado. Cuídate. Sé prudente. Dios proveerá. Abrazo fraterno.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, 2022.