ESTE ANTRO ES PEOR de NDLeón
Exalumno Rodrigo León Palma, Promoción AU-1997. |
ESTE ANTRO ES PEOR
Ahora que mi nieta Majo ha empezado sus clases escolares virtuales
no presenciales en el desconocido mundo del primero de secundaria, se me viene
a la memoria una anécdota referente a mi glorioso colegio, la G.U.E. Alfonso
Ugarte de San Isidro, Cuna de Campeones. Nk
Ya mayor, base seis, y con un par de nietos en mi haber
regresaba a Lima en el recién inaugurado Expreso 2, tránsito rápido, del Metropolitano desde el Terminal
Norte Naranjal hasta el Terminal Ricardo Palma en Miraflores. Como adulto
estaba bien cómodo, sentado en el lado derecho del ómnibus articulado junto a
la ventana. Mi vecina de asiento una señora guapetona que no conocía la Lima
moderna, pues la señora que venía detrás de ella le explicaba sobre los barrios,
casas, inmuebles, puentes y avenidas. Recorriendo por la avenida Túpac Amaru,
la guía alertó a su visita: —Dentro de unos minutos vamos a pasar por la
Universidad Nacional de Ingeniería, la Uni, para ingresar los jóvenes tienen
que prepararse muy fuerte, es exigente… se inició como la Escuela de Ingenieros
Civiles y de Minas en 1876…
—¡Carajo, esta señora es una biblioteca andante! —exclamé para
mis adentros.
Al llegar a la Estación Caquetá, la biblioteca humana, habló que en años anteriores la zona era un gran mercado ambulante de informales con camionetas, camiones cargados de sacos de papa, y de todo tipo de verduras y mercaderías. —Suerte que se acabó todo eso porque también estaba lleno de delincuentes, rateros, gente de mal vivir, daba miedo caminar por ahí— concluyó la sabionda.
Llegamos a la Estación Dos de Mayo. —Arriba se encuentra la Plaza 2 de Mayo, muy linda, una lástima que está muy descuidada. Se incendió un inmueble y para variar sigue abandonado, la municipalidad es el primer estorbo, no pone cartas en el asunto, otra joya de la arquitectura republicana que se pierde… se hubiera incendiado el local de la CGTP… la Confederación General de Trabajadores del Perú —la dama lo dijo con una leve sonrisa en los labios. Me sonreí también. ¡Qué sarcasmo dios mío!
En la avenida Alfonso Ugarte, la dama líder explicó muy breve sobre el Hospital Nacional Arzobispo Loayza. Señaló con el índice izquierdo la fachada del Apra. —Ese local es del partido aprista. Mi papá por tradición fue aprista, conoció a «Papaya», nosotros somos norteños de pura cepa. Sí mi papá resucitara se caería patas arriba, bien tieso. Es un partido lleno de maricones, rateros, corruptos, sinvergüenzas, maleantes... Alan, Mulder, Jorgito, la desgraciaron… ni pena me da —. —Mira al frente, ése es el primer Colegio Nacional de la República Nuestra Señora de Guadalupe, en ese colegio estudio mi papá y sus hermanos, también mi abuelo paterno, mis hijos estudiaron en el Colegio Peruano Alemán Alexander von Humboldt —.
Cuando llegamos a la Estación Central, después de un
silencio, la dama siguió con la información. —Otro día bajamos para que
conozcas el Paseo de los Héroes Navales, el Palacio de Justicia; la Plaza Grau,
es horrible el monumento a Grau, Grau tiene botas de soldado de caballería, hay
cada burro en el gobierno; en el Centro Cívico nos tomaremos un café con su helado —.
Agarramos la avenida Paseo de la Republica, pasamos por el Estadio Nacional —El 27 de octubre de 1952 se inauguró el Estadio por el general Manuel A. Odría, era el presidente en aquel entonces. Después de múltiples obras terminó ricachón el cachaco —. Y cuando estábamos llegando a la Estación Canadá la señora del bla bla blá tomó aire, se acomodó y empezó el parloteo. —Ahora vamos a pasar por un colegio nacional… de lo peor, un antro, no parecen estudiantes, más bien parecen delincuentes, forajidos, pericotes, no tienen ni la menor idea de respeto y disciplina. Se agarran a pedradas con otros colegios, a mi esposo le rompieron el parabrisas del auto, no hubo a quien quejarse, fuimos al colegio, ningún profesor, ni el director dio cara, cobardes. Ese es… MC… Melitón Carvajal… es un reformatorio de menores, eso es…—.
Seguimos el trayecto, Estación Javier Prado, Estación Canaval
y Moreyra. La dama bastante fastidiada por los negativos recuerdos con los carvajalinos
puso la miraba fija hacia adelante. Paré la oreja, a dos cuadras nos esperaba
mi colegio, me dije entre mí, voluntad, disciplina y acción. La señora señaló
mi Alma Mater con el índice, con el brazo y con la palabra llena de recuerdos. —Este
colegio que vez ahí, ahí, AU, Alfonso Ugarte, es peor que el colegio que hemos
pasado ¡Cómo no lo vendieron! ¡Son unos animales! —. Un puñal me atravesó el
corazón, me cortaron la yugular; una espina se me atragantó en la garganta. Ya no quise
escuchar nada. Solo esperé la estación miraflorina para bajarme, tomar aire
fresco y olvidar aquel ingrato impase. ¿Cómo es posible escuchar a mi edad esos
terribles comentarios dañinos de mi emblemático colegio? Uno se puede morir de
un ataque de ansiedad. Ja, ja, ja, sí esas aulas hablaran, hay dios mío, qué
locura.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, marzo, 2021.
1 comentario:
Nk..cuando era chico me preguntaba...son los tiempos pasados mejores que los presentes...nunca encontré una respuesta clara...nuestra generación es menos del 10% de la población...ese más del 90% restante no conoce lo que nosotros conocemos..por lo tanto lo que nosotros admiramos y recordamos ya no existe...hay es otra realidad...y vendrán otras nuevas generaciobes...cada Nueva generación creará sus bellezas y sus fealdades.
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