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La profeCional. NDLEeón


La profeCional. NDLEeón

Versión libre del poema “Reír llorando” de Juan de Dios Peza.

Dedico estas líneas a los fundadores de “La Oficina” de la esquina movida de mi barrio. A mis vecinitos, viejitos lindos, que me enseñaron el doble sentido, palabrotas y malas lisurotas.

"Primero te ignoran, luego se ríen de ti, después te atacan, entonces ganas." 
Mahatma Gandhi

 
Nicolás León, actor, autor. 

La profeCional
Leyendo a Nikolái -cuentero de La Oficina - 
El barrio de BalconCity, se jaraneaba. 
El Distrito de La Victoria, se divertía. Le decían: 
- Eres el desgüeve por la puta ma’re cuña’o.
- Maestro, usted se pasa cualquiera la cantidad.
- Los cuentitos están bravitos. Está bacán loquito. 

Y el escribidor, sonreía y reía. 
Compartía todas las alegrías.
Los cuasi profesionales que no leían nada, ellos decían:
- ¡Sólo escribe huevadas todos los días!

Una vez, en la esquina con Cuchín, el famoso pastrulín. 
- Me siento muy vacío, solo y alicaído– dijo el escribidor fumando un pitillo.
- Causín, pero a ti no se te nota ná –le respondió Cuchín.
- Ya no tengo chispa, ni creación. Ni el chisme me importa. 
Todo me llega al pincho hasta al hastío. Menos que 
se maten por la maleta con una mortal maceta. Me estoy 
enfermando de una crónica normalidad. 
Yo quiero ser feliz. No un desliz.
- ¡Viaja pé cuñao!- ¡Tú sabes que he viajado como michi, pajero agüeva’o!
- ¿Ya no lees?- ¡Sigo leyendo… clásicos y periodicuchos!
- ¿En cuestión de amores?- ¡Soy amado!
- ¿Vas a ver a tu papito al cementerio?– Siempre lo visito.
- Ya no sé qué decir cuña’o, estoy perplejo. ¿Entonces esto quiere decir que
no vas a ir a la pollada bailable ni a La Frontera deseable?
- No.

- ¡Ya sé, levántate a la ProfeCional! ¡Vacílate con ella!
- ¿A la profesional? ¿Quién es? ¿La conozco?
- La ProfeCional pé. ProfeCional con cé. 
Esa Chiquita es una licuadora Osterizer 12 velocidades.
Motor reversible trifásico. Es genial.
¡Qué muchachita... el coco te va a descerebrar!
- Tanto así.
- Dice que se a prepara’o en las ligas mayores ha estudia’o. 
Es toda una profeCional. Te doy palabra que sí.

- ProfeCional con cé. No entiendo. 
Puede ser una cé de culantro de cuatro letras.
¿O una cé donde los rayos del sol no te entra?
- Puede ser una cé de criminal. 
¡Porque, según tu chisme, la muchachita con la cé de culanto, mata!
- ¿Y si es una cé de cochina de cochinita? 
Cámbiame de pareja, Causita.
A esa profeCional la dejamos para el capítulo final.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Chieming, junio 2012


FEBRERO & RECUERDOS de NDLeón


FEBRERO & RECUERDOS de NDLeón


FEBRERO & RECUERDOS
Amiguita de mis años mozos.
Linda y salerosa. A tu lado todo
era color de rosa. Lo único malo
era tu maridito. Vecino fuerte y
matón de gesto gruñón con
amplio prontuario en el callejón.
Recuerdo nuestra caminata por
la vereda central de El Olivar.
Recuerdo la laguna con pecesitos
de colores y los faroles alrededor.
Recuerdo el árbol viejo frondoso
de mil sombras.
Recuerdo la luna guiñando un ojo.
Recuerdo tu blusa holgada, tus
tetas duritas, tu mirada apretada.
Tu minifalda de color lila, tus
caricias y carcajadas.
Recuerdo que no llevaste calzón.
Recuerdo muy bien el paseo,
tu mordida, tus labios, tu ajetreo.
Recuerdo nuestra pasión sin control

bajo la sombra de aquel árbol
oscuro lleno de recuerdos, risas,
y gratos recuerdos.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, febrero, 2019.

GALLETITAS. NDLeón


GALLETITAS de NDLeón



GALLETITAS
Cariño, por el repentino deceso
de tu padre, fui temprano a tu casa,
me encontré en medio de un vergel,
latas y botellas de cervezas, piscos y
rones a granel. El cajón servía de
mostrador, el vidrio empapado
por los cubitos de hielo, mojado,
mantenían fresquito al muertito.
Tu madre media calata se bamboleaba
al compás de la guaracha. Tu hermana
se regalaba bien barata. Yo con mucha fe,
me encomendé al señor y tomé varias
copas de pisco con discreción. Tu vecina
me atendió hasta el hartazgo, pero, ojo,
estoy muy mortificado, eso no se hace,
espero que no se repita.
Nadie me ofreció café, ni galletitas.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, febrero, 2019

HIJOS DE PUTA. NDLeón

HIJOS DE PUTA. NDLeón



HIJOS DE PUTA
De Lima, desabrida, insípida.
Sin colores, ni arcos iris.
Nada de lluvia. Cielo plomo.
Cerros pelados incoloros.
Tierra muerta. Aguas negras
corren por su hablador río.
Aire enfermizo contaminante.
Mar de aguas hervidas.
Cloacas en el hemiciclo.
Infectado de porquerías.
De ratas con corbatas.
Viles muñecos parlantes de
rapaces ventrílocuos.
Delincuentes.
Sinvergüenzas.
Corruptos. Criminales.
Franeleros. Lameculos.
Delincuentes. Cara de palos.
Ladrones. Coimeros. Cutreros.
¡Gobierno Central! ¡Congresistas!
¡Todos sin excepciones!
¡Hijos de la reverenda gran puta!

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018

GRÖTZINGEN de NDLeón


GRÖTZINGEN de NDLeón

Grötzingen, pueblo de pintores. Ka,2008

GRÖTZINGEN
Caminaba por la orilla del río.
Al frente un inmenso bosque verde.
Los árboles no dejan ver el bosque – dije.
¡Mira, qué lindo! – me dijeron.
Miré, solo vi árboles.
¡Los colores! – me repitieron.
Solo vi verde por todos lados.
No entendí el frenesí.

Ahora, en mi populoso barrio
triste, con cielo gris y nublado
cerrando los ojos, veo los diferentes
matices de verdes, el cielo azul,
las nubes blancas
y tu sonrisa carmesí lejos de mí.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018

UÑA DE GATO. NDLeón

UÑA DE GATO. NDLeón



UÑA DE GATO
Por amor acepté plantar una Uña de Gato.
Fue por amor.
También fue contra mi voluntad, mis principios
mis deberes y obligaciones.
Nunca me interesó una maceta, un jardín
una planta o una yerba.
Y por amor planté una Uña de Gato.
Yo la regaba en las mañanas.
Pasó el tiempo. Creció.
Qué bonita se veía.
Viajé y en un dos por tres se la robaron.
Por amor planté una Uña de Gato.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018

PLANTITAS. NDLeón


PLANTITAS


PLANTITAS
De niñito me crié entre callejones, largas veredas y
estrechas pistas. Smog de buses viejos, camiones
destartalados, autos de los años ’40.
Que ennegrecían el aire azul cielo de las calles y jirones.
No había arbolitos para trepar como Tarzán lo hacia
en el cine, nada de plantitas, ni verdes. Nos mudamos.
Amanecimos como vecinos en un pampón seco con
surcos resecos de antaños sembríos. Tierra muerta mezclada con
hormigón, arena, cemento, cascajo y residuos de horneados ladrillos.
En la pampa volamos cometas, jugamos bolitas, trompo
la pega, canga; jugamos futbol con pelotas desinfladas
para evitar el rebote en las zanjas del árido suelo.
De niño no nos tocó regar una plantita.
Eso era una lejana, extraña, imagen en blanco
 y negro en la televisión.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018

PIEDRAS y CIUDAD . NDLeón


PIEDRAS y CIUDAD . NDLeón



PIEDRAS y CIUDAD
Cielo nublado
Cerros empolvados
Gritos estridentes.
Ciegos de sensibilidad
mental, de corazón letal.
Árboles maniatados,
enjaulados, humillados,
descuartizados. Lapidados,
calcinados con piedras y
cemento. Piedras.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018

MAMELENA de NDLeón


MAMELENA de NDLeón



Dos semanas más y otro año de cumpleaños que se me viene encima. Comparto un poema dedicado a mi querida mamá. Se van a dar cuenta que soy mamero. Bueno, a mi edad ya no me importa que rajen de mí. 
Mamita linda, tanto amor que te tengo, y no encuentro palabras para expresar mi cariño perpetuo.

MAMELENA de NDLeón
Amor mío de mi corazón.
Garabatear una oda para ti,
amor de mis amores.
Me diste teta, cariño, abrigo,
respeto y sobretodo decencia.
Gracias mamita linda. Te amo.
Te abrazo, te beso, por ti soy
lo que soy. Poeta, actor, escribidor,
mil gracias mi amor. Te amo
Rosa Elena de mi corazón.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 15 de octubre de 2018

VETE A LA MIERDA de NDLeón


VETE A LA MIERDA de NDLeón


Me llamaron la atención. Me recomendaron que diga todo lo que quiera en lenguaje poético. Con ritmo, rima y armoniosa combinación. Pero yo no soy poeta. Soy actor. De todos modos ahí va. Espero alcanzar las expectativas de mis adorables "Carreños". Nk

VETE A LA MIERDA de NDLeón

Yo tengo mi moral, mis principios, mis
puntos de vista, mi decencia, mis
experiencias, mis años curtidos.
Considero falta de respeto y educación
que quieras imponer ideas como las
verdaderas y únicas. Es de locos dar
veracidad a lo inmaterial. Eso es ficción.
Entra en juicio hipócrita jetón.
Me gusta mi prima la flaquita linda,
la buena cocina, pararme en la esquina
el color azul marino, dormir horas
de horas. No amanecer más temprano.
Entiende, te jodieron la vida, te
amaestraron doctamente. Crees tener
siempre la razón. Te equivocaste.
Yo soy calle, barrio, a mediodía
saboreo el pan con mantequilla
con café y una copita de ron.
Almuerzo en los agachados, plátano
mosqueado, lomo saltado, seviche de
entrada. Agradezco a mamita todos los
días. Brindo con vino, con agua de caño
por una vida mejor, por la muerte disque
sueño eterno nada de resurrección,
por los días feriados, por mis maestros.
Por mis amores, desamores, viajes, fastidios,
risas. Para variar me gusta mandarte a la
mierda para que desaparezcas de mi vista.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2019.

CLASE DE DICCIÓN. NDLeón

CLASE DE DICCIÓN. NDLeón


Farsa y justicia del señor Corregidor”. Obra de teatro.

CLASE DE DICCIÓN. NDLeón
Todo el aire político estaba cargado en el ambiente juvenil, todo era fastidio, quejas y malhumor. Estábamos hasta la coronilla, hartos, de la “Junta del Gobierno Revolucionario de las Fuerzas Armadas del Perú” y de sus autoproclamados presidentes de factos. “Si bien el gobierno parecía enfrentar a la burguesía liberal, lo real es que luchaba con una fracción de ésta y se expresaba al interior del gobierno. Sin embargo, también se inicia una crisis generada por los medios de prensa y la decisión del gobierno de no debatir con la oposición.” (“Wikipedia”)
Nosotros, noveles artistas estudiantes de arte de las especialidades de actuación y escenografía teníamos cada conato de peleas y acaloradas riñas dialécticas en cualquier lugar de la escuela conocida como el Teatro La Cabaña. 
Lo que recuerdo. Si es que la memoria no me falla. Estudiábamos desde las catorce horas hasta las veintidós o más horas. Hasta el momento no tengo el dato exacto. Entre el alumnado, teníamos un grupo que estudiaba en las mañanas en la universidad (San Marcos, Villarreal, San Martín, etc.) estos muchachos que dupleteaban conocimientos conocían la de quico y caco los temas sociopolíticos de la realidad nacional. Otro grupo, los libres pensadores, bastantes histriónicos, tenían una verborrea interminable, viperina; como decíamos en clase, verborrea criminal. Estos paladines de la justicia, cuestionaban la “curricula”, separatas y la posición partidaria de los docentes. Había, también, unos cuantos apristones; por descendencia y sin convicción; estos levantaban el pañuelito blanco por consigna para apoyar o tomar distancia del entuerto. Y el disconforme; ni chicha ni limonada. El anarquista. No aceptaba nada, ni el materialismo dialéctico ni raciocinio aristotélico, pero jodía todo el día.
En un dimes y diretes en la clase de Expresión Corporal. La profesora se irritó, se puso frente a los alumnos que jorobaban la pita y los paró en seco. Dejó mudo al grupillo de “fascinerosos” politólogos de café.
—Yo les enseño a caminar, a desplazarse con elegancia, con carácter... aprendan… después hagan lo que quieran. Brecht, Meyerhold, Shakespeare, García Lorca o esos panfletos miserables que andan pregonando en la plaza San Martín. Vergüenza me da. Por favor... no mencionen mi nombre. Para mí es una humillación, vergüenza ajena... ¿Está claro? Ahora continuamos.
La clase prosiguió en silencio.
Faltando una semana para el desfile militar. Las broncas no paraban. Unos cuantos apoyaban a los militares, estos eran señalados como abanderados de los partidos de izquierda. Socialistas, revolucionarios, comunistas, rojos, rojetes o de liberación.
—Tu mamá trabajará para los milicos por eso tienes plata. Vendido. Empleaducho. ¡La pluma no se vende!
—¿Tú qué eres que tanto lloras? ¿Acción Popular? ¡Inoperante! ¡Cachudo! ¡Hábla pé!
La profesora de Dicción e Impostación, linda criatura de clase media alta. Disciplinada, puntual y práctica. Dramática soprano de coloratura de actuación tremenda y de una escénica imponente. Su concepción del mundo artístico era simple: Arte por el Arte. No se complicaba su existencia. Sus apreciaciones y ejemplos eran señorones de la más rancia aristocracia limeña.
Aquel día de efervescencia política llegó a clase con un tocadiscos y un Long Play de 33 RPM (revoluciones por minuto). Los alumnos rojimios leyeron la funda.
—“DESIDERATA. Jorge Lavat y la canción hablada”. 
La preciosa profesora sonrió de oreja a oreja. Giro el disco y un mudo silencio descanso en el aula.
“Camina plácido entre el ruido y la prisa... y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio. En cuanto sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas. Enuncia tu verdad de una manera serena y clara, escucha a los demás. Evita las personas ruidosas y agresivas, ya que son un fastidio para el espíritu. No finjas el afecto y no seas cínico en el amor… acata dócilmente el consejo de los años, abandonando con donaire las cosas de la juventud. Por eso debes estar en paz con dios, cualquiera que sea tu idea de él, y sean cuales quieras tus trabajos y aspiraciones. Conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida. Aun con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Se cauto. Esfuérzate por ser feliz.”
Del fondo del salón una voz terrible; gangosa, nasal; cero en dicción, tomó la palabra sin pedir permiso.
—Eso que hemos escucha’o es un poema reaccionario, vil, podredumbre, que sirve como propaganda para envenenar las mentes del pueblo, de los obreros y campesinos que estamos contra la dictadura del capitalismo, asesino del proletariado, asesino del pueblo vietnamita de Indochina que lucha por su soberanía y libertá contra los tentáculos del imperialismo yanqui y sus secuace títeres de la pseudo libertá, pseuda fraternidá y nada de igualdá lo contrario a nuestros ideales del socialismo del pueblo marsista, leninista, maoísta, con la insínia latinoamericana del libertador de los oprimidos latinoamericanos Fidel Castro y del Comandante Che Guevara. ¡Feliz! ¿Feliz? 
Su colega socialista revolucionario tomó la posta.
—¡Esfuérzate para ser feliz! ¡La felicidá va a llegar cuando tengamos un pan digno que comer, nada de mendigar mendrugos, sobras! ¡El pueblo unido jamás será vencido!
La profesora anonadada, pidió silencio, señalo el tocadiscos, habló.
—Yo solo quiero enseñaros el poder de la palabra cuando está bien dicha, bien pronunciada, con buena dicción, impostación, modulación. ¿Entienden?
—¡No! ¡Lenin vivió, Lenin vive, Lenin vivirá por siempre en el corazón del proletariado mundial!
—Baja el volumen idiota no estás en tu casa. Respeta…
—¡Qué respeta ni respeta! Ustedes los pe eses, igual que los pe ces son empleaditos de este gobierno de facto traidores ladrones…
—Afuera me vas a demostrar si eres valiente…
—Ustedes son unos viles oportunistas…
—¡Te voy a poner la guasamandrapa en la boca para que te calles!
—Oe, no friegues a los revolucionarios…
—¡Son pro-milicos!
—¡Sí! Pero a la hora del trago son las mejores cajas chicas. ¡La mejor, indefectiblemente, chancha!
—¡Perdón! ¡No he dicho nada!
El anarquista, rompió el esquema. Sorprendió a sus condiscípulos. Pidió disculpas a la profesora con una dicción e impostación de los dioses. Recitó.
—Esto no va a volver a ocurrir querida profesora. “Podéis ir en paz. Cualquiera que sea tu idea. Conserva la paz de la bulliciosa confusión de la vida. Aun con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos, el mundo es todavía hermoso. Se cauta. Esfuérzate de vivir con alegría. Y perdona a los que te ofenden.”
La profesora le devolvió una sonrisa ruborizada y pudorosa. Nerviosa cogió sus materiales y salió radiante del aula como Violetta, la protagonista de La Traviata de Giuseppe Verdi. El alumno nuevamente tomó la palabra.
—¡Todos ustedes están hasta el carajo!
Sonrió. A paso lento e impostado se retiró al café recitando a Nicolás Sacco y Bartolomé Vanzetti.
“Yo sé que el fallo va a ser entre dos clases: la clase oprimida y la clase rica. Por eso hoy yo estoy aquí en este banquillo, por haber sido de la clase oprimida. Y ustedes son los opresores” “Voy a la muerte con una canción en los labios y una esperanza en mi corazón, que no será destruida” “Muero como he vivido, luchando por la libertad y por la justicia. Continuad la soberbia lucha. Pero yo no he llevado mi cruz en vano. Mi sacrificio valdrá a la humanidad a fin de que los hermanos no continúen matándose; para que los niños no continúen siendo explotados en las fábricas y privados de aire y luz. No está lejos el día en que habrá pan para todas las bocas, techo para todas las cabezas, felicidad para todos los corazones. Tal triunfo será mío y vuestro, compañeros y amigos.” “¡Larga vida al anarquismo!”.
Detrás, lo siguió… el silencio.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS 
Lima, enero, 2019.

Teatro La Cabaña - ENAD.

POETA VIEJO POETA. NDLeón

POETA VIEJO POETA. NDLeón




POETA VIEJO POETA. NDLeón

La palabra nuevamente toca ser 
aullido, el guion de teatro un estigma.
Antonin Artaud

El tren con su estridente pito y característico ruido remeció la feria de poesía y narración. Terminó la jarana. Los letrados e iletrados; eximios, sapos, vendedores y revendedores de libros de segunda; poetastros caseritos pseudos—plumíferos del arte de la palabra escrita se levantaron de sus pesadas bancas, cansados de escuchar ciento veinte minutos de barbaridades poéticas sin ton ni son. El añejo poeta, refunfuñó.

—Esas huevadas las sigo escuchando desde que tenía veinte años de edad. No aprenden, no estudian, no leen, putama're. ¡Estamos hasta las huevas!
El programa cultural fue largo y pesado, somnífero; insulso. Una poeta fue la excepción. El antiguo la buscó para comprar una plaqueta. La muchacha desapareció. La tarde descendió e hizo frío. 
—¡Voy a remojar la garganta! ¿Vamos, quién me acompaña?
Cómo siempre nadie lo empelotó. Sus críticas como dardos espantapájaros ahuyentan a los doctos de papelitos doblados, a los trillados panfletarios y a sus caros colegas, grandes artistas de los años '70 y pico.
El veterano de arte y oficios se dirigió a una carreta de la acera del frente de vender Caldo’eMote. Bajó la grasita con un silencioso sorbo de ron de su fina e inseparable petaca inglesa. Prosiguió en lo suyo, caminó, ni lento, ni apresurado; caminó a su compás cadencioso de antiguo muchacho de barrio.
El viejo, artista de exuberante canas plateadas, ácido crítico y chismoso profesional. Cargaba un maletín de color granate con negro Made in Salta La Linda-Argentina y aferraba en su mano izquierda papeles, cachivaches, borradores, chucherías y un par de lápices de grafito 2B. Caminó dos cuadras, cruzó la avenida. Ingresó a una fonda/bar más bar que fonda. Se aplanó en la primera mesa. Se apoyó a una ruma de cajas de cervezas mirando la entrada, así veía pasar a los transeúntes, autos y las horas. Siguió su rutina. Pidió una botella de ron, una taza de café y un pan con chicharrón. Haciendo tiempo corregía poemas, cuentos y wasapeaba de vez en cuando. Cada palabra que imprimía de placer sonreía. Que maldades escribía, no lo sé. Mamita de niño me explicó: 
—Quien se ríe solo (sin aparente motivo) de sus maldades se acordó.
Brindó con el espejo. Se sopló sin hacer gesto la primera copa cepillada. Pasaron varios tragos, varias mordidas al pan con chicharrón. Sorbos de café y copitas de ron. Pasó lo que esperaba. La poeta… con su mochila a rastras. Ella lo miró. Se miraron. El viejo ni corto ni perezoso, sonrió. Todo hipócrita y amanerado con palabras respetuosas, exclamó.
—¡Poeta! ¡Pasa, te invito un café!
La dama con cara de yo no fui, dudó. Olió el lugar, este apestaba a cerveza, a pichi, a meado de gato; chicharrón de chancho, sarza criolla con yerbabuena y ají.
—Señora présteme su baño.
— ¡Medio sol! 
—¡Pasa nomás yo pago!— ordenó el viejo vate. 
A la vez que hojeó sus borradores. Guardó todo. De la rocola se escuchaba una música tropical andina… y para sorpresa de los parroquianos, este viejo renegón la tarareo. De tanto visitar el lugar se conocía todo el repertorio. 
—Te invito una cerveza.
—Prefiero un café.
Después de un intenso silencio, el viejo artista, abrió la bocota. 
—Me gustó tu poema. Muy bueno. Fuiste la rosa en el fango… escucha tus versos: —No sé cuánto tiempo sostenga // tu latido, tu amor en racimos // llega brotando cada día // una ilusión en un pilar de recuerdos // una canción en una inspiración hecha poesía—… ¿Tienes libros?
—Si. Varios poemarios… y varias plaquetas también.
—Eres buena. Busca mejor vitrina. Acá es para principiantes. Tú eres de ligas mayores. ¿Qué haces andando con tantos mediocres? Sí insistes en ser caserita de los jueves y leer un poema cada viernes. ¿Qué puedes esperar?... yo también tengo problemas… aquije… —En el caso del Perú, aunque se crea lo contrario, tenemos una “narrativa del nosotros”, imperfecta, fraccionaria, excluyente y funcional a un grupo. Una narrativa que “niega” las diferencias y establece jerarquías en un país que es y que fue, analizado en sus espacios urbanos, rurales y barriales inclusive, que lo configuran—. (1)
Exagerada filosofía pura. Nuevamente silencios comprometedores. Hasta que hablaron de corrido más de una hora. De sus artes, sueños y proyectos. De sus frustraciones, amores y desamores.
—Yo ya no quiero nada sentimental, estoy curada, decepcionada... tengo obligaciones, tres hijos en edad escolar, no tengo tiempo para nada, corro de un sitio a otro. El papá de mis hijos, bien gracias. Nada.
—¡Eres joven, vive! Se sufre pero se goza. Cómo dice el filósofo Tongo: —Sufre peruano, sufre si tú quieres progresar. Sufre peruano, sufre si tú quieres triunfar.
—Me toca cada cojudo, mentiroso y anodino— la dama con énfasis lo dicho lo fraseo.
—¿Anodino? Para hablar contigo tengo que tener un diccionario, con Google suficiente… mira yo estoy cura'o. Camina conmigo. Tengo jubilación, pensión. 
—No es dinero. Es mi crianza. Mis taras. ¿Mis hijos que van a decir?
—Nada. Ellos van al colegio. Te busco en la mañana, sales conmigo o en tu casa. Nos metemos un mañanero, tomamos desayuno y sacas tú raíz cuadrada y conclusiones. O seguimos o chao. Choque y fuga y se acabó el estofa'o. ¿Un deportivo choque y fuga para empezar no está nada mal? Piénsalo.
—¿Un jueves, te parece?
Soy supersticioso // mejor un martes 13 // sí es mejor... seis de la tarde… cuando cae el sol // ya no hace tanto calor // empieza las sombras y ya no notarás // mis arrugas en tu calzón…
—Dijimos en la mañana // pero solo como amigos // sin compromiso // tengo alas para volar // tengo hijitos que cuidar // ahora adiós... Toma mi tarjeta // tengo correo electrónico // Facebook, WhatsApp, inbox // Si te arrepientes pasas la voz.

—Ahorita me está dando miedo. Espero no defraudarte, decepcionarte. Creo que preparar desayuno me sale mucho mejor.
—Lo tomas o lo dejas. Adiós.
El vate, viejo y curtido, entre copa y copas, entre pisco y nazca, escribió un poema de amor. Lo releyó varias veces con la mirada, la última releída lo recitó con el corazón abierto, con su voz aguardentosa y quebrada:
Señora, el manto de la noche cubre mis heridas // la sábana de arriba cual mortaja cubre mis lamentos // descanse a mi lado, béseme // con las labios de su boca // y todo se habrá curado.
Los borrachos aplaudieron la obra de arte. El poeta fiel a su estilo, remató.
¡Mámamelo!
Todos los presentes se cagaron de risa, inclusive las mujeres que atendían el local. Después de la preconcebida declamación el recinto volvió a su cauce normal. Nuestro héroe salió de la fonda, se acomodó el borsalino importado color noche. Caminó derecho hasta la esquina de la avenida. Soltó una estentórea carcajada. Rumió entre dientes su futuro. 
—Puta ma’re… que’hecho… yo a estas alturas haciendo planes de latin lover... me muero mañana y la cagada. Pobre chica... tan linda... tan poeta.
El viejo se perdió en el bullicio de la avenida cargada de smog, policías, ambulantes, marchas, delincuencia y corrupción.
(1) Francisco León, escritor peruano.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
LIMA, 2018.



IMBÉCIL de NDLeón


“Los muertos son sencillamente muertos y merecen respeto. Calificar de terroristas a los cadáveres es tratar de justificar la bestialidad de zarandearlos y ensañarse con quien está dormido para siempre”. 
Eduardo Gonzales-Viaña




IMBÉCIL de NDLeón
Una insana orden desde la Casa de Pizarro.
Los armados muy bien preparados en
cuestiones de matar, mataron.
Ellos, nuestros hermanos, amigos, tíos,
sobrinos,
tenían como escudo
una blanca paloma.
Fueron asesinados a mansalva,
con alevosía y ventaja, quemados
bombardeados, achicharrados.
Desaparecidos.
Los pocos restos óseos encontrados,
almacenados en ene enes
cajas de cartón.
Doblemente torturados
por orden
del jefe supremo
enfermo mental
cual dictador
sacrosanto cobarde.
Este bodoque se movía por las sombras con séquito
de fieles cancerberos de corral.

Hoy huyes como una reverenda rata.
Te escondes en casa extraña llevando tus
hediondas pesadillas.
Tus lacayos gritan
Oh, persecución política.
Termina el sueño.
En siete días te regresaron a tierra.
Tu imagen de gigante monigote
patentada por la voz del pueblo
llamándote de hoy en adelante:
¡Imbécil!
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018


VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE