TEATRO EN EL XVII ENCUENTRO BAQUERIZO de NDLeón
TEATRO EN EL XVII ENCUENTRO BAQUERIZO — 2018
Después
de varios Baquerizos en diferentes ciudades del Perú, donde exclusivamente se
presentaban poetas, escritores y todos los géneros de la palabra escrita. Opiné,
sobre las artes escénicas y sus paradigmas, de sus maestros; Dario Fo,
Shakespeare, Lorca, Brecht, entre otros; y recalqué que los maestros
escribieron, también, prosa, poesía, y de la buena. Todo esto para incluir en los programas a la
madre de todas las artes: el teatro. Hubo dudas, múltiples negaciones a pesar
que expliqué con base desde mi punto de vista de hombre de teatro.
Haciendo historia en agosto de 2016 en el programa Miércoles Culturales que organizaba el Gremio de Escritores del Perú —GEP en Jirón Lampa N°208, presentamos (Daria Dorothee, yo y nuestra artista invitada: Elcira Bustillos en la guitarra y canto) nuestra narrativa Teatral «El Oro de Cajamarca» Versión Libre del Grupo Fabulina. Función con entrada liberada y salida solidaria.
Hasta
entonces habían pasado varios años de experiencias diversas. Di clases de
teatro y oratoria en la facultad de derecho de la Universidad San Martin de
Porres; viajé como escritor por diferentes puntos del país; realicé talleres, clases
y asesorías presenciales y virtuales.
En
el 2018 el Gremio de Escritores con una nueva directiva aceptaron la propuesta
de incluir Teatro en el próximo
Baquerizo. Me dijeron —Una
‘performance’ de media hora no más —.
Algo es algo. Por algo se empieza. El presidente del GEP, el poeta Armando
Arteaga, solicitó la narrativa histórica y por ende desempolvé del sueño de los
justos el libreto de ‘El Oro de Cajamarca’.
Aceptado
el reto brindado, busqué entre mis conocidos un actor y/o actriz para que me
apoye en la realización escénica. No encontré a nadie disponible. Todos tenías
su cronograma topado. De casualidad me crucé con la actriz y directora teatral
Fabiola Alcázar, le conté mi tragedia. Meditó y sacó la graciosa conclusión.
—Nicolás, ya estás viejo para estar
dependiendo de otros. Hazlo tú solo. Yo te apoyo en la dirección.
No
respondí de inmediato. Demoré unos días para darme el valor necesario. Revisé
el libreto, le metí tijera hasta llegar solo a los treinta minutos de
espectáculo. Me quedaba solo un mes para el día de la función. Planifiqué la
producción a mis horarios libres. Ensayos en las tardes y largas caminatas para
librar del óxido las entumecidas articulaciones.
—Fabiola, acepto. ¿Cuándo empezamos?
—Ahorita ¿Tienes el libreto?
Arrancamos
con la primera página que trata de la leyenda sobre el origen del imperio de
los incas, el dios Sol, sus hijos Manco Cápac y Mama Ocllo. Fue una semana
estresante. Muchos movimientos corporales. El estilo de Fabiola era contrario a
mis principios ortodoxos y ajenos a mi poca capacidad de aprenderme la letra de
un porrazo. Concluida la semana, Fabiola renunció a la dirección por asuntos
profesionales, personales y distritales. Tomé la posta, necesitaba urgente un ‘apuntador’ para que me ayude con la
letra. Apareció por obra y gracia del Espíritu Santo, una asistenta, la poeta
Cecilia Vásquez Mejía, terapeuta de lenguaje. Por escases de un ambiente para
ensayar, hicimos las pasadas de letra caminando por las avenidas Arequipa, Du
Petit Thouars, de sur a norte y viceversa; ensayos en los parques de la
Exposición, Kennedy, Pedro Ruíz Gallo.
Me
enviaron el programa, fecha, día y hora de la presentación. En un USB grabé música
instrumental andina. La esquela decía:
—«XVII
Encuentro Nacional e Internacional de Escritores Manuel Jesús Baquerizo
‘Cultura, Migración y Literatura’. SEDE: Universidad Nacional Tecnológica de Lima Sur. Distrito Villa El
Salvador — LIMA. Jueves 22,
viernes 23, sábado 24 —
noviembre — 2018».
Ya
no había escapatoria, ni marcha atrás. Ordené el vestuario, una camisa de
vestir granate; pantalón negro, a los zapatos le mandé poner media suela; un
palo de escoba pintado de amarillo como la barra de oro; una cruz forjada con
varillas de construcción de media pulgada; un manto andino Hecho en La Parada;
la biblia me la obsequió un excatólico regenerado en un Centro de
Rehabilitación del barrunto.
Nicolás León, el señor actor victoriano |
Llegó
la hora. El público, artistas de la palabra escrita, nacionales de Lima y
provincias; unos cuantos extranjeros y alumnos de la universidad. El sonidista
brilló por su ausencia, llegó cinco minutos después de acabar la presentación.
Su refrigerio fue de extrema necesidad. La apuntadora parecía público, se quedó
anonadada, por momentos, de la interpretación victoriana de La Victoria de la
zona de las yuquitas fritas. Los ensayos habían dado sus frutos, todo salió
como estaba calculado. Los textos bien dichos con sus intenciones dramáticas y
pausas que retumbaban el recinto. Al término de la ‘performance’ el público aplaudió con cariño y satisfacción.
Gracias a ello, salieron invitaciones para otros certámenes culturales. El poeta,
escritor, editor, Francisco Adriano León de Salamanca fungió las veces de
fotógrafo profesional, tomó las instantáneas precisas para la posteridad.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2018.
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