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VOTÉ POR VÍCTOR RAÚL de NDLeón

VOTÉ POR VÍCTOR RAÚL de NDLeón

Anécdota urbana de callejón.


VOTÉ POR VÍCTOR RAÚL

Lo curioso de las elecciones de 1962, 1963, fue de locura, hubo elecciones, junta militar, otra vez elecciones, discusiones, alianzas y coaliciones. Lo que recuerdo es con los ojos y oídos de un niño de diez años de edad. Estaba en cuarto de primaria y las palabras de rojos, búfalos, panóptico, comunista, sexto, aprista, plusvalía, huelga, no me era ajena. Todo el ambiente estaba caldeado en los callejones de la 26 de Merino. En las mañanas a la hora de comprar el pan en el quiosco de periódicos el canillita vendía los diarios que respaldaban a los diferentes candidatos. La Tribuna, La Prensa, El Comercio, La Crónica, La Tercera, etc. Los vecinos sacaban a relucir sus camisetas y arengas políticas. La hoz y el martillo, los comunistas; la estrella, los apristas; los acciopopulistas, trosquistas, malabaristas. Los señores con sus periódicos bajo el brazo se enfrascaban en acaloradas discusiones sobre las próximas elecciones generales de 1962. La radio echaba chispas apoyando a los líderes. La televisión, por primera vez en la historia, se convertiría en el medio de comunicación masivo para enviar los mensajes de los candidatos a los lugares más apartados.

Los tres candidatos principales, Víctor Raúl Haya de la Torre, APRA. Fernando Belaúnde Terry, Acción Popular y el ex-dictador General Manuel A. Odría, UNO. Lo llamativo fue que los grupos de izquierda llamaron a votar por la Alianza AP-DC.

Ningún grupo obtuvo mayoría absoluta en el congreso. Ante esa situación de empate de fuerzas, se conformó la Coalición APRA-UNO. El 26 de julio de 1963 se suscribió un documento entre ambos partidos, sobre la base de la alternabilidad en las presidencias de las cámaras legislativas. Dejaron, de esa manera, en minoría a la Alianza AP-DC. El APRA pactó definitivamente con la oligarquía colocándose en oposición al ejecutivo, desde el parlamento, iniciando un conflicto de poderes que erosionó el régimen y devino, algunos años después el golpe de estado.

Ahora viene la anécdota de callejón, es sencilla, simple y pequeña, pero con sabiduría. Mi tío Pablo Manuel; sanmarquino, egresado de la Facultad de Ciencias Económicas y Comerciales, contador contable, el único universitario de la familia y del callejón; con años de experiencia laboral, después que dio su voto llegó a casa donde los familiares y vecinos hacían una gran tertulia con seviche, escabeche, espumante cerveza y vino de chacra, y guitarra para los espontáneos.

-Mañuco ¿Por quién votaste?

-Es secreto el voto.

-Tú eres el más instruido acá… ¿Por quién votaste? –El tío Mañuco sonrió.

-Por Haya… -Contestó a secas.

-Por ese maricón… cobarde… traidor… -sus hermanos objetaron.

-Sí. Voté por Víctor Raúl Haya de la Torre… y espero que gane… demuestre todo lo que habla en sus mítines, todo lo que sabe… llevo veinte años escuchándole lo mismo… Indoamérica; la internacionalización del Canal de Panamá; la solidaridad con todos los pueblos y clases oprimidos del mundo, el antiimperialismo y otros cuentos chinos… soy sanmarquino y no me chupo el dedo…

-¿Pero, por qué por él?

-Porque soy de San Marcos, soy un ciudadano libre, a mí no me engañan… Haya gana y cava su propia tumba, y muere. Así es, ustedes se acordaran de mí.

Todo se hizo silencio. La radio seguía con su letanía de marcar los votos… los patos y las gallinas del corral siguieron con su cantar.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, 2021.

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