En el TEATRO cuando falla algo,
cuando ocurre una anomalía, sin explicaciones, le echamos la culpa a los
DUENDES. Pero, cuando la tecnología del INTERNET nos pasa una mala jugada, no
sabemos qué nombre ponerle, solo tenemos que esperar una nueva oportunidad.
¡MIERDA!
Presentación:
VIDA Y OBRA DE NICOLÁS LEÓN
Entrevistador:
Juan Arcos // Actividad de Silvia Vidalón
Agradecemos
a la Feria del Libro Internacional Arequipa, a la Confederación Internacional
del Libro y a nuestra Embajadora Cultural Silvia Vidalón.
—Juan Arcos:
El día de hoy estamos con Nicolás Daniel León Cadenillas, Nicolás León, Niky
para los amigos. Nació en el mes morado en la Maternidad de Lima, hincha del
Club Alianza Lima. Actor, director, escritor; en resumen, artista; teatrista, teatrólogo. Hizo sus
estudios básicos en el colegio Alfonso Ugarte Vernal, allí inició sus andares
en el mundo del teatro de la mano de Alvaro Gonzales, un personaje bastante
conocido en el teatro peruano, televisión y en el cine nacional, quien por
entonces dirigía el club de teatro de ese colegio. Sus estudios superiores los realizó
en la Universidad San Martin, donde también perteneció al grupo de teatro. Y
ahí hecho su suerte, partió hacia la Escuela Nacional de Arte Dramático y en el
año 1973 egresó como actor profesional. Enumerar las múltiples intervenciones
de Nicolás en el teatro, no solo nacional sino también en Europa, sería larguísimo.
En el Perú, integrante, presidente, del grupo Homero Teatro de Grillos; gestor,
iniciador, impulsor, de la Muestra de Teatro Peruano. En Europa, fraternizó en
talleres de intercambio y confrontación con el mítico Jerzy Grotowsky, con el
famosísimo actor Ryszard Cieslak; el premio Nobel Dario Fo, su esposa Franca
Rame; Eugenio Barba director del Odin Teatret; Julian Beck y Judith Malina de The Living Theatre… y no sigo porque tenemos que
conversar con Niky León.
—Así
como uno llega a un país, un pueblo, una cultura que constituyen una impronta
en nuestros quehaceres ¿A qué familia llegó Nikito al mundo?
Yo llegué a la casa de mi
abuela materna. La mamá de mi mamá. La abuela Virginia Daniela. Por eso soy
Daniel. Una familia clase media baja, digo clase media porque la familia tenía
un inmueble. Un callejoncito. Me crie ahí. Rodeado de los hermanos de mi mamá.
Del callejoncito que guardo recuerdos con mucho cariño. Ahí jugué trompo, a la
cometa, a las bolitas, lingo, a la cometa, canga.
—Ya
que eres un artista, reconocido con más de cuarenta años dedicados al cultivo
del teatro ¿Qué artes cultivaban los miembros de tu familia? ¿Había cantantes,
poetas, actores, aficionados al arte en cualquiera de sus manifestaciones?
Mi callejoncito fue mi escuela
de Arte y Oficios. Me crie rodeado de artistas. Mi mamá fue una artista en
corte y confección, alta costura. Yo aprendí a usar la aguja e hilo y el dedal,
hacer las bastas a los pantalones con la puntada ‘patita de grillo, hilvanar, a
pegar botones, a planchar, lavar; cocinar. // Sus hermanos, mis tíos, expertos “artesanos”.
// Mi tío Lolo, maestro de obra, albañil, pintor de brocha gorda, como jugando
me prestaba una brochita y yo lo ayudaba a pintar el callejón. Yo veía como
mezclaba las pinturas para sacar un color especial, distinto. // Mi tío Tito,
ebanista, yo jugaba en su carpintería, aprendí a usar los serruchos, martillos,
a clavar con técnica y estilo. Hacer tarugos. A pegar las maderas, usar las
prensas. // Mi tío Pancho era mecánico, tenía una carcocha de los años de
Al’Capone, desarmaba y armaba la carrandanga. // Mi primo Claudio y el tío
Gregorio Córdova, eran joyeros. // Y acá viene lo mejor, los días sábados, mis
tíos, vecinos y amigos jugaban futbol, y después del futbol armaban una jarana
con guitarra, cajón y castañuelas. Mi tío Teodoro tocaba las castañuelas,
cucharas, y mi primo Claudio tocaba la guitarra como los dioses. Cantaban
valses criollos, tangos y tropical de la Sonora Matancera. Y ellos mismos
cocinaban fuentes de escabeches, arroz con pato, cau cau, tallarines, etc. Eran
unos verdaderos artistas, cada uno en su materia. Yo tuve la suerte de criarme
en esa “Escuela de Arte y Oficios”. Sin saber, aprendí habilidades de las “artes
manuales”. Otrosí: Sabemos que la palabra ARTE viene del latín ARS – ARTIS que
significa: “Obra o trabajo creativo”. La palabra ARTE en griego es TÉCHNE:
“Técnica”. O sea “ARTE MANUAL, OFICIO, HABILIDAD”.
—Mira qué
curioso tú haces referencia a la familia,
a los tíos. Yo soy tío, cuando visito a mis sobrinos, ellos no me miran, están
con el celular. Los tiempos han cambiado, la relación con la familia se ha
transformado ¿Cómo ves eso en tu entorno familiar con los nuevos estándares?
Con mis dos hijos en la
actualidad chateamos. Rodrigo y Alejandra María. No tienen tiempo. No nos vemos
presencialmente. El trabajo los absorbe. Cuando me veo con mi nieto Piero
Angelo es una fiesta, nos abrazamos, somos cariñosos, y eso que él, su mamá, mi
nieta, viven en mi casa. Eso es la modernidad. Estamos comunicados por una red,
pero no tenemos comunicación. Se extraña el abrazo.
—Niky,
el colegio es parte fundamental de nuestra vida, intelectual, cultural, social,
afectiva. Tú eres actor. ¿Cómo estimuló tu vocación artística?
Yo estudié primaria y
secundaria en la Gran Unidad Escolar “Alfonso Ugarte” del distrito de San
Isidro, Lima, Perú. En esa época los colegios nacionales eran muy exigentes en
todas las materias. Aparte de la disciplina castrense que llevábamos con el
curso de Instrucción Pre Militar —IPM. Desde que entre al colegio no fui buen
alumno en aprovechamiento, era fulero,
se me hacía difícil tantas materias, nombres, fechas, fórmulas. Pero, encontré
una salida, una luz al final del túnel, el curso de Dibujo fue mi escape, mi
refugio. En primero de secundaria tuve la suerte que tener como profesor de
Dibujo y Pintura al artista plástico Julio Pantoja Rodulfo, artista a nivel nacional e internacional, sus
cuadros se exhiben en el Museo de Arte del Paseo Colón y en las pinacotecas del
extranjero. Yo vi muy emocionado sus cuadros en la galería. El profesor Pantoja
me acogió con cariño, vio mi destreza en los dibujos y me apoyaba para que
mejore en cada retrato que yo hacía en clases. Contribuyó a mi vocación de
dibujante. Como no era muy bueno en aprovechamiento me esmeraba en tener al día
mis cuadernos y entregar impecables las tareas, las asignaciones, las
composiciones, que dejaban los profesores. Mis cuadernos inmaculados, bien
bonitos, con dibujos a mano alzada que yo mismo dibujaba. Muchos de mis dibujos
fueron expuestos en las vitrinas del patio de honor. Eso era un orgullo
inimaginable. // En la actualidad me sigue gustando el dibujo, pienso estudiar
pintura con acuarela. En los últimos años dibujé con lápiz varios motivos,
entre ellos dibujé a mis dos nietos mayores, a Piero Angelo y Mariajosé, ahora
tengo que dibujar al tercer nieto, a Alejandro de nueve años. // En dos de mis
libros mis dibujos adornan las carátulas, estos son: “Cuentos breves para mi
nieto” y “El Oro de Cajamarca, el encuentro de Atahualpa y Pizarro”.
—Me
has hecho viajar en el tiempo porque has utilizado una palabra que hace mucho
no escuchaba “fulero”. Yo no sé si se usa ahora hace tiempo no la escuchaba.
Ya no se usa es para los de
nuestra época.
—Y
cuando llegó la hora de prepararse profesionalmente ¿Cómo así no elegiste una
carrera liberal: médico, ingeniero, abogado, etc. y optaste por una de las de
menor retribución económica; menor aún a la de profesor o policía?
En Cuarto de Secundaria empezó
mi aventura con el Teatro. En esa época
en las grandes unidades escolares existían los clubs: De periodismo,
matemáticas, música, dibujo, folclore, danzas, teatro, radio, ajedrez, etc. Yo
nunca había participado en ningún club, ni en el de dibujo que tanto me
gustaba. Pero, la vida dio otro giro. Todo esto sucedió por el golpe de Estado del general Juan Velasco
Alvarado que suspendió las actividades sociales, las marchas patrióticas,
las competencias y campeonatos escolares. Yo era integrante de la selección de
atletismo, estaba preparado para ganar una medalla de oro. // Ocurre que mis
amigos del salón se metieron al Club de Teatro Escolar; y yo para no quedarme
solo, triste y abandonado, de sapo, me metí también. Me olvidé del atletismo. El
profesor director de teatro era un actor de radio, cine y televisión. Don Rodulfo
Rumildo Curotto Cruzado. La primera vez que leímos el nombre nos preguntamos —¿Quién es? —nombre artístico Alvaro Gonzales. Conocido en la televisión como
“Guayabera Sucia” de la Banda del Choclito en el programa de Risas y Salsa del
Canal Cinco. Extraordinario actor, dramático, comediante, cantante con un
registro de voz envidiable. Pero, la televisión lo encasilló como actor cómico.
Como a muchos actores de la Lima la horrible. El profesor Alvaro Gonzales nos
dirigió la obra de teatro “La Alondra” del autor francés Jean Anouilh. La
obra trata sobre Juana de Arco. El profesor adaptó la obra a cuarenta y cinco
minutos, hora escolar. El teatro y el profesor me ayudaron mucho. —¡Oh, sorpresa! —Ahí me di cuenta que hablaba mal, para el barrio era normal mi
forma de hablar, pero para el teatro era una desgracia. Mal, pésimo. El
profesor con paciencia y buen humor me explicaba cómo debía de hablar bien,
como gesticular, exagerar, respirar. Todo un arte que yo desconocía.
Impostación, dicción, fonética, fraseo. Ejercicios, trabalenguas, para eliminar
el tartamudeo, el seseo.
—Un
comentario. Yo conocí a Nicolás cuando aún era tartamudo…
Por el profesor Alvaro Gonzales
fui consciente de mi anomalía en el lenguaje oral. Fue un gran apoyo, un ángel
enviado por los dioses de las artes. En la obra de teatro La Alondra mi
personaje fue Robert de Baudricourt, el comandante de la guarnición de
Vaucouleurs, el que ayudó en la carrera militar a Juana de Arco. Gracias al
teatro y al profesor Alvaro Gonzales comencé a sacar buenas notas. Terminé secundaria.
Ingresé a la Universidad, pertenecí al elenco de teatro universitario. Ahí
decidí dedicarme al teatro.
—El
arte como cualquier otra disciplina tiene esa particularidad, disciplina. Y eso
es fundamental para la vida. ¿Estás reconociendo que el arte te ayudó en tu
rendimiento escolar?
Sí. Me disciplinó, mejoré en
todo sentido, conducta, aprovechamiento; en lo social.
—Pasadas
ya varias décadas en este camino, habiendo acumulado sinsabores, disgustos,
fatigas; pero también satisfacciones ¿Qué orientación o consejo le darías a un
joven con vocación artística?
Cualquier carrera que uno elija
tiene que perseverar. Ser constante. Ponerle punche. Tiene que estudiar. Todos
empezamos en la línea de partida, pocos llegamos a la meta. El que llegó a la
meta fue el que se sacrificó. Él que estudió.
—Podemos
testimoniar que los que nos hemos dedicado a una carrera artística, hemos
intentado diferentes carreras. Es increíble.
Yo no quería ser universitario. Quería estudiar en Bellas Artes. Pero en esa época la mayoría de edad era veintiún años. Terminé a los dieciocho
secundaria, me obligaron estudiar en la universidad. Estudié Estudios
Generales en la USMP. En esos dos años fui integrante del elenco de teatro universitario. Trabajamos varias obras, entre ellas “La Odisea de Túpac
Amaru” obra del rector RP Dr. Vicente Sánchez Valer. Fui uno de los protagonistas, personifiqué al León Español. Luego de
esa experiencia, me di cuenta que no era alumno universitario. Ingresé a la
Escuela Nacional de Arte Dramático —ENAD, La Cabaña. Ingresamos sesenta
jóvenes. Yo fui el número sesenta. Había un grupo de jóvenes con muchísimo
talento. Y poco a poco con el tiempo cada día éramos menos. Terminamos unos
cuantos. Y en el transcurrir de los años, muy pocos seguimos haciendo teatro.
Con el tiempo, aparte de actor profesional, me dediqué a la dirección teatral;
realicé escenografía, iluminación, utilería; títeres, danza; he trabajado en
cine, radio, televisión. Fui catedrático en teatro y oratoria. // Tengo en mi haber varias giras culturales. Con el Grupo Mesa de Teatro de Lima, pueblo por pueblo, costa y sierra, hasta la Provincia de El Oro, Ecuador. Con funciones en la Universidad de Machala; en el Cuartel del Ejercito de la ciudad de Santa Rosa, función para la tropa. Otra gira de aventura cultural como mochilero de Lima hasta Río de Janeiro. Retornando por el norte argentino. // En 1977 viajé por primera vez a Europa gracias a una beca
auspiciada por la Asociación Internacional de Teatro para la Infancia y la
Juventud —ASSITEJ con sede en Berlín Este, República Democrática Alemana —RDA. Recibí un curso de Perfeccionamiento en dirección teatral para obras de teatro
para niños y jóvenes, las clases fueron en el “Teatro de la Amistad” en Berlín Este; “Teatro Mundo Juvenil” en Leipzip; "Títeres y Marionetas" confección, manejo de
muñecos de guante, vara, mixto en Praga. // La
anécdota especial es cuando mi señor padre se enteró que estaba haciendo
teatro y otras especialidades afines, me invitó a que haga mi vida fuera de
casa. Según él, yo era un mal ejemplo para mis hermanos menores. Por esos años
nuestros padres eran muy estrictos y no miraban con buenos ojos a los jóvenes
que querían hacer una carrera como artistas.
—La
vida continúa. Para algunos, todos los días es una nueva promesa; para otros,
una obligación o quizá un desafío ¿Con qué espíritu la enfrentas?
Para mí cada día es un desafío.
No suelo caminar por la vía principal sino por los recovecos. Tengo metas
inmediatas, como metas mediatas. Pienso estudiar pintura con acuarelas. Viví
unos años en Europa. En Alemania trabajé en dos agrupaciones teatrales. Con el grupo "Mimose" en el
pueblo de Bischweier con la obra de teatro para niños “Alfred Jodocus Kwak”
del cantautor holandés Herman van Veen, y con «Erzähltheater Fabulina»
con la narrativa “Das Gold von Caxamalca”. // Cuando regresé a
Lima, Perú; me atreví escenificar, yo solito en el escenario, la narrativa. Cuarenta y cinco minutos narrando el cuento histórico. Personificando
a un “bufón”. La obra: “Cajamarca, Encuentro de Atahualpa y Pizarro”. Fue un
desafío por mis años de oficio en este quehacer escénico.
He llevado mi arte por festivales, muestras regionales y nacionales,
encuentros, coloquios, colegios e instituciones culturales. Toda esta
experiencia es el mejor pago a todos estos años de vivir y sobrevivir de la
mano con el teatro. Con el tiempo me he cultivado en diversos géneros
artísticos. El teatro me ha dado grandes satisfacciones.
—La vida es hacer cosas. ¿Cierto? No sé en
qué momento empezaste a enfrentar a la página en blanco. Esas cosas frente a
uno ¿Qué palabra pongo aquí? Primero con el blog “leonadas”. Después con la
publicación de algunos libros ¿Cuántos son ya?
Cinco libros. Dos poemarios
urbanos: “Amor & desamor de un Fulano” y “Desamor de un Mengano”. Una
crónica de mochilero: “De Chorrillos hasta las playas de Río”. Una narrativa
teatral: "El Oro de Cajamarca, el Encuentro de Atahualpa y Pizarro" y
un libro de cuentos: “Cuentos breves para mi nieto”.
—¿Cómo has hecho ese tránsito
entre la ficción escénica y la ficción literaria?
En el block leonadas, del cual tú
también eres cómplice. Ya hay como quinientos cuentos. Bueno, hay cuentos,
poemas, crónicas, narrativas. Todo empezó en Alemania, en una oportunidad, llegué
a Karlsruhe, me dije —Voy a escribir —. Cuando terminé el primer cuento “La Oficina” lo envié por correo
electrónico al barrunto. Tuvo éxito. Seguí escribiendo, temas del colegio,
chisme, del barrio; con su sentido sabor de esquina; sin usar palabras
rebuscadas; con sus faltas y errores de ortografía; poniendo el verbo, donde
sea, al final de las oraciones, adelante…
—Me has hecho recordar, alguien escribió en
la pizarra “Lo atacaron en mancha”. Yo pregunte ¿Dónde está el sujeto? Una
chica respondió ¡En la mancha profesor!
Mi estilo de escribir es un testimonio
a la manera de como hablan en el barrio. Como se expresan la jerga, la ironía, el
doble sentido; muestro las expresiones populares…
—Niky,
no hay forma de evitar esa pregunta que nos hacen las personas que nos vienen a
visitar en el escenario ¿Qué es el arte, para qué sirve, cual es el propósito
del arte? Realmente cada uno de nosotros tiene una visión con respecto al arte.
En tu caso me gustaría que compartas con todos los que están con nosotros en
este momento tu opinión sobre esto.
El arte es una palabra
abstracta, pero yo lo veo más como disciplina, un modo de vivir, sobrevivir. Recuerdo
a Galeano cuando le preguntaron por el porvenir. El porvenir está adelante y
uno va avanzando para lograr la llegada. En ese caminar uno va haciendo cosas,
va viviendo, va proyectándose, va creando y yo creo que eso es el arte. Intentar conseguirlo. Soñar. Cristalizar lo que
tenemos en mente, cuerpo y espíritu. Esa es una forma de definir mi arte.
—No
es muy simple sintetizar un universo que lo acompaña a uno. No es gratuito
haber trabajado con Jerzy Grotowsky en su momento, con Eugenio Barba en su
oportunidad, con todos los que hemos mencionado. Siempre estamos pensando que
hago mañana. Ahora, estás con la obra
Cajamarca, Encuentro de Atahualpa y Pizarro ¿Qué futuro tienes de manera inmediata?
¿Otra obra debe estar en camino?
Así es. De mi libro “Cuentos
breves para mi nieto” uno de los cuentos es “Mi Gran Unidad Escolar” basado en las
experiencias de colegio. Lo estoy dramatizando para llevarlo a escena lo mejor
posible. Ese es el gran reto. Como lo contamos. Crear el vestuario. El tiempo
límite. Yo trabajo con cuarenta y cinco minutos de espectáculo. Después se
adorna con fondo musical, con los apagones, cambios. Eso hace una hora. El
actor en este caso, nuevamente, voy a tomar la responsabilidad de ser el
protagonista.
—Parece
poco. Habría que recordar a nuestros amigos que antes las obras de teatro
duraban tres o cuatro horas con treinta
personas en escena y detrás de escena podrían sumar veinte o treinta personas.
En estos tiempos es uno o dos actores en escena y nadie fuera de escena. Cuarenta
minutos es bastante.
Así uno empieza, así es el arte,
te vas acercando a la meta. Después cuando vez público, teatro lleno, que
bonito es ese pacto trascendental. El público ve sesenta minutos de trabajo, y
en realidad son meses de ensayo.
—Nosotros
lo que queremos con esta charla con Nicolás es acercar un poco a las personas
que están compartiendo esta reunión. La experiencia, la vida lo que hacemos quienes
nos dedicamos al teatro que pareciera que no es mucho. Por ejemplo a la escuela cuando llegaban algunos alumnos a
iniciarse en este oficio, algunos llegaban
para ser famoso, otros para no trabajar mucho…
Unos llegaban con estudios de
psicología para estudiar a sus colegas de teatro…
—Y
curiosamente allí se encontraban que en el teatro no nos hacemos famosos. En el
teatro hay que trabajar muchísimo más que otros oficios. Lo que pasa es que a
la hora de compartir, a la hora de presentar, solo transcurre cuarenta minutos
de meses de trabajo constante para disfrutar eso que se va presentar en un
lapso muy breve.
El Sindicato de Trabajadores
Artistas Intérpretes Ejecutantes y Técnicos del Perú —SAIP, el año pasado, 2023, me hizo un reconocimiento por mis
cincuenta años de trabajo de actor. En la ceremonia había una cantidad de
jóvenes que están empezando. En un momento dramático me preguntan ¿Cómo has
podido sobrevivir cincuenta años en el teatro? Lo que pasa es que cuando asumí
hacer teatro no solo me limité a ser actor. Soy escenógrafo, luminotécnico,
utilero; titiritero; bailarín, trabajé en el Canal 4, Ritmo en el Cuatro con Elena
Cortéz.
—Mucha
gente dirá, estás hablando de la prehistoria.
Fui técnico de diferentes
grupos; realicé diseños y realización de escenografías. Ese es el mundo del
teatro. Los jóvenes quieren limitarse a la actuación. Yo ayudé a varios grupos
como técnico. Faltaba alguien, reemplazaba; actuaba, dirigía; adaptaba cuentos;
hacía dramaturgia, corregía libretos. Ese mundillo es nuestro concepto de
teatro. Nosotros decimos voy hacer teatro
y no solo nos limitamos a la actuación sino al mundo complejo que tiene
esta actividad escénica. Y lo hacemos contento. Jean Paul Sartre, dijo: “Felicidad
no es hacer lo que uno quiere sino querer lo que uno hace”.
—Nosotros lo que estamos haciendo es recordarles en que
consiste el trabajo de teatro. Uno cuando dice que va a hacer teatro implica
todo eso, no solamente actuar, es escribir, vender las entradas, acomodar a la
gente, barrer, limpiar, absolutamente todo. Hay miles de anécdotas pero creo
que vamos a agotar la paciencia de quienes nos acompañan, y con esta breve
conversación esperamos haber satisfecho algunas expectativas de nuestros
espectadores…
Gracias
a quienes nos han permitido llegar hacia ustedes y gracias a Nicolás por
exponer su mundo ante nosotros. Gracias a la 1ra Feria del Libro Internacional
Arequipa 2024, a la Confederación del Libro y por supuesto, gracias a nuestra
Embajadora Cultural Silvia Vidalón.
Transcripción: Cecilia Vásquez
Mejía