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REJAS DE FIERRO EN EL PARQUE de NDLeón

REJAS DE FIERRO EN EL PARQUE  de NDLeón

Puerta de entrada al campo de concentración de Dachau en Alemania


REJAS DE FIERRO EN EL PARQUE
Hace muchísimo tiempo en un parque olvidado, maltratado, ubicado en un distrito popular, poblado de gente obrera y de algunos cuantos empleaditos de media mampara se inició una gestión para erradicar la basura y alzar la voz por las abusivas cobranzas del régimen tributario de los arbitrios de los servicios públicos de limpieza pública, parques y jardines, la vecindad reclamó -¿Por qué tanto abuso? Si de parque no tenemos nada solo tenemos un terral y no tenemos agua para tener jardines, no podemos regar ni una maceta -. Pero, todo el reclamo fue en vano porque varios vecinos amarillos apoyaban la corrupta gestión del señor alcalde y de su séquito municipal.
Las vecinas que ponían en sus casitas sus tienditas; sus bodeguitas, ventas de raspadillas, gelatinas, gaseosas, mazamorra morada, etc; sus humildes negocios eran cerrados cruelmente, amenazados y multadas por la autoridad edil con la anuencia de los propios vecinos de mierda, acomplejados "pituquitos", "blancos misios" del barrio populoso de la pelota de trapo, trago, jarana y carnaval.
En una oportunidad un vecino con título universitario apoyó con malas artes concejales a su señor padre para que iniciara un negocio dentro del chequeado parque abandonado. En pleno febrero de harto calor engatusaron a los jóvenes, solicitaron hojas de vida, curriculums, ordenaron a los chicos en fila india en el centro del parque, les pidieron un buen billete para la inscripción. Los contratistas muy magnánimos aceptaron a una centena, en un par de horas les dieron las instrucciones de las labores a ejecutar. Los muchachos realizaron un trabajo de hormiga, peinaron el distrito y peinaron, también, los distritos vecinos y lejanos. Después de siete días de arduo trabajo a pleno sol de verano ardiente, no les dieron el refrigerio acordado, ni los pasajes de la movilidad, sencillamente los estafaron. No les pagaron nada, ni les dieron las gracias. Pasaron los días, los jóvenes reclamaban, al principio les decían que regresen a la semana siguiente, luego a la semana subsiguiente. El jefe de la organización los amenazó con efectivos contratados de la municipalidad. El contratista, un viejo zorro ejecutivo de negocios de alto rango, en complicidad con su familia; abogados, leguleyos, tinterillos, monaguillos, sahumeras marianas; y con el ingeniero gerente de obras públicas y mantenimiento sembraron horrorosas rejas de fierro en las entradas con puertas que retumbaban al abrir y peor al cerrar, para colmo arriba de la reja colocaron la cruz de Israel, todo está parodia la vanagloriaron ‘aludiendo seguridad ciudadana’ en complicidad con el corrupto señor alcalde, regidores y directivos de la gestión distrital.
Cuando llegaron los jóvenes a cobrar su justo jornal, destajo o salario. Fueron desairados por la seguridad contratada por el patrón y su familión.
-¡Jóvenes, el parque ahora es condominio, no pueden pasar! -gritó el guachimán.
-¡Abre la reja CDTM! ¡Esta mierda que va hacer condominio es una vecindad estamos en barrio popular! -gritaron los acreedores.
-¡La directiva me ha ordena'o no abrir a nadie! ¡Si joden llamo a la policía!
-¿Condominio? ¡Idiotas! ¡Tú no tienes la culpa pero ese HDP las va a pagar!
Terminó febrero, el vil patrón estafador se largó debiendo el oro y el moro. Su familia se quedó rezando, todas las mañanas, frente en la inmaculada cruz enrejada del parque para que no den con su ubicación ni por Google Earth ni por un soplón. Palabra de Dios.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, 2020 

AGUA BENDITA de NDLeón

AGUA BENDITA de NDLeón



AGUA BENDITA

«El agua es vida».  

Sabemos por la sagrada historia que Herodes mandó matar a los inocentes niños de Belén. Qué barbaridad, qué necio. Nuestro Nazareno la libró. En la actualidad muchos indeseables malditos siguen con esa terrible obsesión de maltratar a los parvulitos, a los niños, sin ton, ni son y lo peor sin razón. ¡Miserables!

Jesucristo, dijo: «Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos». Los niños grafican la pureza y veracidad. Pero, muchos hijos de Satanás no cumplen las enseñanzas de las Sagradas Escrituras.

“Una mujer samaritana llegó para sacar agua y Jesús le dijo: Dame de beber” Jn 4, 7. Y la mujer extraña le dio de beber al Maestro.

El agua es vida. Imposible pensar nuestra existencia sin ella. El agua es bendita. Juan Bautista bautizó a Jesús, al Hijo de Dios, con agua. Y las sátrapas menosprecian sin pudor, ni dolor, el sagrado líquido elemento. ¡Miserables!

El agua es el vivir del día a día…el agua para los niños es el divertir con Cristo, con José y con la Santísima Virgen María Madre de Dios.

El niño es la más grande creación de nuestro Creador Todopoderoso.

Salvajes, miserables, quienes osan lastimar a un niño provocándole el llanto, la tristeza, el sufrir. ¡Miserables!

Arrojar la bendita agua de las pequeñas piscinitas por los desagües es un gran pecado mortal, elucubraciones de gentitas hipócritas, que rezan, se golpean el pecho, se hincan ante la cruz, pero, trampean con el mal. ¡Miserables!

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Parque Miguel Dasso, Lima 13, febrero caluroso, 2022.

OYE CUADRICULA'O de NDLeón

OYE CUADRICULA'O de NDLeón


OYE CUADRICULA'O
Manitas de colores, símbolo de alegría.
Arco iris, flores, luz y amores.
Verde verdor ayudas a sofocar el calor.
Amarillito, amarillanto, caminas por el cielo brillando.
Blanco inmaculado pureza niños sin pecados.
Rojo fuego Corazón de Jesús.
Azul cielo o azul marino distrito en que vivimos.

Gris negro pardo sesos desahuciados.
Pesadillas, pasados, retorcidos, manipulados.

Oye cuadriculado que estás a mi lado.
Despierta, sácate las lentejuelas, abre los ojos, mira,
juega la primavera en verano con colores, risas, agua y serpentinas.
Oye, adulto cuadriculado, esclavo del hábito, lee, viaja, sonríe,
camina tras un ideal, un sueño, busca metas
para que no te entrometas
en las inocentes pasiones de niños juguetones.
NICOLÁS D. LEÓN CADENILLAS
Lima, verano, 2022

RICO DASSO DE BALCONCITY de NDLeón

RICO DASSO DE BALCONCITY DE LA RICA VIKY de NDLeón
Fragmento del libro “Cuentos breves para mi nieto” de Nicolás Daniel León Cadenillas

Fotografía de 1973 de Raúl Yong Gordon +. De izq a der:
Enrique Abel “Kike” Yong Gordon, Rolly & Pepe "Santana" Ahumada


RICO DASSO DE BALCONCITY DE LA RICA VIKY

De un momento a otro tuvimos como destino el Distrito de La Victoria, la mudanza fue en el camión de mi padrino. Salimos felices de nuestro callejoncito pobretón, contentos, con mucha algarabía. Nuestros papás se habían fijado la meta de construir su casa propia empeñándose no sé por cuántos años, habían comprado un terreno de ciento veinte metros cuadrados, nos esperaba otra realidad que sería nuestra gran sorpresa, un canchón. Como llegamos de noche no pudimos ver bien donde llegábamos, esto se deslumbró a las seis de la mañana, era un cuarto grande de madera, palos y cartón, y afuera del cuarto estaba el baño.
Los rayos solares entraban por los cartones que teníamos de techo, nos despertamos todos juntos; mi hermano y yo salimos a inspeccionar el terreno y la calle. Al frente de la casa teníamos un pampón lleno de basura, desmonte, botellas de todo tipo, piedras, ramas y materiales de construcción. Y encima de todo eso jugaban a la pelota unos niños de nuestra edad. Nos invitaron a jugar contra ellos, como nos faltaba un jugador apareció nuestro vecino. Me estiró la mano y se presentó:
—¡Hola, soy Beto!.
—¡Hola, soy Tino! —respondí dándole un apretón de mano.
Varias semanas después, ya familiarizado con el barrio, en uno de los partidos de fulbito contra unos revejidos, se armó la bronca, me tuve que trompear con el líder del otro bando, me pegaron. Con el tiempo aprendí a trompearme, cuando me tocó nuevamente fajarme con el revejido, le di de alma, acordándome la catana que me había dado tiempo atrás. Los padres del revejido se acercaron a la casa, le dieron las quejas a papá, y papito me comenzó a gritar que era un abusivo y por poco me pega si no esquivo el golpe.
Entre la muchachada a veces había piconerías y nos trenzábamos por quítame ésta paja, pero si era un extraño el que nos buscaba la bronca nos olvidábamos de nuestra rencilla y nos uníamos para darle forata al extranjero.
En el barrio tuve mi primera enamoradita, me comencé a limpiar los zapatos sin que nadie me dijera nada, lavaba mi uniforme, me cortaba el pelo, y trataba de estar bien peinadito. Si había que jugar una pichanguita me cambiaba de ropa y de zapatos.
En una reunión de la muchachada, acordamos limpiar el parque de toda la basura, vidrios rotos, latas, botellas, desmonte, y hacer nuestra canchita de fulbito para no estar jugando en las pistas que cada día era más peligroso por el aumento del tráfico de autos, de micros y otras líneas de ómnibus. Tardamos como una semana y cuando íbamos a jugar una pichanga contra los vecinos del parque de al lado y entre nosotros, salieron nuestros papás a tomarnos fotos, a tomar fotos a los cerros de desmonte que habíamos formado para que los recogiera los camiones de la basura. Todo normal. Bonito.
Para el segundo sábado habíamos organizado un cuadrangular, con equipos de nuestra edad, todos los muchachos con sus camisetas nuevas, nuestras camisetas eran de color verde. ¡Las más bonitas! El primer partido, a las diez de la mañana, jugamos nosotros como dueños de casa, cada tiempo duraba quince minutos. Ganamos raspando con las justas. Casi con bronca. Los delegados de los equipos tranquilizaron a todos los jugadores y a las barras. Todo un ambiente de fiesta, con raspadillas, refrescos, canchita, helados. Todo lindo, no podíamos dejar que otro equipo se lleve el trofeo, una hermosa Copa, chiquita pero era un trofeo. En el segundo partido, partido con patadas y roces, jugando muy brusco, fue interrumpido por dos camiones de la Municipalidad que se metieron al terreno de juego, protestamos, comenzaron a regar el Parque, comenzamos a tirarles piedras para que se vayan, en eso llegó un carro con el señor Alcalde, protestamos diciéndole que nosotros habíamos limpiado el parque para tener un espacio donde jugar. El alcalde nos sacó una carta de los Propietarios Padres de Familia del Parque, que decía:
—“Que todo esto es un abuso de las autoridades, que nuestros hijos limpian el parque para tener un espacio verde y se están exponiendo a la suciedad, que pueden enfermarse y contagiarse de un mal, por lo tanto deseamos que la Municipalidad realice el trabajo de sembrar y colocar árboles, que para eso pagamos los impuestos, por las áreas verdes, parques y jardines... ”
—¡Pero nosotros hemos limpiado para tener nuestra canchita de fulbito! ¡No queremos parques ni jardines, ni áreas verdes, queremos una canchita de fulbito donde jugar!
—Lo siento muchachos, ya salió el presupuesto y esto se tiene que realizar, quieran o no quieran. La carta dice bien claro que los vecinos del parque quieren un área verde. No dice nada de una Losa Deportiva.
Miramos hacia una esquina donde estaban los adultos reunidos, todos cambiaditos, ya sabían que iba a llegar el Alcalde, un padre de familia se le acercó y en nombre de todos los vecinos, agradeció por la realización del trabajo por el bien de la comunidad.
—¿Señor Lumbrera, ustedes sabían de todo esto? ¿No? ¡Aprovecharon que nosotros limpiamos para ir a la Municipalidad! ¿Por eso tanto empeño en sacarnos fotos? ¡Nos han utilizado! ¡Qué mierdas!
—Miren chicos, el Parque por fin va a tener flores, grass, árboles y veredas. Ustedes tienen que estar contentos... si quieren jugar para eso está el colegio, a la hora de educación física ahí juegan.
—¡El colegio no se ha hecho para jugar! ¿Quién le ha dicho a usted que el colegio es para jugar? ¿Usted nunca ha ido a un colegio? ¡El colegio es para estudiar! ¡Viejo de mierda!
—¡Huevón!
—¡Caga’o!
—¡Mantenido!
—¡Idiota! ¡Tarado!...
—¡Tino! ¡Le voy a decir a tu papá que me estás faltando el respeto!
—¡Váyase a la mierda, dígale a quien quiera! ¡Cachudo! ¡Dígale a su mujer también! ¡Pesetero! ¡Arrastrado!
—¡Mis hijas no juegan en este lugar por culpa de ustedes! ¡Qué son unos malcriados y tienen todo el parque descuidado lleno de basura!
—¡Sus hijas no juegan acá pero se revuelcan de lo lindo en el otro parque con sus mariachis! ¡Viejo tarado!
—¡Dentro de poco te van a traer nietos! ¡Zonzonazo!
—¡Don Goyo! ¡Su hijo me está faltando el respeto!
—¡Tino! ¿Es cierto eso?
—¡Acá somos como veinte y al único que ve es a mí! ¡Pregunta a los demás si yo he faltado el respeto! ¡El señor Lumbrera dice que si queremos jugar tenemos que jugar en el colegio! ¡Yo lo estoy corrigiendo que en el colegio no se juega! ¡Que el colegio es para estudiar! ¡Porque el que estudia! ¡Triunfa!
Mi papá tragando saliva no defendió ni atacó a nadie, lo escuchado le parecía un cuento bastante conocido. Lo cierto que nos quedamos sin canchita de fulbito. La primera firma que había en la solicitud para el señor Alcalde era la de mi papá. ¿Cuándo no? Siempre su mano negra y los vecinos sus borregos. Tuvimos que seguir jugando en las pistas por un buen tiempo. Más grandecitos, afuera del parque armábamos nuestros equipos de fútbol jalando gente de las diferentes cuadras para enfrentarnos a otros cuadros de los distritos vecinos. Que bonitos tiempos y esos tiempos no volvieron jamás.
**En la Placa del Monumento se encontraba el nombre de mi señora madre Doña Rosa Elena Cadenillas Uribe de León, la Madrina, representante de todas las madres del Inmaculado Parque Miguel Dasso de la urbanización Balconcillo del Distrito de La Victoria. Lima - Perú.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Karlsruhe, 2010 

BARRANCO, ARTE Y TOILETTE de NDLeón

BARRANCO, ARTE Y TOILETTE de NDLeón



BARRANCO, ARTE Y TOILETTE
Después de muchos meses de controlar mis salidas interurbanas, rompí el hechizo, realicé en el transporte Metropolitano un viaje de Lima a Barranco con un claro objetivo, asistir al espectáculo de mi amigo, gran colega, director del grupo teatral Kuntur, José Roldán, en su trabajo escénico «DE CUERPO ENTERO, teatro, música y poesía», Roldán es un artista completo; actúa, canta, recita, declama, toca el cajón peruano; se despacha a su gusto con una calidad envidiable. Muy buen trabajo, además que el texto dramático de la autoría de nuestro recordado profesor Sergio Arrau es una delicia; los poemas dramatizados son de variados autores; clásicos y conocidos poetas nacionales; Vallejo, Neruda, Florián, entre otros. Y como cereza, sala llena con público selecto y entre ellos un grupo de conocidos artistas; cineastas, sindicalistas, plásticos, poetas y gente de teatro. El programa es recomendable para toda la familia.
La tarde cultural fue maravillosa hasta que llegó la triste despedida.



Por terapia tengo que resaltar una experiencia cuasi humor negro, la Sala del Adulto Mayor –SAM de Barranco me sorprendió por su amplitud, aireado, grandes ventanales, buena luz, un lugar idóneo polifuncional, con portero y guardián. Todo casi perfecto. Digo casi porque al momento de despedirme, antes de mi viaje de retorno a mi casita ubicada en el populoso barrio blanquiazul, solicité el inodoro; el baño, los servicios higiénicos; la toilette. No recibí respuesta de mi interlocutor. El actor y otro señor mayor me dijeron que la cómoda Casa del Adulto Mayor no tenía baño. Me recomendaron que me dirija al inmueble vecino donde funciona el Serenazgo, Seguridad Ciudadana «BA.SE 1 - BARRANCO SEGURO» y les haga saber que estoy en una actividad de la Sala del Adulto Mayor SAM. Salí rapidito a pasito ligero. En la amplia puerta del Serenazgo pedí encarecidamente me presten el orinario.
-Buenas tardes, estoy en un velada cultural en el auditorio del SAM, baño por favor. Préstenme el bañito. -La señorita vigilante pidió permiso a su jefe y este la pasó de taquito a otro administrativo. El jefe mayor vociferó desde su escritorio:
-¡Esto no es baño público! ¡Se están mal acostumbrando! –Chuchi, mi sexto sentido automáticamente buscó, bien solapa, un auto, una llantita de un auto; un poste a media luz, un arbolito mal parado, una sombra en el atardecer. Crucé las piernas para mejor concentración y llegar a la meta.
-¡Jefe… es un adulto mayor! -Escuché que la señorita vigilante dijo con voz de imploración.
-¡Ya, bueno pés… qué pase! ¡Qué sea la última vez!
Entré al inmueble, una señorita con su dedito índice de su manita izquierda me señaló en camino, al fondo a la derecha, a cinco metros de distancia estaba la puerta del bendito baño. Fueron largos metros de distancia. Entré con las justas al baño. Cerré la puerta despacio apretando los labios. Faltaban dos metros más para alcanzar el invaluable orinario barranquino. Fue una gran proeza para un adulto mayor que se encuentra en óptimas condiciones. Me pregunté -¿Sí estuviera con los achaques producto de mi edad, qué hubiera pasa’o? -Lavada de manos contando hasta veinte tarareando La Internacional. Salí a paso lento del servicio higiénico. Llegué a la puerta, agradecí a la señorita vigilante dos veces. Bajé las dos gradas, volteé, miré las grandes letras del portal, con mi voz de Dionisio proferí una queja para que escuche el jefecito y los subalternos, escuchen todos y no cometan burradas.
-Sí hubiera sabido que la preciosa Casa del Adulto Mayor de Barranco no tenía baño, no venía. Sí hubiera sabido que su vecino el Serenazgo BA.SE 1 - BARRANCO SEGURO de las avenidas El Sol y San Martín no socorre al adulto mayor, no hubiera venido, menos venir a exponerme a una situación de emergencia. Serenazgo Ba.Se 1 de Barranco que no ayuda al prójimo, no socorre, no es serenazgo, es un elefante blanco.
Recuerdo que hace muchos años atrás Barranco era ejemplo de cultura, arte, música, cine, títeres. Ahora, culturalmente ha perdido mucho, también les falta sentido común y educación.
Pensaba solicitar fecha y horario para brindar una función en la Casa del Adulto Mayor de Barranco, tendré que esperar hasta que el actual alcalde Arq. Juan Rodríguez Cárdenas se enteré del doloroso mal e instale un par de baños, y no cualquier baño, baños geriátricos para sus dignas damas y sus dignos caballeros vecinos del bonito balneario de Barranco.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Lima, febrero, 2020