TÉCNICA
VOCAL EN EL BAR. NDLeón
TÉCNICA
VOCAL EN EL BAR
Saboreando
un rico pisco en compañía de exalumnos y colegas en nuestro centro de
operaciones, Queirolo Bar. Jirón Camaná con Quilca. Charlaba muy
ameno sobre mi viaje a Cuba. Departía mi satisfactoria experiencia de tres
semanas por La Habana; Cienfuegos, la perla del
Sur; Holguín, la ciudad de los parques; y Santiago, la ciudad héroe.
Leía de vez en cuando una breve crónica que estaba a medio escribir para mi
página blog: <<Los
que odian a Fidel, a Cuba, se olvidaron que ningún país, ni los llamados
desarrollados, tiene el nivel de mortalidad infantil de Cuba (5 por 1,000
nacidos), ni el índice de alfabetización (100%) desde que nacen los cubanos
tienen acceso a la salud de forma gratuita. La educación gratis desde las
primeras letras hasta acabar la universidad. Hay artistas profesionales que
viven de su arte, el artista jubilado tiene una pensión del Estado, casa,
comida, poco, pero subsiste. Un graduado universitario debe dominar
perfectamente su idioma y, además, dependiendo de la carrera, inglés, francés,
mandarín, ruso. La situación es difícil pero el pueblo cubano se las
ingenia>>.
Un
colega pro—Guaidó, agredió la disertación.
—Sí te gustó Cuba ¿Por qué no te quedaste en Cuba?
Ahora que soy mayor, evito enojarme, discutir, rechazo enérgicamente los conflictos, el abuso, la agresión. Respondí alturado con la mejor técnica vocal de dicción e impostación.
—Sí te gustó Cuba ¿Por qué no te quedaste en Cuba?
Ahora que soy mayor, evito enojarme, discutir, rechazo enérgicamente los conflictos, el abuso, la agresión. Respondí alturado con la mejor técnica vocal de dicción e impostación.
—Entiende, he viajado bastante,
pero todavía me falta conocer ciudades, Buenos Aires, Caracas, México. Yo no me
hago problemas cuando viajo, como y bebo lo que hay al paso. Puedo dormir en
cualquier rincón de una casa, debajo de la escalera, de una mesa, en un petate,
en la alfombra, en el suelo. Así he conocido capitales, provincias, pueblitos,
pero, yo como artista urbano prefiero mi barrio. Mi barrio. No mi país. Mi
barrio. Me gustó Grecia ¿Y, me tenía que quedar en Grecia? Me gustó
Barcelona ¿Me tenía que quedar en Barcelona? Yo extraño mi barrio, mi esquina,
mi licor, el chisme. Mi barrio me da material para escribir, actuar, dirigir.
Mi barrunto es un primoroso submundo de amor, odio,
intriga, antipatía, maleteada y ¡Laconchadetumadre! Porqué digo que
me ha gustado un país, una ciudad ¿Tengo que quedarme? ¿Tengo la obligación de
quedarme? De joven viajé a Brasil, me gustó Brasil ¿Me tuve que quedar? ¡Anda a
puta que te parió! ¡No entiendes esta sacra conversación!
La
audiencia asombrada. Extasiada. Levanté el vaso de pisco acholado con su jarabe
de goma, gotitas de amargo de angostura y rodaja de limón, y con una sincera
humildad, sin vanidad, con paz y sosiego, me dirigí a los presentes:
—¡Salud!
—¡Salud,
maestro! —respondieron al unísono mis exalumnos de Oratoria I.
**Fotografía
del baúl de los recuerdos. Queirolo Bar. Lima, oct, 2013.
NICOLÁS
DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima,
2020.