¿QUIÉN
COMO TÚ? NDLeón
Hoy, Día Internacional de los Trabajadores - 1° de Mayo, recuerdo que después de los aplausos, grandes aplausos y
muestras de cariño en la última presentación de mi libro “De Chorrillos hasta
las playas de Río” donde narro mi periplo de Lima-Perú hasta Río de Janeiro-Brasil- regresando por el norte argentino. Me felicitaron, abrazaron, pero eso no fue todo, recibí también muestras de envidia sana, así me dijeron los
envidiosos que en la intimidad son mis más cercanos amigos, compadres, y
compinches de borracheras.
-¡Quién como tú que has viajado tanto y sin trabajar!- yo sólo sonreí.
Nos fuimos a una cantina a festejar la presentación del libro.
Y nuevamente, me entonaron la misma muletilla.
-¡Qué suerte la tuya qué has viajado como cancha y sin trabajar!- nuevamente sonreí. Me
soplé de un tirón el medio vaso de ron Cartavio doble sin hielo. Afiné la garganta, pedí silencio y
respondí amicalmente, sin bronca, con sonrisa franca:
-¡Carajo! ¡Quién como ustedes que tienen una profesión, una carrera, un
oficio que cada día les deja un billetón! Pero entiendan, no jodéis, mi horizonte es otro, yo y mis colegas miramos en otro sentido la manija del reloj, mientras que ustedes solo miran la billetera. Claro
que sí se necesita el dinero pero el artista opta por su vocación y se lanza al
río de cabecita. No a un río cualquiera. No. Al río de la incertidumbre de la vida. Río caudaloso, muchas veces ingrato. Que nos queda, saltar, esquivar pongos, quebradas, trampas; cabes, maleteadas, puñales; frustraciones, risas y llanto, contras y mil cojudeces que ustedes los “normales” no entienden y creo que no entenderán. En una oportunidad, un íntimo de la familia -yo
era estudiante de la Escuela Nacional de Arte Dramático- me dijo:
–Hijito,
no seas cojudo. Deja eso y estudia algo decente, tu papá tiene plata,
aprovecha.
-¿Aprovechar
qué? ¡Yo quiero ser artista!
-¡Idiota eres, estás perdiendo tiempo y una gran oportunidad. Cuando seas viejo te lamentarás!
Mesa de Teatro de Lima en Ecuador. |
Ese tipo de diálogo era la letanía de todos los días. Y mi
papito, indignado, avergonzado, lleno de ira, con insultos me botaba de la
casa, negándome la comida y el colchón, amenazando en cada encuentro que si no cambiaba de opinión me largara de la casa por ser un mal ejemplo a mis hermanos menores. Bueno, no le puedo quitar mérito a papá. Él, mi papito, me dio el
valor suficiente para salir de casa. Valor para romper el cordón umbilical y despedirme de mamita.
De mi mamá adorada. Por él dejé mi barrio y mis pagos. Efectivamente, mandé a rodar todo y acepté chambear fuera de Lima en una gira interminable. Año y
medio duró la experiencia. Viví fuera de casa, trabajé como actor, sobreviví... ¡Sobreviví haciendo teatro!... gracias a la Mesa de Teatro de Lima, grupo fundado por el actor,
director y productor Vidal Luna. En la Mesa como grupo trabajamos como un reloj suizo, a la
perfección. Dimos cátedra en cada lugar que pisamos. La obra “Túpac Amaru” del dramaturgo
argentino Osvaldo Dragún hasta la actualidad se le recuerda en cada pueblo que
la representamos. Después vinieron otros viajes, más lejos y más comprometedores,
primero con Los Grillos, teatro para niños; después con mis sueños; con el
tiempo, cayeron otras aventuras, exquisiteces y compromisos; y cada día más
lejos del hogar familiar pero más cerca de mi vocación y querida profesión de mis amores, el
teatro. Y aquí sigo en lo mismo, remando pa'delante. Gracias y salud. Seco y volta'o estilo Callao.
-¿En lo económico como te va?
-Difícil... pero no pierdo las esperanzas. ¡Ya caerá, si no cae hoy, caerá mañana!
-Difícil... pero no pierdo las esperanzas. ¡Ya caerá, si no cae hoy, caerá mañana!
Rolando Ortiz y Norka Moya como Túpac Amaru y Micaela Bastidas. |
Nicolás
Daniel León Cadenillas
Lima, 1° de Mayo de 2017.
Lima, 1° de Mayo de 2017.
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