ROBO DE HUEVOS de NDLeón

ROBO DE HUEVOS de NDLeón

ROBO DE HUEVOS

«No entiendo. Definitivamente no entiendo»

Que, Fuerza Popular grite a los cuatro vientos que le han descontado, quitado, borrado votos con fraude, trampa, argucia, trafa, pendejada. Todo este teatro lastimero es increíblemente una descarada leguleyada de la señora K. Todo ese aparato monstruoso de periodismo mercenario, mermelero, mentiroso, dependiente, amarillo, que no se cansó de machacar y chancar a su gusto al profesor Pedro Castillo y al Lapicito de Perú Libre no le dio el resultado esperado. Por algo será. «Quien siembra vientos, recoge tempestades».

Keiko Fujimori, lideresa del partido político Fuerza Popular tiene un proceso seguido como Jefa de una presunta organización criminal, lavado de activos, corrupción, obstrucción de la justicia, fraude en procedimientos administrativos y falsos testimonios. Y como dijo periquito, el señor César Hildebrandt: —«El fujimorismo no es un partido político, es una organización mafiosa», «No es posible que la política se dirija desde prisión», «Keiko Fujimori jamás podría representar la democracia siendo la líder de una organización criminal» —.

Según el refrán popular está demás repetir que Fuerza Popular representa en el argot político al Águila. ¿Quién se va a arriesgar a robarle los huevos al águila? Nadie. La señora Keiko, Capo di tutti capi, de Fuerza Popular no lo aceptaría ni en sueños. Ella, sus secuaces y lugartenientes tienen mucha experiencia en los manejos turbios en las grandes ligas mayores.

¿Cómo un partidito de provincianitos de serranitos ignorantitos, motocitos, chapocitos; que no sabe ni la u; se va a atrever a robar los huevos a la mafia? Ni en las mejores películas de Netflix se ha visto semejante osadía. Impensable. Al mejor estilo gansteril, un abogado mediocre defensor de Fuerza Popular salió a declarar en la tv: —«Y lo que ha hecho nuestro adversario ocasional en estas justas electorales es que en las serranías de todo el país, en los lugares alejados, ha llenado las ánforas a su antojo y las actas» —. Este sujeto como persona es un perfecto miserable de pies a cabeza. No entender el porqué de las cosas, el clamor popular, es ignorancia supina.

En conclusión la señora K nunca escuchó la voz de Juan Pueblo. No logra meterse en la cabeza que el mundo andino no ha votado por ella. ¿Y ahora qué piensa hacer con tanta pataleta? ¿Invalidar miles de miles de votos? ¿Originar un caos y desestabilizar el sistema en medio de esta justa electoral y fugar? Solo Dios y los grupos poderosos lo saben.

«Son tus actos y no las actas las que te han hecho perder».

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Lima, junio, 2021.