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YOMPOR PARTSESHA Presentación. NDLeón

YOMPOR PARTSESHA' Presentación. NDLeón



En mi trajinar escénico he conocido diversos grupos de teatro de la Amazonía peruana. Solo mencionaré los más cercanos a mi experiencia. En este momento es una obligación mencionar al maestro del teatro callejero de la plaza San Martín de Lima Centro; Jorge Acuña Paredes; actor, mimo, narrador. Oriundo de la ciudad de Iquitos, provincia de Maynas, departamento de Loreto. En estos días partió al infinito. QEPD.
En 1980 conocí al grupo Urcututo (Contaba con un plantel de lujo de directores: Manuel Luna, Pedro Vargas y Marina Díaz). Urcututo organizó la VII Muestra de Teatro Peruano, Iquitos. Presentó la obra ‘Sabiduría humana’, una propuesta corporal, pobre en elementos escenográficos y rica en movimientos corporales rescatando todo el mundo natural de la vivencia amazónica de esta época.
En el año 2000, nace Shiringa Teatro de Iquitos, bajo la dirección de Caleb Guevara Silva. En la XV Muestra Regional Oriente Teatro Peruano –Yurimaguas 2023, presencié su trabajo escénico basado en las costumbres localistas y en los cuentos de la zona.
En Yurimagus conocí a Luis Alberto Sánchez Niño (Egresado de la Escuela Regional de Arte Dramático de Trujillo), líder del grupo Muchik Teatro que fundó en Trujillo, y desde el 2013 funciona en la Sede Yurimaguas, departamento Loreto. Los espectáculos de Muchik Teatro en una combinación muy amena de animación, títeres y teatro.
En Tarapoto (Provincia de San Martín, departamento de San Martín) en el año 1985 Julio W. Pareja Velásquez fundó el Taller de Creatividad Artística Hormiga y en 2013, fundó la Asociación Cultural «Arte y Educación». Julio Pareja es dramaturgo, director, declamador, actor y escritor. Egresado de la Escuela Regional de Arte Dramático de Trujillo.
En Huánuco, la Asociación Cultural Aguas Vivas (Directores: María Trujillo Salcedo –Carlos Quispe). A María Trujillo la conozco desde los años 70’ del siglo pasado. Su trabajo se caracteriza por el uso apropiado de danza, teatro y música. María Trujillo conjuntamente con su grupo Aguas Vivas es una constante animadora de las Muestras Regionales y Nacionales de Teatro Peruano.
YOMPOR PARTSESHA' Presentación
Leer el trabajo de Clever Palomino Chacón, autor de Pasco, me trae a la memoria las primeras experiencias que tuve al observar el compromiso de los jóvenes pasqueños en el quehacer teatral. Una de estas experiencias se manifestó en septiembre de 1980, durante la VII Muestra de Teatro Peruano, celebrada en la ciudad de Iquitos, Loreto. En dicho evento participaron grupos de Lima, Ica, Cerro de Pasco e Iquitos. El Teatro Universitario de Pasco presentó la obra La Gallina, del autor nacional Víctor Zavala Cataño.
En esa actividad cultural de decidió que la ciudad minera de Cerro de Pasco (ubicada a 4380 msnm.) sería la sede de la VIII Muestra de Teatro Peruano en 1981. Allí se congregaron destacados actores, directores y dramaturgos. La jornada concluyó con una excelente plenaria en la que se abordaron temas como la problemática de la dramaturgia; la dirección teatral, la actuación, y se planteó la profesionalización del actor.
Por tanto, no se puede afirmar que Pasco esté distante de la dramaturgia. La obra de Palomino Chacón Yompor Partsesha’ encapsula el contraste entre momentos de esperanza, cultura y biodiversidad frente a las adversidades, injusticias y destrucción ambiental presentes en la historia. Esto es una prueba fehaciente que existen autores que siguen las huellas de nuestros mayores, plasmando temas fundamentales de Pasco, como el rescate y la difusión de las costumbres y modos de vida de diversas culturas que coexisten en un mismo pueblo.
En los años 90, la Asociación Cultura Cobrizo Minero, un grupo de Cerro de Pasco, empezó a hacerse presente en las Muestras de Teatro Peruano, sentando gradualmente las bases en el teatro social y regional.
Tuve el privilegio de participar en la Mesa de Crítica durante el Festival Escolar de Teatro “Túpac Amaru” (FESTTA – Pasco) en noviembre de 2013. Fue una grata sorpresa admirar a los jóvenes escolares que demostraron gracia, frescura, disciplina y dedicación en el arte escénico. También, he tenido el placer de compartir experiencias con el autor Clever Palomino Chacón en un encuentro de artistas, escritores y actores en la ciudad de Oxapampa. Palomino Chacón, profesor y pedagogo, ha sabido encaminar sus obras desde una perspectiva docente. Estas ya escenificadas, han superado la prueba de fuego, presentando argumentos didácticos y funcionales para colegas de los colegios de la región.
Es importante recalcar que un libro de teatro es literatura, pero una obra literaria en el escenario es teatro.
En la dedicatoria del libro leemos: “A quienes rescatan y valoran las costumbres de las etnias, preservando las tradiciones en el corazón de un mismo pueblo”. Esta premisa se refleja en los textos bilingües que destacan la camaradería y solidaridad entre las etnias hermanadas, promoviendo los valores humanos que nos hace más grandes como seres vivientes. Oxapampa es un universo y gracias a la actividad teatral de nuestro autor Clever Palomino Chacón, su trabajo específico, su perseverancia, su identidad regional, llega a las mayorías, además, replica sus conocimientos fuera de su región.
La primera obra termina recalcando la unión de los hermanados pueblos:
–¡Viva el Perú! ¡Viva Pasco! ¡Viva Oxapampa! ¡Viva la diversidad cultural!
En la obra, La vida es el tesoro más grande, la acción comienza con una “mentira piadosa”, vendiendo turrones a los espectadores. Luego, se explica la necesidad de ese dinero para socorrer a personas que han sufrido un accidente. El mensaje busca concientizar sobre la importancia de la prevención de accidentes de tránsito.
En Terater, el gran pescador, la historia nos sumerge en un relato mítico en el que el protagonista se convierte en ave acuática para proveer de pescado a su comunidad, evitando así que la población sufra de hambruna. El relato exalta la confianza, la solidaridad y la vida como el mayor tesoro.
Otro relato destaca el valor del turismo, la “industria sin chimeneas”, resaltando los atractivos de Oxapampa y mezclando el espacio real con el imaginario creado en el teatro.
Estas historias y otras como Mitayero y Yomper Partsesha', aparentemente sencillas y escolásticas, transgreden sus propios parámetros recurrentes para mostrarnos una realidad que muchas veces está frente a nosotros, pero que no siempre percibimos claramente.
Incluir un glosario al final del libro ha sido un acierto didáctico, de gran ayuda para quienes se aproximen por primera vez a estos parajes amazónicos.
Finalmente, con este cariñoso libro, Clever Palomino Chacón nos invita a visitar Oxapampa, sus alrededores, su gente y su legado.
*Clever Palomino Chacón (Pasco, 1975). Licenciado en Lengua y Literatura, Doctor en Educación. Tiene en su haber una buena cantidad de títulos de diversos géneros.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, octubre, 2024

PEDIDA DE MANO. NDLeón

PEDIDA DE MANO. NDLeón

Para Alejandra María ¡Qué tiempos difíciles, aquellos! t kiero muxo.

Virginia Elena León Cadenillas y Rosa Elena Cadenillas Uribe (Lima, mayo, 2014)

PEDIDA DE MANO (Fragmento de mi libro Cuentos breves para mi nieto)

«Qué sueños locos tenemos cuando somos jóvenes»
Recuerdo cuando fui con mi mamá a pedir la mano de mi enamorada. Días antes había sido el hazme reír de la casa; no creían que me había comprometido; para ellos era un nuevo chiste de mi repertorio escénico. En la Municipalidad de La Victoria, en la oficina de Registros Públicos, me atendió un conocido del barrio, se sorprendió al verme llegar. Le dejé todos los requisitos. El susodicho con sarcasmo, me dijo:
—Te advierto, el matrimonio es como los castillos feudales de la Edad Media, los que están adentro quieren salir y los que están afuera quieren entrar —.
En casa me crucé con mi papá.
—Papá, me voy a casar. ¿Puedes acompañarme el próximo sábado para pedir la mano?
—No —. Fue una respuesta lacónica.
Mamita es más comprensiva —me dije — entré a la cocina. Mamá hojeaba un ejemplar de su revista preferida Burda. Interrumpí su lectura.
—¿Mamá, puedes acompañarme este sábado para pedir la mano?
—No puedo. El próximo sábado vamos. Me imagino que lo has pensado muy bien. ¡Pobre chica!
Llegó el sábado. Contraté un Taxi. Viajamos con destino al suroeste de Lima hasta llegar a una urbanización en las afueras de Chorrillos, cerca al mar, con vista al malecón, pasando el Club Villa. El recorrido fue tenso, por el calor y por las miradas de mamita que viajaba en silencio. El chofer no hablaba, no silbaba, no decía ni pío, para colmo el auto no tenía radio. Cuando faltaban pocos kilómetros para llegar al destino. Mamá tomó la iniciativa de la conversación, me dijo a boca de jarro:
—¿Hasta acá te vienes a enamorar? ¿Te hubiera pasado algo con tanta delincuencia?
Yo, mudo, quería bajarme del carro. Mamá seguía con la lora:
—¿Cuánto tiempo has perdido en ir y venir? Te hubieras puesto a estudiar un idioma. Un oficio.
Yo seguía mudo. Mamita continuaba, no había como hacerla callar:
—Nada has terminado y te quieres casar. ¡Qué falta de criterio! Abandonaste la universidad, los estudios de dibujo y pintura, las clases de mecánica. A espaldas de tu papá te apoyé para que estudies tu teatro. ¿Y? ¿Terminaste tus estudios de teatro? Nunca vi un papel, un certificado, un diploma. ¡Nada!
El quinto ángel tocó la trompeta, era el chofer, preguntando:
—¿Ahora por dónde voy? Ya llegué hasta donde yo conozco ¿Por dónde sigo?
Salvado por la campana, al toque tomé aliento y dije:
—Siga de frente hasta un kiosco amarillo. Voltee a la izquierda, tres cuadras, frente al parque, frente a la capilla.
—¡Llegamos! —exclamó con fastidio el chofer.
Pagué la carrera con billetes. Esperando el vuelto, mamita siguió con el rollo:
—¿Quieres mujer? ¡Te va a costar sudor y lágrimas! Se acabó la ayuda. Soltero recibes ayuda. ¡Casado, casa quiere! ¡Ya sabes! ¡Guerra avisada no mata gente!
—¿Madre, por qué me has abandonado? —recé en mi interior.
En el frontis de la casa había una requetefila de autos últimos modelos. Lo acordado había sido, una reunión sencilla para formalizar, para que conozcan a mi mamá y punto.
Abrieron la puerta. El señor padre de mi futura esposa nos hizo un recibimiento espectacular, con un terno elegante, con una mirada serena. La señora madre tenía su caché. Los invitados nos miraban en mancha hasta que mi futuro suegro tomó la palabra, habló bonito, habló de los deberes, derechos y obligaciones de un esposo responsable, fiel y trabajador.
—Ya empezaron los problemas —pensé.
Llegó el brindis. Me alcanzaron una copa de vino champán vintage con adornos dorados; para la novia la copa tenía adornos de plata. Me dijeron que tome la palabra. Me agarraron de sorpresa, no sabía que decir, dirigiéndome al auditorio, paporreteé lo que se me venía en mente:
—¡Señores y Señoras! A todos los que están acá y también a los que no están pero van a verlo después, no he venido preparado para decir algo, lo único que puedo decir es lo que voy a decirles ahora. Yo quiero, yo la quiero a, ella es la mitad que me faltaba, y por eso estoy con mi señora madre para formalizar. Y les digo que un hombre, es el que camina de frente sin bajar la mirada, es aquel que no miente porque el que miente no dice la verdad y el que dice la verdad no miente. Y siempre estaré mirando adelante para no mirar atrás porque adelante está el futuro y atrás el pasado y pasado está. Lo que fue ya pasó. Caminaré por el camino recto porque si doblo ya no es recto el camino. Entonces yo no estoy por el camino correcto. Seguiré el ejemplo de mis padres, pobres pero honrados, limpios y trabajadores. Siempre listo a dar agua al sediento, un pan al hambriento. Porque mis herramientas son mis libros. El respeto, ante todo. Respeto a mis mayores y a mis conciudadanos. Por respeto a Dios, por la Patria y por mi Familia que amamos lucharé hasta quemar el último cartucho. Lucharé para seguir adelante, como me enseñaron mis abuelos y ellos aprendieron de sus abuelos y así sucesivamente y de sus padres también. ¡Gracias!
Y no sé qué huevadas más dije, si mi papá me hubiera escuchado me agarraba a palos. Todos aplaudieron para salir bonitos en el vídeo. Algunos me felicitaron. Después, en la sala sin saber qué hacer o qué decir, se acercó mi futuro suegro con una botella de cerveza bien heladita, se sirvió un vaso cepillado reglamentario de a cheque, me preguntó:
—¿De qué barrio son ustedes?
—De La Victoria.
—¿Eres Aliancista?
—¡Sí! Blanquiazul.
—¡Yo soy del Sport Boys! Nos vamos a llevar bien. ¡No hay borracho malo!
El caballero soltó una buena carcajada. Había nacido el cariño y respeto mutuo de dos hombres sinceros. Conversamos de todo un poco hasta que nos interrumpieron. Mi futura suegrita sigilosamente se acercó entre los dos:
—¿Qué hacen conversando aislados? Acérquense a la familia.
—¡Hay, señora Chenita se nos casan los chicos! —expresó zalameramente a mi mamita la señora suegra. Mamita, contestó:
—Así es la vida. Los chicos crecen.
Yo miraba a mi mamá con un nudo en la boca del estómago. Mamita, sonriendo, desenvainó la daga. Lo había sospechado desde el primer momento que entramos a la casa. Pidió la palabra.
—Señor César Máximo Décimo, que quede bien claro que yo hablé con su hijita. Acá está ella y no me dejará mentir. Hijita, delante de tus padres que tanto quieres. Yo te estoy advirtiendo y repitiendo más de una vez lo mismo. Ya te advertí en mi casa. ¡No te cases con mi hijo! Él no es para ti. Es mujeriego, es dormilón, amiguero, no tiene profesión. Los sábados se emborracha con el grupo de exalumnos de su colegio y los domingos en Matute con los de la Barra Aliancista. ¿Tú quieres eso? Bueno, es tu problema. Después no te quejes. No me vengas a dar las quejas. Yo no pongo la mano al fuego por él. ¡He dicho! Y no vuelvo hablar del tema. ¿Entendido? Ahora puedo recibir una copita de cachina que me estaba ofreciendo tu papá. Tenía que decirlo. Me iba a sentir mal toda mi vida si no lo decía —. Había hablado mamita.
Mi futuro suegro soltó una escandalosa carcajada como buen chalaco. Con mucho respeto abrazó a mi madre, le dio un beso en la frente, diciéndole:
—¡Somos familia!
Unos tragos más, unos bocaditos. Con mamá comenzamos a despedirnos de todos los presentes. Con mamita llegamos a una esquina. Paró una combi asesina. Mamá en todo el viaje me miraba circunspecta. Llegamos a casita. Como despedida la miré con todo el respeto del mundo, con una sonrisa franca, como hijo engreído. Le regalé un besito cariñoso como cuando era niño, murmuré:
—¡Gracias mamita!
La alegría se me había convertido en preocupación.

Mamelena y Alejandra María León Palma. Nicolás D. León Cadenillas y Rodrigo León Palma. (Lima, octubre, 2014)


NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Karlsruhe, 2010

JORGE ACUÑA, el Artista de la Plaza San Martín. NDLeón

JORGE ACUÑA, el Artista de la Plaza San Martín. NDLeón

Jorge Acuña y Nicolás León
Lima, febrero de 2005


JORGE ACUÑA, el Artista de la Plaza San Martín
Siendo alumno de la Escuela Nacional de Arte Dramático —ENAD (1970) de vez en cuando y repetidas veces, asistí a la plaza San Martín del Centro de Lima solo para ver a Jorge Acuña Paredes; aprovechando el pánico; de paso, veía a otros jóvenes exponentes del arte del mimo, pantomima y teatro; los temas eran diversos, político, panfletario, artístico; pero lo bonito era que se aprendía; desparpajo, frescura y rapidez mental; en una oportunidad escuché a un actor decir: —Para trabajar en la Plaza hay que tener estómago. Yo no puedo —. No entendí la magnitud de la premisa. Pero, cuando estuve en el ruedo en una plaza del norte peruano, sentí la sensación de los maestros juglares, hacer de tripas corazón.
Jorge en el ámbito de ciudadano de a pie y como hombre de teatro fue solidario. Gran amigo. Compartió su ruedo, marcado con tiza, de la plaza San Martín. Él tenía su tiempo de cada acto. Pero, era un maestro y padre de familia. Compartió su ruedo con jóvenes artistas. Explico: En el ruedo participaban cuatro artistas y solo era un sombrero. Después de terminar la faena, se iban a la casa de Jorge o al bar Palermo o al Quiéralo, contaban el sencillo y lo repartían entre cuatro. Jorge nunca opinó lo contrario: —¡Que yo soy el fundador, el dueño del circo o del ruedo! ¡No! —. Él, Jorge Acuña, solidariamente aceptaba su bolo de la tarde de las muchas tardes maravillosas que nos deleitó.
En la 2da Muestra de Teatro Peruano (1975) creada por Sara Joffré, organizada por el grupo "Homero, Teatro de Grillos". Jorge Acuña participó conjuntamente con otros actores nacionales. Yo fui adjunto de Jorge, su asistente, luminotécnico. Fue sencillo, me conocía de pies a cabeza su repertorio. Le escuchaba sus anécdotas con fascinación, eran verdaderas obras de arte, puro realismo mágico, tenían de locación, lo andino o amazónico.
Hubo días que después de sus funciones en la plaza nos tomábamos unos tragos o lo acompañaba a su departamento en el centro de Lima, preparábamos avena, unos panes, y charlábamos largo y tendido de nuestro quehacer teatral. Me obsequió uno de sus libros, lo presté y no me lo devolvieron. Sin libro, le pedí uno de sus trípticos impreso en mimeógrafo donde estaba el cuento El Ladrón Que Robó al Ratón, pieza que me ayudó en mis correrías, periplos, en mi andar de mochilero cultural. A fines de los años setenta en París en un Encuentro Escénico presencié varias obras de teatro, una de ellas llamó mí atención; luces, música, mimo y teatro; una bonita combinación; el libreto: Oh, sorpresa; una versión corregida y aumentada de El Ladrón Que Robó al Ratón. En el cartel la obra tenía un título diferente, no aparecía el nombre del autor. Después de la función me acerqué al director y en buenas migas le expliqué que el autor del original era el actor, mimo, dramaturgo, peruano: Jorge Acuña. El director tomó nota. El Lima; rodeado de actores, directores, escritores; al profe Jorge conté la anécdota. Escuchó con mucha atención. Su respuesta fue una gran carcajada que nos contagió a todos los presentes. No se habló más del tema.
En la VII Muestra de Teatro Peruano que se realizó en la ciudad de Iquitos (1980), organizada por el grupo Urcututo, compartimos tablas con su hijo Jorge Acuña Rázuri. En la plaza de armas de Tamshiyacu, localidad de la provincia de Maynas, presenté el mimo La Sopita de la autoría del maestro Jorge Acuña.
En mi estadía en Europa no tuvimos la oportunidad de encontrarnos. Solo me queda decir que aproveché su amistad, sus ocurrencias, sus consejos. En dos de mis libros menciono al Mimo Acuña, al loco Jorge Acuña, como el profesor de la plaza San Martín, el que abrió el camino para muchos de mi generación. Hasta pronto mi querido maestro Jorge Acuña.
*Libros: Cuentos Breves Para Mi Nieto (2011) & De Chorrillos Hasta las Playas de Río (2016).


Libro: CUENTOS BREVES PARA MI NIETO (2011)
Subtítulo: "Con el saco sobre el hombro voy buscando mi destino"


Libro: DE CHORRILLOS HASTA LAS PLAYAS DE RÍO (2016)
Subtítulo: "Argentina / Tucumán"


**Jorge Acuña Paredes (Iquitos, Perú, 1931-Suecia, 2025) fue un actor peruano, mimo y narrador oral, fundó el teatro callejero en el Perú el 22 de noviembre de 1968, cuando salió a actuar por primera vez en la Plaza San Martín. Egresado de la Escuela Nacional de Arte Escénico ENAE.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, miércoles 30 de abril de 2025