Juan Rulfo y yo. NDLeón
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Nicolás Daniel León Cadenillas (n. Lima, 1951). |
Ahora
que estamos en familia puedo decir que siempre… bueno, no siempre… desde joven quise escribir pero en
cada intento todo me salía mal. Me trompeaba con la sintaxis, no entendía el
significado de la palabra semántica, las faltas de ortografía no las olía
ni me percataba cuando me saltaban a la cara… como dramaturgo cojeaba.
En mi Hoja de Vida dice que tengo tres libros… yo les digo que tengo dos libros
y un borrador hecho libro… yo escribí mi primer borrador Mi Nieto “Cuentos
breves para mi nieto” en la ciudad de Karlsruhe, Alemania, lo escribí poco a
poco, cuento por cuento, escribía en los buses, tranvías y trenes, y no me
preocupé en los errores de la pragmática, ni en los dictámenes de la lengua
castellana, ni en lo que rige el Diccionario de la Real Lengua Española porque
sencillamente pensé que en su momento oportuno corregiría todas las falencias y
anomalías de la narrativa... pero la realidad fue otra; mi hermanita Virginia
Elena, Vikita para la familia, leía cada domingo mis cuentos en la mesa
dominical... leía ante mamita y mis hermanitos; y como les pareció bonito y
anecdótico… mandó a impresión los cuentos y así el borrador se hizo machote y
de machote un libro… esa experiencia fue el punto de partida que necesitaba…
desde ese momento me di el valor para seguir escribiendo… pero titubeaba… hasta
que leí una anécdota de Gabriel García Márquez, después la misma anécdota la vi
por YouTube narrada por el mismo genial Gabo donde alababa al maestro mexicano
Juan Rulfo, excelente escritor mexicano padre del realismo mágico. -"La
obra de Juan Rulfo me dio, por fin, el camino que buscaba para continuar mis
libros", confesó el Nobel colombiano de Literatura Gabriel García Márquez
durante el cincuentenario de la colección de cuentos El Llano en Llamas. Y yo
también había leído El Llano en Llamas y Pedro Páramo. Para simplificar, yo no
le llego a los talones a los maestros arriba mencionados… pero de lo que si
estoy bastante seguro fue que el escritor Juan Rulfo también me motivó a seguir
escribiendo hasta que algo saliera bien o bonito o mejor. Rulfo es mi profesor
de coraje. Además el maestro mexicano Juan Rulfo le echaba de vez en cuando su tequila seco y
voltea’o y yo… de cuando en vez empino el codo con mis copas reglamentarias de pisco achola’o.
Eso es todo y prosigo…
Nicolás Daniel León Cadenillas.
Lima, 2017.
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