APRENDIENDO A SER MAMÁ
Y EL BICENTENARIO NACIONAL de NDLeón
III
Encuentro Latinoamericano de Excritorxs por la Democracia
APRENDIENDO
A SER MAMÁ Y EL BICENTENARIO NACIONAL
Este
título, cargado de contradicciones, los sorprenderá que sea el que he escogido
para participar en este III Encuentro Latinoamericano de Escritorxs por la Democracia; pero me voy a
explicar:
El desarrollo de las capacidades individuales
exige la participación de todos los miembros de la sociedad desde que viene al
mundo como producto de la unión de un espermatozoide con un óvulo, luego va a
la escuela, sigue creciendo y llega a decidir su futuro destino vía estudios de
un oficio, una carrera universitaria o un arte. Dicho así es un camino de
rosas, pero en un país antidemocrático, es tarea de titanes.
Partamos del hecho de que por el machismo
durante mucho tiempo se ha considerado tarea exclusiva de la mamá la
responsabilidad de atender todas las necesidades de sus vástagos. La madre
peruana está mayormente hecha de acero inoxidable mezclado con concreto armado,
por eso se va de extremo a extremo: es la imagen bañada en azúcar impalpable de
todos los arquetipos del santoral o es la malvada villana de los valses
criollos, los tangos, corridos mexicanos y un largo etcétera. Se la santifica o
se la vitupera, la escala de valores para evaluarla es bastante exigua.
Sin embargo, pese a tales situaciones, las
mujeres están evolucionando, pero no solo desde este Siglo XXI de
globalizaciones y tecnologías sino desde muy antiguo, sino veamos:
En la lucha por la Emancipación Colonial de
1789 a 1824, hubo mujeres anónimas combatiendo en la batalla de Puquinacancari
junto a los varones. Luego tenemos a Micaela Bastidas que en su famosa carta
escribió: <<Ya no tengo paciencia para aguantar todo esto... por la
libertad de mi pueblo he renunciado a todo... no veré florecer a mis hijos...
la semilla que sembramos con nuestra sangre seguirá germinando>>. Y sin
embargo fue una madre ejemplar.
Luego tenemos a la Cacica de Acos, Tomasa
Tito Condemayta, organizadora de los pueblos de Quispicanchis para marchar con
Túpac Amaru a Sangarará, madre y estratega militar. ¡Y cómo olvidar a la
valerosa Ventura Q'alamaqui, ayacuchana heroica en el levantamiento del sur!
También hay que recordar a las mujeres de Lima, como Brígida Silva de Ochoa,
cuya participación no se limitaba a sus hogares o salones literarios, ellas
acompañaron a los hombres en las batallas, como la mujer de Cayetano Quiroz en
1814 quien entregó su vida por la Patria.
Y entre 1819 a 1824 las mujeres también
participaron en las guerrillas y montoneras emancipadoras que complementaron a
los ejércitos libertadores. Existen obras pictóricas que muestran a las mujeres
de nuestro pueblo cargando a sus pequeños hijos a sus espaldas y portando
enseres culinarios. Es decir, como esposa, madre o hija, sin tener en cuenta su
condición social, colaboró en forma abierta u oculta con la causa libertadora.
Son famosas las heroínas Toledo de la provincia de Concepción, la ayacuchana
María Parado de Bellido, quien a pesar de ser analfabeta encontró la manera de
comunicarse con el ejército. Ofrendó su vida en 1822 cuando la fusilaron en
Ayacucho.
En la Guerra del Pacífico (1879-1883) que se
originó por la riqueza del guano y el salitre en el Perú, guerra organizada por
los ingleses y los grandes burgueses peruanos, lo mismo que el trabajo de
explotación en las grandes cañeras y en las islas guaneras, donde esclavos y
esclavas dejaban la vida en trabajos inicuos. En la Guerra del Pacífico, el
Perú sufrió una derrota, pese al valor de Miguel Grau, Francisco Bolognesi, Alfonso Ugarte, pero quedó Andrés Avelino Cáceres, quien se entregó a resistir
en la Campaña de la Breña. Su esposa Antonia Moreno de Cáceres lo acompañó.
Mientras tanto en Lima, los enemigos internos abrían sus casonas, izaban la
bandera de Chile y organizaban banquetes para los invasores sentando a sus
hijas al lado de los oficiales chilenos <<para que no les destruyeran sus
propiedades>> usando la vergonzosa frase: <<ANTES LOS CHILENOS QUE
PIÉROLA>>.
Mientras tanto las mujeres del pueblo que
siguieron a sus padres, hermanos o esposos cargando mochilas, utensilios de
cocina y a menudo una criatura a cuestas, fueron las heroínas anónimas que
levantaban campamentos, cuidaban el agua, atendían a los heridos y a veces, los
defendían para que el enemigo no los <<repasara>> y cuando se
precisaba también empuñaban las armas. Esas mujeres son todas ejemplares, en
esa época nadie les enseñó lo que tenían que hacer, simplemente lo hicieron
siguiendo su conciencia. ¿Y ahora? ¿Necesitamos que nos expliquen lo que la
conciencia les dicta a las peruanas? ¿Ser mujer, madre, necesita enseñarse?
Como dijo el poeta: HAY HERMANOS MUCHÍSIMO
QUE HACER...
*Bibliografía:
- MUJER PERUANA Y EL BICENTENARIO del Taller de Arte Nueva Semilla.
- CLAVE 2 MANAN, obra teatral e investigación histórica de Gregor Díaz (Dramaturgo peruano).
- MUJER PERUANA Y EL BICENTENARIO del Taller de Arte Nueva Semilla.
- CLAVE 2 MANAN, obra teatral e investigación histórica de Gregor Díaz (Dramaturgo peruano).
GLOSARIO
—Batalla
de Puquinacancari, los patriotas pelearon bajo las órdenes del líder rebelde
peruano Diego Cristóbal Condorcanqui Castro.
—Ventura
Q’alamaqui, apellido quechua, significa: “Manos desnudas”. “Q’ala:
Desnudas”. “Maqui: Manos”. <<Guerrera que pelea solo con sus manos, a
puño limpio>>.
—Brígida
Silva de Ochoa, mujer patriota que operaba en las altas esferas
sociales. El general San Martín la honró por su desempeño.
—Cayetano
Quiroz, célebre montonero afroperuano, apoyó a San Martín.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Actor, autor, director de teatro