Un apasionante libro por *Jorge Rendón Vásquez
Estimados lectores:
De Chorrillos hasta las playas de Río es
un reciente libro de Nicolás D. León Cadenillas (Lima, Grupo Editorial
Arteidea, 2015).
Niky León el autor, como lo conocen sus amigos, es actor recibido en la
Escuela Nacional de Arte Dramático en 1973. Luego de andar mucho por el
extranjero y recalar ocho años en la ciudad de Karlsruhe, famosa por su Casa de
Monedas que acuña las monedas alemanas, su Sala de Conciertos y su
impresionante Palacio, y por ser la sede del Tribunal Constitucional Federal
Alemán, vino a Lima. Es ahora profesor de oratoria y teatro en la Universidad
San Martín de Porres.
Dr. Jorge Rendón Vásquez y Nicolás Daniel León Cadenillas |
Ayer por la tarde me senté en mi sala y no solté su libro hasta
terminarlo.
Relata su viaje como mochilero por el Perú, Bolivia, Brasil, Argentina y
Chile en los primeros meses de 1973, cuando tenía veintidos años. Comenzó un
día “en que llegó la tentación, la lengua viperina cargada de promesas y
fantasías […] serpiente personificada” en un amigo del barrio de su infancia y
juventud, Balconcillo. “Éramos los hijitos de papá —dice—. Con el bitute
seguro, ropa limpia y cama calentita. Esquina superasegurada. Veraneábamos en
las playas chorrillanas de Agua Dulce, Pescadores y la Herradura.”
Era entonces un joven delgado, de larga cabellera, mirada franca y
curiosa, que estudiaba sus materias universitarias concediéndose sin tregua los
intervalos culturales que la vocación le sugería.
Sacó su pasaporte y con unos pocos soles en el bolsillo y mucha riqueza
en ilusiones partió hacia lo desconocido. Hizo autostop, viajó en camiones,
ómnibus de buena y de mala muerte, en el tren de la muerte de Santa Cruz a
Corumbá, y en el tren de la ruta de los valientes de Salta a Antofagasta. Hizo
teatro en salas y calles. Se alojó en albergues de ocasión y en los modestos
hogares de buenas gentes del pueblo que nunca le hicieron faltar un plato de
comida y un sitio donde recostarse por las noches. Y a pesar de todas las
limitaciones y uno que otro desasosiego surgidos naturalmente, nunca perdió el
humor ni el entusiasmo.
“En el poco tiempo que estuvimos en Río —prosigue—, visitamos sus
playas: Copacabana, la más famosa de todas las playas de Río; Ipanema, centro
de reunión del jet-set carioca; Botafogo, espectacular playa de conciertos y
espectáculos. El estadio de Maracaná, o maior estadio do Brasil e do
mundo.”
En San Pablo, cuenta: “nos cruzamos con los amigos de lo ajeno. Me
miraron asombrados, yo los miré, los señalé con los dedos índices derecho e izquierdo
para que Freddy los agüaite y les canté en son de paz Eu quero ter um
milhão de amigos. E asim mais forte poder cantar. Se sonrieron. Nos
sonreímos. Efectivamente, todo quedó en paz.”
En otra parte de su libro refiere: “En Salta La Linda, llegamos a un
barrio pegado a la Estación de Trenes, conforme avanzábamos una guitarra y una
voz afinada con vino nos abrazaba. Dormimos en una de las casitas de obreros
ferroviarios. El ángel que nos cobijó fue Martín Fierro, técnico mecánico de
motores, descendiente directo de gauchos. Nunca supimos su nombre verdadero,
tenía aproximadamente cincuenta años. Grueso, robusto, de hablar pausado,
alegre y bonachón. Bellísima persona. En las noches nos invitaba varias copas
de vermú antes de dormir.” Por todas partes la solidaridad generosa del pueblo
tras andar por montañas heladas, selvas caliginosas, desiertos sin fin y
páramos desposados con la soledad.
Y cito otro párrafo para mostrar el contraste que halló al retornar a la
patria querida: “Cuando llegamos a Tacna —recuerda— el chofer del
colectivo-taxi al abrir el capot trató de esconder unos artículos de los otros
pasajeros, me guiñó el ojo, yo también le guiñé el ojo, y lo jodí, advertí a
los pasajeros que el chofer se quería robar nuestras pertenencias. […] El chofer
me quiso buscar bronca. Se acercó un guardia, también quería la suya. En la
Aduana, los vistas, con ojitos depredadores, nos revisaron minuciosamente
maletas y mochilas. Para todo tenían objeción, querían su propina. Por arte de
magia se me desapareció un disco LP de Violeta Parra y de Víctor Jara.” No
había duda. Estaba de nuevo en nuestro país.
Libro: "De Chorrillos hasta las playas de Río" de Nicolás Daniel León Cadenillas |
Este libro nos devuelve a los tiempos lindos de nuestros años veinte. Y,
aunque ha sido escrito recientemente en Karlsruhe, el autor retorna a su manera
de contar las cosas con el lenguaje juvenil de cuando el hizo el viaje, fresco,
despreocupado, imaginativo y sano. Una constatación que lleva a preguntarnos si
tal vez guarda aún las ganas de engancharse en otro viaje tan maravilloso como
aquél que nos cuenta en su libro.
Consíganlo y prodíguense el placer de una excelente lectura de las que
hay muy pocas.
(Lima, 20/12/2015). JRV
*Jorge Rendón Vásquez. Abogado por la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos
Aires; Doctor en Derecho por la Universidad de San Marcos; Docteur en Sciences
Sociales du Travail por la Université Paris I (Sorbona) y Docteur en Droit por
esta misma Universidad.
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