REESTRENO POST MORTEM de NDLeón
REESTRENO
Cuando apareció la noticia que poco a poco empezaba con sus limitaciones y distancia social, las presentaciones presenciales. Me dije. – ¡Por fin! ¡Mierda, mierda! Los artistas fuimos los primeros en la lista en sufrir la prisión pandémica y ahora somos los últimos en respirar la ansiada libertad. ¡Libertad con zancadilla, escenarios con treinta por ciento de aforo! ¡El arte popular es la carne de cañón de la cultura gubernamental!
Bueno, pues, a arreglar trastos. Vacié mi mochila de tres cuerpos. Encontré, polillas, arañas, tristeza, risas y gloria. La Biblia, el libro, la manta, el pañuelo, el silbato, el pentagrama. Del vestuario no quedaba nada. En el transcurso de estos largos meses de cautiverio, pasé sombrero a mis colegas y vecinos. Utilicé mi vestuario a falta de ropa de obrero. Los zapatos negros los maltraté en jornadas de cachuelos varios, tienen hueco en el taco. Mi camisa extralarge de color concho de vino, gastada, desteñida, triste. Mi atlético pantalón negro drill de Gamarra, desencajado, cansado, jironeado. Atiné a solicitar un auxilio, SOS, a mis lectores, musas y seguidores de Facebook y de mi página blog: leonadas.
-«Estoy invitado por varias organizaciones e instituciones; culturales, sociales, educativas; para presentar mi obra Cajamarca, el encuentro, necesito vestuario. «Venta de libros. Pro-fondo vestuario, calzado y utilería». Espero vuestra colaboración. NDLeón » –.
El eco no fue como esperaba. Muchas sanguijuelas respondieron piedras, idioteces, opiniones brutas y achoradas neoliberales. Mis colegas, sobreviviente al holocausto sociopolítico, tenían mermadas las billeteras, monederos y los bolsillos. Pero, gracias a un grupito de incondicionales que puso el hombro y su granito de arena reuní el cincuenta por ciento obligatorio de soles para la confección del calzado negro taco aperillado hecho a mano; compré el pantalón drill negro y los metros de telas de algodón para la camisa. El sencillo alcanzó para el adelanto de la confección y realización de la camisa bicolor.
Mientras tanto, el tres de noviembre a las seis de la mañana levanté ante mis ojos el libreto de Cajamarca, el Encuentro. Recuerdos, viajes, silencios, flotaron por mi mente. Pensé –de nuevo trompearme con la letra. Ahora es diferente. Son cincuenta años de trayectoria como artista polifuncional-. Arequipa me espera en la tercera semana de noviembre. Del 22 al 27 la XVII Muestra Regional de Teatro Peruano, Arequipa, 2021 y del 27 al 29 el 1er Encuentro Nacional de Artistas Populares Todas las Sangres. Los dioses de las artes confabularon para que este gran reestreno se realice en la Ciudad Blanca.
Renové mi vestuario, completito. Ahora estoy entre la espada y la pared, si viajo en bus cama o en tercera clase. Joderme la columna o joder el bolsillo. Cargo setenta almanaques, he ahí el dilema. Estoy machacando el libreto; repasando una ponencia en base a mi experiencia de niño de barrio popular; chequeo la presentación y lecturas de mis libros y poemarios urbanos, también tengo listo un taller de sobreactuación.
El actor que se respeta tiene que tener un entrenamiento depurado tanto en lo físico como mental, aparte de lo cultural. Respecto a lo físico, me dediqué a realizar caminatas, para no pensar en el cansancio de la tercera edad, leía, recitaba el texto del libreto. Así como jugando caminé de La Victoria al Rímac, a Miraflores, Salamanca y viceversa. En algunas esquinas saltaba soga sin soga, levantaba los brazos, marchaba como en el colegio. Gesticulaba, fraseaba, resonaba vocales, consonante y el parlamento.
Nuestros compromisos en la Ciudad Blanca fue todo un éxito. En cada presentación diferente público pero igual el calor de la aceptación, generosos aplausos, nuevas fechas para el retorno. De despedida dos almuerzos seguidos en restaurantes campestres.
Conclusión: De artista y de loco todos tenemos un poco.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLASLima, 2021
No hay comentarios:
Publicar un comentario