CASTING VIRTUAL de NDLeón

CASTING VIRTUAL de NDLeón

CASTING VIRTUAL

Después del vespertino cachuelo y saboreando una dietética cena de caldito con verduras, recibí un mensaje messenger donde me pedían afirmar o desechar participación para un casting virtual.

—Buenas noches, te saluda Dadila A'Chata de Papaya Films. Estamos realizando casting para un proyecto Made in Perú me gustaría que participes. Enviar número celular. Coordinamos mañana. ¿12:00 M?

Acepté. Envié mi número celular. Al día siguiente a mediodía, a la hora de bitute, me llamaron por WhatsApp. Larga charla de indicaciones. Una sensual,  amable, amigable voz femenina al otro lado de la línea me describía las condiciones y explicaba el guión. —Te estoy enviando el guión y la referencia, tienes que estar atento —. La señorita preguntó sobre mi cabello. —Esta largo —contesté. Me hice un selfie y se lo envié. -¿Se puede afeitar? -Sí puedo. El guión consistía en cinco escenas que debían ser grabadas con el celular horizontal, plano medio y caritas con gestos de sorpresa y admiración. Me hice los selfis lo más cercano a lo pedido. Envié el producto. A los minutos me devolvieron la llamada. Corrigieron. Me dieron pautas que reforzaban las indicaciones. Repetí el juego.

—Francis, está muy buena esa reacción que has hecho en la toma dos, te pido que añadas una reacción más a la escena, sin exagerar, la congelas por unos segundos, nada de llevarlo a lo cómico, ni serio, término medio... como lo has hecho está bien pero falta esa mínima reacción, yo sé que tú puedes, se nota tu profesionalismo... tú estás conversando, volteas tres cuartos, reaccionas, te sorprendes... envíame un video más con eso y estamos.

Concentrado al cien por ciento realicé matemáticamente la toma dos. Devolvieron la llamada. 

—Quedó cañón. Gracias. Nos comunicamos en cualquier momento.

Después de una hora, la singular señorita me pidió una última toma con mis datos...

—Tu presentación debe ser así:.. «perfil izquierdo, perfil derecho, de frente, miras la cámara, sonríes... hola, mi nombre es… edad... fecha de nacimiento... pasatiempo... DNI, dirección postal, estatura, tallas pantalón, polo y zapatos... al final sonríes por cinco segundos. Recuerda grabarte de la cintura para arriba en un fondo claro iluminado. Lo mismo lo envías escrito por whatsApp. Pasar foto tuya de cuerpo entero... ¿Entendido?»

—Mi nombre Francesco Adriano, soy rockero, poeta, escritor profesional. Pasatiempo: Ski acuático, andinismo, tetratlón. Tengo cincuenta y tres años de edad. Nací el 14 de febrero Día de los Enamorados en 1967...

Al día siguiente, me llamaron a la misma hora de la cena.

—Señor, buenas noches, usted a sido «seleccionado». Felicitaciones. Ya sabe que los días de grabación son, viernes 16, sábado 17 y domingo 18. Tres días y dos noches. Lleve abrigo. Lo pasamos a recoger a las siete de la mañana hora inglesa.

—Muy bien o sea regresamos el dieciocho de octubre. Día del señor de los milagros...

—La paga es a sesenta días, tiene que presentar su recibo por honorarios profesionales... ¿Se podría cortar el pelo?

—Primero firmamos el contrato, con contrato en mano me corto el pelo a coco si ustedes lo requieren. ¿Okay?

LLegó el día fijado, viernes 16 de octubre. Seis de la mañana me encontraba listo en la puerta de mi casita. En la mochila, una toalla, un calzoncillo largo, una chompa, chalina, guantes de lana de vicuña, chullo, dos máquinas de afeitar, un emparedado de jamón y una botella de agua mineral. La alarma marcó las siete antes meridiano. Pasaron los minutos... cuarenta y cinco para ser exacto. Me atreví a llamar.

—¿Hola, habla el escritor de Salamanca de Ate... estoy esperando... ¿Qué pasa, por qué la demora?

—¿Qué?... señor Francesco Adriano... buenos días... nosotros... le dijimos a usted que estaba seleccionado... no le dijimos que estaba «elegido». Usted no fue elegido. Usted no figura en el elenco. Usted sabe cómo funciona el marketing hoy en día...

—La verdad que no sé como funciona, lo que sé es que vuestro comportamiento es una mierda con una falta de respeto abismal. Ayer me hubieran llamado cómo me llamaron para tanta cojudeces. ¿Ahora quien me va a pagar los días que me he quedado en el aire? Estoy perdiendo soga y cabra. No trabajo no como.

—Será para otra oportunidad, señor... (Click).

—¡Mierda! ¿Habrá otro país que supere al Perú?

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, 2020.