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El cajonero cajoneador

El cajonero cajoneador
"Primero tengo Patria que partido". Miguel Negrete.


Dedico este cuento, escrito con arañazos de realismo mágico, a los pocos 
compañeros ejemplares, honestos, decentes y honrados de la Promoción 1956 
de la Gran Unidad Escolar "Alfonso Ugarte" de San Isidro. Lima 27.

Corría los años ochentaitantos, la fecha exacta la tengo entre una nebulosa de datos y titulares que leí en los periódicos de la ciudad capital: "La peor crisis económica en la historia del país. Insólita hiperinflación. Corrupción y delincuencia. Gran descontento social".

A esta altura del partido, la fama me había sido esquiva, no era famoso, pero si era recontra conocido en mi bello distrito; en mi querido barrunto, en las canchas de fútbol macho; en las misas y procesiones de los santos patrones; y en las famosas polladas sodomíticas bailables que ofrecia el partido antiimperialista con sabor y saoco de música Tecno Chicha Mariachista Tropical Tijuana.

Caminando por la Alameda del Deporte me crucé con mi antiguo amigo el famoso pintor de brocha gorda y entrenador estrella de nuestro equipo campeón victoriano en la Interligas de la Liga Provincial de Fútbol de Lima: El Greco D.T.

- ¡Compañero! Te estoy buscando desde hace varias lunas.
- Yo tengo casa, mi querido Sócrates, güeveando no vas a encuentras a nadie. - le contesté amigablemente.
- Oe, yo soy Horacio, no te güevées …
- ¡Horacio Claudius Di Francesco, alias, Mano Bendita! ¡El profesor de la hoja ... seca …
- ¡Compañero! El doctor Mauricio Mejía te está buscando …
- Horaclítores, no me digas compañero, ni cumpa, ni camarada, ni correligionario, ni hermano. Yo tengo mi nombre …
- ¡Tá bien, mi querido Judas Damián!
- Jejjejejej, pendejerete es usted. Mi respetable Cara de Nada.
- Ya, deja hablar. El doctor Mauricio Mejía te está buscando, quiere hablar contigo, necesitamos hacer una parodía que critique duramente a este gobierno del Chino Rata y a todos sus ayayeros delincuentes y corruptos. Si sale para febrero, mejor.
- Para el Día de la Quema del Ño Carnavalón.
- Tú sabes de lo que estoy hablando, no te hagas el estrecho.
- ¿Cuánto hay?
- ¡Colabora pé!
- Yo soy artista. No trabajo gratis. Mis hijos comen. Exijo respeto. Que tal conch ciencia la de ustedes. Son los nuevos ricos y yo el cojudo de la coobói.

Hablé con el doctor dueño del circo. Le propuse una adaptación popular: “La sinvergüencería de Alín Babá y la banda de los cuarenta faneones”. No aceptó.

- No, pé, algo que sea local del barrio. Tú manyas, hay que dar lo que le gusta a la gente.

Busqué mentalmente otro título dentro de mis genialidades de mi repertorio grisaceo palta.

- "El cajonero cajoneador". Música, cajón y castañuelas. Trata de un pueblo, con sus costumbres e idiosincrasia que con la ayuda de sus autoridades …
- Excelente, la necesitamos para la tercer sábado de febrero.
- … viven con un manto de trísteza y de miedo. - Esto lo dije para mis adentros. - ¿Cómo es? - pregunté en prima.
- Ya sé, te vamos a dar un viático, la mitad de un sueldo mínimo.
- Me estas dando un diezmo, eso es una propina. Acepto porque estoy misionero. Y el Alcalde está que se levanta ...
- Más respeto con el señor Alcalde, todavía no le han comprobado nada por lo tanto es inocente hasta que la Justicia compruebe lo contrario.

En el Aula del Comité de la Calle 13, me presentaron a nueve jóvenes. Inteligentes, brillantes y con una oratoría endemoniada.

- La obra es de mi autoría. Es una adaptación recontra libre de una adaptación formal de un cuento clásico tradicional europeo. Pero esta versión en mía de mí, de mi propiedad. Yo soy el autor.
- Perdón profesor, una pregunta, ¿quién es el autor?
- Según el cronograma sólo tenemos tres días de ensayos, para el primer día de ensayo: Quiero letra aprendida. Asi como se saben de paporreta las sabias enseñanzas del maestro y guía, me traen de memoria todo el libreto, texto y acotaciones. Y un par de sánguches y gaseosas. No compren nada en carretilla, nada, se me enferman y la cagada.

Y asi fue, en el primer ensayo la juventud llegó con toda la letra aprendida al dedillo. El pequeño problema que se suscitó fue que les tuve que explicar lo que querían decir los personajes en sus parlamentos y cual era el contenido y la intención del director.

- No quiero que hablen como charlatanes, ni como encantadores de serpientes, ni como Testigos de Jehová. Hablen como personas normales, como cuando toman desayuno con sus familias, con tonos claros y decentes.

El tercer sábado del carnavalesco febrero los actores de la Juventud estaban como navaja de gallos de pelea. El local del Comité de la Calle 13, repleto, no cabía un alfiler más. La obra empezó puntualmente una hora y media más tarde por culpa de Secretario General del Comité que se quedó atendiendo al Secretario del Secretario del Burgomaestre de la Plaza Mayor, Dr. Thíus Xorxes Pietro.

Tomé a los chicos de los hombros, hicimos un círculo, los motivé, les volví a repetir mi confianza y que ellos eran el futuro del Comité, y sumamente despacito les grité:

- ¡Mierda! ¡Tres veces mierda, mierda! – Me miraron asombrados y sonrieron de la travesura. – En el teatro, mierda, significa, suerte. – les expliqué muy bajito.

El joven narrador con el libro abierto mismo profesor de Lengua y Literatura tomó el centro de la sala, saludó y empezó su labor. Los demás actores tomaron sus posiciones disciplinadamente. Empezó la magia del espectáculo.

"Vamos a contarles un cuento, un cuento que puede ser que alguna vez haya sucedido en nuestra diaria realidad.
Es un cuento sobre:
Un flautista, quién es un flautista?
Un alcalde, quién es un alcalde?
Y un pueblo, quién es un pueblo?
Este era que te estera."

Hace muchísimo tiempo, en una bella ciudad, donde ahora se encuentra 
la Iglesia de Nuestra Señora de Las Victorias, no había nada, nada de nada. 
Salvo una chacra y nada más. Poquito a poco se fue poblando de honestas y 
trabajadoras familias, labriegos, artesanos, artistas. 
Gente pobre pero limpia, con oficios y beneficios levantaron sus humildes moradas.

"Diariamente todos salían a trabajar, al colegio, a hacer compras, 
y a muchas cosas más, todos querían hacer sus tareas rápido, 
llegar temprano a sus trabajos, a sus colegios, en fin.
 Pero imposible porque había tantos agujeros en las pistas,
tantas cañerías malogradas. 
Que para ir a cualquier parte había mucho que caminar. 
Y esto no era todo".

Los pobladores salían temprano de sus casas porque no había suficientes ómnibuses 
y las combis asesinas hacían su agosto bajo la tutela de las autoridades del tráfico.
 Las acequias y buzones sin tapas emanaban aguas servidas fecales. 
Los cerros de basuras hervían de moscas y de bácterias. 
Y en los paraderos no paraban los micros, 
paraban en cualquier sitio menos donde estaban las señales de Pé de parada. 
Uno que otro pericote andaba suelto en las esquinas conversando con el tombo del semáforo.

De pronto llegó un momento de angustía y deseperación. 
Llegó una banda de ratas.  Estos cobraban peaje y protección. 
Algunos pobladores reclamaron, las amenazaron para ahuyentarlas pero les fue muy mal.
 La decente población convocó al Consejo 
y juntaron una chancha de puro sencillo para contratar a 
un exterminador.

"Daremos las monedas a quien nos libre de los ratones".




Llegó un hombre vestido con habito monjeril y sandalias, aceptó el trato. 
Habló con los gansteriles animales.

"Hermanos ratas, por el bien de la comarca y de ustedes, 
tienen que abandonar el pueblo. 
Vengan conmigo, yo los guiaré donde hay comida y abrigo".

Los roedores malhechores ni se inmutaron, seguían rascándose las pelotas. 
El musicante metió su mano por uno de los huecos del hábito y sacó una flauta. 
Y al compás de la música del teteo, las ratas se atontaron, 
comenzaron a seguir al dichoso flautista.
 Llegaron al caudaloso río Huatica. El flautista les ordenó que subieran a los botes; 
cuando el musicólogo dejó de tocar la flauta, 
las ratas facinerosas se le fueron encima, le rompieron la cabeza con la flauta, 
descacanaron la flautita a zapatazos; 
lo amordazaron de pies a cabeza, 
y bien amarradito lo tiraron a unos de los botes para que
 el río haga su correspondiente trabajito de exterminación.

Después de una temporada, el pueblo había crecido aceleradamente. 
Habían terminado de construir la Santa Iglesia victoriana y contrastando a un costado
 habían construido, también, el edificio del mal,
 el Palacio Municipal. 
Y como obra de cuentos de hadas mezclada con coboyada, el flautista reapareció,
 vestido con jeans gastado, casaca de cuero negra y con gafas de sol, 
mismo Marlon Brando en "Nido de Ratas". Se cuadró en medio de la Plaza 
y conforme avanzaba a la Alcaldía, se percató que los guachimanes, 
los empleados y funcionarios eran terribles ratas. Sacó una zampoña de caña de carrizo 
y empezó con una tonada enérgica y vibrante. Las ratas lo rodeadon. 
El serenazgo, por un chisme, se enteró de la llegada del buen samaritano, 
le metieron un fierrazo por la espalda, y con cualquier pretexto lo detuvieron. 
Le levantaron falsos testimonios, lo denunciaron en la Comisaría, los hábiles policias
pericotes armaron un parte fraudulento, aludieron que el flautista estaba en contra 
de la Declaración Derechos Humanos,
 alterando el orden, la moral, las leyes y costumbres del gobierno de turno. 
Cuando lo llevaron en el patrullero, los policias y maleantes ratas, gritaron:

¡Crucifíquenlo, pá que aprenda!

Lo metieron preso cuatro años en una carcel en el centro de la ciudad.

Mientras tanto el alcalde saqueaba y cajoneaba, sus compinches cajoneaban;
el alcalde mayor y matones cajoneaban; 
el señor doctor guía y mesiánico gobernador, cantor y cajoneador: 
Cajoneaba.
 Todos cajoneaban al compás de guitarras y cajón, a una sola voz, con la ranchera El Rey:

"Con dinero y sin dinero / yo hago siempre lo que quiero y mi palabra es la ley. / 
No tengo trono ni reina / ni nadie que me comprenda / pero sigo siendo el rey".

Las pocas personas decentes no decían nada; por miedo o por cobardía;
 por represalia o por traición; no salían de sus casas por la 
contaminante peste bubónica de corrupción 
que había desatado el gobierno de turno con sus asesores,
 con sus ministros, congresistas, parlamentarios y el poder judicial.

Pasaron más de mil días y muchos más. 
El flautista recuperó su libertad, se le veía más flaco de lo que era. 
Pálido y ojeroso, se le escuchó decir:

"He sobrevivido al momento más grave de mi vida, 
estar en prisión en una cárcel de los que apoyan
 la Nueva Constitución".

El famélico flautista regresó a la Plaza del distrito blanquiazul, 
se encontró con una estatua del 
Primer Inca del Tahuantinsuyo, Manco Cápac.
 Señalando al vacio o a los culpables que habían vejado a la comunidad. 
Llegó con una blanca túnica corta con ribetes color azul púrpura. 
El flautista miró a su alrededor y no vio ninguna persona con la imagen y 
semejanza como nos creó Dios. 
Todos los pobladores tenían el aspecto de viles roedores.
 Aparecieron los chinos ratas; se le cruzaron los caballos locos ratas;
 los tucanes ratas, los mapaches ratas, las marthas ratas, 
los leones alegres ratas, los ratas ratas; faneones y petroaudios ratas,
 los perros ratas, los búfalos ratas, los pavos ratas, las gallinas ratas, ... 
las águilas, búhos y zorros, ratazas. 
El ambulante de triclico y de carretilla, y el gran comerciante, ratas.
 Desde el cura hasta el cardenal, el cachaco y el general; el tombo 
y el Sheriff Marshall; el licenciado, el Alcalde y 
el jefe general más el alcalde mayor, todos eran ratas, mucas, 
escorpiones, y camaleones, otorongos y el perro del hortelano: 
Todos, Ratas, Ratas-Ratazas.
Ratas con oratoria, ratas mudas, ratas ciegas, ratas sordas. Ratas jerarcas. 
Ratas con poder; ratas rastreras. Ratas-ratas.




La ciudad estaba llena de villanos ratas sin escrúpulos, 
estaba más peor que la verdadera ciudad de 
"Nido de Ratas".


Volvieron a tomar preso al inocente Flautista. 
A leguas se notaba que era un personaje extraño y bondadoso. 
Su estirpe y estampa de monje franciscano no la había abandonado. 
Las autoridades ratas capturaron al hermano desposeído. 
Su delito: Ser justo. Honesto, leal, fraterno. 
En este país ser solidario es un terrible delito sin nombre. 
Lo enmarrocaron, lo golpearon; lo flagelaron, azotaron;
 lo escupieron; se burlaron de él; esperaron algunas horas
 y en la tolba de una camioneta, de madrugada,
 lo trasladaron a una cueva a las afueras de la ciudad.
 Lo victimaron y lo desaparecieron del mapa. 
Borraron todas las huellas.
 Lo desaparecieron sin más ni más, sin explicación, 
sólo por una orden de arriba, 
orden del Chino Rata, traducido en japonés: 
Ladrón Ken'ya Lesa Humanidad.

Mientras tanto el pueblo honesto; 
las madres de la Plaza;
 las madres sometidas a 
esterilizaciones forzosas;
 los hombres y mujeres caídos 
en el Costa, Sierra y Selva;
 en el Norte, en el Centro y en el Sur;
 se preguntaban:

"Meses y años han pasado / ¿dónde estará? / acaso dentro de los pedregales / 
volviéndose tierra, o en medio de las espinas / ya brotando como hierbas".

La prensa corrupta mercenarizada - diarios y periodicuchos - 
al servicio del gobierno represor y autoritario, mentiroso, 
intolerante y cobarde; en grandes titulares colocaba
 hermosas cortinas de humo para ocultar la realidad. 
El Cardenal defensor de la Declaración de los Derechos Humanos 
se hizo el de la vista gorda; 
los laicos y curitas de la misma cofradía, también; 
algunas portadas fueron de lo más estúpido e infantín.

"La plata viene sola"; "Mi compromiso es con todos los peruanos" 
"El que no la debe no la teme".
 "Se autosecuestró" "Se autoeliminó" "Se autoenterró" 
 "Desapareció por su propia cuenta"
 "El grupo Colina son héroes" "Defiendo la amnistía para los Colina"
 "En este faenón no hay delito, sólo hay escándalo"
"Es la parlamentaria más joven, más bonita y la más votada"
"Mi gran intención es que se conozca toda la verdad".

La ciudad quedó limpia!
¿Quedo limpia la ciudad? 
Algún día sabremos, 
si quedo limpia de verdad!

Y esto es todo por hoy.

"Y colorín colorado este cuento se ha acabado y espero que te haya gustado,
 y fueron felices y comieron perdices".

La obra acabó, exactamente según lo planeado, fue una hora redonda del más puro histrionismo artístico multicolor de imágenes e imaginación. Fue un baño de Fantasía Clásica al más puro estilo de Walt Disney World Live Entertainment.

Los jóvenes y amas de casa aplaudieron unidos con entusiasmo, los señores de terno y corbata miraron al elenco como miran los políticos reaccionarios de la peor calaña, sin entender el mensaje de paz, de amor y de confranternidad.

Uno de los sacristanes invitados se me acercó con cara de karateca chino y haciendo puño con el rosario en la mano, me increpó:

- ¿Qué fue? ¿Un spot publicitario o un aviso comercial político contratado? ¡Has echado mierda con ventilador!
- Que culpa tengo yo que todos los gobiernos de porquería sean igualitos, tan iguales o peores. Mi querido sacristán Rey Rey Al'Cubo.

Un anciano enseñó un antiguo carnet amarillento, y preguntó:

- ¿Oiga, por qué la obra se llama El Cajonero , si el protagonista es el Flautista?
- Estamos en un error de apreciación, el protagonista no es el Flautista. El protagonista es el Cajonero: El Alcalde. El Alcalde es el verdadero cajonero cajoneador. Él es el que cajonea de lo más lindo. Y todos los cajoneadores compinches corruptos que se levantan al pueblo y al país entero.
- Entonces hubiera tocado un negroide. - Gritó un ciego cerebral.

Con el rabillo del ojo y de reojo, busqué a mi buen comparsa y le pasé el vivo.

- Oe, Horacio Claudius Di Francesco Mano Bendita, dile a tu jefe que no se olvide del pago.
- ¿Si te vamos a pagar o no crees que te vamos a pagar?
- No creo, ya ni en la Paz de los Sepulcros creo. A mi no te precipites ni te preciputes, ón.

El señor doctor Secretario General del Comité Calle 13 antes del Brindis de Honor se dirigió a todos los presentes pero sacaba culo, no me daba cara. Todo me olía a mecida, inmediatamente después de sus preconcebidas palabras, sacó la guaracha.

- Estimados ciudadanos, noble Artista, tenemos el honor, la alegría, el placer, de declararlo hijo ilustre del Comité Calle 13.
- Muchas gracias. – despacito volví a preguntar lo mismo - ¿Quisiera saber cuándo me van a pagar?
- Después hablamos, salud.

Me güevearon ese día y me siguieron güeveando los días sucesivos. Me fui a quejar donde el Señor Alcalde.

- Señor Alcalde lo vienen a buscar
- Dígale que estoy muy ocupado
Señor dice el Alcalde que está muy ocupado
- Dígale que necesito hablar con él. Que soy el Actor-Director-Dramaturgo, y quiero mi paga.
- !Ay, qué mal estoy del resfrío, no oigo nada!
- El Alcalde se siente mal, vuelva mañana.
- Yo he hecho un trabajo y alguien debe pagarme.

Hasta que por fin encontré al Secretario Nacional de Disciplina y Control. Me atendió fraternalmente.

- Promesas son promesas. - me dijo enfáticamente. - Nosotros antes de ser gobierno, prometímos el oro y el moro. ¿Qué promesa se ha cumplido? Ninguna. Y te vamos a pagar tu ridiculo viático. No seas ingenuo. Apoya a tu gobierno, pon tu pechito, no seas antipatriota.


Al final no me pagaron nada, ni el viático ni todo el palabreo que me prometiron. Nada. Fue una gran mecida universal; de aquí para acá, de allí para aqüí. Sólo me quedó decir:


 "Si sabes mucho enseña, si sabes poco aprende".

Fin.
BW. Mai. 2012.


Prontuario Bibliográfico. 
. Diarios y semanarios:
 La Tribuna, Correo, Ojo, El Bocón, El Chino, Todo Sport, El Men,
 El Popular, Trome, Líbero. 
. Película:
 "El rostro impenetrable", conocido como "One Eyed Jacks". Género:
 Western/Drama, 1961, dirigido y protagonizado por Marlon Brando.
. En letra cursiva, fragmentos del cuento:
 "El Flautista de Hamelín" de Sara Joffré.
. Canción: 
“Huamanguino” de Ranulfo Fuentes.
. Foto:
 Préstamo del mítico colega Marlon Brando en "Nido de Ratas".

Misión en el Club de la Unión

Misión en el Club de la Unión

Cuarentiocho horas ininterrumpidas se necesitaron para grabar las escenas con vista a la Plaza Mayor del Centro Histórico de Lima. Las escenas correspondían a una gran película nacional de categoría B de bajo presupuesto, co-producción peruano-gringa. Espías, militares y asesores en pugna para mantener al corrupto y sanguinario Presidente  títere en el poder. Dos días full time. El plató fue minuciosamente preparado en los amplios y bellos salones del Club de la Unión.
El actor estrella fue un reconocido actorazo de Hollywood. Llegó, grabó y se fue. En el breve tiempo de su estadía demostró clase, talento y experiencia frente a la cámara.
Todo funcionó como un ejercito recontra disciplinado. Nuestra primera sorpresa fue el libreto en inglés. Todo en inglés americano. Los que teníamos texto nos miramos muy sorprendidos. La asistente del Director entendió nuestras miradas y nos ordenó repetir mil veces nuestras brevísimas líneas; con su ayuda pescamos fonéticamente algo cercano al ideal. Después nos tomó examen y los mejores alumnos eran incluidos en las tomas, el resto hacía de bulto o de extras.
Pasaron seis meses y nos llamaron para hacer lo mismo y en la misma locación. En el revelado de la cinta hubo un error en el laboratorio y una buena parte de esta colapsó. En esta nueva oportunidad el Director aprovechó hacer unas acrobáticas tomas demás con variadísimos planos.


El actor estrella fue reemplazado por un doble, un actor madeinperu, y lo bonito de todo fue que no había que hablar ni estudiar letra; puras imágenes y situaciones; ir y venir. En el trascurso del trabajo el actor doblete se mostraba engreído y falto de compañerismo. Pedante y soberbio. El era la nueva estrella. Grabamos de frente, de costado, de arriba, de abajo, de lejos, de cerca. En la pantalla piloto-monitor todos salíamos lindos. 
Después de un año se estrenó la película en Lima con bombos y platillos y gran publicidad. Se notó a la legua la calidad de baja monta, mal doblada, y de un subgénero mazamorrero melodramático filmado en el Perú. Me soplé estoicamente toda la película. Lo que más me gustó fue ver que todas las peliculinas del actorcillo doble habían sido mochadas. Sólo se le vio la nuca y a veces las orejotas. Me hubiera gustado verle la cara en el momento que se entretenía como eximio cinéfilo de bodrios.

Antigüedad es clase

ANTIGÜEDAD ES CLASE de NDLeón




ANTIGÜEDAD ES CLASE
El siguiente cuento es un tributo, agradecimiento y gratos recuerdos. Dedicado a todos mis queridos colegas que alguna vez se cruzaron conmigo en un tablado de Dionisio. Afectuosamente. Niky León

Llegué a Lima después de varios meses de ausencia y destierro voluntario, y como buen acólito teatral lo primero que hice fue dirigirme al Centro de Lima Cuadrada para observar en carne propia mi Gran Templo quemado. La mole cultural era una cosa rara, incendiada y carbonizada. La miré de diferentes ángulos, no lo podía creer. Me aferré a la reja de fierro meditabundo, me quedé quieto, pensé en las veces que en su gran escenario participé.
Esta desgracia sirve de tema para una obra... quema de libros… quema de teatros… quema de cultura.
Escuché la opinión de un grupito de jóvenes. Metí la cuchara.
Ministro de Educación, un gran ladrón; Ministro de Cultura, quemado y parcializado hasta la sepultura. Y ahora tenemos un moderno Nerón.
«Todos saben que desde los cables del equipos de sonido de Evita, saltaron las chispas que destruyeron este testimonio de la cultura escénica peruana, joya de nuestra arquitectura» uno de los jóvenes leyó un titular.
A la tía la están limpiando, dicen que no fue su culpa, que fue culpa del gran monetón. Y el alcalde tremendo ladrón...
Uno de los jovencitos me saludó.
¡Maestro! ¿Qué fue de su vida? ¿Por dónde anda? sonreí e hice memoria.
Perdón, tu carita me es familiar. Yo te conozco. ¿Dónde nos conocimos?
En el Canal 5 grabando «Detrás del CrimenCaso La Cantuta». ¿A usted le pagaron?... Rateros hijos de putas conchass...
¡No! El delincuente de Genaro «Papaupa» Delgado Parker no me pagó. Viajé y no supe más del tema. Los empleaduchos de mierda lo chalequean bien.
Profe necesito un actor para Pachacútec.
La próxima semana viajo a Baviera. Por el cumple de mi mamita estoy en Lima.
Para este lunes. Para pasado mañana. Martes y miércoles. Nada más.
¿Pachacútec? ¿De quién es?
Ollantay, el personaje es Pachacútec.
Acepté con una modesta condición, en primera fila butacas reservadas para mi familia, 
mi mamá, mis hermanos, mis dos hijos y cuatro sobrinas. En casa busqué mis lentes de contacto; volteé el par de cajones de mi escritorio; puse patas arriba el escritorio; rebusqué por todo el cuarto; revolví y escarbé armarios, clóset, recovecos, nada. Pregunté, nada de nada. Nadie me dio razón de nada. Sin lentes de contacto en el escenario estoy más perdido que pato ciego en tinieblas.
Al día siguiente, domingo, realicé ensayo de mesa por dos horas con el joven directoractor, dramaturgo, vestuarista y escenógrafo del espectáculo. Lo que restaba de domingo y lunes pasó volando. Llegué dos horas antes de la función al local del Teatro del Instituto Cultural Mesiánico, no había ningún gato, no me dejaron entrar al espacio escénico. Tenía que esperar al joven director. Esperé más de una hora repasando letra. Una excelente actriz de mi generación de casualidad pasó por ahí.
No me digas nada. Estoy segurísima que tú eres el gran Pachacútec. Eres un reemplazo de lujo.
Bingo, yo soy. Vas a ver la obra.
No, ya la vi varias veces, a las ocho tengo que dictar mi clase de inglés intensivo, no puedo faltar ni pedir permiso.
Tú que eres buenita dile a los dioses del teatro que se apiaden de mí.
Eres valiente. Eso se llama «hacer un toro». Entrar al ruedo sin preparación. Lo vas a hacer muy bien. Con tu experiencia vas a tomar el toro por las astas. Tú tienes clase. Antigüedad es clase mi querido coleguita.
La letra la tengo prendida con alfileres.
Para la próxima vez te preparas una sopa de cabeza de pescado con su culantro, limón y ají; te aprendes hasta la guía telefónica de un saque, te dejo, suerte.
Ocho en punto de la noche entramos todos juntos; actores, público, técnicos e incógnitos; nos dieron diez minutos para caracterizarnos. Ocho y diez, sonaron los tres timbres en seguidilla. Empezó la función. Al escenario lo había visto de lejitos. Cuando quise acercarme, los técnicos me dijeron que estaba prohibido. Desde mi camarín escuchaba la letra, a la mitad de la segunda escena entró el director.
Maestro ahorita le toca a usted. Quiero que a oscuras llegue al centro y ahí empieza con su parlamento. Cusi Ccollur espera en penumbra.
El director me acompañó hasta bambalinas. Esperé el pie de
«Ollantay». Se apagaron las luces y me dio una simbólica palmadita en el hombro.
¡Mierda, mierda, mierda! me dijo al oído.


Entre arrastrando los pies teatralmente, bien erguido y pétreo, avancé hasta donde pensé que era el centro. Me quedé quietito pero completamente majestuoso. No veía ni michi. Sin lentes estaba hasta la remaceta. Perdido en el espacio vacío. Lentamente se hizo la luz, un cenital alumbraba el piso a un metro de distancia. Me acomodé en la luz histriónicamente. Seguí ahí sin ver nada. Escuché los pasos de la actriz joven. Solté el rollo dramáticamente hasta que acabó la escena. Salí sin apuro, lento, igual que en la entrada. En la escena con Ollantay, igualito en mis movimientos super lentos y recelosamente gatúbelo. Esta terminó con una sorprendente tensión dramática, clímax y aplausos. La tercera y última de mis escenas. Giré en mi eje sin avanzar, ni retroceder. Recité mis textos lacónicamente. Salí del escenario antes que se me venga la oscuridad. Media hora más tarde terminó en gran espectáculo. El público de las primeras filas aplaudieron a rabiar. Los cuatrocientos restantes espectadores imitaron la manifestación de congratulaciones apoteósicamente.


En los camarines el ambiente era muy diferente, se respiraba un aire tenso caldeado. Los actores principales hicieron cargamontón al actor invitado. O sea a mí. La actriz reclamó que por mi culpa había actuado en diagonal casi de espalda al público. El protagonista no dijo nada en mi delante pero requintaba para sus adentros y me maleteaba duro por fuera; y el gran actor de reparto, se quejó que yo me había montado en sus parlamentos. Salí del teatro sin amigos.
Al día siguiente, gorreando desayuno a mamita hojeé el diario matutino, me entretuve en las mentiras y promesas de los políticos, seguí por sociales, deporte y terminé en la sección espectáculos y cultura. Culturalmente, la página central de la Sección Cultura, se apreciaba una fotazo a colores de una vedette esculturalmente subida de peso en paños menores con un número en el potito. Y junto al poto con lentejuelas, un cuadradito, una breve gacetilla sobre teatro: 
«Ollantay, los borrascosos amores prohibidos del plebeyo guerrero con la aristócrata princesa Virgen del Imperio del Sol»«En el reestreno de ayer fue muy grato y sorprendente sentir la frescura y la fuerza dramática de nuestros jóvenes valores de la escena nacional. Futuras promesas del teatro nacional popular. Felicitamos al grupo por su empeño en mantener en cartelera esta obra ejemplar que simboliza los altos valores de nuestros ancestros enraizada en nuestra idiosincrasia nacional. Unas líneas aparte merece la atención, la caracterización del personaje Pachacútec. Imponente, protector, con gran presencia y estampa escénica, gran dominio del espacio vacío, un verdadero Inca viviente. Nuestro mejores augurios para el joven actor Josemaría Pío Corbacho Palma Danglade».
Me quedé petrificado. En mis treintaitantos años de hombre de teatro era la primera vez en mi vida que leía un juicio favorable de mi trabajo actoral… pero, el nombre del actor que aparecía en el comentario no era el mío. ¡Carajo, mierda! El seudo crítico teatral erudito literario de dos por medio copió el nombre que figuraba en el programa de la temporada pasada. Yo no soy joven, yo soy un experimentado actor profesional. En este país de utilería no tenemos críticos sino criticones de tres centavos. Agarré la pista y me fui pateando latas.
*Fotografías: Grupo Imagen Teatro. ICPNA de Lima, 17 de mayo de 2006.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Chieming, mayo, 2012.

El Sello de Yor

El Sello de Yor, el mefistofélico correo sin estampillas. 

Teníamos que presentar una carta - recurso de amparo en el Juzgado de Primera Instancia número 24°, cuya oficina se encuentra instalada en el Palacio de Justicia de la Avenida Paseo de la República en el Cercado de Lima. En uno de los corredores de la parte izquierda del inmueble están ubicados los juzgados en orden correlativos, es decir, Juzgado número 20°, 21°, 22°, y así sucesivamente hasta el Juzgado 32°.

En el taller nadie podía ir, todos estábamos concentrados en nuestras obligaciones laborales, en las máquinas y en las responsabilidades vitales. El único líbero en ese momento apremiante era el centro forward puntero mentiroso: Yor, la locomora victoriana. Humo, fuerza y un destino al servicio de los justos y desposeídos y de todos aquellos que luchan por un mundo mejor.

La Gerencia General conocedor de sus brillantes dotes intelectuales y capacidad sobrehumana le explicó hasta el cansancio, la hoja de ruta: Microbúses, marchas, caminatas, pasadizos, doblar a la izquierda, al final obligatoriamente doblar a la derecha y ahí mirar los cartelitos encima de las puertas, empieza con el Juzgado 20° hasta el 32°. En el Juzgado 24°, entrar, saludar y entregar carta, traer copia sellada a la Gerencia General. Regresar por el mismo camino con dirección a la Firma ubicada en Balconcillo - La Victoria.

- ¿Yor, has entendido? ¿Yor, entendíste? ¿Yor, lo puedes hacer o mandamos a otro?
- ¡Si ... mándame a mí, Palacio de Justicia, está fácil!
- Ok, toma la carta, cuidadito que se te pierda, lo sellan y te vienes al toque.

Yor salió del Taller con una sonrisita petrificada sin gesto. Los directivos de la Companía se miraron inseguros e inquietos. El Gerente General Ejecutivo dio ánimo al buffett de profesionales en Derecho Administrativo y Asuntos Laborales.

- Esperemos tranquilos, la diligencia es una cosa sencilla, no hay lugar para equivocaciones. Yor trae la copia y nos vamos a la Rosa Náutica a festejar el triunfo de Alianza Lima Fútbol Club.

- Jefe, perdón, sin ofender a nadie yo soy de Universitario ...
- Entonces te quedas con Yor, él también es de la U, y comen su rico menú en la carretilla crema del grasoso del gordo Oso.
- No sea malo Jefe: ¡Arriba Alianza Lima de La Victoria Corazón!

Después de ciento ochenta minutos Yor llegó rapidamente, desde la amplia ventana de la oficina gerencial lo divisaron. El Jefe se puso su chaqueta de color azul victoriano. Entró Yor sin tocar la puerta, acción que pasaron por alto.

- Jefe, acá está la copia con el sello ... ahora ... ¿me puedo ir almorzar?
- ¿Por qué has demorado tanto tiempo, más de tres horas?
- Para encontrar el pasadizo de los Juzgados tenía que entrar al Palacio y ustedes no me dijeron eso.

El Jefe tomó la copia, miró el sello rectangular estampado e impreso chamusqueado de color rojo sangre con manchas azules de huellas digitales burocráticas, y exclamó agónicamente con un nudo en la garganta:


- ¡Yor, mierda, qué has hecho, acá dice JUZGADO 23°!
- ¡Y que culpa tengo yo, a mi no me eches la culpa, los del Juzgado se habrán equivocado de sello pé!

Baden Baden, 2011.

Arroz con pollo

La historia se repite... pollo, pollito, pollito con papas, arroz con pollo, pollo con arroz...

«Si bien sube el precio del pollo, pero baja el precio del pescado, especialmente del jurel, hay que acostumbrarnos a consumir esos productos sustitutivos que nos puede proporcionar nuestro mar». Premier Aníbal Torres —marzo / 2022.

ARROZ CON POLLO. SABOR Y PREPARACIÓN A LA VICTORIANA. NDLeón

Nicolás León, actor


ARROZ CON POLLO. SABOR Y PREPARACIÓN A LA VICTORIANA
«El descontento se debe al alza de alimentos por la inflación importada. El gobierno no tiene la culpa. Aun así, tenemos la inflación más baja de América Latina... La pobreza se redujo al 5%». Alan García Pérez —junio / 2008.
En los primeros días del mes de junio el presidente Alan García pronunció uno de sus acostumbrados discursos; dedicó un párrafo a las sufridas amas de casa; inteligentísimamente dio una sabia sugerencia y salida para que ellas, las madres, resuelvan el problema del alto costo del pollo en los mercados:
—«No compren pollo. Ustedes amas de casa deben de dar una lección a esos malos comerciantes que negocian con el hambre del pueblo y suben los precios de los productos de primera necesidad. No compren pollo, que se les malogre el pollo a estos enemigos del pueblo y escarmienten de una vez en carne propia todo el mal que están haciendo».
Al finalizar las declaraciones el c. presidente se disculpó olímpicamente y zafó el cuerpo, recalcó:
—«El Gobierno no tiene la culpa».
Su Ministro de Agricultura una semana atrás también dio la misma fórmula.
—«Si el arroz está subiendo de precio: No compren Arroz».
Los dos mandamases pregonaron a las amas de casa que empleen otros productos sustitutos como los nutritivos y variados pescados y especies que se encuentran en el mar de Grau; y reemplacemos el arroz por nuestras milenaria papa; ambos productos netamente peruanos.
Ahorita, gracias a estos dos señores, hijos de la… patria. Todos los productos sustitutos han subido de precios. El pescado, la papa, el pollo, el arroz, la carne de res y de chancho, el aceite, la harina, menestras, etc. Todo está por las nubes. Las amas de casa deambulan por los mercados como zombis, idiotizadas, sin saber que hacer. Su voto al mejor fue y es una gran estafa.
De ahora en adelante, ya no se podrá comer nuestros ricos platos típicos, símbolos del arte culinario popular peruano. Antes que desaparezcan de nuestras mesas y sólo los veamos por foto digital, en la televisión, en una revista dedicada a la clase social A1 o en los restaurantes de los países vecinos. Les daré unas sencillas indicaciones de cómo preparar uno de nuestros platos predilectos, el rico y tradicional «arroz con pollo».
Para los antiguos de mi generación, clásicos abuelos chochos, a la hora de contar un cuento a sus nietos, tienen este material y conocimientos de ciencia ficción. Como van las cosas, muy pronto escucharemos:
—«Había una vez en la receta de la cocina peruana un plato de comida que se llamaba Arroz con Pollo y gracias a la política nefasta del Gobierno del compañero ‘doctor’ Alan Damián todo se fue a la eme con mayúscula... etc».

SUGERENCIAS:
a) El cocinero tiene que saber cocinar. Acá no vale experimentos: ¡Qué voy a tratar, que voy a ver, que pasará, ojalá que Diosito me ayude! —Diosito ya tiene bastante trabajo con este Gobierno como para ayudar a un cocinero inexperto. ¡No! Nada de rezo ni cojudeces.
b) El cocinero tiene que levantarse temprano. Prohibido meterse una mala noche el día anterior, menos estar de amanecida, de boleto.
c) Ir un día antes o muy temprano donde el casero. Así tenemos tiempo para pedir fiado o pagar por pucho la lista de los ingredientes. Ojo, este punto ayuda a dar un buen sabor al plato. Con el sencillo que te queda en la secreta, compras tres cervezas negras reglamentarias. Solo pagas la mitad y para la otra mitad, metes el floro: —«Cuándo me paguen caserita, rapidito vengo a pagar». La cerveza negra colabora con el toque del buen sabor.
d) Lavar bien las ollas, utensilios, la tabla de picar y todos los accesorios que te van a servir en la preparación. ¿Por qué uno tiene que lavar? Porque la señora, la muchacha, la hija o cualquier hijo de vecino que lavó, no lava como uno lo quiere ¡Super limpio! No te puedes confiar de nadie. ¿Entendido? Olla mal lavada, arroz con pollo una cochinada.
e) Antes de empezar la faena, ordenar la cocina. Como es un espacio donde no entran las visitas, muchas veces este recinto es una copia fiel del Infierno. Hay mujeres que no les gusta la cocina, ni cocinar, eso se entiende. Yo entiendo. Por ejemplo, a mi mamita no le gustó, no le gusta, ni le gustará nunca la cocina. Y mi papá, terco, quería que ella esté metida en ese espacio y que le esté preparando sus gustitos. Ahora el viejo está a seis pies bajo tierra y mamita feliz porque ya no tiene quien la joda pidiéndole que prepare caprichitos. Mamita con el tiempo aprendió a preparar sólo tres platos que le salen riquísimos. Los demás platos está demás decir una opinión. Pero como nosotros somos sus hijitos, comemos calladitos, sin decir ni pío.
f) El Arroz con Pollo hasta este momento lleva pollo y arroz. En un futuro muy cercano por culpa del c. Alanito, la gente se las ingeniará y prepararán arroz con pollo, sin arroz y sin pollo. El arroz con pollo lleva también cebolla cortada en cuadritos, dientes de ajos al gusto, sal y pimienta, choclo desgranado, culantro molido, pimiento cortado en finas tiritas, ají verde licuado y en tiritas, 'alverjitas', cerveza negra.
PREPARACIÓN:
Primero salpimentar freír las presas en aceite caliente. Retirar las presas con cuidado. En la olla soasamos la cebolla cortadita con los ajos, ají y el culantro. Cuando la cebolla toma un color transparente agregamos las 'alverjitas', el choclo, el pimiento, el ají, sal al gusto, una pizca de pimienta y la cerveza negra (sólo una botella; las otras dos son para el cocinero que va sazonándose de sorbo en sorbo mientras prepara la obra de arte), cuando empieza a hervir el sagrado líquido colocamos las presas para que se cocinen. Cuando las presas estén bien sancochaditas, las retiramos. Y en el mismo líquido se prepara el arroz, si falta líquido agregar agua hervida caliente hasta completar la cantidad deseada. Cocinar a fuego lento el arroz y cuando esté listo retirarlo de la hornilla.
Este delicioso y maravilloso plato se puede acompañar con una entrada de Papa a la Huancaína o con Salsa Criolla de Cebollas con rocotito picado.
Depende de nosotros evitar la extinción de uno de nuestros platos de punta preferido de las mesas peruanas y este cuentito de barrio es un granito de arena para tomar conciencia y hacer respetar nuestra Canasta Familiar.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Karlsruhe, julio, 2009

Soy ... blanquiazul

SOY... BLANQUIAZUL. NDLeón
Poema escrito con sentimiento, con corazón, con nostalgia.


SOY... BLANQUIAZUL

Soy del Rico Parque Dasso.
Soy de la Rica Victoria.
Soy Sentimiento Blanquiazul.
Soy Corazón Victoriano.

Soy azul y blanco.
Soy blanquiazul.
Soy blanco y azul.
Soy azul y blanco.

Soy Alianza Lima.
Fútbol pícaro popular.
Soy del pueblo sin igual.
No tememos, no hay rival.

Así que tu eres crema de la u.
No vales un real, menos un Perú.
Lo dices con cacareo y alboroto.
Lleno de plumas hasta en el poto.

Deja de joder con tanta cantaleta.
Solo eres una miserable letra.
Aprendete eso de paporreta.
Gallina marica de morisqueta.

Y tu pecho frio celestón.
Amarrate bien el cinturón.
Siempre haces un papelón.
Con cara de pavo huevón.

No soy gallina de una letra.
No soy un pavo celestón.
Soy Alianza Lima Azul.
Soy Aliancista Corazón.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Karlsruhe, 2009

Redada en el Parque Unión Panamericana

REDADA EN EL PARQUE UNIÓN PANAMERICANA DE LA URBANIZACIÓN BALCONCILLO 3RA ZONA - DISTRITO LA VICTORIA

Para Julio Ramón. Mi querido primo Pequi


Redada en el Parque Unión Panamericana de la Urbanización Balconcillo 3ra Zona - Distrito La Victoria


El super agente secreto XXL, extra large, cumpliendo sus labores de rutina como infiltrado en una clandestina colchonería de Aldana urbanización Santo Domingo, comprobó que utilizaban mercaderías adulteradas a base de alcoholes etílicos de baja calidad, droguerías y porquerías; encontró productos nocivos para la salud y el medio ambiente en paquetes, paquetitos con rótulos para el destinatario de turno: Luis, Hugo y Paco. Junto con licores listos para la distribución y cobranza. Tres días ininterrumpidos como agente encubierto en la mata de la mafia se reportó a su colega el Teniente Bigote y éste a su vez al Capitán Basura, y todo el chismoseo llegó a los oídos del corresponsal de guerra Mister Balán que se encontraba en la frontera de la La Pólvora con Parína con destino al humeante y nebuloso Paseo Boulevard Palermo para terminar su recorrido en el Parque Unión Panamericana. Este haciendo una temible operación de recontraespionaje logró que el plan abortara sin que los altos mandos dijeran nada, ni movieran un dedo, ni la tos; a los jefes les importaba un comino toda la labor del agente secreto. Primero pensaban en sus recursos y coimas, dejando para lo último los deberes sagrados de la institución.
- ¡Acá XXL, reportándose!
- ¿Ya, qué pasa?
- ¡Toy reportándome!
- ¿Quien eres?
- ¡XXL!
- Espera voy a ver la lista de las claves. No’stá, dame tu nombre que yo lo anoto y le digo al Jefe que has llamado ¿Cómo te llamas?
- Lyí Gha.
- ¿Cómo?
- ¡Gordon Lyí Gha! ... en encubierta soy XXL, MemoRon!
- ¡Ya! Qué le digo al jefe?
- ¡Qué tiene que actuar ahorita! ¡Cambio y fuera, güevón!
A los días se realizó una redada en los suburbios del barrunto buscando a los culpables, no encontraron a nadie; según el jefe de dicha división se realizaron los procedimientos adecuados y conforme a la Ley; y todo quedó en el olvido.
Como se acercaba el 30 de agosto, Fiesta de Santa Rosa de Lima, Patrona de Policía Nacional del Perú, los uniformados se pusieron las pilas y querían organizar sus polladas, tombolas, rifas y bailes folklóricos con la colaboración de los vecinos. Sin que les cueste de la suya, como siempre; los vecinos tenían que pagar los platos rotos, comprando los boletos, tarjetas, etc, a los señores de la ley.

El Presidente de la Junta Vecinal Comunal del Sector V de nuestra localidad, el ingeniero pelado comodín disfrazado, cuando fue a palabrear al Mayor Comisario para que se haga presente en la reunión comunal de inquilinos y propietarios, organizada por su directiva; pidió al Jefe que lo ayude a engatusar a los vecinos y le caía su parte. Era muy importante que acepten las compras fraudulentas realizadas en el centro comercial electrónico de jirón Paruro, los artículos parecían nuevos pero en realidad eran de segunda reparaditos en carretilla y pintados en el suelazo: Un par de alarmas, dos docenas de silbatos infantiles y bolsitas de pica-pica; artículos sobregirados en valor con facturas bamba del jirón Azángaro; el representante de la Ley y el Orden, muy acomedido y muy serio, preguntó al pelado:
- ¿A todo esto, cuánto hay para mi?
- Una botella de whisky importado, cigarrillos extranjeros, por el momento.
- ¿Eso es todo? ¡Oiga! ¡A la policía se la respeta!
- Mi Mayor después se verá con la colaboración de los asistentes.
- ¡Repita la fecha, hora y lugar de la actividad para anotarlo en mi Agenda!
- La realización del simulacro de asalto y robo con la efectiva intervención de las fuerzas del orden , la inauguración de las alarmas para los casos de emergencias, la sopladera de los silbatos como arma de comunicación para intimidar y ahuyentar a los malhechores y para terminar, terminamos el programa con el brindis de Honor con todos los presentes; será el 28 de Agosto a las veinte horas, ocho de la noche pe eme en el Parque Unión Panamericana cruce con la Avenida De las Américas en las canchitas de fulbito y centro de esparcimiento.
- ¡Cuente con nuestra Participación Ciudadana, ahí estaremos puntualmente haciendo respetar nuestro lema: "El Honor es su Divisa".
Cuentan los capos de la mafia que en el Parque Unión Panamericana se realizó la reunión del Sector Comunal con la asistencia de doce directivos y vecinos de la localidad. La reunión tenía por finalidad mejorar el control insuficiente sobre las ventas de insumos y aditivos; sandwiches y anticuchos; licores y emolientes, pan con relleno y caldo de gallina. Nada de perversión. El más más de la Comisaría, llegó vestido de civil para pasar piola y pasearse por el barrio sin hacer roche y poder chinear; cuando los noctámbulos lo ubicaron quien era, le tomaron fotos digitales-cerebrales, gigantografías de pies a cabeza. El Jefe tomó la palabra a nombre de la PNP e impresionó a los presentes cuando dijo:
- “La Participación Ciudadana es la piedra angular en la lucha contra la corrupción. Juntos tenemos que desmitificar y erradicar lo negativo de la PNP, el lema de la PNP es: "Vida que protege tu vida" y no "al cholo le meto palo y al blanco le cobro coíma" o "el policía es bien macho y no tiene miedo" o "el que me da la contra va preso" “si no te matriculas te siembro y te jodo”. “Yo soy un policía operativo y conozco como piensa el policía” “Juntos tenemos que promover la figura del policía comunitario, estrechamente vinculada al ciudadano, para que goce de un alto grado de aceptación y confianza ciudadana, que mantenga la naturaleza civil de su función, con una estructura jerarquizada que asegure su disciplina y el oportuno cumplimiento de las normas operativas”.
Los mirones, sapos y público en general aplaudieron, muy sorprendidos, pero en el fondo todos pensaban que hablando no iban a solucionar nada, siempre lo mismo, bla, bla, bla, promesas, palabreo, mecida y lo mismo. Gran hueveo al populorum.
- ¿A qué hora es el simulacro con sirenas, silbatos y toda esa cojudez?
- ¡ Por favor! ¡Respeta a las autoridades y a las damas!
- ¡Esas tías de jóvenes han sido jugadorazas profesionales! ¡Pendejas! ¡Son de la promoción de mi papá, mi papá las conoce como han jugado su pelota! ¡Han sido bravas!
- ¡Por favor te puedes callar la boca!
- ¿A qué hora empieza la función? ¿Qué es, una parodia o una chistosada?
- ¡Dentro de quince minutos va a empezar el simulacro! ¡Pasa la voz por favor!
Y mientras la autoridad pregunta, dime carita sucia si es cierto lo que dices de las señoras y cesa de gritar; el Sargento recibe una carta por lo bajo con un sencillo, la gente acalorada por la tardanza de la maniobra. El más más tomando una copa de vino entre los dedos, vino tinto para la sed, escuchó y todos escucharon el ruido de un motor acelerado, el auto pasa delante de la tribuna, raspando al público presente, a toda prisa, el chofer pisaba fierro a fondo.
- ¿Quién mierda a dado autorización para empezar el Simulacro?, dijo el Jefe.
- ¡Yo no sé señor!
- ¡Llama a Quétzon Gilpa!
- El sargento está en la otra esquina con sus amigos de barrio.
- ¡Llámelo urgente! ¡Quién mierda a dado la orden, carajo!
Ni bien había terminado de decir sus lisurotas el Mayor de la tombería; atrás venía un cincuentón, jaleando, sudando, desmayándose, corriendo hasta las güevas, llorando, gritando con todo lo que le daba sus pulmones:
- ¡Rateros! ¡Mi autoooo! ¡Me han robado mi autooo! ¡Ayuda por favor! ¡Un carro, un patrullero para seguirlos! ¡Por amor de Dios! ¡Conchasumaaaare¡ ¡Policiiiaas! ¡Policia! ¡Socooorro!
El público y los mismos policias aplaudían la desgarradora interpretación del gentil hombre. Dramáticamente parecía real - qué tal actuación del sujeto - pensaron todos los presentes. El Jefe se levantó de su asiento y aplaudió con fuerza. Dando ánimos al actor.
- ¡Esa es la Policia Nacional del Perú! ¡Sí, señores! ¡La PNP! ¡Al servicio de la Comunidad! ¡Juntas Vecinales y Participación Ciudadana! ¡Juntos para erradicar la delincuencia y corrupción en Balconcillo de La Victoria!
El asaltado mirando al Jefe desde la pista se acercó lentamente jadeando a la mesa; se acercó tambien el Técnico que tenía que apoyar en el patrullero del simulacro, haciendo la pregunta de rigor a la víctima.
- ¿Por dónde ha ido el carro, en qué esquina se ha cuadrado para hacer nuestra parte y seguir con el simulacro?
- ¡Qué simulacro, ni qué simulacro, güevón! ¡Es mi carro y me lo han robado de verdad! ¡Tú y tú simulacro de mierda se van a la putaquelosparió! ¡Estoy gritando, carajo! ¡Toy llorando! ¡Y ustedes que me aplauden! ¡Sarta de imbéeciles! ¡Qué policia Dios Mio! ¡En el Perú sólo ocurre esta cagada!
En ese momento pasa otro carro tocando la bocina, no tan veloz a media marcha, la gente mira y el chofer sacando la cara por la ventana, sonriendo, grita:
- ¡Me estoy robando el auto! ¡Jojojojojojo! ¡Qué fácil!
El tombo preguntón corre al Patrullero Simulador; prenden el patuto y la sirena; aceleran, del auto sale una gran bocanada de humo, parecía un tren a carbón y empieza a avanzar en la dirección del auto robado a dos cuadras el patrullero se planta y corriendo nuevamente el mismo policia se acerca a la tribuna y le dice a su Mayor.
- ¡Jefe! ¡Nos quedamos sin gasolina! ¡ Hay que esperar un ratito!
Los policias del patrullero, el ratero del auto robado empujan el vehículo hasta el grifo más cercano, haciendo chancha y pidiendo una colaboración con alguito al administrador del servicio de gasolinería. Después de una larga pausa regresaron al lugar de los hechos de la ficción, llevaban al ladrón enmarrocado y éste pidiendo perdón que ya no lo iba a volver hacer. El público se cagaba de risa. Era bastante chistosa la parodía.
Alguien dio la señal y sonaron el par de alarmas por unos minutos, las tías de la Directiva sacaron sus silbatos y empezaron a silbar todas cojudazas; regalando unos pititos de fiestas infantiles y bolsitas de pica-pica.
Para terminar, a todos los asistentes, inclusive a los señores murciélagos, a los señores de la noche, a los ahumadores, sahumeriodores, inciensodores, transformes y RoboCops, les alcanzaron su copita de plástico servida de una lija barata para realizar el brindis. - mejor es el vinagre de mi casa - dijeron los tíos invitados honorarios.
- ¡Salud por Balconcillo! ¡Salud por La Victoria! ¡Salud por la PNP! ¡Viva el Perú!
Cuando terminó la reunión, los vecinos del grupito Juntas Vecinales con su presidente, el pelado tramposo y tránsfuga a la cabeza (past-postulante en las últimas elecciones para vice-alcalde). Se vendió por veinticinco centavos de camote al opositor del bando contrario; acompañaron al Jefe Mayor Comisario a su vehículo de su propiedad; nuevecito y de buena marca, un BMW, como si le sobrase el sueldo, se dieron con la sorpresa, descaradamente sorprendente que la puerta del piloto del lujoso auto estaba abierta, la guantera con los papeles desparramados, no había radio CD, ni espejos ni las cajetillas de cigarrillos rubios de contrabando, además había desaparecido la botella de scotch whisky de cinco litros que una hora antes se la habían regalado por su presencia al acto de honor. Faltaba también las cajitas de fósforos, dos encendedores y un rollo de papel higiénico.
El Jefe preguntó a los curiosos:
- ¿Alguién a visto a los sospechosos y en qué momento?
- ¡No hemos escuchado ningun ruido raro, todo igual, los gritos, correterías, las carreras, un derrape, un disparo y el descerraje de una puerta! ¡Todo normal!
Inmediatamente al Jefe máximo responsable de la Comisaría; los espias, los revendedores y sérvices correcaminos traedores (los que llevan y traen) le comunicaron que los choros eran de la emblemática Avenida De las Américas, que sin ser una vía peatonal se camina mañana, tarde y noche; al Capo policial le dijeron que en simultáneo con la parodia le habían hecho la cagada. El Mayor con dos adjuntos fueron a transar a la cuadra 9, al nido de los roedores, en la puerta del llonja los lechuceros no le pararon bola porque estaba sin uniforme.
- ¿Y cómo sabemos que tú eres policia si taz de civil? ¡Idiota! ¡Policia y te dejas robar! ¡ Güevonazazo! ¡Cojudazo! ¡Puta, qué eres general!
El Jefe máximo se retiró a su dulce hogar enojadísimo, dió las ordenes pertinentes, dejando un Patrullaje motorizado, dos motos; cuatro tombos en un patrullero y dos técnicos en bicicletas, uno en patines online, y varios a pie; para que controlen el Llonja y sobre todo a los informales; chequearlos para que no puedan chambear, ni entrar ni salir libremente, joderlos en los negocios de última hora. Al día siguiente no había arreglo y un nuevo patrullero hizo la posta y asi sucesivamente hasta donde yo sé. El santo y seña en cada esquina para tener cuidado de los policias, al caminar, era:
- “Dicen que la zona está muy triste desde que perdiste, tu radio y tu cassett”.
Hasta el momento todo sigue igual, sin arreglo, las calles solitarias y abandonadas, los patutos del patrullero cobrando puntualmente el cupo a los microcomercializadores, los motorizados cobrando por ver y por no ver. Los demás policias haciendo sobretiempo, cachueleando en lo que sea para que su mísero sueldo alcance en el mes. Escuchando testimonios de algunos residentes:
- “Pese a que también se cuenta con el patrullaje del serenazgo del distrito y de los vehículos que fueron entregados al Municipio de La Victoria como parte del programa El Patrullero de Mi Barrio, y ejecutando el Plan Telaraña ... ”
“Todo sigue igualito”.
“Me gustaría que la imagen policial renazca cual Ave Fénix y que algún día la Comisaría sea un lugar que proteja”.
Saludos, después hablamos, hasta la próxima juerga.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Núremberg, 2009.