DELFOS de NDLeón
El tholos de Delfos, templo circular construido en el año 390 a. C. |
DELFOS
Con la mano derecha en el
corazón, juré igual que el torpe de Perú Posible «¡Por Dios y por la plata!» Prometí
no mencionar el nombre de mi interlocutora, como no puedo con mi genio reparto
los créditos correspondientes. «Al César lo que es del César y a Dios lo que es
de Dios». Para Pitia del Oráculo de Apolo.
Llegamos a Delfos después de varias horas, sorteando varios pueblitos, en la
carretera principal metimos fierro a fondo al acelerador, avanzamos esquivando
buses y a una buena requetefila de automóviles. Llegamos, nos encontramos con
un colón de gente que nos habían madrugado. Caminando por la entrada del sitio
arqueológico de Delfos, escuché a los lejos voces extrañas, disminuyo el paso
para oír mejor; juntito a mí, escuché: —¡Apúrate! —No hice caso, pensando que
era un eco divino o el cansancio que me hacía escuchar cosas; seguimos
turisteando, hasta que nos encontramos frente a frente con el Teatro de
Dionisio, suspiros de emociones, fotos por aquí, por allá, por acá; pregunté
mentalmente ¿Y Dionisio? Y una vocecita que me responde: —¡Está de juerga,
durmiendo la mona, detrás del templo, no hagas bulla! —Me toqué la frente
pensando en una calentura o en una fiebre. Nada. Subiendo para «arriba en
subida» por la vía principal a paso lento, mirando las nubes, el verdor y la
belleza natural de los alrededores, observando a los cientos de turistas que
bajan de los buses a tropezones. Avanzamos un pequeño trecho, empezó a llover,
una lluvia bastante fuerte. Fuertísima. Miré la regadera celestial con cara de
diablo, escuché nuevamente la vocecita detrás de mis orejas en forma cachosa y
punzante:
—¡Estoy limpiando tu cuerpo y
tu alma! ¡Inmundo, Impuro pecador!
—¿Qué? ¿Qué cuerpo? ¡Me estás
jodiendo la ropa y voy a pescar un resfrío del carajo! —pensé nuevamente.
—¡Con un buen vaso de ouzo, adiós resfríos! ¡No pasa nada!
—¡No pasa nada! ¡Cierre el caño! ¡Lluvia de mierda!
—¡Un poquito de agua sirve para refrescar el ambiente!
—¿Quién eres?
—¡Tu conciencia! ¡Pepe Grillo! Jajaja... ¡Soy yo!
—¡Si eres tú, chamulla a Apolo para que deje de jugar carnavales!... ¡Ya
llegué! ¡Ahora qué hago? ¿Tienes un pronóstico reservado para mí?
—«Lo importante no es llegar primero sino hay que saber llegar...».
—¿Para eso he venido de tan lejos... dime algo nuevo... ¡No jodas!
—¡Pssszzz! ¡Llegamos al Templo de Apolo!
—¿Esto? ¿Sí? ¿Esto es? Al menos se ve algo, seis columnas, se ve interesante...
está bacán, quedan piedritas que dicen algo... ¡Gracias, mil gracias dioses del
Olimpo por cristalizar mi sueño! ¡Tú! Lleva mi mensaje de alegría, de amor y
agradecimiento a los dioses paganos de la Grecia antigua, cuna de la cultura
occidental, gracias dios Dionisio, creador del divertimiento y del teatro...
—¡Aguanta! ¡Aguannnta! ¡Para el rollo, no tan fácil, compadrito! ¡Primero tu
matrícula voluntaria... en Euros, nada de «One dollars», al cambio pierdo... nada de
sencillo ¡Billetes! no tengo tiempo para estar contando ripios. ¡Si puedes dar
billetitos con tres dígitos, mejor! ¡Cuando llueve todo el mundo se moja! ¡Mano
al drilo! ¡Nada es gratis huevo frito! ¡Businesses are businesses! ¡Boca come,
poto paga! Jajajaja
—¡Ay, carijo! ¿Así es la cosa? ¡Pido permiso señores que... este tango no es
para mí... ¡Porque el tango es macho! ¡Porque el tango es fuerte! Tiene olor a
vida, tiene gusto a muerte.
—¡Ya, suelta tu billete, no te hagas el cojudo! ¡Al pan, pan y al vino, vino!
¡Nada de favores!... ¡Muy bien!... No son falsos ¿no? Ustedes tienen una fama...
¡Escucha bien tu vaticinio! Lo digo sólo una vez, no hay repeticiones: «Por acá
todos estamos muy contento que insistes en tus sueños, intentos, esfuerzos para
seguir con la gracia de Dionisio»... ¡Eso es todo!
—¿Qué, acabó? ¿Eso es todo? Un viajezazazo para dos palabras.
—Eso es lo que querías escuchar ¿no? ¡Ya lo escuchaste! ¡Podéis ir en Pazzzz!
¡Papanatazzz!
—¡Puta! ¡Te pasaste de vueltas!
—¡Aguanta el carro! ¡Sigue portándote bien y es muy probable
que nos veamos en otra oportunidad! ¡Sigue por el camino correcto y serás recompensado...
aléjate de las promiscuidades y alcahueterías que no conducen a nada bueno! ¡No
sigas el camino de los políticos de tu país, gente podrida, corrompida, ninguno
se salva, todos son igualitos!... ¡Por acá siempre vienen los payasos!
—¡Cómo jodes! Yo no soy payaso. Te equivocas, me estoy desengañando de ti. ¡Yo
Soy…!
—Jajjaja yo sé quién eres... actor peruano del Perú. Naciste en Lima, eres de
la rica Viky de la urbanización residencial Balconcillo, jaranero del bulevar
Palermo, tabaco y ron con sus yuquitas fritas... que gentita… ¡Dios Mio!
—¡Carajo! ¡Qué tal chisme, acá también funciona el chuponeo! Yo pensé que a
nadie le importaba saber quién soy, ni de dónde vengo ni por donde voy ¿Cómo lo
sabes?
—Te hemos visto por televisión. También te hemos luqueado por la avenida Pocho
Ugarte tomando unas chelas con un cuarteto de búfalos delincuentes.
—Estaba chalequeando a mi hermano, esos son compañeros de mi hermano, no son
mis amigos.
—¡No niegues tres veces seguidas!
—¿Qué más sabes? Estoy curioso de saber tus designios, tus profecías...
—Todos los dioses, semidioses, mortales helénicos y del globo terráqueo, hablan
del gobierno de mierda de Alan Damian, cholywood está hasta las huevas, igual o
peor que el gobierno del japonés rata de Fujimori. ¿Cómo han escogido
nuevamente a esa hiena asesina, basura, vende patria? ¿Tan bestias son ustedes?
Tan rápido se olvidaron de las devaluaciones fulminantes, de las matanzas en
los penales y en El Frontón. ¡Si serán! ¡A tu pueblo le falta educación! ¡Ama
sua, ama llulla, ama quella!
—¡Chuchi! ¡Hablas quechua! ¿Eres bilingüe, trilingüe? ¡’taz tirando!
—Todo lo bueno se aprende. ¡No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojonazo!
—¡Te lo juro que... ¡Yo no voté por él!
—¡No hay escusas! ¡No te limpies!
—¿Podemos cambiar de tema? Se me hace tarde y tengo que partir para Olimpia.
—¡No he terminado, todavía no he terminado! ¡Meche, vieja zorra inútil, ministra
del Interior! Jajajajajaj; Mulder, cancerbero con rabia; Jorguito, escoria como
todos; Rafael Rey, sirviente de tres patrones, con la cruz ¡Mata!; Velásquez
Quesquén, presidente del Consejo de Ministros, jajajajaja, ¡Qué chiste! «Hoy
resulta que es lo mismo ser ignorante, sabio, cura o ladrón... ¡Para ustedes
todo es igual! ¡Nadie es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor!... ¡Si
es lo mismo el que labura noche y día, como un buey, que el que vive de los
otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley!».
—¡Bueno, me voy, no te quito tiempo, hasta nunca! ¡Gracias por todo! ¡Esto fue
debut y despedida!
—¡Te pido un favor!
—¡Habla!
—¡A mí no me incluyas en tus historietas!
—¡Un momentito, comadrita, yo no escribo historietas, yo escribo cuentos de
barrio... había prometido no escribir nada de esta visita, pero... ahora te
jodiste, por mi madrecita! Te voy a mencionar. Y te haré famosa en la esquina
de mi barrio, de aquí para la eternidad... Chao… ¿Una pregunta? ¿Para ir al
Templo de Atenea qué camino agarro?
—¡Sigue la fecha! ¡Eso... es el camino... hacia el cambio... un abismo
diferente! ¡El fraude avanza! ¡De frente compañero! Ja, ja, ja, Guten reisen!
¡Buen viaje! Danke! ¡Gracias por todo!
En el Templo de Palas Atenea Pronaia se me fue el dolor de cabeza, desapareció
el grillo que me zumbaba en los tímpanos; despejado de todo malestar, tomé
fotos al templo desde diferentes ángulos, y me di cuenta que éramos los únicos
en el parque, los quinientos y tantos turistas habían emprendido la retirada.
Se olía el perfume de los campos vecinos, el aire fresco, un silencio como les
gusta a los dioses... y también, a mí.
NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Delfos, Grecia, Set, 2009
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