El CENÁCULO de NDLeón

 El CENÁCULO de NDLeón

La Cena Miserable - Adriana Alvarado Alfaro.

El CENÁCULO
Por los años ’70 visitaba a unos amigos cuasi familia en algunos domingos de fiesta de guardar. No me acuerdo que fiesta católica fue la del estribo, pero si me acuerdo que el almuerzo aquel fue una ofensa a la última cena del hijo del Todopoderoso y de María y de José, el carpintero. Menciono a José porque la mesa en cuestión era tan grande, de madera y fuerte como un roble; asocié la mesota con la mesa del mural “El Cenáculo” de Leonardo da Vinci que visité en el refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán (Italia) cuando mochileaba y de vez en cuando estudiaba y trabajaba por los países de Europa. La bella familia en cuestión todos los domingos concurría a la Parroquia con disciplina y rigor y con el mejor traje dominguero a misa de las once antes meridiano. Después de golpearse el pecho, hincarse, comulgar y recibir la ofrenda consagrada de la santa hostia, regresaban listos y bien preparados para volver a su mundo terrenal, mundano, clasista, hipócrita, racista, pecadora de pecados mortales. En la barroca mesa marrón oscuro se pegaban un atracón de pecado concebido haciendo gala de la aristocrática y viciosa gula. Yo, hincha de la Virgen del Carmen de Barrios Altos, me sentía un angelito de pesebre. Con mi grupito de jugadores con las justas comíamos después de misa de doce, un palito de anticucho y media porción de picarones; llegando a casa un café y fin del ritual. La católica familia era ferviente devota del ex-sacerdote español, fundador del Opus Dei, cura de cabecera del dictador generalísimo Francisco Franco. Daba miedo opinar de religión, de política o de cultura socioeconómica.
El jefe de familia de carácter serio y de palabras firmes cortó una conversación sobre la castrense política nacional.
-Hay que dar gracias al Señor. Cada quien tiene que conformarse con lo que Dios le ha brindado en este valle de lágrimas. Tienen que cargar su cruz sin quejarse…
-Bueno, mi respetable señor, en Latinoamérica hay un grupo de jóvenes que luchan por una mejor educación, cultura y estándar de vida… ¡Salud!...
-¿Te parece correcto que exijan al gobierno faltando el respeto a las instituciones gubernamentales? Chile, Argentina, Brasil, han escuchado las plegarias al Todopoderoso. Gracias a Dios que están eliminando a esos comunistas hijos del demonio que no respetan las Sagradas Santas Escrituras. Necesitamos un Pinochet.
-Acá en el Perú también hay represión política y terrorismo de Estado. Yo viajé por Sudamérica en medio de dictaduras, increíble, Operación Cóndor, de temer. Suerte que no me mataron. Pero, eso de eliminar no es la solución. Si nos basamos en la Ley de Campoamor que dice: «Y es que en el mundo traidor / nada hay verdad ni mentira: /todo es según el color / del cristal con que se mira», y si miramos el mundo al revés. En el Oriente eliminan a los católicos. Una carta dio el ultimátum: -«Nuestro plan es matar a todos y cada uno de los cristianos que están predicando aquí» -. Es difícil opinar cuando tenemos en mente: -«Ojo por ojo, diente por diente» -.
-Esos asesinos tan igual a los comunistas tienen que desaparecer de la faz de la tierra, ignorantes, ateos…
El diálogo terminó abruptamente. Me invitaron a retirarme de la casa. Se acabó la amistad de muchos años. Lo que más extraño de la piadosa familia son los deliciosos tamales y el pisco acholado, sabrosísimo néctar de los dioses.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2021.