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ENTREVISTA A NICOLÁS LEÓN por CCVM

ENTREVISTA A NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS por CCVM


Cecilia Vásquez Mejía, poeta & Nicolás León, actor


ENTREVISTA A NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

¿Quién es Nicolás León?

 Nicolás León, principalmente es un actor profesional, artista escénico.

¿Cuántos años de vida artística?

El año pasado cumplí mis Bodas de Oro, 50° Años de egresado de la Escuela Nacional de Arte Dramático ENAD. 1973 – 2023. Ya soy peso pesado.

¿Tengo entendido que también tienes varios libros editados?

En Lima, Perú, el artista escénico tiene que realizar todas las labores que compete el quehacer teatral. Conozco la realización de iluminación, escenografía, utilería; soy actor, director, apuntador, asistente; también hago labores de dramaturgo. Ahí en ese punto, empezó mi interés de escribir, mis anécdotas, cuentos y mis poesías. Si, tengo varios libros editados.

¿En qué barrio gira tus creaciones?

Yo me he criado en la urbanización Balconcillo, distrito de La Victoria. Mi grupo: Asociación Cultural BAL VIC viaja por todo el territorio nacional. De joven pertenecí al Grupo Homero Teatro de Grillos, tenía su sede en Bellavista, Callao. Me especialicé en teatro para niños y jóvenes. He recorrido Perú, Hispanoamérica y Europa. Mis creaciones, trato que sea de carácter popular, irónico, con su condimento de sarcasmo. Además, le imprimo el espíritu victoriano. Eso no impide que pueda hacer trabajos ajenos a nuestra idiosincrasia.

¿Cuál fue tu primer libro?

Mi primer libro fue “Cuentos breves para mi nieto” (2011) basado en las experiencias de barrios populares de Lima. De principio a fin es muy localista. Lo escribí en Karlsruhe, una ciudad al suroeste de Alemania. Fue una experiencia muy bonita de recuerdos, nostalgia; buena compañía, paseos por lagos, caminatas por los montes, excursiones en veleros. Completamente distinto a mi barrio de Balconcillo. Fue muy fructífero esa época. Mi segundo libro también lo escribí en Karlsruhe. Una crónica de mochilero, viaje que realicé cuarenta años atrás, cuando era jovencito, “De Chorrillos hasta las playas de Río” (Lima – Río de Janeiro)

¿Hasta la actualidad cuántos libros tienes?

Tengo cinco libros. En orden: Un cuento “Cuentos breves para mi nieto”. Dos crónicas: una de mochilero “De Chorrillos hasta las playas de Río” y otra de teatro: “El Oro de Cajamarca”. Dos poemarios: “Amor & desamor de un fulano” y “Desamor de un mengano”.

¿Como ves al poeta en el Perú hoy en día?

Gracias al Gremio de Escritores del Perú y de grupos literarios como Caras de la Cultura, Viernes Literarios, Jueves de Poesía y Narrativa, los Intergalácticos, Círculo Andino, entre otros, he conocido una buena cantidad de poetas, jóvenes y mayores. Con o sin experiencia. Pero, lo que más me ha llamado la atención en la producción literaria poética. Actualmente en los encuentros poéticos literarios, el poeta sigue en su burbuja personal; no mira a los costados, puede escribir feo, bonito, mal o peor; pero no se da cuenta o no quiere mirar lo que está sucediendo en nuestra sociedad. Aquisito no más, en Limamanta, matan, asesinan, desaparecen, la corrupción campea, la delincuencia, el robo, vendepatrias, y no escucho un poema social urbano que denuncie artísticamente lo que está pasando en nuestro entorno. Tomamos unos tragos en los bares de Lima Histórica, olemos los gases de las bombas lacrimógenas, escuchamos los llantos, el abuso. Y sigo sin sorprenderme, sin escuchar una poesía social que denuncie el atropello. Sabemos de dónde viene la bala. Pero nos quedamos callados. El poeta tiene la palabra a su alcance, debe de ejecutar su acción histórica.

¿La poesía dirías que hay que vivirla, hay que sentirla, hay que plasmarla?

Yo no soy poeta, dejo esa respuesta a los vates profesionales.

Me gustaría saber el nombre de tus abuelos, tus padres para saber un poco de tus raíces.

Mi abuelo paterno, Don Gregorio León, nació en Tarapacá, de muy jovencito llegó al barrio de Malambo, sexta cuadra de lo que hoy es la Av. Francisco Pizarro en el Rímac. Mi abuelo materno, Teodoro Cadenillas, nació en Celendín, Cajamarca. También, llegó jovencito al barrio de Maravillas, Barrios Altos. Se casó con mi abuelita Virginia Daniela Uribe. Casados se fueron a vivir a un terrenito en el distrito de Lince, ahí construyeron un callejoncito donde criaron a mis tíos y a mi mamá. Mi papá, Nicolás León, nació en el Rímac. Mi mamá Rosa Elena Cadenillas Uribe nació en la Maternidad de Lima. Vivieron en el callejoncito de Lince hasta cuando yo cumplí los ocho años de edad. Compraron un terrenito en la Urbanización Balconcillo, La Victoria. Todos de la noche a la mañana nos convertimos en victorianos. Pero, como yo me he criado con los Cadenillas, siempre digo que mis raíces son Cajacho - Shilico.

¿Tu abuelo hizo el servicio militar obligatorio?

No sé nada de mis abuelos. Ellos murieron cuando yo era bebito. Pero, sí sé que mi papá hizo el servicio militar obligatorio en el ejército, primera arma de las Fuerzas Armadas del Perú. Estuvo como cuatro años reenganchado. Fue escolta de caballería presidencial.

¿Tienes algún proyecto literario aún inédito?

Tengo cuatro libros inéditos terminados. Espero con paciencia la oportunidad que viera la luz uno de ellos. Como dice Héctor Lavoe: “Pronto llegará, el día de mi suerte, sé que antes de mi muerte, seguro que mi suerte cambiará”. Me gustaría que mi crónica sobre mi viaje a Grecia salga primero a la palestra. Lo he escrito con cariño. Hay sorpresas, sueños, compartir, recuerdos de mis inicios de actor escolar y los consejos de mi primer profesor de teatro, Alvaro Gonzales.

¿Tienes alguna anécdota que haya calado el alma?

No creo que fuera para tanto, pero si me dio una alegría indescifrable, intima. Muy bonita. Todavía en ese momento mi primer poemario estaba inédito. 2016, enero. Me invitaron a un Encuentro de Escritores y Poetas. Nervioso preparé los poemas. Leí un poema frente al espejo dándome valor. Me despedí de mamita -¿Adónde vas? –preguntó. -A un Encuentro de Poetas -respondí. –¿Qué, también eres poeta? –replicó, sonrió con ironía. -¿Quieres escuchar uno de los poemas? -Sin esperar respuesta leí varios a manera de ensayo. Cuando terminé mamita me arrulló, me dijo: -Están bonitos… poemas sin poesía… muy real, lo bueno que no tienen tantas groserías como tus libros -. Así fue. Bonito. Otra anécdota, está es referente al teatro. Fui el protagonista de la obra “Los Tocadores de Tambor” de Sara Joffré. Esta obra es sui generis. Dura cuarenta minutos. Veinte minutos el protagonista habla como loro, se desplaza, miente, es la vedette. El centro de atención. Hasta que le descubren sus mentiras, mismo político nacional. Desde ese momento no tiene parlamento. Mudo. Todo su trabajo es gestual. Con los ojos, con señas, mímica. Francamente, esos veinte minutos, como protagonista, fueron los minutos más largos que pasé en una obra de teatro. Cómo sufrí. Qué dura es la vida del actor.

¿Cuántos hijos tienes?

Tengo dos hijos. Rodrigo y Alejandra María León Palma. Alejandra tiene dos hijos: Piero Angelo Y Mariajosé. Rodrigo tiene un hijito que se llama Alejandro por Alejandro Villanueva que dio lauros al Perú.

¿Alguno de ellos ha heredado el amor a la literatura?

Mis dos hijos tienen contacto con la literatura. Son buenos lectores. Rodrigo profesional de SENCICO, Diseño de Interiores, también fue docente en su Alma Mater. Alejandra experta en Eventos y Relaciones Públicas. Ella hizo las veces de mi correctora de estilo con mi primer poemario. Ambos, cuando fueron jóvenes incursionaron en grupos artísticos, animación infantil, títeres, danzas y teatro. Son mis dos primeros críticos de mis trabajos, tanto en el teatro como en la narrativa.

¿Qué es lo último que puedes agregar?

Solo les pido a los dioses de las artes que nos unan, que nos apoyen y nos den fuerzas para que de una vez por todas; los literatos, escritores, poetas, dramaturgos; nos unamos. Pido a Dionisio, dios del vino y del teatro; a Atenea, diosa de la razón, sabiduría, filosofía. Hacer un solo puño, que rememos en una misma dirección, sin zancadillas, ni traiciones, ni festejos en las desgracias del colega. Tenemos que sumar, sumar, no restar. Eso es todo. Amén.

Lima, marzo, 2024

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