EL MARSANO & CATTONE de NDLeón
EL MARSANO & CATTONE
El Marsano de Miraflores, Lima 18, reabrió sus puertas como inmueble y como teatro. En Lima de un momento a otro desaparecieron los teatros, por ende, desaparecieron los grandes estrenos teatrales como los que brindaba el teatro Marsano. Aplaudo la iniciativa de la empresa que toma la posta para seguir la huella de Osvaldo Cattone. Bienvenido, Marsano querido, el teatro de los grandes espectáculos.
Conocí a su director, actor, promotor, Osvaldo Cattone, muchos dicen que fue el promotor del teatro nacional. Yo diría que levantó el quehacer teatral de Lima, la ciudad capital. El teatro a nivel nacional tiene otros bemoles, idiosincrasia; otras características, eventos, sufrimientos o encuentros como la Muestra Nacional de Teatro Peruano que se realiza en las diferentes regiones y departamentos del territorio nacional.
Cattone con su carácter jovial y emprendedor, llegó a Perú y se convirtió en productor, director, actor, hombre de teatro, nos dio clase de cómo se debe hacer una buena promoción para tener sala llena, hacer una buena producción para los grandes retos. Quienes no aprendieron, ni aprovecharon sus enseñanzas, teóricas y prácticas, no pueden hablar de los maravillosos años de los éxitos del Marsano.
Con Osvaldo, fuimos vecinos, yo trabajaba en el Cocolido, Centro de Arte, quedaba a dos cuadras del Marsano. Yo iba a ver sus obras que estaban en cartelera. Él también venía al Cocolido a ver nuestros trabajos. Me acuerdo de su “Otelo” de Shakespeare con Pilar Brescia, Manuel D’Elorio, mi profesor de teatro escolar. Historia del Zoo; El diluvio que viene; El hombre de La Mancha, etc.
En una oportunidad conversamos en su oficina dentro del Marsano. Le conté que había estudiado teatro en Europa, Berlín Este, Londres, Milán, que había viajado buen trecho por el viejo mundo. Hablamos sólo de teatro, de espectáculos.
—¿Me imagino que aprovechaste ver buen teatro?
—Sí. Tuve la suerte de ver, Brecht, Dario Fo, Franca Rame, Shakespeare, Ibsen, Grotowski, Eugenio Barba, y otros autores que no me acuerdo. Justo en Londres vi “Equus” con Richard Burton como el protagonista.
—¿Llegaste ver mi Equus?
—No en el ‘77 estuve en Europa. Sabes, me encantaría viajar a Buenos Aires.
Con una gran sonrisa Osvaldo me respondió que podía darme unas direcciones y recomendaciones. También me dijo que en algún momento podíamos trabajar juntos. Pero, mis horarios, compromisos, cada día fueron más apretados. Nacieron mis bebes y terminé ahorcado. Hubiera sido una bonita experiencia trabajar en uno de sus grandes espectáculos. Con ensayos, rodeado de asesores, directores.
Tengo en la retina sus escenografías de colores fuertes primarios. Interesante. A su público le gustaban los colores, las alfombras, las luces. Y todo le funcionaba. De eso se trataba, captar un público encantador, soñador.
Pasaron muchos años. Me encuentro con Cattone en la Asociación de Artistas Aficionados, la triple A, yo recién había bajado del avión, Frankfurt Mail – Lima. Tenía un reencuentro con jóvenes actores y con el profesor Carlos Riboty de Palermo, Sicilia. Entro a la cafetería de la AAA y saludo en italiano.
—Carlo, buongiorno, mio caro regista, poeta, amico, drammaturgo. Come stai?
—Nico, ciao! Brindiamo con il vino rosso!
Husmeo el panorama, giro a la derecha y veo en una mesa al maestro Osvaldo Cattone acompañado de una tacita de café.
—¡Osvaldo! Buona sera. —miré a los jóvenes, pregunté castrensemente.
—¿Han saludado al maestro Osvaldo Cattone? —los muchachones reaccionaron. Uno por uno saludó a Osvaldo Cattone. Yo seguí chapaleando en italiano.
—Osvaldo, scusate i giovani, scusate il mio pessimo italiano, io parlo poco italiano. Carlo, ti presento il maestro Osvaldo Cattone.
La breve conversación fue muy bonita. Me contó que lo habían operado de la columna, estaba en recuperación, me contó algunos de sus proyectos, como actor y director. Que buen ejemplo, con males y todo, tenía sueños. Osvaldo Cattone es una muestra de la seriedad del sueño quijotesco que tenemos todos que estamos en el quehacer teatral, escénico, en una y otra forma, no todos somos actores. Somos técnicos, boleteros, acomodadores, utileros, asistentes. El teatro es una gran familia.
Así como siempre agradezco a mi Escuela Nacional de Arte Dramático, agradezco a mi grupo Homero teatro de Grillos. Agradezco la oportunidad de haber conocido al maestro Osvaldo Cattone. Gracias Osvaldo. Un abrazo estés donde estés. Ya nos veremos y seguiremos la conversa.
—Arrivederci Osvaldo, mio caro amico, collega, maestro.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2023
—Arrivederci Osvaldo, mio caro amico, collega, maestro.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2023
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