PRESENTACIÓN DEL LIBRO DE NARRATIVA
“DE CHORRILLOS HASTA LAS PLAYAS DE
RÍO” DE NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Por Juan Benavente
Estimados amigos:
Hoy que estamos conmemorando el XLIII aniversario de
la partida del gran artista plástico, padre del cubismo, Pablo Picasso, y
habiendo considerado el homenaje a nuestro Vallejo en la programación en este
mes de las letras ya nos encontramos en el programa 1090 de Viernes Literarios.
Contento porque engalanan la mesa los poetas Nora Alarcón y Yoshiro Chávez,
quienes nos ofrecerán lo mejor de sus últimas creaciones literarias. Inicio la
presentación del libro de narrativa “DE CHORRILLOS HASTA LAS PLAYAS DE RÍO” de
Nicolás Daniel León Cadenillas, cuyo libro tiene las características de formato
A5, con 75 páginas de papel marfilado
distribuidas a modo de capítulos con la denominación de países: Perú, Bolivia,
Paraguay, Argentina, Chile, con el prólogo suscrito el año de 2014 por Bruno
Buendía Sialer. Presenta una edición apropiada por el grupo editorial
arteidea.
Presentación de la narrativa de Nicolás León a cargo del poeta y escritor Juan Benavente. Viernes Literarios. Programa 1090. Abril 2016. |
Nicolás León, nació en Lima y se crió en La Victoria.
Es actor, director, teatrólogo y escritor. Realizó estudios en la Universidad
San Martín de Porres y abandona porque prefiere estudiar en la Escuelas
Nacional de Arte Dramático (ENAD) donde también estudió Hudson Valdivia, quien
nos contaba las bondades de tan prestigiosa institución que acogió de igual
manera al gran maestro de maestros en las tablas como fue Luis Álvarez, Lucía
Irutita, Delfina Paredes, entre otros que han destacado en el campo de la
actuación. Nicolás León, fue becado para continuar estudios de dirección en
teatro para jóvenes y niños en Berlín. Trabajó varios años con el grupo
“Homero, Teatro de Grillos”. Catedrático de la Universidad San Martín de
Porres. Ha realizado viajes a países de Sudamérica y Europa. Es integrante de
varias instituciones.
La obra está escrita en prosa y en primera persona, pertenece
a la especie literaria de Testimonio, inicia con una suerte de dedicatoria a
Jaime Federico Lobatón Heredia. El desarrollo del trabajo tiene que ver con el
periplo que le tocó vivir a modo de crónica donde se manifiesta el espíritu
aventurero, propio de una persona joven que va descubriendo y aprendiendo como
consecuencia de su propia experiencia. El autor ya advierte que trata una serie
de hechos envueltos en el seno anecdotario. Se inicia con la despedida al hacer
alarde del viaje a otros países. Aunque partiendo de la visita a los países de América
del Sur, década de los setenta donde al parecer, el autor no conocía que esta
parte del mundo estaba viviendo las nefastas dictaduras militares en pleno
operativo de represión contra la izquierda denominado “Plan Cóndor”. Emulando
al Che, tuvo la buena idea de tomar nota a modo de crónica lo que veía,
percibía y naturalmente formaba parte de
una legión convulsionada en unas más que otras. Viaja de Perú a Bolivia, Paraguay,
Argentina y Chile para retornar a su querida patria.
En cada país denota una particularidad en función de
la acogida o la indiferencia. Por supuesto como en todo viaje de aventura, se
pasan momentos difíciles que tiene por lo general con el transporte, la comida
y el hecho de ganarse la amistad. Por el frío que hacía entre otras situaciones
en dirección a Brasil. En este país desarrolló a pesar de las limitaciones una
acción turística donde pudo conocer lugares de corte cultural y amistades que
lo llevaron a la vida libertina de juventud. Hubo empatía con lo que hacía
llevado por su actividad artística. Naturalmente uno de los problemas fue el
idioma y sin embargo se dio el tiempo de aprender algo. Conoció mucho sobre
Jorge Amado, considerado como uno de los importantes escritores y que
definitivamente ha marcado época. Con todas las peripecias que sufre un mochilero
que lleva la ilusión y la emoción al tope se aventuran a salir de Brasil para
continuar ahora por Paraguay donde no pudieron ingresar con facilidad, primero
porque no mostraron dólares ni monedas y luego fueron literalmente expectorados
en cumplimiento de las órdenes del
gobernante José Alfredo Stroessner que estaban impedidos de ingresar
mochileros, vagos y peor si eran pelucones. Fueron acompañados hasta la
frontera y le dieron forata. Siguiendo la flecha del grupo, llegaron a
Argentina. Encontraron también a la tropa de gendarmes, quienes controlaban el
ingreso y salida de viajeros. Durante la revisión captaron que descaradamente
desvalijaban y todos eran víctimas, lo hacían bajo al amparo de la prepotencia,
es ahí donde el autor del libro pierde su diario de viaje que era lo más
preciado que tenía y donde había anotado al detalle muchos hechos, llevándose
con ello su gran sueño de pasar a la inmortalidad de haberse publicado
posteriormente. Con todo esto llegaron a la provincia de Misiones y vieron a los
argentinos celebrando el estreno de nuevo presidente que pertenecía a las filas
del Partido Justicialista, un civil, Héctor Cámpora. En términos generales,
tuvieron una buena acogida y vieron la solidaridad de la gente. Aunque pasaron
momentos difíciles por la situación política como por ejemplo los
enfrentamientos a balazos entre la derecha y la izquierda peronista. Originado
por la derecha que impedía el paso de los montoneros que se dirigían a escuchar
a Juan Domingo Perón. Los titulares de
los diarios llamaron a este acto violento: La Masacre de Ezeiza que dejó 13
muertos y 365 heridos.
Cuando un poco bajó la marea, se instalaron en
lugares donde se ejercía el arte y aprovechando el oficio de actor y egresado
de la Escuela de Arte Dramático del Perú, participó casi espontáneamente con
trabajos de Eduardo Navarro a quien recordamos esta noche porque apoyó en el
homenaje a Hudson Valdivia cuando se conmemoró el III Aniversario de su partida
y lo realizamos en el salón de grados de la Universidad Nacional Mayor de San
Marcos. Fue una noche apoteósica de poesía, música y teatro.
En ese país, Nicolás realizó una serie de actividades
dentro y fuera del centro cultural. Conoció a importantes lugares y personajes
involucrados con todas las artes. Recordamos también que realizó el trabajo de
la vieja leyenda del teatro de la calle como es la obra El Ladrón que robó al ratón de Jorge Acuña, nuestro laurel cultural,
que concurría a los Viernes Literarios cada vez que llegaba a Lima. Su trabajo
fue bien aplaudido y cuando se empeñaba en trabajar en una obra o pretender ser
contratado para algo mucho más trascendente, le pidieron y esto a modo de
anécdota cuando le dijeron que solo le faltaba hablar argentino. Se mantuvo por
buen tiempo pasando el sombrero, hasta que un día llegó una carta de su madre y
que llevaba un sello con la palabra “urgente”. La misiva tenía el mensaje de su
padre que había fijado fecha para la distribución de la herencia y deseaba
tener a todos sus hijos, en el caso que no estuviera, la madre le recordó con
una sencilla sentencia “El que se va a Barranco pierde su banco”, también
recordaba que tenía un compromiso pendiente que asumir como el bautizo de una
de sus sobrinas. Fue la motivación más importante que tuvo para iniciar el
retorno. Pidió apoyo y de alguna forma hubo manos solidarias. Llegó a Chile, se
vivía el ambiente de un país que respiraba ambiente socialista. Sintió el
inmediato apoyo cuando llegaron sedientos y hambrientos, pues el grupo comunal
designado que apoyaba al presidente Allende. Realizaron un fugaz paseo para
conocer algunas zonas de importancia, pues tenían que ver la forma de cómo
llegar al Perú. Como todo artista, pues tuvo que sacar lustre a su conocimiento
y talento, confiesa que se quedaron muy impresionados con el cuento de “El Sueño del Pongo”, cuento de José María
Arguedas. Se encontraban en Antofagasta con la idea de salir hacia la frontera
con Perú cuando se enteraron que la situación se había complicado con la huelga
de los transportistas. Pues la Confederación de Dueños de Camiones de Chile,
había iniciado una huelga general indefinida que se inició el 25 de julio y
duró hasta el 11 de setiembre que culminó con el fatídico golpe de Estado que
protagonizó el General Augusto Pinochet.
Lograron conocer que había rutas clandestinas y
después de muchas situaciones de ansiedad, temor entre otros por las
dificultades, abordaron uno que los llevó hasta la frontera con Perú. Recordó
de todas maneras que cuando fueron al Consulado Peruano, la empleada no ataba
ni desataba y la solución fue dada por alguna gente que también necesitaba
salir.
VIERNES LITERARIOS. VL. Que viva la fiesta de la palabra. Juan Benavente y Nicolás León |
Finalmente llegaron a su patria y se convirtieron en
testigos de cómo mucha gente viajaba a Tacna para llevar productos a bajo
precio y revenderlos en Lima. Al revisar su equipaje también se dio cuenta que
faltaban varias cosas y lo más contradictorio después de pasar la aventura con
toda clase de vicisitudes, es el Ministerio de Economía y Finanzas a través de
sus diversas oficinas para llenar una serie de documentos que al final tenían
que responder con una serie de requerimientos inclusive económicas, según
habían declarado el tiempo que permanecieron fuera del país y eso en dinero
tenían que abonar moras y multas que al final con aclaraciones no llegaron a
efectuarse. Era una suerte de castigo que imprimía el Estado con sus propios
hijos, era inconcebible. El resto es ya conocido porque contará a sus amigos
sus aventuras y trasladará conocimiento sobre los lugares y personas que
conocieron. Lo importante es que llegó a tiempo para el reparto de la herencia
que realizó su padre y cumplir el compromiso de bautizar a su sobrina.
Nicolás León, aunque se da alguna imprecisión del
tiempo y ubicación, valga la salvedad que no es una estricta crónica en forma
general, debo saludarte por dar a conocer tus experiencias, anécdotas y la
forma ágil de haber descrito con ese lenguaje sencillo y lineal, sin llegar a
complicar en ningún momento la lectura que invita a hacerlo de un solo tirón.
Muchas gracias
Juan Benavente
Lima, abril de 2016
No hay comentarios:
Publicar un comentario