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Quincenario de un actorazo

Quincenario de un actorazo. NDLeón

Teatro, arte milenario que nace con el hombre. Rito y liturgia. 
"El teatro: Un gran arte, un arte que nace con el hombre, que lo 
lleva en lo más noble de su alma y cuando quiere expresar lo 
más profundo de su historia y de su ser, lo expresa representando, 
repitiendo actitudes físicas. El santo sacrificio de la misa es la 
representación teatral más perfecta que se puede ver todavía".

 Federico García Lorca


Domingo 22 de marzo de 2009 -
“Las sorprendentes aventuras del pato Alfred Jodokus Kwak”.


Después de un intercambio de cartas por Internet, el grupo Mimose me invitó a una entrevista en su centro de operaciones en Bischweier, tuvimos una linda conversación, presenté mi curriculum vitae oralmente y les mostré unas fotitos como actor de teatro que estaban en mi cámara fotográfica digital. Me aceptaron y me dieron la oportunidad de trabajar en la magistral obra cumbre de teatro para niños “Alfred Jodocus Kwak” del cantautor holandés Herman van Veen.

Después de la inmensa alegría no pensé que se me iban a cruzar los chicotes y las neuronas, pues ya llevaba seis meses de estudiar alemán ininterrumpidamente, de asistir a unas charlas de café con extranjeros como yo, cada día que pasaba por la presión hablaba peor el alemán, se me hacía más difícil la pronunciación con la correcta acentuación, además tenía que diferenciar fonéticamente la ve doble (W), la ve chica (V), la be grande (B), la zeta (Z), la ce (C), la ese (S) y la eszett (ß). Todo un lío fonético cerebral. Mismo enfermito de afasia.

Para relajarme de mi estresante agonía y no morir en el intento de una brusca ipsofacta actividad físico mental, me inscribí en un curso de dibujo para dibujantes mayores o sea para viejitos, me di con la sorpresa que era uno de los más jóvenes, los otros dramáticos artistas me ganaban lejos en el calendario sin horario. Con este grupo practicaba mi alemán con paciencia y buen humor. Cuando estaba por finiquitar el curso, el profesor nos comentó que la prueba final era realizar un dibujo retrato, teníamos que ponernos de acuerdo con uno de nuestros colegas para dibujarnos mutuamente. Yo escogí sin pestañar a una simpática abuelita pero el profesor no estuvo de acuerdo con mi elección y me dio un tema bastante antiestético, difícil de aceptar, era una prueba de fuego para cualquier artista plástico, terminé aceptando como obligación no como inspiración, el trabajo consistía en presentar mi “Autorretrato”.

- Profesor! ¿Usted quiere que renuncie, que me retire del dibujo para siempre? ¿No sirvo para esto? ¿Ah, no? Dígame.
- No. No es eso. Es para que usted aprenda a observar y le va a servir para cualquier dibujo que efectúe, y como usted es actor le va a servir doblemente. Con el tiempo verá los resultados.
- Gracias profesor, me levanta la moral científicamente.

Personaje: "El Rey León". Interprete, el actor: Nicolás León


Con lo estresado que estaba, todavía tenía que soportar mirarme al espejo y visualizar marcadamente “las arrugas en mi frente, mis pupilas con su débil mirar, y mis labios temblorosos y arrugados saboreando están los besos que ayer dieron y hoy no dan”, observar detenidamente mis canas ocultadas por el tinte biológico castaño claro, la piel marchita por el tiempo y por los buenos tragos de antaño en el Bar Queirolo de jirón Quilca con Camaná a una cuadra de la Plaza San Martín.

El lunes 08 de diciembre del 2008, recibí un E-Mail de mi hijo Rodrigo, que decía:

- ¿Hola, como estás? Ya me enteré que te aceptaron en un grupo de teatro y que vas a actuar en alemán ¡Felicitaciones! ¡Que te vaya bien con la letra!

En enero del 2009 después de las fiestas empezaron los ensayos, todos los lunes y jueves de 7:00 a 10:00 de la noche, el esperado estreno estaba programado para el día Domingo 22 de Marzo, 5:00 de la tarde y las siguientes presentaciones durante la toda la semana dos funciones en las mañanas para los alumnos de primaria de todo el pueblo y villas de los alrededores.

El pueblito de Bischweier cuenta con tres mil almas y de yapa un turista o sea yo.

El hijo del Director, un niño de doce años me dio en cinco minutos un curso acelerado de la geografía política local, explicándome que Bischweier es un Municipio que pertenece al Distrito de Rastatt y éste a su vez pertenece al Estado Federado de Baden- Wurtemberg que es uno de los dieciséis estados que forman la República Federal de Alemania.

En casa con la ayuda de la página Google descifré lo que me había querido decir.

El viaje en tren de mi casita al teatro bischweieriano dura exactamente una hora, con libreto en mano era placentero el recorrido, era el mismo tiempo que demoraba en Lima de mi casa en el Distrito de La Victoria hasta el Distrito de Bellavista – Callao - para llegar al local del grupo “Homero, Teatro de Grillos”, más conocido como “Los Grillos”, con la pequeña diferencia que en Lima tenía que trasladarme colgado en el estribo de una combi asesina y estar mosca cuidándome de los choros.

Un gran comentario en el periódico de la región sobre la obra
“Las sorprendentes aventuras del pato Alfred Jodokus Kwak”.


En los ensayos veo las caras de preocupación y de incredulidad de mis colegas, el grupo todavía no se siente seguro de mi contratación, me imagino las dudas y enigmas que flotan en sus cabecitas, las primeras semanas fueron monótonas, ni chicha ni limonada, era como estar en neutro, algo faltaba en mi entorno, un buen chisme, el raje, las ocurrencias, las tardanzas, las improvisaciones improvisadas. El grupo funciona como un reloj, todo es tan disciplinado y extremadamente planeado que me siento perdido, respiro un ambiente de otro mundo.

En Baden-Wurtemberg suelen decir "wir können alles; außer Hochdeutsch" (nosotros podemos hacer de todo; excepto hablar alemán estándar). Y yo tenía la obligación de hablar lo más cercano posible al alemán estándar porque nuestro público eran alumnos de primaria.

Elaboré un plan de estudio bastante artesanal pero efectivo, leer cuantas veces se pudiera el libreto. Repetir la lectura del texto hasta el cansancio como en mi época de escolar, casi de paporreta, yo sabía el significado de lo que decía pero decirlo era el problema, dar con el tono, la pronunciación y la acentuación adecuada era el gran problema y sigue siendo mi problema. Necesité muchas horas de práctica para soltar la lengua. De lunes a viernes tenía y tengo que ir al Centro de la ciudad que dista 8 km desde mi casa. Pues, me hacía el trayecto de ida a pie repitiendo en voz alta mis parlamentos.

En el bus en una conversación me dijeron que unas vecinitas muy simpáticas habían hablado que me estaba fallando el coco, que me faltaba un perno. Como una de las jovencitas me había visto hablando solo, riéndome, gritando la misma palabra varias veces, todo sin sentido y siempre por la ribera del río. Habían sacado sus conclusiones que el nuevo vecino estaba mal de la cabeza.

Después de un mes y medio de ensayos comencé a demostrar que no se habían equivocado, pasito a paso todo lo estudiado lo iba plasmando en el escenario como cuando fui alumno de la Escuela Nacional de Arte Dramático, nervioso y cándido. ¡Por fin! Había llegado el esperado momento de la creación.

En el camarín esperando el tercer timbre para saltar al ruedo. Nk
k
Mi personaje “der König”, el rey, el rey de la selva, el león, en alemán “der Löwe”, requería de un estudio psicológico de su pasado, presente y futuro, complementándolo con una retrospectiva tetradimensional con figuras y fuerza en la testa, pues, aparte del idioma, además, tenía que sostener en la cabeza una pesada máscara de concreto armado para interpretar el personaje; me acordé con añoranza de mi amigo y condiscípulo Edmundo Torres y de mi profesor Arturo Villacorta, eximios artesanos de utilería teatral y expertos en el arte de la preparación y realización de máscaras.

Efectivamente, como me había anunciado mi profesor de dibujo, mismo profeta, el espejo de mi vida me sirvió para modelar mi personaje, como un alumno de ballet clásico ensayé frente a un gran espejo todos mis movimientos, siempre llevando sobre la cabeza la pesada máscara. El reto era expresar con voce y corpus los versos del parlamento. Molto difficile. Agradecí a mi profesora de Expresión Corporal, Eugenia Ende, por sus enseñanzas, por su apoyo incondicional para que continué como alumno de la Escuela y no abandone este bello arte, fue mi tutora Ad Honorem. Y poco a poco emulando la escena donde el actor enseña a actuar a Ui en la obra “La Resistible Ascensión de Arturo Ui” de Bertolt Brecht; poco a poco el espejo hacía las veces de un estricto y exigente profesor.

Después del plazo para entregar el dibujo me demoré unos días. Cerraron la Escuela por vacaciones, el profesor se fue de viaje, y yo con mi borrador (¡Suerte que inventaron el borrador!) y lápiz en mano, seguía dibujando. Cuando se reiniciaron las clases, llevé el trabajo. Solamente me había retrasado noventa días para ser exacto. La Nota del profesor fue una sonrisa, un apretón de manos y tres palabras:

- ¡Bien! ¡Siga practicando!


"Autorretrato" del artista master, Señor Actor Don Nicolás León

Y eso es lo que siempre he hecho en mi vida, practicar, ensayar, entrenar, practicar y practicar. En el arte nunca se termina de aprender, por eso siempre la práctica constante. Toda una vida aprendiendo, ensayando, probando, ejercitando, practicando, entrenando, enseñando, que bonito ciclo en el vivir.

Repasando mi tarea de alemán y hojeando un libro sobre Jorge Luis Borges leo una cita que gráfica todo mi problema sobre el idioma alemán :

- “De la jungla de las declinaciones, del diccionario, que no acierta nunca”

Si, efectivamente, las reglas gramaticales del idioma alemán son casi impredecibles e incomprensibles para un extraño.

Enero, febrero y marzo, honestamente, fue gratificante, superé obstáculos que en su momento parecían imposibles de superar. Los grandes obstáculos con la práctica y apoyo de los colegas se minimizaron a la más mínima potencia.

Pausa, indicaciones del director.


Quiero decir algo parecido pero distinto. Como actor, como vecino de un barrio popular, tuve una preparación extra programática en el escenario deportivo experimental de las calles, esto no quiere decir que soy un actor salido de las canteras de la calle, no, soy actor de escuela, pero en mi barrunto aprendí a vivir y a compartir, aprendí a lavar, pegar botones, cocinar, a planchar, a cambiar los fusibles, a tirar martillo y serrucho, muchas veces se presentó la ocasión y me convertí en pintor de brocha gorda. Todo el quehacer cotidiano me sirvió en las tablas como tramoyista, escenógrafo, luminotécnico, algunas veces como utilero. Hoy me pongo como ejemplo, pues, en el transcurso de los años trabajé en múltiples oficios, cumpliendo - mi labor de colegial en el Colegio Fiscal del barrio donde nací - con mis obligaciones y le gané tiempo al tiempo para realizar lo que más me gusta: Hacer teatro. Lo maravilloso del quehacer teatral es su esencia, el actor, el hombre y si son nuestros amigos mucho mejor. El teatro me ha dado amigos, el teatro me ha dado todo. Amor, desamor, alegría, llanto, lágrimas y ¡Salud! Qué no haya alcanzado la graciosa “fama” no significa que no haya tenido éxito, que sea un frustrado, nunca me preocupó la fama, muchos no me entienden y no tengo palabras para explicar mi posición, lo único que puede decir es que soy feliz, vivo feliz y eso ya es bastante. ¡Vivo! ¿Quién dijo que el teatro solo es pena, penita, pena?

Faltando cinco días para el estreno, en el ensayo principal de sonido, efectos y canciones, bajo la batuta en cuerpo presente del profesor del teclado musical, Norbert Huck; el director dio la orden de empezar como si fuera el estreno general:

- ¡Silencio! ¡Silencio! Tres, dos, uno ... (y recalcando para los oídos del actor invitado)

- ¡Nada de español! ¡Todo en alemán! Deutsch! Aktion!

¡Glug! ¡Glug! Tragué saliva, me persigné y esperé sentadito como un angelito de otoño la segunda escena para hacer mi entrada triunfal al escenario.

Después del ensayo tuve una idea para darle sabor y locura a mi personaje, decir unas palabras en español, consulté con el director, probamos y gustó. Según el director se veía bien el efecto. En la primera escena que aparezco solo digo una palabra en español; en la segunda escena recito mi primer parlamento en español y después continuo diciendo lo mismo en alemán; y en tercera escena entro cantando unas líneas de una canción conocidísima en todo el Perú y ahora en el mundo entero:

- “Se va se va se va el Alianza para Campeón, se va se va Alianza Lima Corazón”.

En toda ésta experiencia tuve sueños encontrados pero en ningún momento se me cruzó la idea de mandar todo esto al diablo, por el contrario, a mayor obstáculos mejor era el reto.

Mi hijita, Alejandra María, mamá de mis dos nietos, un día antes del estreno me saludo por teléfono, me deseo suerte y me preguntó:

- ¿Ya te aprendíste el libreto?

Hasta que llegó el día Domingo 22 de Marzo, cinco de la tarde (5:00 P.M.), no había escapatoria, esperar el tercer timbre y saltar al ruedo.

Me acordé de un Maestro de Ceremonias en el Teatro de la Sinfónica, minutos antes de empezar la función, amablemente rogaba al público:

- “Por favor, después de la representación no de olviden de prender sus celulares”.

En el estreno llegó más gente de lo que se había calculado, un poquito más y era el doble. Nuestro fotógrafo y camarógrafo tuvieron que buscar nuevos sitios para realizar su trabajo, en plena función hubo mucha química con el público que rieron, aplaudieron, festejaron, murmuraron las ocurrencias, todo lindo, de maravillas. Cuando terminó la función, todos cansados pero felices, nos abrazamos contentos. Yo estaba contentísimo había pasado mi primera prueba de fuego con el idioma y con el público alemán.

El único que estaba con una cara larga era el camarógrafo. ¿Qué pasa? Qué ha pasado?, respirando fastidiado nos llegó a decir que la grabación había que hacerla de nuevo porque había mucha bulla, estaba toda borrosa, que por momentos no se entiende lo que se habla.

Acordamos que al día siguiente había que ensayar tempranito con micros inalámbricos, otro nuevo problema. Ahora tenemos que estar pendiente del micro, movernos y actuar en función del micro. ¡Mama mía! Menudo problema. Suerte que teníamos a Anita Wolfschläger como asistente de utilería y correrías. En las luces estaba el cuñado de Klaus-Peter: Herr Peter.

Después del estreno las funciones fueron de lunes a viernes en las mañanas en doble horario, de 9:00 am y 11:00 am. Esto significaba que tenía que levantarme a las 5:45 de la mañana, claro con ayuda de un buen reloj despertador. Tomar a la diabla unos sorbos de café para tratar de despertarme y salir con rumbo a la estación del tren. Afuera la Primavera estaba en contra de los pronósticos climáticos, hacía un frío hielo de los mil demonios, terrible, con humedad y lluvia a cántaros. Caminar rumbo a la estación era heroico. Tomar el tren a las 7:00 am. llegar al local a las 8:00 am. arreglar la utilería, prepararme y cambiarme.

En el fondo de mi corazoncito, mi corazón latía maravillosamente bien con una sonrisa de oreja a oreja.

Conforme avanzaba lo programado me di cuenta que el trabajo no era solo del Grupo sino de toda la Comunidad, de la Municipalidad, de los Auspiciadores, de los Sponsors, de los Colegios, de los padres de familia, de los vecinos, de los familiares y amigos. Todos ponían su granito de arena. En cada función teníamos un aproximado de 300 niños, sin contar a los profesores que voluntariamente hacían el papel de nuestros más ácidos críticos.

En el transcurso de las funciones una profesora comentó al grupo de actores:

- El actor que hace del Rey León tiene un marcado acento ¿De dónde? Pero, cuando habla español le sale mucho mejor, ¿Cómo es eso?

Entre risas le explicaron que soy un estudiante de alemán, que soy un actor invitado y latinoamericano, peruano, con lengua materna española.

Realizando la última función de la temporada sentí un malestar inequívoco de resfrío. Cuando terminó todo, arreglando el vestuario para entregarlo tal como me lo habían dado, sentí más fastidio, el malestar aumentaba. Nos despedimos poniéndonos de acuerdo que dentro de dos semanas almorzábamos juntos todos los integrantes y amigos que habían colaborado en la empresa, un verdadero almuerzo de camaradería.

Llegué a casa y tenía fiebre, catarro, gripe, tos, tenía escalofríos, estornudos, tos intensa, una fuerte inflamación en la garganta, me dolían los ojos, la nariz parecía un caño, tenía dolor de cabeza, dolores musculares, dolores en las articulaciones y en los huesos.

Tirado en mi camita acompañado de mi termo con tecito caliente y mis pañuelos desechables, inmovilizado. Sacando conclusiones me sentía un suertudo. Un afortunado, un agraciado del Señor. Tuve la suerte que todo este mal no se presentó en plenas funciones. Soy un tipo con suerte. ¡Qué lechero que soy!

Creo que esto es todo por hoy.

Gracias Dionisio, Baco, Gestín, Osiris y otros buenos cantores, guitarristas y chupa cañas; gracias dioses del teatro; gracias papalindo; gracias mamita, siempre rezaste por mi; gracias a los integrantes del Grupo Mimose, gracias al Director Klaus-Peter por su confianza, faltando 10 días para el estreno me confesó que había tenido unas ganas locas de botarme del elenco y hacer mi personaje porque me veía más perdido que Papá Noel en Fiestas Patrias; gracias a Dorothee por su paciencia, me auxilió en los momentos claves de mi interpretación victoriana antistanislavskiana y si la defraudaba estaba lista para meterse a una clínica psiquiatrica; gracias a Silvia, a Claudia, compañeras de tablas, gracias por su colaboración; gracias a mis hijos que desde lejos me hacían llegar su aliento; gracias a Hans Singbartl, mi profesor de dibujo en la VHS Karlsruhe; gracias a mis amigos que me alentaron; gracias a todos que en una u otra forma me ayudaron, gracias, gracias por el apoyo prestado a este humilde servidor.

Para terminar repito las palabras del parapsicólogo chancalalata agrobioterrenal del Valle del Santa, Xtonvh Ch.:

“... como fuiste testigo de tantas vivencias fortuitas e infortuitas (revísame esta frase) ahí está el detalle si no es como una quisiera si no como se dan las cosas osea como quien dice así no es, así esta mejor no, de frente parece un insulto pero con el transcurrir en forma subrepticia esta el innegable sentido del vivir práctico duro y real, y para eso hay que estar preparado”.

Nicolás Daniel León Cadenillas
Karlsruhe, 30/März/2009.

Alfred, nota de prensa:
Las sorprendentes aventuras del pato Alfred Jodokus Kwak”.
La obra teatral “Alfred Jodokus Kwak” del cantautor holandés Hermann van Veen, se estrenó el domingo 22 del presente en el pueblo de Bischweier por el Grupo Mimosen. El elenco está conformado por los integrantes del grupo Mimosen: Silvia Zuckriegl, Claudia Heberle, Dorothee Pauleit, Nicolas León y Klaus-Peter Wick en su doble función de actor y director de la obra.
La obra se presentará durante las semanas siguientes de Abril en doble horario de 9:00 y 11:00 am. para los alumnos de primaria de la comunidad y público en general. En el local del Auditorio del Mercado Principal de Bischweier. (Distrito de Rastatt. Estado de Baden-Wurtemberg. Alemania).
Argumento: La historia del pato “Alfred Jodocus Kwak”, es tierna, triste y conmovedora. Alfred es un patito huerfanito que es adoptado por “Henk” un topo, al que llamará "papá" por siempre. Él es optimista, curioso, sencillo, amable y muy buen pato que va descubriendo el mundo poco a poco ... y enfrentándose a la vida, a la injusticia y a los ¡Malos!. En un país sin agua donde predomina la sequía. El pato Alfred decide ayudar a los animales de esa región, consiguiendo riqueza gracias a un inteligente negocio. Lamentablemente el Rey lo ha escuchado y le pide prestado el dinero para sus fines, sin ninguna intención de devolverlo. Ahí empieza el camino de una aventura más para Alfred para recuperar su oro. Con la ayuda de sus amigos inicia la lucha contra el poder del Rey.
Actores Invitados: Dorothee Pauleit como 'El Pavo' y Nicolás León como 'El Rey León'.
Tiempo de duración de la obra: Aprox. 70 minutos.

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