Y esto es todo por hoy, felices fiestas y próspero año
nuevo 2021... seguiremos marchando, exigiendo al MINCUL que se desahueve.
Decirle al gobierno fascista morado, a la Policía Nacional y al Ministerio
Público: Basta de «terruquear» a dirigentes, a civiles, a los artistas
populares por el simple hecho de marchar, opinar, cantar, recitar diferente al
señor presidente. No más mecidas, la lucha continua…
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EL TEATRO ES LA VIDA. Respuesta de NICOLÁS LEÓN
II DESAMOR de NDLeón
PICHANGA EN TOLAR GRANDE de NDLeón
PICHANGA EN TOLAR GRANDE de NDLeón
Crónica de un mochilero. Del libro de mi autoría De Chorrillos hasta las playas de Río. 2015.
Niky León, 15° -0 Argentina, agosto, 1973. |
PICHANGA EN TOLAR GRANDE
En la fronteriza Estación Ferroviaria de Tolar Grande del Departamento Los Andes de la Provincia de Salta, Argentina, en plena puna salteña, 3508 msnm; los chilenos, controladores y policías, no nos dejaron continuar el viaje, desconocieron la tarifa de estudiantes. Razones van y vienen y nos bajaron del tren. Sonamos. Nos quedamos en la intemperie abandonados a nuestra suerte. Preguntamos cuando venía el siguiente tren.
—Un tren por semana —respondieron.
El sargento primero, máxima autoridad militar de la Estación argentina, hombre de buena voluntad, nos cobijó, nos adoptó hasta que pasara la marea. —Está prohibido caminar fuera del campamento —nos dijeron. El soldado jefe argentino se apiadó de nosotros y nos consiguió un cuarto en el campamento militar. A las seis de la mañana sonó el corneta y saltamos de los colchones. Colaboramos cortando leña con hacha. El hacha estaba hecha hielo de congelada y pesaba como un vagón de tren. Después del desayuno nos trasladaron a los cuartos del dispensario rural de la Estación como alojamiento. Un señor, empleado administrador del Ferrocarril General, nos brindó con mucho cariño el almuerzo y la cena en su cabaña familiar, el primer plato era a base de menestras y terminábamos con una rico plato hondo de sopa caliente que al menor descuido se convertía en una raspadilla de verduras. Todo el día hacía frío en Tolar Grande y en la noche era una congeladora industrial. En una de las salidas, vimos movimiento en la pampa, nos acercamos cautelosamente. Unos jóvenes, entre veinte y treinta años, estaban apostando unos vinos y asados. A un equipo le faltaba un jugador. Nos miraron de pies a cabeza.
—¿Che, sabés jugar
a la pelota? —preguntó el capitán del equipo blanco.
—¡Soy peruano pibe! ¡Ya te
olvidaste de la eliminatoria de México 70!
—¡Che, no jodás! ¡Contestá! ¿Qué jugás?
—¡Defensa! —grité super
confiado. Empezó el partido y por mi lado fueron los ataques, yo me encontraba
oxidado. Cinco minutos de juego y ya perdíamos tres cero por mi culpa. Mi
marcador pasaba como perico por su casa. Hasta mis compañeros de equipo se
reían de mí torpeza. Las piernas las tenía anquilosadas y entumecidas por el
frío. Nuevamente el macho se me vino encima con pelota pegada a los chimpunes,
le puse la pata recontrafuerte como Roberto Perfumo, un jalón como Chito La
Torre, una quimba como el Cholo Sotil, un pase como Roberto Challe, y un golazo
como Perico León. Me ahogué en la celebración de mi gol. Quería que acabe el
partido, pedí cambio, me mandaron a la mierda. Seguí jugando como Daniel frente
a los leones. En el segundo tiempo demostré mis dotes y condiciones innatas de
armador. En Minas Gerais aprendí algunos trucos de campeones. Terminamos
empates.
La linda familia que se apiadaron de nosotros. Arg, agosto, 1973. |
—Mañana la
revancha.
—Yo no puedo mañana —dije con voz tétrica lazarística.
—Si ustedes no hacen
nada. La próxima semana recién se pueden ir.
—Mañana es mi velorio. No puedo más —rieron todos.
Pusieron leña al fuego de la parrilla, sacaron de una
caja de cartón unos enormes churrascazos. Abrieron los vinos mercenarios La
Riojana, vino malo, tipo lija, pero efectivo para la digestión. Los peruanos nos
pegamos un atracón de padre y muy señor mío. Quedamos bien curados con
la bendita sangre del Señor. Con el trencito bajamos a Salta para
recursearnos un sencillo más. Salí a las calles a chambear, a las plazas a
manguear, laboré en la Plaza de Armas haciendo Teatro de la calle, Mimo y
Pantomima, pedí limosna, limpié carros; me aburrí y me fui a Tucumán.
*Fotografías del baúl de los recuerdos en Tolar Grande, agosto,1973. Arg.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Karlsruhe, 2010.
PASEO POR HUANCAYO de NDLeón
PASEO POR HUANCAYO de NDLeón
De mi libro «Cuentos breves
para mi nieto».
Dedicado a Julio Marroú Miró.
¿Te acordás hermano? ¡Qué tiempos aquéllos!
(Tango. Tiempos viejos).
Nicolás León en el Tren Macho. |
PASEO POR HUANCAYO
En una Semana Santa con
feriados y Domingo de Resurrección. Nos pusimos de acuerdo para irnos a pasear
por la incontrastable y bella ciudad de Huancayo, eso si con pareja, como mi
costillita del barrio no podía ir, ni le daban permiso fui con una amiga y
colega de estudios. Los demás, cuatro amigos, dos de mi barrunto y dos de
surquillo, llevaban a sus lindas noviecitas y vecinas, unas lindas y tremendas
joyitas en bruto, sin pulir se lucían vistosamente por su originalidad.
Éramos cinco pelucones con ropa de colorines, con pintas de vagos profesionales, buenos para nada, con blue jeans apretados y descoloridos, botas gastadas y manchadas de aceite por las motos. Nos comunicábamos con ademanes, gestos, gritos y toda clase de movimientos y morisquetas; hablábamos unos encima de otros, con una perfección extraordinaria de entendimiento.
El promedio de edad de la collera era aproximadamente veintidós años. Viajamos en tren, el punto de reunión fue la Estación de Desamparados, doce horas de viaje, chacota, licor solapa y besitos a las gilas. En Huancayo paseamos por el Cerrito de la Libertad mirando toda la ciudad y el Valle del Mantaro; en uno de los restaurantes comimos unas ricas truchas traídas del criadero de Ingenio. Para bajar el opíparo almuerzo nos fuimos caminando hasta llegar a la Plaza de Huamanmarca que significa «Tierra del halcón», para gran novedad del grupo.
Tres días llenos de caminatas,
en las mañanas para recuperar fuerzas tomábamos de desayuno, en el Mercado más
cercano al Hotelito, jugo de frutas con cerveza negra, huevos y algarrobina. De
almuerzo nos metíamos unas Pachamancas o Lechones con papa y bastante ají con
huacatay, a lo bestia, compartiendo el rancho con nuestras parejitas.
En el penúltimo día de hueveo,
las chicas estaban super cansadas de tanto turistear y sentían más frío en las
noches y era verdad el frío estaba bien picante, las mandamos al Hotel para que
se entretengan viendo televisión y nosotros nos fuimos a hacer tertulia como
buenos contertulios. Escogimos un bar en el centro de la ciudad, con música y
juegos de azar. Nos acomodamos en la mesa principal con vista a la puerta y
veíamos la fachada del frente donde funcionaba una Academia de Artes Marciales
con profesores de la Federación Peruana.
Pedimos seis cervezas heladas,
cubilete con cinco dados y un mazo de naipes. Empezamos jugando «Cachito clásico:
Callao cinco rayas», cada uno tenía su estilo y sus palabras mágicas de la
buena suerte, todos con su cábala para ganar y chupar gratis.
En plena bulla y piconería
entraron al local unos señores de blanco y pelo cortadito, se sentaron a un
extremo de la sala y nos pidieron que bajemos el volumen. Les contestamos que
si pedían con un «por favor» bajábamos la bulla. A regañadientes pidieron «por
favor». Bajamos el volumen. Seguíamos tomando y jugando en orden, siempre con
la alegría que dan los tragos. Después de una hora el grupo uniformado nos
pidieron callar porque uno de ellos quería hacer un brindis por un año más de
la Academia de Artes marciales. Al momento que hicieron el brindis nosotros
también brindamos con ellos. Fue el primer y gran error. Teníamos que estar
distanciados de los karatecas y judokas porque comenzaron a mirarnos con malas
caras.
Seguían las chelas en ambos
grupos hasta que recibimos un par de besos volados y varios piropos:
—Para la de rojo —ese era yo.
—Para la China —ese era mi
compadre Zambo.
—Para las dos reinas de la peluquería
—seguía la joda.
—¡Maricones de mierda! ¿Por
qué no se cortan el pelo y se visten como hombres? —más piropos.
Nosotros no «escuchábamos» las
insinuaciones, seguíamos jugando, pero la hiel se nos revolvía por el hígado y
por toda nuestra humanidad. Nos miramos haciéndonos señas con los ojos, con la
lengua, con los dedos, pero nada de hablar, solo gritos de alegría por el
juego. Contamos hasta diez, diez profesores de artes marciales y nosotros cinco
pelotudos metiéndonos en problemas, siempre lo mismo… concha su madre.
Por los poros la adrenalina
hasta el tope y el corazón en la boca, uno de nosotros respondió mentándoles la
madre, la tía, la madrina y la abuelita. Los karatekas habían esperado ese
momento, se levantaron de sus sitios sonriendo, mirándose con confianza de
saberse ganadores, se acercaban lentamente como en las películas del viejo
oeste, nosotros los veíamos venir, pero no hacíamos ningún gesto, ni de miedo
ni de valor, estábamos concentrado en lo que teníamos que hacer. Los seguíamos con
la mirada. Respirábamos lo necesario. Al primer ataque de los karatekas me tocó
a mi hacerles frente, contratacando con el banquillo en el que estaba sentado y
dando los golpes certeros terminé mi actuación arrojando la banquita al centro
del grupo agresor, abriéndome y dejando libre el paso para que dos de nosotros
levantaran la mesa con botellas, platos, ceniceros y se las zamparon al grueso
del grupo contrario. Zambo ya estaba preparado con su correa en la mano y
después de dar varios hebillazos se acomodó en la puerta y el último como
despedida les levantó la banca por los aires. Inmediatamente después de la
demostración sincronizada como defenderse ante peligrosos adversarios,
emprendimos la de villa diego, cada uno por su lado y en diferentes
direcciones, no nos conocíamos y en fuga mucho menos. En la madrugada del día
siguiente uno por uno llegamos a la Estación del Tren, con diferentes prendas
de vestir, nos sentamos a la distancia acurrucados de nuestras lindas parejitas
y cuando el tren emprendió la marcha rezábamos y no veíamos la hora de estar en
casita con nuestras preocupadas mamitas.
En Lima, haciendo nuestras
tareas cotidianas y en la noche reunidos en la tienda de la tía Alicia, por teléfono
nos leyeron un artículo que había salido en el periódico huanca:
«Delincuentes de Lima masacran
a profesores de artes marciales de las especialidades Kárate, sipalki, aikido,
judo, kung-fu, tac-kwon do, artes de combate, defensa personal, deportes de
contacto y lucha libre. Los delincuentes, facinerosos muy peligros para
nuestra sociedad con amplios prontuarios delictivos se encuentran fugados. Los
diez profesores de la academia de Artes marciales de la ciudad se encontraban
reunidos en la pollería celebrando un año más de vida institucional cuando
fueron atacados por los delincuentes, todos ellos se encuentran en cuidados
super intensivos en el Hospital el Carmen. La policía peina toda la zona para
dar con los maleantes».
Nunca se habló más del tema. Y
ahora en está oportunidad lo escuché nuevamente en mi corazón.
*Fotografía: Tren Macho. Estación de Tren de Huancavelica. Martín Molina Castillo —Tárbol.
NICOLÁS DANIEL LEÓN
CADENILLAS.
Karlsruhe, 2009.
MARCHA ARTÍSTICA de NDLeón
GRAN MARCHA ARTÍSTICA NACIONAL |
NOVIEMBRE NEGRO de NDLeón
NOVIEMBRE NEGRO de NDLeón
NOVIEMBRE NEGRO
Marchas y descontentos, ratas y golpe premeditado.
Al corrupto primero lo desbancaron.
Y al corrupto y medio, por golpista y andar con
galifardos les dieron forata por papanatas.
Gran Marcha de Jóvenes contra la Corrupción,
pancartas, balas, perdigones, héroes juveniles
para terminar poniendo en el sillón presidencial
al engatusador del partido morado, ex-empleado
de Alan García, alto ejecutivo del Banco Mundial,
líder de hablar pausado, como pensando,
canta milongas, chachachá.
Un genio que se nos va, murió el astro de futbol
Diego Armando Maradona.
Terminó noviembre negro, en tinieblas,
bajó de categoría el Club del pueblo peruano:
Alianza Lima de La Victoria. Nk
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, nov, 2020.
MARADONA, AMOR Y ODIO. NDLeón
MARADONA, AMOR Y ODIO. NDLeón
«En una villa nació, fue deseo de Dios, crecer y sobrevivir a la humilde expresión, enfrentar la adversidad con afán de ganarse a cada paso la vida...». Canción: LA MANO DE DIOS de Alejandro Romero. Cantante: Rodrigo “El Potro”.
San Diego «10» |
MARADONA, AMOR Y ODIO
En muchos muros de mis contactos leo con asombro que ahora sueltan espuma por la boca por el agitado vivir que tuvo el 10 de la selección blanquiceleste. ¿Por qué mezclan amor, sexo, dios? ¿Por qué mezclan futbol, inmaculado, dechado? El futbolista no tiene porque responder preguntas cojudas sin sentido como un filosofo empedernido, ni comportarse como un apóstol. Ni predicar los diez mandamientos. La televisión, los políticos nacionales, los periódicos mermeleros, hacen más daño en educación que un jugador que falla un gol. Si, cuando un capo goleador falla un gol, toda una nación entra en desesperación pero en el mismo momento los políticos patrioteros se levantan el país entero al peso, y ahí nadie cuestiona al ratero otorongo, pues bien, sabemos que otorongo no come otorongo.
En todas las profesiones tenemos a un mediocre, a un bueno y a un malo, pero en el futbol tuvimos a un genio: Maradona. «Maradona en el futbol fue un genio, como hay genios en la pintura, música y en otras actividades... hay una exigencia que yo considero injusta de los personajes públicos que tienen que ser ejemplo ¿por qué tienen que ser ejemplo? Nadie tiene que ser ejemplo de otra persona, uno es como es. Entonces podemos decir por qué no son ejemplos la multinacionales que pagan el 8% de impuesto y en su mayoría no pagan nada». Ángel Cappa
Maradona es y será el genio y figura de muchos, todos, grandes y chicos hemos querido ser un Maradona en la vida. Pero, el Diego siempre siguió siendo el niño tímido, el humilde, un chico de barrio...
Maradona, ejemplo. No. El ejemplo y la buena educación se aprende en casa. Que mejor ejemplo para los niños y jóvenes emular a sus padres. Pero, en estos tiempos de los medios, los padres de familia, la sociedad, tenemos problemas de implantar una ejemplar educación ¿por qué? Porque en casa tenemos de madrastra a la televisión basura que nos hace un daño tremendo y lo más triste, el Estado apoya incondicionalmente los programas mamarrachos. Repito, en la actualidad los medios de comunicación son los que educan e influyen más que la escuela y que la familia. Y eso es negativo, porque los medios utilizan el mismo argumento en la victoria y en la derrota. A pesar de todo tenemos grandes hombres en todas las materias de la humanidad, muchos Premio Nobel, pero en vez de aplaudir miramos el lado débil del ser humano y con hipocresía criticamos los aciertos de los que sobresalen, se maldice el éxito, por el mal comportamiento. Yo Niky León, antiguo pichanguero de pista con dos piedras de arco, hoy actor urbano, puedo mencionar algunos ejemplos de los artistas de la palabra escrita que pecaron por sus excesos, pero nos dejaron joyas en la literatura mundial que muchos santos, abstemios, cucufatos, cachivaches, no logran, ni lograran estar en las suelas de las sandalias de los maestros: Juan Rulfo. Hemingway, Faulkner, Eugene O'Neill. Alfredo Bryce Echenique, Juan Gonzalo Rose, entre otros. En las tablas, también, tenemos famosos que empinaban el codo y el recodo, para muestra un botón, Hudson Valdivia, actor y máximo intérprete de la poesía de César Vallejo.
«Con Diego iría al fin del mundo, pero con Maradona ni a la esquina» solía decir Fernando Signorini, su preparador físico, tipo sensible e inteligente y, posiblemente, el hombre que mejor lo conoció. Diego y Maradona, la contradicción, por un lado el humano por el otro lado el mito. «Maradona es un Dios sucio que se nos parece: mujeriego, parlanchín, borrachín, tragón, irresponsable, mentiroso, fanfarrón”, nos dice Galeano. Diego Armando Maradona Franco desde que apareció siempre despertó amor y odio por igual. Maradona, el Pelusa, el pibe de cebollitas, el aguerrido, el fútbol hecho arte... la voz de millones de oprimidos... «Nos dejó este miércoles 25 de noviembre a los 60 años y en el recuerdo queda la inolvidable reflexión que hizo el periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien definió a Maradona como un futbolista adorado por su 'gol pecador', la 'Mano de Dios' contra los ingleses en México 1986, que lo elevó a la categoría de 'Dios Sucio, el más humano de los dioses'».
«Diego Armando Maradona Franco» «10» |
Murió Maradona, la mano de dios. Murió el símbolo del buen futbol, el obrero, el artesano que sufrió la explotación del sistema comercial que hay en el futbol y que desde la cancha guapeó, repudió el accionar de los todopoderosos de la FIFA. «Ningún futbolista consagrado había denunciado sin pelos en la lengua a los amos del negocio del futbol hasta que Diego Armando Maradona lo hizo y de que manera lo hizo. El deportista más famoso y más popular de todos los tiempos rompió lanzas en defensa de los jugadores que no eran famosos ni populares, los anónimos que juegan en las canchas del mundo» (Eduardo Galeano). El Diego fue un solidario y generoso, gran compañero, colega y hermano. «En la vida o en la muerte, la pelota no se mancha» «¿Por qué no rigen en el fútbol las normas universales del derecho laboral? Si es normal que cualquier artista conozca las utilidades del show que ofrece» «¿por qué los jugadores no pueden conocer las cuentas secretas de la opulenta multinacional del fútbol?». Sus críticas a la Iglesia tampoco escaparon a la mirada del 10 «Cuando entré al Vaticano y vi todo ese oro me convertí en una bola de fuego». Fueron algunas frases para la historia que nos dejó Maradona.
¡¡MARADONA!!
«Maradona es como un dios griego, no es perfecto, pero es inmortal» José Mujica
«Los dioses no se jubilan, por muy humanos que sean» Eduardo Galeano
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, noviembre, 2020
PREÁMBULO de NDLeón
PREÁMBULO de NDLeón
Nicolás León, señor actor. |
PREÁMBULO
Mira a tu alrededor.
¿Por qué me comparas a la mala con los grandes de la
palabra escrita? Consciente estoy de mi distancia años luz.
Me cuesta escribir, me cuesta versar, tanto cómo filosofar.
No soy un Washington Delgado, ni un Juan Gonzalo Rose,
ni Pablo Guevara, menos un Marco Martos...
Me cuesta escribir, me cuesta versar, tanto o peor cómo actuar.
Cuántas veces tengo que repetir que cada día aprendo a vivir.
¿Eres poetastro... politicastro?
Yo no compito. Sumo. Abrazo al educador.
Mis amigos menores mis profesores.
Mis antiguos maestros mis preceptores.
Me puedo definir como orador de esquina, juglar de cantina,
escribidor urbano, contestatario, itinerante mundano.
Con estas características camino con los solidarios hermanos.
De la mano de Dionisio, doy cátedra de teatro, bebo vino,
danzo en bacanales, organizo polladas bailables.
Tanto trajinar para ser gobernados por patanes,
por bandas de ladrones, dizque salvadores de la moral,
de la economía, del credo, educación y salud.
¡Ave María! ¡Por dios, es mentira!
Ya sabes, no me compares, trabaja y deja trabajar.
Estudia, aprende, seguimos en las mismas.
¿Conoces la frase?
*Si queremos que todo siga igual, es necesario que todo cambie.
Entiende la pantomima de los títeres de Lima.
Títeres bien peinados con cuello blanco y corbata.
Manos de seda, uñas largas, bolsillos que nunca se llenan.
Muy elegantes, recitan a Vallejo, cantan valses, bailan chicha,
tocan piano, engatusan de lo más lindo... nos huevean...
como perfectos profesionales timadores...
**Y, desgraciadamente, el dolor crece en el mundo a cada rato...
y todo sigue igual.
*Giuseppe Tomas di Lampedusa. -- **César Vallejo.
Fotografía: Plaza San Martín, 2020.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2020.
SUEÑOS de NDLeón
SUEÑOS de NDLeón
SUEÑOS
Quizás yo hubiera sido tu buena compañía,
te hubiera cuidado noche y día. Palabra que si.
Hubiera entendido tus locuras, tus amarguras,
tus migrañas, ansiedades, tus pataletas,
tu rabia y tus interminables silencios.
Hubiéramos pedaleado por el
malecón, Costa Verde,
Chorrillos o por la Brasil ¡Ay de mí!
Hubiéramos comido yuquitas fritas crocantes
con unas cervecitas negras.
Hubiera sido bonito, artístico, plástico,
una buena encamada en un hotelito o en tus
almohadas.
Hacer la siesta apachachados, acurrucaditos con
besitos.
Hubiéramos hecho largas caminatas, que se yo.
Rezar por nuestras almas gemelas,
por nuestros males físicos, espirituales,
rezar por algo que se parezca.
Me hubiera gustado ducharme contigo a mediodía
con agua fría, contarte chismes, robarte mimos,
mirar tu ombligo, enjabonarte, besarte, lamerte,
hacerte mía en la tina de agua cristalina.
Pintarte las uñas, leerte la línea de la suerte.
Un sueño, un mañanero, después un rico desayuno,
de almuerzo arroz con pollo con salsa criolla.
De lonche un rapidito brindando con vinito.
Pero, tu profundo silencio me mató todito.
Mató mis sueños, mis esperanzas, abrazarte toda,
besarte desde tu amplia frente hasta la punta de tus
pies.
Me voy apenado, sin lágrimas. Cargando mi soledad,
mis ilusiones, mis sueños truncos, mi destino sin final.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS.
Lima, 2020.
DESPIERTA PERÚ de NDLeón
DESPIERTA
PERÚ de NDLeón
DESPIERTA
PERÚ
Ya
nada me sorprende en el gastronómico Perú de los peruanos.
Somos millones,
pero nos gobiernan unos cuantos enanos.
Delincuentes,
malhechores, criminales, facinerosos, maleantes.
Que tienen
de cancerberos a la policía del pueblo.
La
política gansteril es el pan de cada día. Periodistas mermeleros,
televisión
vendida. Fútbol pasión desmedida. Prostitución escalofriante.
Líderes
cobardes, vendepatrias, lameculos, traidores, mentirosos,
suicidas
honorables. Con cuello y corbata hacen la finta de respetables.
De
señores. Ellos desfalcan, roban y gozan de libertad. ¿Y tú?
De
rodillas como esclavo /obrero, esclavo /campesino /
esclavo
/minero, esclavo /profesor, esclavo /doctor...
El
cardenal por atontar se lleva sueldo de ministro.
Tú
reclamas un pan, no te dan, te meten palo, garrote.
Eres
comunista, terrorista. Mereces muerte o prisión.
El tipo con delito laboral, amplio prontuario en el partido del «honrado»
arquitecto, dirige la banda presidencial, llegó la hora de los
correligionarios al festín del reparto de las arcas de la colectividad.
¡Despierta
peruano!
Necesitamos
cambio de Constitución, nueva opción, hombres probos,
no
un ladrón. Infectados estamos de ratas que nos roban los sueños,
las
esperanzas, el futuro. La cultura y educación no llega del cielo,
ni con
ruegos. Llega con lucha, con sangre, marchas y revolución.
¡Despierta
peruano! ¡Despierta Perú!
NICOLÁS
DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima,
2020.
ESTRUENDO EN EL ESTRENO de NDLeón
ESTRUENDO EN EL ESTRENO de NDLeón
Nicolás León, artista de Lima -Perú en Heidelberg -Alemania, 2010. |
ESTRUENDO EN EL ESTRENO
Han pasado años, muchos, recuerdo la desolación en la boca del estómago cuando uno de los actores se marchó del grupo por motivos familiares. Recuerdo también el estreno de la obra y la hiperconcentración en el juego de la vida. Aquella vez habíamos formado un grupo de teatro con la intención de vender funciones por la clausura del año escolar, navidad y vacaciones útiles. Éramos cuatro emprendedores actores nativos de barrios populares. Todo octubre y noviembre se ensayó cuatro horas diarias, incluido feriados. La obra, apta para toda la familia. El libreto consistía en una adaptación de una creación colectiva entrecruzada con varias obritas cortas de Charles Dickens, Charles Chaplin y Charles Bukowski. Cada actor era un cúmulo de experiencias en el arte total; música, mimo, poesía, pintura, malabares, títeres, escultura, piruetas, volteretas, cabriolas y danza. Además, cada uno tenía la responsabilidad de vender funciones por su barrio y alrededores. En nuestra libretita de producción estaba marcado con rojo indio la fecha del estreno: sábado 06 de diciembre -Vitarte. A los dos días venían tres funciones baratitas. Para la quincena funciones para escolares con entradas pagadas de antemano.
Faltando una semana para dar el play de honor, el siempre esperado estreno, uno de los actores con su carita de carnero en el altar pidió reunión extracurricular.
—Lo siento, me veo en la obligación de viajar a mi tierra por motivo de fuerza mayor. Es de urgencia mi presencia en mi hogar, en mi tierra, en mi residencia. Mis padres van a repartir la herencia. No llego a tiempo voy a encontrar la alcancía vacía... qué sería de mí tremenda osadía, de qué viviría, ¡ay! hermanos...
—¿Vas y vienes?
—No. Me quedo hasta abril. Lo que pasa es que...
—¡Okay! ¡Muy bien! ¡Explicaciones a tu mujer! ¡Ya te fuiste... suerte!
Nos quedamos en silencio. Después del patatus y de la crisis cerebral nos cambiamos y salimos con dirección a nuestros barruntos. —Con tres no sale ¡carajo! no. Por más que le doy vuelta al asunto, ni mierda... invito un trago a ver si se nos ocurre algo. Solo media res. Y calabaza —. Nos acomodamos en la vereda frente a la pista de espalda a la chingana. No teníamos nada que decir. —Todos tenemos familiares en provincias y justo ahora se les ocurre repartir la herencia —silencio. Willy, el más veterano de los cuatro después de carburar buen rato exclamó.
—¡Yo tengo un primo!
—¡Yo tengo una prima que quiero que gima...
—¡Oe huevón estoy hablando en serio! Tengo un primo, actor, ahorita está pateando latas. Él nos puede salvar, tiene buena memoria, lo dirigimos bonito y salvamos la temporada. Es buen actor, tiene buena pinta, es de la misma talla de Huevardo.
—Lo traes mañana, llamas en la noche a mi casa y dejas noticias si lo ubicaste. Dejar su número telefónico, dirección postal... voy a tratar de ubicar al bufón, Carlos René.
Al día siguiente a la hora de costumbre, Willy y su primo nos esperaban en el local de ensayos. El primo tenía una pintaza a lo John Travolta Andino.
—Hola, sin duda a equivocarme tú eres «sampacho» o «llapino».
—Soy de Lima de Pueblo Libre... mi abuelo de Cajamarca... soy Pocho para ustedes.
—Ya decía yo, raíces cajachas. Somos paisanos. Ya. Acabó la presentación, toma el libreto, eres actor tres. La letra para ayer. Los movimientos y acontecimiento para hoy ¿tienes lápiz para anotaciones? No tenemos tiempo para nada. Estrenamos en una semana. Ensayos de diez a dieciséis horas. Puntualidad puntual.
El actor reemplazante resultó una maravilla con iniciativa propia y una memoria de elefante. En volteretas y cabriolas algo duro pero cumplidor. Buena voz en el canto y fraseo. De su cosecha insertamos al espectáculo un breve monólogo de autoayuda para que se luzca. Tomamos tiempo en los cambios de vestuario. Cronometramos la pista de los efectos sonoros. El maquillaje era igual para todos y para todas las escenas.
Llegó el estreno. El antiguo local atestado hasta el tope. En los pasadizos, en ganchos y cordeles, muy ordenado el vestuario y la utilería. Tercer timbre. Arrancó la magia. Después de la primera escena grandes aplausos. El público adulto maravilloso, los niños unos amores. Cada fin de escena una fiesta fraterna. Los minutos avanzaban en el mágico tinglado hasta que llegó el momento más tierno de toda la obra, la escena más dulce, frágil y candorosa, cuando el Arcángel Gabriel, Inmaculado, blanquísimo de pies a cabeza hace su ingreso al escenario lleno de luces de estrellas, nubes y música de campanillas navideñas. Tomamos nuestras posiciones, abrimos los brazos, listos para recitar, las odas y bienaventuranzas. No entraba el Ángel. El actor reemplazante no asomaba. Se acabó la grabación. El segundero avanzaba —¡Carijo! —John Travolta Andino no aparecía. En el silencio musical despacito escuchamos un toc toc muy delicadito. Toc toc un poquito más fuerte. ¡Toc toc toc! más fuerte. ¡Póo, poo, póo! ¡Crac! ¡Cataplum! ¡Ploc! Un estruendo y polvoreda, rayos y truenos. Terremoto y derrumbe, quincha y adobe por los suelos, el camarín había colapsado. Improvisamos: —¡El Arcángel Gabriel! —El actor reemplazante entró al escenario como si un relámpago le hubiera caído en medio de la cabezota; la aureola había desaparecido, la corona por los suelos; el cabello lleno de tierra y paja; el vestuario blanco y puro, raído, lleno de polvo y telas de araña; las alas quebradas; de remate el actorazo se había olvidado la letra, el divino mensaje. Dijimos su texto con devoción: —«¡Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo! No temas, María, porque Dios te ha favorecido. Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin». Apagón, un minuto, con música de villancico. Salimos de inmediato caracterizando a José y María, a la vaca y al burro. Apagón. Abajo el telón. El público aplaudió, tres veces levantada de telón.
—Alguien echó llave al camarín. Para salir le metí un patadón a la puerta, suave no más, se me vino abajo la puerta, el dintel, las vigas, las columnas, la pared, el techo, las calaminas y toda la caca de murciélagos.
—¡Cojudazo! La chapa no tenía manija. ¿Por qué tuviste que cerrarla?
—Entré un ratito a maquillarme porque el maquillaje estaba desmaquillado.
—¡Putamare... si lo hubiéramos ensayado la cosa nunca hubiera salido así a la perfección! ¡No te preocupes nadie se dio cuenta... de tu lindo maquillaje! ¡Zonzonazo!
En todas las demás presentaciones, nos salió todo muy bien. Buen sencillo, linda experiencia, grandes amigos. Desde la clausura de la temporada hasta la actualidad no hemos trabajamos juntos nunca jamás. Creo que después de la pandemia habrá una buena oportunidad.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2020.