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Aprendiz de Bombero

Dedicado a Elio Ramírez Otolea,
Chef del "Coro Cristo Rey" de Barranco.
Lima, 4.

“El que desprecia el infierno o lo olvida, no escapará de él” (San Juan Crisóstomo).

En el Tercer y Cuarto Domingo de Adviento al final de Misa todos los parroquianos encendieron una velita; el templo se iluminó apunte de velas; el altar lleno de velas, todo rodeado e iluminado por velas. En casa fue igual; velas por todos los rincones; en la mesita de centro, en el centro de la mesa de la cocina, del comedor, de la sala. Velas como luciérnagas en el árbol de navidad; derramando lágrimas de cera como plañideras.

En Alemania todos los hogares son adornados con velas; se ven encima de las chimeneas y de las ventanas, iluminando las calles y plazas. Por estos lares se ve bonito el uso de las velas, porque a partir de las cinco de la tarde está bastante oscuro como las diez de la noche de Lima. Pero mi sentido común y mi crianza navideña nada tiene que ver con velitas.Con las justas y con mucho recelo, mamita le ponía una velita misionera a la imagen del Corazón de Jesús que tenía en su cuarto. Además, en Lima la Navidad cae en la estación del ardiente sol de verano y las velitas están de adorno o son eléctricas. En los nacimientos de mi barrunto no se encienden velitas porque al menor descuido pueden provocar una tragedia.

Actualmente vivo a trescientos metros de distancia de la estación de bomberos; pero nunca he visto ni he escuchado la sirena de la autobomba. Como le tengo respeto y recelo al fuego eterno, aproveché la caminata navideña del 25 de diciembre para preguntar:

- ¿Qué se necesita para ser bombero?
- ¡No sé! Acá los bomberos son voluntarios, o me equivoco. No sé que necesitan para ingresar al cuerpo de bomberos; voy averiguar!
- ¡Ajá! Igual que en Perú. ¡Pa’cojudos los bomberos! Te pregunto porque todo está iluminado con velas y si no se tiene precaución, se arma un incendio de la jijuna. Y mientras los bomberos tratan de arrancar sus autobombas todo se convierte en cenizas porque las casas tienen cualquier cantidad de materiales inflamables, maderas, plásticos, cortinas sintéticas de vinilo o poliester, etc. Es peligroso. De repente exagero, Alemania es otro mundo comparando con mi Perú. Acá cuentan con adelantos más sofisticados para prevenir los incendios.

Expliqué que tantas velas encendidas me ponen nervioso, que no estoy acostumbrado a su uso masivo; que en una oportunidad fui testigo presencial de un conato de incendio; y fui el protagonista en el desenlace de la historia.

- En una gira teatral por los Andes del Sur del Perú, en un pueblito perdido y olvidado, el Alcalde nos contrató para realizar un Theater Workshop un fin de semana con los profesores del colegio nacional y con unos jovenes monaguillos de la iglesia católica. Nos dieron hospedaje en un Hotel Cero Estrellas. El viernes después del taller llegamos tarde al hostal, cansados y cargando nuestres enseres; nos íbamos acomodando de a dos en los cuartitos que estaban uno después de otro; el pasadizo era super estrecho y oscuro. Preguntamos, dónde estaba el baño; del fondo del callejoncito escuchamos una voz grave, ronca y aguardentosa:

- ¡Acá tá el ñoba!

Y seguidamente se escuchó la catarata de agua del waterlú. Arreglando nuestras pertenencias súbitamente nos quedamos perdidos entre las tinieblas e inmovilizados por falta de luz. A los segundos reaccionamos:

- ¡Apagón! ¡Se quemaron los plomos! ¡No veo ni michi! ¡Una vela! ¡Quién chichi tiene una vela! ¡Carajo! ¡Pasuumare! ¡Me golpié la cara con la puerta! ¿Quién tiene una vela? ¡Por la … puñales! ¡Una vela! ¡Carajo!

Una voz de muerto nos tranquilizó, era la voz del encargado de las Suites, llevaba en la mano derecha un pequeñito candelabro con una velita que estaba por apagarse, y sujetaba cinco velas en la otra mano, una velita por cuarto. En ese momento recién nos explicó que a las diez de la noche cortaban de un cocacho la luz en todo el pueblo.Había tanta oscuridad en los cuartos como en las callecitas, a excepción de unas estrellas que tintineaban en el firmamento. Para ir al bañoco caminabamos a tientas tocando las paredes hasta chocar con una puerta de lata.

El Domingo después del taller a golpe de las ocho de la noche presentamos la conclusión del trabajo para las autoridades en la Plaza de Armas. Cuando terminó la función, el reloj marcó las diez de la noche y al toque apagón, quisimos correr para llegar al hotelito pero la oscuridad tétrica nos ganaba, caminamos en grupo con unos cuantos vecinos que nos seguían preguntando sobre el taller. Nosotros sólo teníamos que sacar nuestras valijas y correr a la carretera para esperar el interprovincial para que nos regrese a la civilización. Cuando entramos al telo sentimos un olor a quemado; había fuego en uno de los cuartos del fondo, nadie atinaba a nada. Me salió el indio autóctono y salvaje de mis ancestros de los Andes del Norte peruano y corrí a ciegas a través del humo y de dos certeros tacles directamente a las bisagras, al mejor estilo de Bruce Lee, hice añicos la sólida puerta, viendo el fuego sentí temor pero recordé una historia verídica, verdadera de verdad; a lo macho sujeté la frazada, corrí cuatro pasos y ya estaba en el baño; con fuerza y maña metí la frazada en el antiguo wáter modelo Niágara, esos que tienen el tanque a una altura de casi dos metros; jale la cadena y con el chorrazo de agua recontramojé la frazada, mis pantalones, mis calzoncillos, mis medias y mis chancabuques. Con la frazada empapada, mojadísima me fui contra el nucleo del fuego; sin titubeos, a fuerza de coraje, valor, y al final cagándome de miedo apagué el conato de incendio, yo solito; el administrador llegó después cuando todo estaba solucionado, se había quedado hueveando en la Plaza de Armas. Nos alcanzó las velas para sacar nuestras cosas de nuestros cuartos.

Después del susto los huéspedes, sapos y administrador, con vela en mano comenzaron a ordenar los trastos y se dieron con la sorpresa que las paredes del cuarto, las camas, el ropero y la mesita de noche carbonizadas estaban salpicadas de caca, mejor dicho para no ser grosero, “salpicadas de mierda”. El administrador comenzó a gritarme, por qué chucha no miré primero el WC; que la había cagado todito, que ahora ni limpiando podían dormir en ese cuarto”. De un momento a otro, de héroe pasé a ser el villano.

- ¡Pero he apagado el fuego! ¡Sinó se prendía todo el hotel! ¡No me jodas! ¡Adiós! ¡Y que te vaya bien! ¡Malagradecido de mierda!

Sentado en el ómnibus interprovincial hice memoria de la historia de mi amigo.

- “Mi hermanito jugando con fósforos en el corredor del primer piso, prendió fuego a las cortinas; la candela avanzó hasta el dormitorio de mis papás. Suerte que en ese momento llegó mi papá de su trabajo y sin pensar dos veces como buen viejo zorro en servicios profesionales, reaccionó en un milésimo de segundo: Sujetó una frazada, la metió al inodoro giró la palanca de la cisterna, y con la descarga de agua empapó la frazada, así controló el fuego que se extendía por toda la casa”.

- ¡Yo hice lo mismo!

Pero como siempre la gente no sabe reconocer a los verdaderos héroes anónimos.

Composición: “Fiestas Navideñas de los Ex-Alumnos Ug@rtinos”


Karlsruhe, 25/Febrero/2009

Ugartinos, familiares y amigos. Queridísimos, no sé como empezar éstas líneas pero como todo tiene su comienzo y su final, empiezo por el principio hasta lo último osea desde su adelante para su atrás.

En el mes de Diciembre en el Circulo de Escritores Latinoamericanos de la Ciudad de Karlsruhe nos habíamos propuesto un tema, relatar un cuento o anécdota sobre las fiestas navideñas pasadas a manera de composición escolar. Por votación se aceptó la moción. El trabajo como siempre tenía que ser leído al mes siguiente, tercer lunes de enero del 2009.

Por motivo de fuerza mayor y menor, recién estoy terminando la composición y agradezco a mi colega afrocaribeñolatinoamericanogermanoandino, José Dámaso Mulder Van Der Graff Mamani, por ofrecerse desinteresadamente a leer el cuento como acordamos en la conversación que tuvimos por teléfono, además de advertirme que vaya practicando en escribir unas breves líneas o un poema en alemán según los últimos acuerdos del Circulo. Estoy tratando de escribir unas Décimas o lo que me salga. Dios proveerá.

En estos momentos me encuentro en Chieming haciendo una visita relámpago a mis suegros porque el abuelo mayor está internado en una clínica de rehabilitación post operación de una rodilla, y yo colaborando en casa haciendo las labores de un experto Hausmann.

Ahora les pido permiso, el deber me llama, me voy directo a la cocina a preparar unas ricas fuentes de Papa a la Huancaina, Ceviche y Arroz con Pollo; de postre una torta de vainilla acompañado de su cafecito caliente; aprovechando que había un lindo día el termómetro marcaba O° C - ni frio ni calor- tiré pala limpiando la vereda de la blanca nieve que estaba bloqueando el garaje para sacar la camioneta y salir de compras al mercado y aprovechando la movilidad hacer las excursiónes y disfrutar de la naturaleza respirando aire puro. Me despido con un fuerte abrazo para cada uno de ustedes. Ciao, Chao, Tschüs! Niky León.

PD. 30/Marzo. Todavía tengo en mi poder la “Composición” que tengo que enviar lo más antes posible, después de semanas de espera por fín arreglamos la pantalla del Laptop y recién tengo el libre acceso a mis archivos confidenciales ultra secretos. La pobre Composición encarcelada ciberneticamente hoy sale a la luz para alegrar o malograr el día, pero la verdadera intención es vivir con música,con paz y amor, al ritmo de la cumbia “Tabaco y ron, Ron y tabaco”.

Ustedes dirán, teniendo a Niky como amigo y condíscipulo para que necesitamos enemigos. Lastimosamente no tengo los E-Mail de los contrarios traferos, ustedes como hermanos del alma tienen suerte porque con todo este tiempo que ha pasado he podido inspirarme y escribir mis primeros versos, mi primer poema en alemán y ustedes van hacer los privilegiados de leerlo, recíen salidito del horno, no os preocupéis que les estoy enviando la traducción. El poema escrito con sentimiento, con corazón, con nostalgia, lleva por título “Soy” (Ich bin).


SOY

Soy del Rico Parque Dasso.
Soy de la Rica Victoria.
Soy Sentimiento Blanquiazul.
Soy Corazón Victoriano.

Soy azul y blanco.
Soy blanquiazul.
Soy blanco y azul.
Soy azul y blanco.

Soy Alianza Lima,
fútbol pícaro popular.
Soy del pueblo sin igual.
No tememos, no hay rival.

Así que tu eres crema de la u.
No vales un real, menos un Perú.
Lo dices con cacareo y alboroto.
Lleno de plumas hasta en el poto.

Deja de joder con tanta cantaleta.
Solo eres una miserable letra.
Aprendete eso de paporreta.
Gallina marica de morisqueta.

Y tu pecho frio celestón.
Amarrate bien el cinturón.
Siempre haces un papelón.
Con cara de pavo huevón.

No soy gallina de una letra.
No soy un pavo celestón.
Soy Alianza Lima Azul.
Soy Aliancista Corazón.

Niky León - febrero/2009

ICH BIN

Ich bin von Rico Parque Dasso

Ich bin von Rica Victoria
Ich bin weissblaues Gefühl
Ich bin ein Herz Victoriano

Ich bin blau und weiss
 Ich bin weissblau
 Ich bin weiss und blau
 Ich bin blau und weiss.

Ich bin Alianza Lima,
spitzbübischen populären Fußballs
Ich gehöre dem Volk ohne gleicher
wir fürchten uns nicht, es gibt keinen Rivalen

So, Du bist crema de la u
Du bist nicht mal ein Pfennig wert, auch nicht ein Perú
Du sagst es mit cacareo und alboroto
Voller Federn bis zum poto

 Hört auf zu nerven, mit dieser cantaleta
Du bist ja nur ein erbärmlicher Buchstabe
Merke es dir das wie paporreta
Gallina marica de morisqueta.

Und deine kalte Brust celestón
Schnalle gut deinen Gurtel
Du machst immer ein papelón
Mit diesem Gesicht, pavo huevón

Ich bin keine gallina eines Worts
Ich bin kein pavo celestón
S Ich bin Alianza Lima blau
Ich bin Aliancista vom ganzen Herzen
Niky León.

La Victoria, 02/Enero/2009. COMPOSICIÓN:
“Jorge Luis Vigo Seminario - Promoción 1967 de la GUE “Alfonso Ugarte” de San Isidro. Lima, 27. Perú - en la Fiestas Navideñas de los Ex-Alumnos Ug@rtinos”.

En la última reunión del año pasado de los ex-alumnos Ugartinos que se realizó el último Miércoles de Diciembre (antes eran los jueves) a las 7:30 pm, para disfrutar del delicioso buffet en el Chifa "Noh Pelil Fillao Pol Fabol", sito en Jr. González Prada en Surquillo, altura Cdra 52 Av. Paseo de la República (a media cuadra del Zanjón, frente al grifo del Teatro Marzano) para celebrar las Fiestas Navideñas, despedir el Año Viejo a lo grande y agasajar el “diablo” de los Ugartinos que cumplían años ese mes. La Comisión envío una carta electrónica a todos los Ugartinos, si la memoria no me falla, rezaba así:

“Con tu presencia realzaremos la noche e iniciaremos de una vez por todas, nuestra fraternidad y unidad de nuestra Familia Ugartina y así apoyar a nuestro “cole” y colocarnos en el sitial que se merece y que todo el “mundo” se entere que los Ugartinos Valientes, somos capaces de muchas cosas porque tenemos “Sangre Granate” “Pasemos la voz porque todos estamos invitados” “ADELANTE UGARTINO VALIENTE” “VOLUNTAD DISCIPLINA Y ACCION” “Un abrazo Ugartino” “LA COMISION”

Para no saltearme en la narración tengo que agregar que en este actual mundo globalizado las promociones estan interconectados en la red del MSN gracias al trabajo de hormiga del encargado de las Relaciones Públicas del Circulo Ugartino, el ex-alumno D’Alfredo Angeles Córdova, a la vez que todos están inscritos en los planillones de la Asociación muy especialmente los sesentónes y setentónes de las promociones de los años 60 al 70 que participan los sábados en las tardes cheleras deportivas en el colegio.

Los asistentes desde temprano llegaban uno por uno o en pequeños grupos. Jorge Luis Vigo Seminario llegó con sus hermanos; con sus hijos; con dos bravos de las cucharas sus engreídos sobrinos; con sus queridos cuñados; con tres compadres de su antiguo barrio de Santa Cruz y con su señor padre Don Tercero, viejo roble oriundo de la sierra norte descendiente directo de la estirpe del Majestuoso Apu Inca Atahualpa.

El Excmo. David Edward Brandariz, Marqués de Sant Borgia, el honorable gran hermano Ugartino, preparó el cronograma de la actividad y toditita la coordinación de la magna reunion, todo estuvo bajo su atenta inspección, con sus doscientos centímetros y algo más de altura supervisaba como un disciplinado centinela en su atalaya todos los rincones del sagrado recinto.

En el centro del salón esperaba el buffet acordado de S/. 11.99, se podía comer cualquier plato, las cantidades y cantidad de veces que uno deseeaba, esto era solo hasta las 11:00 pm (desde las 8:00 pm). Los guachimanes prohibían la entrada a los que portaban loncheras o tappers, el precio no incluía los líquidos, gaseosas o licores.
BUFFET:
- Una copa de Vino "Los Gorreones" de San Isidro.
- Agua Mineral "Ke Shu".
ENTRADA:
- Cocktail de Camarones de San Juan.
- Choros de Chicago Chico.
- Conchas de su Mare a la Surquillana.
- Ceviche de Borracho a la Chorrillana.
SEGUNDOS:
- Huachalomo Fino Saltado con Aló.
- Tallarin Asaltado en La Victoria.
- Arroz Chaufa de Despedida.

La reunión estaba amenizada con un potente equipo y varios parlantes super chillones que cumplían su función de alegrar a los antiguos jovenes con música del recuerdo y los Hits de la Nueva Ola. Algunos de los presentes llegaron con una ropero al estilo de Pablo Luna, Jimmy Santi, Elmo Rivero, Tele Santiago Cassina, pero la mayoria fueron con prendas de vestir deportivas que es la ropa que mejor se acomodaba para la ocasión.

Hablando de ropa, sorpresivamente hizo su aparición el Mariachi Doctor con su voz de Charro Cantor, ex-alumno Vitorino Híjar González, a pedido del Pass Presidente y de sus fans cantó la misma canción que siempre canta por Navidad, psiquiátricamente brindó “Allá en el Rancho Grande”, para despedirse y hacer su cola para su buffet, cantó “Las Mañanitas”, por la gran ovación de sus seguidores volvió al estrado con “El Jinete”, grandes aplausos y después nadie lo movió de su asiento. Murmuraron por ahí:

- Ahora esperar otro año más para volverlo a escuchar ¡Siempre lo mismo, miércales!

El flaco Emiliano Valdivia tomó la posta y con un pulmón prestado se mandó el tango “Tomo y Obligo”, continuó con “Cambalache” y finalizó con “Adios Muchachos”, tenía que regresar temprano a su casa para atender a sus suegritos que habían llegado de sorpresa a comerse su rancho.

Yuri Gatopardo Dasso tomó la rienda y al son de “Caballo Viejo” deleitó a los cochitos de la promo 56, con Nemecio Chupaca Chang a la cabeza; los antiguos compañeros del “Japonés Rata de la Yuca” se estaban trompeando a mordiscones con el “fino huachalomo”; Yuri Gatopardo dedicó una bella canción a todos los presentes y a su doña de la hermosa tierra de Cúcuta “Amor Eterno”.

Eduardo Backus Rocca siguio haciendo música con las botellas, con los platos, las cucharas, mismo baterista de banda folklórica del Callejón de Huaylas, Caraz, ofreció el tema “Llegó Borracho el Borracho”, por su larga experiencia y con sus dotes histrionicos no defraudó, el tema le salió de maravillas. Recibiendo media caja de cervezas como premio consuelo.

Un tarado tarareó La Tarara, lo callaron rapidamente pasándole la jarra de ron para que se meta un viaje seco y volteáo. Julius Infantes tarareó “Tu nombre me sabe a yerba” en el inconfundible estilo de Archi’s, Matute y Cía.

Pietro Albertico Averno desde su banca y con los cubiertos en las manos entonó el “Rock de la Cárcel” al estilo chichero de Chacalón y la Nueva Crema.

“El Rey” fué interpretado por Pablo Jaime Vizcardo y Velarde, integrante de la banda salsera “Los Papeleros”.

El Maestro de Ceremonias, Ricardo Rinesa De Surquío, pidió silencio y con unos golpecitos tintineando insistentemente las botellas vacías se dió la espectacular largada, los presentes se acomodaron en sus puestos, asientos e improvisaron bancas con las cajas de cervezas y gaseosas, garraspearon y se inició la programación.

Primero se cantó el Himno del Colegio muy desafinado sin compás pero con muchas ganas de secar las gargantas, luego vinieron las palabras de los Ayayeros principales que utilizaron el micrófono más de la cuenta como si en su casa no tuvieran permiso para hablar; siguió el Tesorero insinuando que las arcas están vacías y se necesita la colaboración desinteresada de los miembros activos (solo se escuchó el zumbido de una mosca), y haciendo el uso de la misma el Presidente del Circulo Ugartino, Oscar Lo Pino De la Guardia, en posición de atención brindó con todos los asistentes deseándoles un Mejor Año, con las copas en alto la audiencia pensó que no había esperanzas para el proximo año, era utópico pensar de un Próspero y Buen Año con el Gobierno de Caballo Loco.

Nuevamente el Maestro de Ceremonias pidió silencio, aclarando que pedía un minuto de silencio por los que se han ido al Cielo, al Infierno o al Purgatorio. Silencio total, silencio que se escuchó muy grave y profundo.

Unos de los mayores de edad, Daniel Bejar Ingenieros, comentó que no tiene problemas con su esposa, que se entienden perfectamente pero que su hogar es un infierno porque hasta el momento conviven con sus suegros y cuñados.

- ¡Bótalos, pues, viejo huevón!; le aconsejaron.
- ¡No puedo, la casa es de ellos!; contestó.

En plena comelona y con la ayuda de los vinos y rones comenzó poco a poco la lora, empezaron hablando de la política nefasta del gobierno, luego de la economía nacional e internacional, de las noticias locales, que se ha separado de la esposa, que ya le salió el divorcio, que la secretaria está esperando un bebe y que la esposa ni se entera , que se va a vivir a Europa; después siguió el tema de la economía doméstica, de los nietos que hay que criar para que los chicos estudien y salgan adelante; del fútbol peruano que cada día que pasa no hay nuevos valores y somos los últimos de América y para terminar comenzaron hablar de los achaques, de los males crónicos, de las enfermedades, del colesterol, de la diabetes, del chequeo mensual a la próstata, de las dentaduras postisas que han subido de precio y el Seguro no reconoce el gasto ni ayuda en nada.

Jorge Judas Iscariote Barrionuevo, en un rincon apiñado en una mesita junto a su secta de fariseos de la comunidad Fraude Electoral Electrónico, confesó que su dentadura estaba igual que su carcocha, pero que gracias al tratamiento de paradontosis hoy tenía nuevo juego de cubiertos, un reluciente cassette, obsequio de sus hijos que trabajan en un Banco del Parque Central de Nueva York vendiendo periódicos y postales a los turistas.

Hilberto Alexis Vam Pírou contó que a él le había salido muy baratito a precio de ganga, de remate, de oferta, sus dentaduras postizas, pues, buscando, buscando, encontró a su medida y super barato en la cachina de la Av. 28 de Julio con Aviación, casi nuevas y de yapa le dieron un diente de plata del Llanero Solitario.

Por ahí alguien dijo que a Luis Jorge Seminario Vigo (a) “El Archivado”, lo iban a operar de las hemorroides, del juanete derecho y del uñero goleador. Que Nicola Dell'Bar K'dnías estaba con un tratamiento intensivo por una cirrosis crónica de su parrandero hígado. Que Justino Peralta a la vejez se había hecho la vasectomía porque su joven esposa había tenido un hermoso bebito rubio de ojos verdes y ya no quiere tener más hijos. Que Kaká Zaffrá se había hecho el punto de oro en los bolsillos y ya tenía monedas para gastar y poner unas chelitas, y taparles las bocas a los de su promoción y a los de su mancha que siempre le paran diciendo que deje de chancaquear.

Vigo Seminario, Jorge Luis como se había embalado con los tragos comenzó a explicar a los de su promoción; a Manolito Tello, Eladio Reyes, Tomy La Momia, La China Gómez, Manuel Lench, Malqui Alí Babá, Magu Bonifaz, Alfredo Benavides, Marito Díaz de Ur; y a otros patas, jurando por diosito y por su cholita linda del Perú, decir la verdad y nada más que la purita verdad; con la mano izquierda apoyada en la cajetilla de cigarros y la mano derecha en alto sujetando la jarra de ron con pepas de limón, juró con lágrimas en los ojos que tenía dolores en la columna que puede ser una luxación al coxis por dormir en el sillón de su sala todos los sábados en la noche, que en el fulbito le habían jodido los meniscos, que recién había dejado su mal habito de fumar dos cajetillas diarias de cigarrillos rubios que solamente estaba fumando cajetilla y media para no tener problemas con su tos de fumador, ni con su garganta, ni con los pulmones; que en una ocasión se había tomado agua estancada de una residencia donde trabajó y que por poco se muere y ahora el estomago le ha quedado resentido por buen tiempo; que en la reparación de un techo de la tienda Pharmax de la Av. Salaverry en Magdalena del Mar, trabajando de amanecida porque la tienda no puede cerrar ni parar la atención al público porque atienden las 24 horas, se golpeó el hombro cargando una pesada viga de varillas de 1" cuando estaba en la cima de un raquítico y enclenque andamio prestado de los hermanos Cadenillas Cadenillas y antes de venir a la reunión le metió un cabezazo a un faltoso de su barrio del Arenal por orinar las llantas de su reluciente camioneta delante de su familia y se siente con malestar, jaquecas y algo de mareos.

Don Tercero, su señor padre, había estado atento a todo el soliloquio de su primogénito y engreído, y como filósofo artesanal pidio la palabra diciendo:

!Lo que tienes es VEJEZ! ¡Y no jodas! Mejor ¡Cierra el pico! ¡Carajo! ¡Viejo y huevón! ¡No has aprendido nada de lo que te he enseñado!

Acto seguido Don Tercero se tomó su segundo trago de pisco sin respirar.

Inmediatamente los longevos parlanchiles sexagenarios y septuagenarios cambiaron de tema y cantaron a voz en cuello la Marcha Deportiva de nuestra querida Gran Unidad Escolar.

Pasada la media noche con el clásico:

“Yo te quiero hermanito” “Hermano de mi corazón” “Cuándo nos vemos” “Compadre, yo te quiero, compadre” “Yo siempre voy los sábados al colegio, búscame” “Cuñao, prestame pa’ mi taxi después te lo devuelvo” “Mi mujer no me va a creer que he estado con ustedes” “Feliz Año” “Feliz Año, Ugartinos Valientes, pecho al frente resuelto a luchar” “Adelante Ugartino Valiente contigo volveremos como antaño fortaleciendo la unidad y buscando la Gloria Ugartina”.

Y la fiesta se acabó poco a poco, algunos grupitos la siguieron en otros bares de Surquillo o en Balconcillo. Amén osea Fin.

La Oficina

LA OFICINA de NICOLÁS LEÓN
Alemania. Karlsruhe, 15/Marzo/2008

Agradecimiento a:
- Universität Karlsruhe (TH)
- Interfakultatives Institut für Entrepreneurship
- www.iep.uni-karlsruhe.de
- Rathaus Grötzingen
- O. Miguel Ruiz Beltrán
- Aurora Techera
- Carlos Riboty
- Nerit Olaya

Para Dorothee, mi Ángel de la Guarda.

Señores y Señoras. Amigos latinoamericanos. Buenas noches.
Herren und Damen. Lateinamerikanische Freunde. Guten Abend.

Como mi vida transita truculentamente, hipersecuta e iracunda, me olvido de los compromisos artísticos y personales. Ahora nuevamente en Alemania me hacen recordar la promesa que hice hace un año a mis amigos de Karlsruhe, de escribir unas líneas para los amigos latinos, unos cuentitos con sabor a barrio

La promesa también llegó a Chieming, un pueblito con un lago de aguas transparentes y cristalinas, ubicado al sureste de Alemania, vecino con los Alpes.

Hablando con el cura español de mi Iglesia Católica, tengo permiso y consentimiento de usar la imprenta de la Parroquia para imprimir los escritos. El curita también me ha brindado su apoyo en el Curso de Teatro para Niños y Jóvenes. Y como buen sacerdote me ha orientado donde comprar el buen vino para celebrar la Misa. Generalmente compro seis botellas, una la tomamos en misa y las otras después de la misa. Brindamos por la Paz Mundial, brindamos para que Latinoamérica tenga presidentes honrados.

En misa los varones tratamos de estar lo más cerca posible al Altar y recibir las bendiciones, el vino y las galletitas.

Este año tenía planeado escribir por lo menos diez cuentitos sobre mi vida, sobre mis amores: el teatro, mi mamita, mi nieto y mi Club Alianza Lima.

Cuando me encontraba cenando en un Hotel Cinco Estrellas en la ciudad de Köln; me acompañaban varios alemanes, un japonés y un amigo de Venezuela; se me fue el apetito, retirando mi pedido - Rindfleisch mit Champignons und Olivensoße - carne de lomo con champiñones y crema de olivas - y mi copa de un fino vino de las orillas del Rhein; solicité al conserje que tenga la amabilidad de proporcionarme unas hojas bond de 80 gr. A4, unos lápices y un borrador.

Me encontraba cansado y creo que los demás también, habíamos finalizado la grabación de un programa, un Show Reality para la televisión Canal SAT 1; pero en el fondo de mi ser me preguntaba:

- Ahora qué voy a leer cuando llegue a Karlsruhe. Como empezar con estos cuentitos, ahora ¿Quién me salvará?.

Y en plena nebulosa de interrogaciones, se me apareció la imagen de mi amigo Miguelito Chulapa, joven que fue, veterano de una y mil batallas en mi barrio de Balconcillo. Fui recordando sus amenas conversaciones.

El siguiente cuento llevaba por título: Palabras Necias, Oídos Sordos, pero cambié de opinión y le he puesto por nombre: La Oficina. Y dice así:

LA OFICINA
«Perro que come gallinas aunque le quemen los huevos». Doman


Balconcillo City, es una Urbanización Residencial del Distrito de La Victoria, que limita con la Av. Parinacochas y Las Américas (Centro Comercial PBC), con Av México, y Canadá. En el centro del plano antes mencionado se encuentra la esquina del movimiento. Es en esa esquina donde tienen lugar las vivencias más resaltantes de lo acontecido en el barrio.

Todo se mueve por lo bajo, los chismes y líos de comadre; cuando están inertes sin saber qué hacer, escuchan la voz, mejor dicho una gran voz con eco que les dicta las acciones del día, un dictado como cuando Diosito dictó los Mandamientos a Moisés.

Es la voz aguardentosa, de ultratumba por las amanecidas que se pega día tras día; sino es en la oficina, es probando el pisco que prepara su compadre Pitti. Es la voz del maestro Chulapa, chamán norteño heredero de los poderes de su prima hermana Hermelinda Linda Viuda de Pajares.

La Oficina, dicen, es nuestra esquina propia, nuestra, de nosotros mismos. Donde se acomodan a chismosear, hablar, platicar, a tomar licor. Algunas veces toman licores finos y amanecen con resaca, pero siempre están tomando Shiumura, licor con dos pasitas, según sus opiniones, cae bien para cualquier ocasión.

En esta esquina se reúnen los desocupados, los sin trabajos que quieren trabajar pero no buscan, los que no buscan trabajo, algunos vagos profesionales, los despedidos, los mantenidos, los jubilados y algunos muchachitos que no saben lo que quieren.

En la oficina se reúnen a la hora pactada, a cualquier hora, puede ser espontáneamente en la mañana, tarde, noche, muy de noche o medianoche. Los encuentros pueden durar hasta el día siguiente, dependiendo del tema que están tratando. El lugar ideal para pensar, meditar, aspirar, fumar un pitillo, etc.

Algunos concurrentes son llamados FE y ALEGRÍA, porque salen muy tempranito en las mañanas con Fe a buscar trabajo y regresan con Alegría de no haber encontrado nada. En una oportunidad uno de los jóvenes encontró un empleo y lo devolvió.

Un ejemplo muy simpático es el caso del queridísimo Cabeza de Muela. En una oportunidad su señora madre le alcanzó el periódico a las 10 am, de amanecida, según él. De casualidad se podia distinguir claramente los Avisos Clasificados, avisos que anuncian descaradamente una plaza en el mercado de alta competencia profesional. El Muela al ver la terrible página, entendiendo la indirecta, cayó en catastrófica depresión, le dió una fiebre de 40.8, no respiraba. No tenía fuerzas para levantar la cucharita y tomar su medicina. Como prescripción médica, el Doctor recomendó aislar al enfermo de los avisos clasificados y que tenga visita de sus amigotes que llevaban alcohol bajo la manga. Así, poco a poco, piano-piano, el enfermo comenzó a recuperarse.

Siguiendo con la linda gente de la oficina, los integrantes son de varias generaciones. Los hay jóvenes, adultos, viejos, viejitos, abuelos viejos, abuelos jóvenes, para todos los gustos. Muchas veces sus apreciaciones son antagónicas, con-tra-rias (para los que no saben qué es antagónico).

Como en los días de fútbol. Peor si juega el más querido y mejor equipo del país "Alianza Lima". Los contrarios con sus problemas hormonales hacen causa común, dan gritos y rabietas. No se dan cuenta lo equivocados que están al haber escogido un equipo de colores diferentes a la blanquiazul. ¡ Alianza es de La Victoria! ¡La Victoria es del Perú!.

Todos están atentos al resultado, se convierten en comentaristas deportivos, en técnicos. Muchos de los presentes nunca han jugado pelota; iban a las canchitas llevando el agua de aguateros; de ayayeros; cargando las camisetas por un chup.p.t ó un refresco de agua de caño.

Después del partido, hablan, hablan, mucho bla bla bla, se les seca la garganta y piden un par de chelitas para refrescar el gargüero, pueden ser heladas o sin helar, una y una; luego otro pide tres botellas, la conversación se pone más interesante y tiene derecho a opinar. Al final nadie habla de futbol, les da igual si su equipo ganó, perdió, es igual, las virtudes del mejor jugador la tiran a la basura y la fiesta comienza con su rico vacilón. Los Delivery comienzan a calentar cuerpo, las miradas se hacen cómplices, cuentan las monedas, aparece Jessy que toma la delantera y por una cabeza gana el primer pedido. Se va a comprar la rica cochinada. ¡Fiesta Total! ¡!Que viva el deporte perguano!!

En una de las reuniones deportivas, que lastimosamente no hay registro de fecha, ni hora, llegó un chisme. A varios de los presente no les gusta el chisme pero los entretiene.

“Julitto”, "Perigna", "Tawan", "Kexzón", "Señor Actor", "Nikka", "Bebe", "Yurito", "Osograzo", "Doman", "Cabeza de Muela",”Mannolo”, "Trinchudo", “Buribahn”,”Chato Rena”,"Pitti", "Maritín", “Charro” y el infaltable "Chulapa", entre otros, estaban haciendo hora para jugar una pichanguita como en sus buenos tiempos; y a la velocidad de un rayo llegó el chisme.

- ¡Muchaaachos! ¿Sáben la última?
- ¿Qué? Gritaron todos al unísono.
- ¡¡Abuelo Viejo fue a la peluquería!!
- ¿¿¿Y ???. Qué chux ... cha! - Todos volvieron a gritar.
- ¡A qué no saben!
- ¡Carajo! ¡Cuenta de una vez! - Gritó nerviosamente Trinchudo.

El narrador tomando aire y con una sonrisa a flor de labios, limpiándose la nariz de una respetable aspiración para refrescar la memoria, dijo:

- Abuelo Viejo se fue a cortar el pelo a la peluquería de enfrente, de Los Diamantes y cuando se sentó, agarró un espejito para verse mejor; la peluquera gorda lo quedo mirando...y le preguntó:
- ¿Señor, usted vive por acá?. El viejo dijo: -¡No! Y siguió negando con la cabeza. La gorda hablaba, hablaba, hablaba pestes de la famosa oficina. Seguía hablando hasta que se quedo muda, lo miró, y le dijo: -¡Juro que yo lo he visto por alguna parte! El viejo levanto los hombros llenos de pelos y caspa. Y faltando el último tijeretazo, la gorda exclamó: - ¡¡¡AHHH YAAA!!! Usted es igualito a un joven que para coqueándose en la oficina, en la esquina esa del frente y al que se parece a usted, su mujer le sacaba la vuelta, ¡¡¡Le ponía los cachos!!! ¿Usted lo debe conocer? El viejo mirando fijamente al espejo, dijo: ¡Hace años que viví por acá! ¡Y estoy divorciado! Y salió de la peluquería bien bacán, todo un caballiero.

Todos se rieron a carcajadas, pero inmediatamente se quedaron mudos cuando vieron llegar muy alegremente al Abuelo Viejo, con su nuevo luuk.

Siguiendo con Abuelo Viejo:

Llegó muy joven a la Ciudad Capital, con ojotas y sus pertenencias en una bolsa de tela bordada con rosadas florcitas de su terruño. Gracias a una vara, a un tarjetazo, de un paisano consiguió trabajo con buena paga. En una de esas tardes de ocio. Los amigos de lo ajeno lo llevaron a una cancha de fútbol para que vea un partido, pague las entradas e invite los tragos. Tanta fue la impresión que le causó dicho espectáculo que se hizo hincha del equipo que ganó. Ese equipo fue la crema volteada, conocido como las gallinas de la U. Se entiende por qué fue esa decisión. Porque en su tierra la radio llegaba con muchas interferencias, no se había inventado el televisor y cuando se inventó, pasaron muchos años más para que llegue a su pueblito perdido en las alturas de los Andes. Donde los niños jugaban cuidando a las llamas, a los auquénidos; dando de comer a los cóndores; subiendo a los árboles para cosechar las frutas; labrando la tierra; no tenían ni la remota idea del juego de la pelota.

¡Ah! Abuelo Viejo tiene un hijito como de 40 años de edad, le dicen MaiGuiber, porque con un simple cigarro prepara una pistola.

En un Clásico Alianza vs U que se jugó en La Rica Viky (La Victoria), después del partido llegaron uno a uno a la oficina, unos tristes, otros alegres. Es entonces cuando comienza la rutina. Un par de chelas, después tres, media caja, una caja y así sucesivamente, tragos van, tragos vienen. Por fin sueltan la lengua y empiezan a rajar del partido:

- Que esa jugada fue con la mano...
- que casi la mete sino chocaba en el palo...
- que ahora en el Cuzco van a perder...
- que se parece a Maradona por lo drogo...
- que por las puras estudia para Director Técnico...
- que Cachete esta jodido con la Chata..
- que fue marido de mi sobrina y ahora juega en Holanda ... etc.

Todo era bonito, la tarde estaba chelera con buen sol, los niños y jóvenes jugaban carnaval, nadie jodía, todo esto se podía comparar con el Paraíso, pero como todo paraíso, tiene que tener su serpiente.

Entonces les voy a contar la historia de: «La Serpiente de Trinchudo»

En un momento de plena efervescencia alcohólica y haciendo hurras a sus equipos; se escuchó a los lejos una voz femenina que obligaba ipso facto llevar al niño a la casa de su mamá. Era la Player-woman of Toronto, hermana mayor de Trinchudo, que pedía de buenas maneras con gritos desgarradores que el susodicho deje de chupar porque tiene gripe crónica y se ocupe de su hijito que hace más de una hora quiere ir a su casa, que está todo moja'o y no quiere comer su arroz con huevo.

Trinchudo puso cara de preocupación; su mujer, jugadora de las ligas mayores en Lima y alrededores; tiene fama de muy mal carácter, esto lo preocupo en demasía. El se mordía la oreja, se limpio la nariz, se volvió a limpiar la nariz, no estaba seguro de la limpieza. Quería verse en un espejo, pero su papá lo estaba viendo de reojo, poniendo una carita angelical de yo no fuí, se dirigió a la casa de su señora madre a recoger a su hijo y llevarlo a su destino.

Después de una hora de gritos, olas, cantos, chistes y mucha unión fraternal, regresó Trinchudo. Se le veía tranquilo, pero no, la procesión la llevaba por dentro. Señor Actor frecuente asistente de los alrededores de la Iglesia Católica y otras iglesias satánicas; le preguntó como un padre pregunta a su hijo pródigo:

- ¿Cómo te fue mi queridísimo amigo?

Trinchudo con la mirada perdida de estúpido, rumiando iras encontradas por su fatal decisión de ser padre soltero y mantener hijos ajenos. Contestó:

- "¡¡¡He visto a la cachera de tu hija!!!"

Inmediatamente el ambiente se puso tenso. Señor Actor lo miró como quien mira un mojón grasoso y con una sonrisa de cura de barrio, le dijo:

- "Por favor cambia de conversación que estamos hablando de fútbol".

Levantó el vaso como un cáliz, diciendo: ¡Salud! ... -¡Salud! -  respondieron todos. Menos Trinchudo que estaba pasado de vueltas. Después de varias botellas más. Abuelo Viejo se escapó. La reunión llegó al ocaso. Trinchudo se fue mirando el suelo buscando su moco blanco. Sólo quedaron unos cuantos”.

Pampo tomó la palabra:

- ¿Cómo es posible que este muchacho hable así". Continuó: - "No sé acuerda que hace años su hermanita menor no asistía a la Universidad por quedarse tirando todas las mañanas en Parinacochas.

Otra voz:

- “Sí, salía de su casa como Caperucita Roja pero al revés, iba por el camino corto y se comía al Lobo Feroz".

Al Señor Actor no le parecía nada gracioso. - “Ella podía hacer cualquier cosa con su poto”.

Sólo se quedaron, Señor Actor, Doman y Chulapa. Este último deteniendo a ambos les dijo:

- "Este no se acuerda o no sabe que hace muchos años, su mamá ¡Si! Su santa madre salía con su Biblia y su Rosario con dirección a la Santa Misa de seis péeme. En casa pensaban que a la hora del rezo pediría bendiciones para su esposo que trabajaba en las peores condiciones en un muelle de Chimbote. Pero no. No iba a misa, se metía a un carro viejo que la esperaba cerca del Templo del Parque Unión Panamericana. En la noche dejaba todo y daba rienda suelta a sus instintos, se olvidaba de la moral y buenas costumbres, se convertía en contorsionista, en catchascanista. Por un momento se le veían los pies, por otro las nalgas, los cachetes contra el parabrisas, en fin, poses que hasta el momento yo no puedo hacerlas. Ahhhh, también recogía los aretes".

Sonrieron en complicidad. Doman, que había permanecido callado, trató de explicar el comportamiento de Trinchudo:

- "Miren, sabemos que es buen pelotero, pero no usa el cerebro, y ahora que está templado no sabe por quién decidirse, sí por la señorita Blanca o por la señora Coca".

- "Basta de cojudeces", interrumpió Señor Actor. - "Sabemos de sus hermanas y de su mujer, pero no hay que echar más leña al fuego". Y con un hasta mañana se despidieron amigablemente.

Señor Actor, siempre de buen carácter y dispuesto a servir a los demás a pesar de su presupuesto franciscano, se da tiempo y maña para colaborar en las cuotas para la compra del grato licor.

Algunos dicen que recibe propina de su mamita porque se quedó huérfano de padre a los 42 años de edad. Otros dicen que recibe mesada de una herencia familiar que lo apoya para que huevee en obritas de teatro escolar o en la TV. Dicen que se pinta el pelo, tiene dientes postizos, lentes de contacto y una cirugía en las patas de gallo; que está reencauchado.

Señor Actor manifiesta:

- "Que estudió en una Gran Unidad Escolar gratuitamente en un distrito de la Jifi Lifi, que en su colegio aprendió teatro. Que perteneció a la selección de atletismo". Por supuesto que nadie le cree. Lo que sí es verdad que estudió en una Escuela para Actores, becado, que había plaza para sesenta alumnos y él fue el número sesenta. Que terminó con las justas y después de eso, agarró viaje en unas giras teatrales de mala muerte, ya que su señor padre lo botaba de la casa por dar mal ejemplo a sus hermanos menores.

Una vez le preguntaron en qué momento trabajaba, él frotándose las manos, pensó y contestó:

- "Que no tenía tiempo porque el día se ha hecho para descansar y la noche para dormir sin contar la siesta".

También sabemos que su señora le preguntó:

- "¿Por qué no te buscas un trabajo?”

El respiró profundamente y mirando las musarañas, respondió:

- "¿Y tú por qué no te vas de la casa?".

Después de un portazo se quedó solo. Solo con sus pensamientos, solo de soledad. Sus dos hijos después de aprender a volar, volaron, volaron hacia las inclemencias de la vida.

En el barrunto siempre tienen motivo para tomarse unas cervecitas, un traguito. Sí hace sol bien heladitas y sí hace frío bien heladitas. El clima no interesa.

El amigo Maritín. Experto en Corte y Confección. Comentó, que en su casa le habían dicho que estaba pintón, hermoso. Le preguntaron: ¿Por qué?. A lo que contestó:

- Ayer me zampé a un matrimonio con mi amigo Edwin Canga Laya y chupamos hasta decir basta. Llegué a mi casa hecho una sopa, todo orinado, llegando a la puerta de mi casa, buitrié. Porque me cayó mal la carapulcra que me había empujado. Y ahora en la mañana que me he levanta'o. Todos: Mi amá, mis hermanos, mi sobrino, el perro, hasta mi cuña'o, me dijeron:

- ¡¡Quéee bonito! Quéee bonito!!

Si caminan de Sur a Norte, de Este a Oeste, se darán cuenta de que la oficina se encuentra ubicada en el mismo centro del barrio. Entre cuatro esquinas, entre cuatro tiendas que les proveen de variadas marcas de licores, cigarros y fosforitos.

En una oportunidad tuvieron una conversación nostálgica sobre su niñez. Recordando como se habían pasado los años. Sacaron fotos, revistas, recortes de periódicos de los campeonatos futboleros. La Parroquía Nuestra Señora de Guadalupe organizaba campeonatos de fulbito, vóley y básquet. Había rivalidad entre las cuadras. Hoy que han pasado mucha agua bajo el puente están hermanados por las vivencias, la familiaridad, por su esquina.

Me olvidaba decir que de vez en cuando se acercan unas señoritas, jugadoras decentes, que lo hacen por amistad, no por negocio. La Picuda y La Chatia. Siempre muy oportunas para las amanecidas.

- La Picuda, una flaquita rica. Es romántica, como siempre se enamora, lo hace por amor. Toma su trago como agua bendita. Jode lo normal. Se mosquea un poco para defenderse de las indirectas directas que tienen como fin, levantársela.

- La Chatia, juega su pelota cerebralmente, se recursea bastante bonito. Tiene su amiguito viejo que la pone al día económica y alcohólicamente con cervecitas. También tiene su amorcito. Canallo. Un joven prometedor, muy trabajador, que la acompaña todas las mañanas, tardes y por las noches la saca a pasear para que luzca el lindo collar que le compró en un remate en el Centro Antirrábico de Chacra Ríos.

En el barrio se acostumbra tener gratos recuerdos de los vecinos, una buena cantidad de vecinos ilustres en la actualidad radican en el extranjero, y muchos, ya descansan en paz en los Cementerios de Lima cuadrada, El Ángel o Presbítero Maestro, y los más reciencitos que se han ido a la otra, sus restos reposan en los camposantos llenos de jardines primaverales. Hablando de muertos... Sui Generis es el dolor doloroso en un velorio del barrunto. Corre licor de variados colores, con hielo o con pasitas y otras cositas. Las cajas de cervezas adornan el motivo de la reunión y la chela corre como agua de caño malogrado. Abrazo, pésame, apretón de mano. Todos los presentes son iguales, mutuo respeto, los jefes bajan al llano, y los del llano atienden a los grupos como una sola familia. Se comienza hablando de las virtudes del occiso, poco a poco se sazona el buen decir con algunos chismes de las últimas semanas, esto se condimenta con simples rajes y otros chismes mayores sobre el barrio. En Balconcillo City, los velorios no pasan desapercibidos, tiene su connotación folklórica. Los que se golpean el pecho y necesitan con urgencia librarse de los pecados capitales, terrenales, económicos, contratan el Velatorio de la Parroquia. Pero, el verdadero sabor y saoco está en velar a los muertos a la antigua. En casa así no haya espacio, en la cochera o el jardín de atrás. La gentita cae, llega y colabora, bulla, café, cigarro, cuchara y cajón. Hay tristeza, llanto y lágrimas sinceras. Abren el cajón, lloran; cierran el cajón, lloran y lloran y siguen llorando. Moquean a moco tendido, todo es un mar de llanto. Plañideras, deudas, canjes y trueques. Pero, no todo es tragedia, afuera, en la vereda, en la calle, el comercio sigue como sí no hubiera pasado nada. La venta de licores, cigarrillos, canela y clavo de olor camina al compás de la ley de la oferta y la demanda. Chismes, maleteadas, chistes y más chismes truculentos, es la oportunidad para desahogar las penas, frustraciones y amarguras. Los jefes de las familias se dan tregua, hacen las paces. Los insultos, malos entendidos y las ofensas son dejadas de lado. Pero, los cachos jamás serán perdonados.

—¡Un comercial y regreso, voy y vengo!

—¿Adónde vas hijo de la guayaba?

Según la tradición oral del barrio conocida es la siguiente crónica. Cuentan que en el Día de la Canción Criolla falleció una de las vecinas fundadoras de la Asociación  «The Little White Houses», en los años de ardua convivencia la señora demostró ser una gran dama y madre ejemplar. El barrio lloró su desaparición. Cuando llegó el féretro a la casa, el chisme se propagó por las cinco esquinas y recovecos de los pasajes y calles. Cada hora que pasaba el velorio se sumergía en una profunda depresión de tristeza, llanto y lamento. Silencios y café. Bajo un cielo gris y un ambiente compungido, conmovedores relatos y desgarradoras imágenes, enaltecía los restos de la buena dama. Murmullos, pésames, colillas de cigarrillos, galletitas con mantequilla, lágrimas, pesadumbre. Luto en el corazón. Las copitas de pisco acholado circulaban una a las quinientas. A distancia se escuchó una melodiosa melodía, las miradas se dirigieron a la entrada del block, nuestro trovador mundano, con su presencia y con su voz irradió el pasaje con sonido y candor.

—¡Ya, todo bien, apágate! –dijeron los fariseos.

—¡Apágate tú, él es de los nuestros! – replicó una comadre.

—¿Quién es?

—¡Pollo! ¡Nuestro cantautor!

Pollo Carrascal, artista volatinero, pelotero de pichangas en calles y jardines; puntero mentiroso en la ligas victorianas; dribleador de cobradores y matarifes; chofer de emergencia en las funerarias clandestinas; chaleco de capo de capos; cocinero de la cocina brava en Tocache. Eximio charro cantor andino urbano. Vecino querido por grandes, chicos y por los que quedaron heridos.

Pollo (a) Pollito Carr, se hizo presente como siempre. Llevaba un vestuario de verano, blanco de pies a cabeza, zapatos de charol, lucía radiante como la luz del sol. Lanzó un par de notas altas con voz de pecho mismo tenor. Hizo un silencio, se acercó a la puerta del velorio, se detuvo un minuto, soltó una frase cariñosa, con los brazos abiertos parecía un angelito. Empezó a cantar a capela, bajito, poquito a poco se acercaba a la caja mortuoria. Conforme avanzaba subía el volumen. A algunos presentes no les pareció buena idea, requintaron para que se calle la boca, otros lo alentaron para que siga cantando, la familia de la difunta no decía nada, solo sonreían. Pollito quebró la atmósfera de dolor con el tema "Amor Eterno" de Juan Gabriel. Se posesionó en el centro de la sala, cantaba para toda la platea: —«El tiempo que he sufrido por tu adiós /obligo a que te olvide el pensamiento /pues, siempre estoy pensando en el ayer... prefiero estar dormido que despierto/ de tanto que me duele que no estés/ como quisiera que tu vivieras/ que tus ojitos jamás se hubieran cerrado nunca/ y estar mirándolos/ Amor eterno e inolvidable/ tarde o temprano estaré contigo/ para seguir... amándolos…» —. Medio velorio hacia coro, aplaudían, los contreras se contagiaron y todos terminaron cantando a todo pulmón. Los dueños de casa felices, el velorio tomaba cuerpo como debía de ser. Consiguieron una guitarra prestada e improvisaron un cajón, un par de cucharas se unió al vacilón. Los presentes pidieron otra canción. Pollito se explayó con un breve concierto de lo mejor de Juan Gabriel. Preparó su salida y despedida con un antiguo vals criollo de pura cepa. La afición y fans del inigualable Pollo no dejaron que se marché. Le chorrearon un billete, al toque se convirtió en una caja de música, y con comida y trago le dieron cuerda para rato.

El tono siguió con boleros cantineros, rancheras, tonderos, valses, marineras, huaynos cajachos. A la mayoría de la gente les picaba los pies por bailar, se morían por bailar, solo les quedó moverse en sus asientos, golpeando los tacos, moviendo el zapato, meneando la cabeza, acompañando con palmas, con golpecitos a la botella y tarareando bajito, para dentro. Y cuando el consagrado cantor cantó: —«Cuando Cristóbal Colón pasó por Lima bendita, escuchó una jaranita, que abajo’el Puente se armó. Dijo: Tierra americana, soy el que pisa primero; pero, palabra, que quiero conocer a las peruanas. Y se armó la jarana, en la tierra de los virreyes, los gitanos cantaban, su música desde el alma. Los peruanos hicieron respetar sus leyes y al compás del cajón respondían: ¡palmero, sube a la palma! »—En las veredas unas cuantas parejas tiraron su rumbón. Entre trago y trago, copa y copa, canción y canción llegó las seis de la mañana. No había ningún trago. No quedaba una gota de licor. Pollo (a) Pollito Carr se ofreció a comprar el líquido elemento. Todo el mundo estaba de boleto. La carroza fúnebre llegaba a medio día, o sea había tiempo para bajar el caldero con unas chelitas frías, bien heladitas. Se hizo una chancha, los varones apostaron por chelas y las damas por vino. Pollo recibió los billetes, sencillo, propina y la suya por precaución. Cuatro cajas de cervezas, dos damajuanas de vino, cajetillas de cigarrillos, palitos de fósforos.

—¡Pollo, que te acompañe el vil ladrón Perales!

—Nancy ni bertha, yo me bato solo. He sido comando suicida, no pasache ná!

Los micros, combis asesinas, ambulantes, carretas y triciclos, comercios, comenzaron su labor. En el velorio no pasaba nada. Pasó una hora, mandaron a unos sicarios para que peinen la zona. Ni rastro. Marcaron la casa de Pollito, dijeron que no había llegado a dormir. Se inquietaron, granputearon. Compraron una botella de ron para armar valor. Pollo no regresaba. Llegó la carroza. Se llevaron el cajón. En el barrio quedaron miradas de odio por culpa de Pollito. Enterraron a la señora. Llegó la tarde, la noche y nada. Pasaron días, semanas, meses y años. Nada. A Pollo, a nuestro Music Box no se le vio por ninguna parte. Pasaron varios almanaques. Del soleado norte llegó una triste noticia, Pollo Carrascal, nuestro Pollito había fallecido. Como muestra de profundo pesar, congoja y cariño, el barrunto recordó su memoria, hablaron de él, de sus ocurrencias, de sus virtudes y de su gran reportorio de rocola. Recordaron sus anécdotas, su fuga con las cajas de cervezas y el billete de la chancha. Prendieron unas velitas, se tomaron varios rones en su nombre. Chuparon varios tipos de licores, algunos se prendieron por el caldero, sus más cercanos ayayeros lloraron, otros vergelearon, aspiraron, bailaron, y todos los presentes la pasaron linda homenajeando a un santo varón del barrio. Como tenía que ser..

Los de la oficina, también tienen muchos recuerdos gratos de los que radican fuera de Lima, como:

- Xtonvh: Que en un ataque de locura y con su complejo de David frente a Goliath. En plena bronca le arrojó una pedrada supersónica en la bemba color'a, en la herramienta de trabajo de la Dama. Después de la denuncia policial, Xtonvh, se hizo humo hasta que llegaron señales de él. Según las malas lenguas, está de caporal en una hacienda del norte chico a lo Gran Chaparral, acompañado de su fiel Paco.

- Panqui: Terrible robocop de los años 70 - 80. En una redada familiar se lo llevaron con camisa de fuerza a un Centro de Rehabilitación en Madrid. Ahora, después de 20 años, regresó con su señora a visitar a los amigos, al barrio, y de paso hacerse una pequeña cirugía plástica en el rostro. En Madrid en un accidente automovilístico casi pierde la vida. Lo llevaron en coma de Emergencia al hospital más cercano. Ahí fue donde conoció al Doctor y después de un breve noviazgo, se casó muy elegante. Él de frac crema y su pareja de color mostaza. Pasaron su Luna de Miel en las Islas Canarias. Hasta el momento siguen esperando las fotos que nunca llegaron.

- Cholo (a) Cafiolo: Residente en la Bella Italia, para ser más exacto en Milán. A base de esfuerzo y ejemplos, se labró un porvenir en el país de la pasta. Ejemplos como:
“No robar sí te van a pescar. No trabajar en fiestas, ni feriados, ni domingos, ni en los otros días”. Cuando Cholo regresó al barrunto después de 10 años, en el mes de los carnavales, por decisión unánime de todos los presentes en la oficina se declaró feriado. Lo acompañaron tardes y noches (en las mañanas dormían) a los bares turísticos de Palermo y Parinacochas. Fueron también a la playa de Agua Dulce. Fue un gran mes feriado.

- Pato: Hermano del Chino Estafeta, no necesita mucha presentación. Viajó a la Argentina y después de 15 años regresó a llevarse a la mujer de su compadre. Ahora vive con la Negra en el Barrio de La Boca, junto al estadio, vendiendo chicles, caramelos, anticuchos, choncholíes y ricos picarones en su carretilla de color y sabor nacional.

- Julitto: Con su experiencia como jugador en la Profesional, está asesorando a jóvenes valores en el Viejo Mundo. Su hermano es titular en un equipo de Portugal. Ahora debe de estar muriéndose de frío porque hace un hielo de la pitri mitri.

- Richard: Siempre se lo veía con su pareja, la señora Face di Cani, caminando de una esquina a otra, esperando un cachuelito. Ella administraba el billete porque el compadre lo hacía humo. Se le conocía como Murciélago, sino estaba volando, estaba colgado. Sobrino engreído de Melcochita (a) Gato Bailarín; Gato porque le gusta la rata y Bailarín porque no se pierde ninguna pieza. Richard se metió de burrier, llevaba en cada viaje un kilo de droga escondiéndola donde no le daba el sol. Se cree que está preso en Panamá. Cocinando, lavando, y tendiendo la cama.

En la oficina aparecen cada fin de mes dos ex-vecinos del barrio:

El primero en llegar y retirarse al día siguiente, es un gordito simpático, blanquiñoso, de aproximadamente 150 kilos de peso pesado. De nombre y apellido de complicada y difícil pronunciación. Para el grupo es simplemente Tocuyo, por lo blanco, ordinario y doble ancho. Cada fin de mes trae un billetito de 50 dólares, que lo revienta con la muchachada, en rones, chelas, pollos a la brasa y muchas ricas cosas más.

El otro es un tinterillo mafioso y trafero, no muy simpático, medio antipatiquito por su mal proceder. Es el singularísimo Doctor No Iván El Terrible. Aparte de su mala cultura alcohólica, siempre viene medio misio. Le gusta chancaquear con premeditación, alevosía y ventaja. Ahora recibe todos los licores habidos y por haber, antes era exquisito. Ultimamente le dicen Bandido Bueno porque nunca dispara, ni en defensa propia.

Ahora sólo me queda mencionar a los más queridos inquilinos de La Oficina:

- Pitti: Promotor de fiestas bacanales, sabedor de preparaciones de toda clase de piscos. Con estudios superiores de Alquimia y dueño de antiguos alambiques en el distrito de Puente Piedra. Recibe siempre la supervisión del Buen Ángel de Octavio.

- Perigna: Antes fue vecino del tugurizado barrio El Porvenir. Amigo muy respetuoso. Se enamoró locamente a primera vista de un hermoso edificio color verde dólar. Luego conoció a la señorita propietaria. Se casó y ahora está pacientemente esperando reemplazar al suegro en la administración de la herencia ajena.

- Sambrano: En su trabajo recibía muy buenas atenciones de parte de la Asistenta Social, pero degeneró en acoso sexual y en una tarde -citado con memorándum- la cincuentona, se arrebató y lo quiso violar en plena oficina. Él, joven exageradamente decente, salió huyendo, para su mala suerte tropezó, malográndose la rodilla. Está de para hace tres meses, enyesado, no puede trasladarse y solo mira la oficina desde su balcón, acompañado de su mujer, de sus dos hijitos, de su perrito y de su queridísima suegra.

- Domam: En una temporada vivió en la frontera de Lima con Ancash por culpa de un cuerito, pero harto de pagar todas las deudas de la niña, se regresó a la civilización. Con una invitación de su hijo llegó a Canadá, se disfrazó de pingüino y empezó a cachuelear retirando la nieve, cuando llegó el verano se quedó sin trabajo y lo despidieron con bombos y platillos. Campeón de Campeones en los Campeonatos de Fulbito y Full-Vaso. Arquero macho machote para las pelotas. Nos enseñó las cosas simples de la vida. Fue el creador de muchos pensamientos que se repiten en la oficina. Como: Camarón que se duerme, corazón que no siente. El que a buen árbol se arrima, no se le mira los dientes. Dime con quién andas, que cien volando.

- Yurito: Junto con Oswaldo, son las ovejas negras de la oficina. Yurito trabaja, estudia, hace deporte, asiste a la biblioteca, conciertos y a su partido político. Es tan bueno que no cobra las arrugas que le tienen. Buen hermano, buen esposo, buen hijo, buen amigo. Si sigue así mejor que se mude de barrio.

- Tawan: Es el prototipo del éxito económico de Tecnología, Honradez y Trabajo. Ha realizado el sueño americano en La Victoria. Pertenece a la Junta Vecinal y vigila la tranquilidad de los vecinos, dando vueltas y vueltas en su camioneta 4x4. Lleva oro y plata en el cuello, en la oreja, en la nariz, en los dedos, en la muñeca, en los brazos, en el pecho. Su huachafería es tanta que quiere ser el nuevo Señor de Sipán.

- Al- Dihño: Esta viendo el Sol a cuadritos. Los noctámbulos lo extrañan con mucha nostalgia. Chato Rena lo visita, le lleva cigarros, papel, pañuelos, cartas de amor y regresa bañadito.

- Mannolo y Buribahn: Dos hermanos bastante distraídos, siempre buscan una tarjeta para meterse a un auto. Como si el auto prendiera con una tarjeta. Juegan fulbito todos los sábados con su cuñado; después cada uno lo pica con un préstamo para los gastos de la semana.

- Federigo: El último de los tenores de la nocturnidad, amante de los clásicos italianos, reencarnación del malogrado Pavarotti. En plena madrugada saca a relucir un Do Mayor descaradamente acompañado de gallos, despertando a todo el corral que tiene en su pectoral. Todos los días le pone una velita a San Judas Tadeo para que no le pase nada a su esposa - residente en Sicilia - que se fugó con los ahorros de la cuenta mancomunada llevándose la módica suma de 30,000 dólares, dejándolo sin capital y a un paso de la demencia por todas las deudas acumuladas. El quiere tenerla entre sus manos para expresarle todo su cariño siciliano.

Y para terminar sólo me queda decir que La Oficina ha sido un lugar de reencuentro de los fundadores del barrio, de los abuelos, de los padres, de los hijos y en el futuro de los hijos de los hijos. Ellos llevarán la bandera, la bandera de la unión, del respeto, de la ayuda mutua. La bandera de “LA OFICINA”.

** Como anécdota les cuento que paseando con mi novia por un bosque cercano a mi domicilio en el Distrito de Grötzingen. Haciendo las caminatas que tanto les gusta a los alemanes, subiendo una colina y mirando el horizonte. A lo lejos veo la Catedral, el Palacio, la Universidad, la Iglesia Católica, pero también veo un edificio que no conocía, con una gran chimenea, después me entero que el edificio es una Planta Nuclear y sí explota o sucede un mínimo error, morimos todos. ¡¡¡Asi de fácil!! De regreso veo unos árboles que tienen unos helechos en la copa. Unas plantitas parásitas que viven a costa del árbol. Estas plantitas parásitas producen un antídoto para un tipo de Cáncer.¡¡¡Qué genial!! Pienso en mi barrio, me pregunto, "¿Por qué, con tan buenos parásitos, no producen nada? ¡Ni alcohol!

Y esto es todo por hoy, gracias. Nos estamos viendo la próxima semana.
Sí Dios quiere. Gracias.

Und dass ist alles für heute, danke. Auf Wiedersehen in der nächsten Woche. Wenn Gott will. Danke.

Cualquier parecido con la realidad es pura y simple coincidencia.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS
Alemania. Karlsruhe, 15/Marzo/2008

De Delfos hacia al Peloponeso:

DEL PUENTE A PATRAS.

“La Patras del siglo XXI está representada por el enorme puente de cableado Harilaos Trikoupis, que une las localidades de Rio y Antirio, separadas por el istmo de Corinto. Mide 2.252 metros y se han tardado 42 años en construirse. Se terminó a tiempo para los Juegos Olímpicos de Atenas y para las celebraciones de 2006 y es la puerta de entrada al Peloponeso”. Reportajes: Grecia. Islas Griegas. Texto: Enrique Sancho.

Corriendo a la velocidad de la liebre divisamos a lo lejos una figura inusual con astas en forma de velero - ¡El Puente! - buscamos donde estacionarnos para tomar unas fotos ... pero nada. No había parqueos, teníamos que mantener la velocidad en la fila india de vehículos. Conforme nos acercábamos era más impresionante, más bello, fascinante. Llegamos, extraordinario, una bella obra de arte de ingeniería; sobre el puente a la velocidad de un rayo con cámara en mano comenzé a apretar el obturador una y otra vez, para arriba, de frente, de costado, sacando el brazo por la ventanilla, el auto seguía su marcha raudamente, yo dale que te dale con las fotitos para conseguir el preciado recuerdo. Click, click, en todas las formas y brillantes estilos; terminó el puente, seguimos la ruta con la misma velocidad. Fue maravilloso. Recuperando la estabilidad emocional, me acomodé y repasé las tomas ... se me pararon los pelos de punta ¡Mamá! Una seguidilla de fotos hasta las caiguas, borrosas ¡Hasta las patas! ¡Cónchale vale! ... ¡k ri jo, put ... falladas! A borrar se a dicho, a Dios gracias que se salvaron algunas cuantas, con suspiro de alivio las guardé y archivadas viajaron hasta nuevo aviso.

Tengo que hacer hincapié, que minutos antes de visualizar el puente Harilaos Trikoupis, atravezamos unos túneles muy bonitos, chiquitos, cortitos, con entradas y salidas.

No nos detuvimos en Patras, era un punto de referencia solamente, seguimos de fresa hasta el Sitio arqueológico de Olimpia.

La Profesora de Civismo

(civismo del latín civis, ciudadano y ciudad).

Basado en hechos reales, de fuentes fidedignas y verdaderas. Versión libre del original. Adaptación corregida, achicada, aumentada, cortada, tijereteada, certificada y archivada.

Para B&A, con cariño y estimación.

Chateando con la pareja de trotamundos profesionales, Tal para Cual; mi maestro y amigo del país oriental, el catedrático de La Catedral, experto catador de vinos, con su aureola positiva me aconsejaba donde podía conseguir condimentos para preparar potajes peruanos. Valicha, su linda y dulce esposa de claveles y amancaes, no ve con buenos ojos que nos reunamos porque es más que seguro, segurísimo, 100% seguro que nos ponemos a degustar una botella de pisco peruano; ella tiene toda la razón del mundo.

Hablando del buen sabor de nuestras especias, de nuestras cebollas, ajíes, rocotos, ajos, culantro, clavo y canela, nos acordamos de nuestros paisanos latinoamericanos y de sus hazañas de antología.

En la conversación me acordé del conocidísimo Paco Sacco, vecino y Alguacil del Distrito de La Victoria; me acordé de sus ocurrencias; el famoso c. Paquito Sacco con Z de sapazo, él sabe la vida, pasión, atraco, arreglos, chanchullos y fuga de muchos de sus compañeros; él es el gran organizador de las reuniones socio-políticas, actualmente sigue siendo el insustituible anfitrión del antiguo Sector 7° Seasap, local donde funciona el “Spa”: “No lo digas, Cántalo” “Salón de Belleza, Peinados, Masajes y Manicure”.

La fina lengua del c. Sacco dió a entender que el salón de belleza prestó pelucas a la inocente ratoncita Luciana para que su papito se camufle con Libertad y se esconda en su guarida de León y pueda bailar con Alegría un fraternal “triste con fuga de tondero”.

Paseando por los Alpes, caminando por primera vez en una escarpada ‘montaña, sin luz en la cabaña, sin nadie a quien amar, ausente de mi madre, bendita que me adora y que tal vez me llora en su lejano hogar’. Soportando la cruda estación de invierno junto al lago Chiemsee, haciendo memoria comenzé a compaginar una anécdota de antaño que me contó el c. Paquito, el muy listo tomó sus precauciones, pues nunca me dió el nombre ni apellido, ninguna huella de su estrella ni dato alguno, sólo se limitó decir que de cariño la llamaban Meche.

Hace muchísimos años, en la prehistorica época paleolítica de los tranvías, de los colectivos, de los colepatos, viejos y lentos automóviles adaptados al servicio público; sucedió un acontecimiento ejemplar para los Hermanos del Séptimo Sector.

En un Colegio Nacional de Miraflores trabajaba la señorita Meche como Educadora en el nivel secundario teniendo a su cargo los cursos de Educación Cívica, Religión, Lengua y Literatura.

En el ilustre colegio miraflorino los días con sus horas caminaban pesadamente al compás del canceriano mes de junio, en el colegio todo era normal, monótono, las profesoras esperando el pago del mes que ya pasó, los alumnos estudiando para dar sus pruebas de recuperación y librarse de las coloradas notas; hasta que se escuchó una melódica noticia que corrió como reguero de pólvora, habían llegado los cheques. Llegaba el pago del mes de mayo a mediados de junio, como siempre, atrasado, las profesoras dejaron las aulas inmediatamente, como una estampida de aves fueron a Contabilidad a recoger sus sobres con los chequecitos, abandonando a los abnegados alumnos a su suerte, dejaron los deberes y obligaciones sin preocuparse que dirán los padres de familia; tomando aire se enrumbaron como atletas de pentatlón por las estropeadas calles a la caza de un colectivo para que las lleven a un Banco de la Nación, era toda una competencia quien subía primero al colepato, el Banco más cerca no estaba tan cercano, media hora de viaje hasta el centro comercial de San Isidro; poco a poco iban llegando al Banco, acomodándose en las colas de las ventanillas designadas para los cheques del profesorado, llegaban todas descuajeringadas, despeinadas, con las trenzas revueltas, trenzas que tenían que ser soltadas brevemente para ser rehechas, con las medias corridas, el rouge descolorido o desaparecido, el rímel o máscara de pestañas corriendo por las mejillas, el maquillaje hecho una desgracia, los tacones movidos de su sitio y gastados por las picadas y frenadas desesperadas; en la colita más tranquilas, jadeando, controlando el aire se iban acomodando todo lo que se les había movido de su sitio o salido de su lugar por la velocidad del traslado, arreglaban sus prendas de vestir e íntimas también, después seguía el ceremonioso ritual, color a los cachetes, secaban el sudor que les corría por la frente y sienes, poco a poco iban recuperando su porte de docentes; y la bendita cola marchaba lentamente, todos los meses la misma jarana, el mismo sueldo, el mismo sueldo insignificante, ser apóstol de la educación en este país de mierda era una explotación anunciada, mal pagados, siempre mal pagados, pero qué iban hacer, es su profesión, tenían que seguir adelante, no les quedaba otra. Agonizar o morir en la playa, no había escapatoria.

La señorita c. Meche, profesora sindicalista, hablaba en la cola, hablaba, hablaba y hablaba, siempre con el mismo rollo, muchas veces no se le entendía ni papa que es lo que quería decir, hablaba como una cotorra, hablaba como si estuviera dando un examen oral de paporreta, las personas ajenas al magisterio decían que hablaba bonito porque le ponía énfasis, puntos y comas. Cada oración que declamaba en su oratoria parecía un vómito de surtido de libros, qué manera de hablar, qué tal lengua, hacía trabajar a la mentirosa en dos turnos con sobretiempo; suerte que a esas alturas nadie la escuchaba, todas las colegas miraban el reloj y estaban preocupas por el cambio del chequecito y salir cueteadas para tomar nuevamente el colectivo, bus o lo que sea y regresar al colegio para firmar el Libro de Asistencia en la sección Salida, cuyo renglón había sido subrayado con líneas de tinta roja, y así poder retirarse del centro laboral con la conciencia tranquila y el deber cumplido.

Una a una iban saliendo las mártires de la educación del conocido Banco, salían con sonrisas nerviosas llenas de satisfacción.

Hasta que por fin le llegó el turno a la encantadora de serpientes, toda seria y activa abrió su cartera de cuero marrón búfalo, mirando desconfiadamente para los costados con cautela y precaución, cuidándose de los compañeros del partido, sacó el cheque correspondiente al mes de mayo que estaba oculto y bien dobladito en la secreta de su billetera, avanzó dos pasos y alargando el brazo entregó el documento por la rendija del vidrio a la señorita encargada de la caja.

La cajera había escuchado hasta el cansancio las repetidas arengas que sonaban para sus finos oídos como un molesto repiquetear de ametralladora de letras; irritada y crispada de los nervios, fastidiada, muy fastidiada de atender tanta gente y todavía profesoras de colegio nacional, mirando fijamente el reloj principal, suspiró, faltaban escasos minutos para terminar su decente horario de trabajo. Chequeó el cheque en fracción de segundos y poniendo la mejor de sus sonrisas piadosas regresó el cheque a su dueña, diciéndole pausada y maternalmente:

- “Disculpe señorita, el sello y la firma están borrosas, por favor tenga la amabilidad de ponerse a un lado para poder seguir atendiendo. Gracias”.

La oradora haciendo un gesto de interrogación con la ceja, no se quedó muda, inmediatamente reclamó, apoyándose en las pocas colegas que seguían detrás de ella, exclamó con un nudo en garganta:

- “Pero si todas tenemos el mismo sello y la misma firma”.

- “Seguro, cierto, muy cierto, pero el suyo está borroso, cámbielo y yo misma la atenderé cuando usted regrese. Gracias. Ahora por favor avance, muévase, camine fuera de la cola por favor, tengo que seguir con mi trabajo. Permiso. Gracias”.

Mechita, sacando su agitado pañuelo blanco, se limpió la frente, la boca, la lengua viperina, respirando profundamente, inhalando todo el aire de la sala como para zambullirse en un remolino ideológico, sonriendo hipócritamente usando su máscara a manera de mascarada como cuando habla en las sesiones del Sindicato ofreciendo múltiples promesas que luego nunca cumple; murmuró entre dientes muy suavecito como quien lanza un punzante dardo venenoso teledirigido, muy bajito como para que nadie escuche, masticó y escupió letalmente:

- “!!!Qué buena hija de puta eres conchadtumadre, qué buena mierda eres, atiéndeme bonito mal parida, te vas a cagar conmigo, cojuda, tú no sabes con quién te has metido, chuchatumadre, tú no sabes quién soy yo, cagada de mierda, porquería, empleadita, mequetrefe rechuchattumadre, ... !!!”.

La cajera abrió sus hermosos ojazos verdes y ahogándose, quedándose sin aire por unos segundos, tiempo que Mechita, la profesora de Educación Cívica y Religión, aprovechó para voltear sobre sus tacones y retirarse muy altiva, seria y elegantemente, sonriendo como una Sor y pidiendo permiso muy diplomáticamente. Avanzó y se despidió.

- “Buenas tardes a todos”.

Se le escuchó decir en un tono super educadísimo de niña buena de cuentos de hadas.

Perdiéndose en la neblina y smog de la calle.

La cajera alcanzó a decir:

- “!Y es profesora!”

- “¡Si! ¡Nosotras también!”, respondieron en coro las colegas.
- “¿Necesita una profesora?”
- “¿De que materia?”
- “Hable con confianza señorita”.

El reloj marcó las 6 pm, el portero cerró las puertas. La atención continuó ... en silencio.

* "La Cabaña" de Alejandro Sáenz.
Karlsruhe, 06/Marzo/2009

Delfos

DELFOS de NDLeón

El tholos de Delfos, templo circular construido en el año 390 a. C. 

DELFOS

Con la mano derecha en el corazón, juré igual que el torpe de Perú Posible «¡Por Dios y por la plata!» Prometí no mencionar el nombre de mi interlocutora, como no puedo con mi genio reparto los créditos correspondientes. «Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Para Pitia del Oráculo de Apolo.
Llegamos a Delfos después de varias horas, sorteando varios pueblitos, en la carretera principal metimos fierro a fondo al acelerador, avanzamos esquivando buses y a una buena requetefila de automóviles. Llegamos, nos encontramos con un colón de gente que nos habían madrugado. Caminando por la entrada del sitio arqueológico de Delfos, escuché a los lejos voces extrañas, disminuyo el paso para oír mejor; juntito a mí, escuché: —¡Apúrate! —No hice caso, pensando que era un eco divino o el cansancio que me hacía escuchar cosas; seguimos turisteando, hasta que nos encontramos frente a frente con el Teatro de Dionisio, suspiros de emociones, fotos por aquí, por allá, por acá; pregunté mentalmente ¿Y Dionisio? Y una vocecita que me responde: —¡Está de juerga, durmiendo la mona, detrás del templo, no hagas bulla! —Me toqué la frente pensando en una calentura o en una fiebre. Nada. Subiendo para «arriba en subida» por la vía principal a paso lento, mirando las nubes, el verdor y la belleza natural de los alrededores, observando a los cientos de turistas que bajan de los buses a tropezones. Avanzamos un pequeño trecho, empezó a llover, una lluvia bastante fuerte. Fuertísima. Miré la regadera celestial con cara de diablo, escuché nuevamente la vocecita detrás de mis orejas en forma cachosa y punzante:

—¡Estoy limpiando tu cuerpo y tu alma! ¡Inmundo, Impuro pecador!

—¿Qué? ¿Qué cuerpo? ¡Me estás jodiendo la ropa y voy a pescar un resfrío del carajo! —pensé nuevamente.
—¡Con un buen vaso de ouzo, adiós resfríos! ¡No pasa nada!
—¡No pasa nada! ¡Cierre el caño! ¡Lluvia de mierda!
—¡Un poquito de agua sirve para refrescar el ambiente!
—¿Quién eres?
—¡Tu conciencia! ¡Pepe Grillo! Jajaja... ¡Soy yo!
—¡Si eres tú, chamulla a Apolo para que deje de jugar carnavales!... ¡Ya llegué! ¡Ahora qué hago? ¿Tienes un pronóstico reservado para mí?
—«Lo importante no es llegar primero sino hay que saber llegar...».
—¿Para eso he venido de tan lejos... dime algo nuevo... ¡No jodas!
—¡Pssszzz! ¡Llegamos al Templo de Apolo!
—¿Esto? ¿Sí? ¿Esto es? Al menos se ve algo, seis columnas, se ve interesante... está bacán, quedan piedritas que dicen algo... ¡Gracias, mil gracias dioses del Olimpo por cristalizar mi sueño! ¡Tú! Lleva mi mensaje de alegría, de amor y agradecimiento a los dioses paganos de la Grecia antigua, cuna de la cultura occidental, gracias dios Dionisio, creador del divertimiento y del teatro...
—¡Aguanta! ¡Aguannnta! ¡Para el rollo, no tan fácil, compadrito! ¡Primero tu matrícula voluntaria... en Euros, nada de
«One dollars», al cambio pierdo... nada de sencillo ¡Billetes! no tengo tiempo para estar contando ripios. ¡Si puedes dar billetitos con tres dígitos, mejor! ¡Cuando llueve todo el mundo se moja! ¡Mano al drilo! ¡Nada es gratis huevo frito! ¡Businesses are businesses! ¡Boca come, poto paga! Jajajaja
—¡Ay, carijo! ¿Así es la cosa? ¡Pido permiso señores que... este tango no es para mí... ¡Porque el tango es macho! ¡Porque el tango es fuerte! Tiene olor a vida, tiene gusto a muerte.
—¡Ya, suelta tu billete, no te hagas el cojudo! ¡Al pan, pan y al vino, vino! ¡Nada de favores!... ¡Muy bien!... No son falsos ¿no? Ustedes tienen una fama... ¡Escucha bien tu vaticinio! Lo digo sólo una vez, no hay repeticiones: «Por acá todos estamos muy contento que insistes en tus sueños, intentos, esfuerzos para seguir con la gracia de Dionisio»... ¡Eso es todo!
—¿Qué, acabó? ¿Eso es todo? Un viajezazazo para dos palabras.
—Eso es lo que querías escuchar ¿no? ¡Ya lo escuchaste! ¡Podéis ir en Pazzzz! ¡Papanatazzz!
—¡Puta! ¡Te pasaste de vueltas!
¡Aguanta el carro! ¡Sigue portándote bien y es muy probable que nos veamos en otra oportunidad! ¡Sigue por el camino correcto y serás recompensado... aléjate de las promiscuidades y alcahueterías que no conducen a nada bueno! ¡No sigas el camino de los políticos de tu país, gente podrida, corrompida, ninguno se salva, todos son igualitos!... ¡Por acá siempre vienen los payasos!
—¡Cómo jodes! Yo no soy payaso. Te equivocas, me estoy desengañando de ti. ¡Yo Soy…!
—Jajjaja yo sé quién eres... actor peruano del Perú. Naciste en Lima, eres de la rica Viky de la urbanización residencial Balconcillo, jaranero del bulevar Palermo, tabaco y ron con sus yuquitas fritas... que gentita… ¡Dios Mio!
—¡Carajo! ¡Qué tal chisme, acá también funciona el chuponeo! Yo pensé que a nadie le importaba saber quién soy, ni de dónde vengo ni por donde voy ¿Cómo lo sabes?
—Te hemos visto por televisión. También te hemos luqueado por la avenida Pocho Ugarte tomando unas chelas con un cuarteto de búfalos delincuentes.
—Estaba chalequeando a mi hermano, esos son compañeros de mi hermano, no son mis amigos.
—¡No niegues tres veces seguidas!
—¿Qué más sabes? Estoy curioso de saber tus designios, tus profecías...
—Todos los dioses, semidioses, mortales helénicos y del globo terráqueo, hablan del gobierno de mierda de Alan Damian, cholywood está hasta las huevas, igual o peor que el gobierno del japonés rata de Fujimori. ¿Cómo han escogido nuevamente a esa hiena asesina, basura, vende patria? ¿Tan bestias son ustedes? Tan rápido se olvidaron de las devaluaciones fulminantes, de las matanzas en los penales y en El Frontón. ¡Si serán! ¡A tu pueblo le falta educación! ¡Ama sua, ama llulla, ama quella!
—¡Chuchi! ¡Hablas quechua! ¿Eres bilingüe, trilingüe? ¡’taz tirando!
—Todo lo bueno se aprende. ¡No seas ladrón, no seas mentiroso, no seas flojonazo!
—¡Te lo juro que... ¡Yo no voté por él!
—¡No hay escusas! ¡No te limpies!
—¿Podemos cambiar de tema? Se me hace tarde y tengo que partir para Olimpia.
—¡No he terminado, todavía no he terminado! ¡Meche, vieja zorra inútil, ministra del Interior! Jajajajajaj; Mulder, cancerbero con rabia; Jorguito, escoria como todos; Rafael Rey, sirviente de tres patrones, con la cruz ¡Mata!; Velásquez Quesquén, presidente del Consejo de Ministros, jajajajaja, ¡Qué chiste! «Hoy resulta que es lo mismo ser ignorante, sabio, cura o ladrón... ¡Para ustedes todo es igual! ¡Nadie es mejor! ¡Lo mismo un burro que un gran profesor!... ¡Si es lo mismo el que labura noche y día, como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley!».
—¡Bueno, me voy, no te quito tiempo, hasta nunca! ¡Gracias por todo! ¡Esto fue debut y despedida!
—¡Te pido un favor!
—¡Habla!
—¡A mí no me incluyas en tus historietas!
—¡Un momentito, comadrita, yo no escribo historietas, yo escribo cuentos de barrio... había prometido no escribir nada de esta visita, pero... ahora te jodiste, por mi madrecita! Te voy a mencionar. Y te haré famosa en la esquina de mi barrio, de aquí para la eternidad... Chao… ¿Una pregunta? ¿Para ir al Templo de Atenea qué camino agarro?
—¡Sigue la fecha! ¡Eso... es el camino... hacia el cambio... un abismo diferente! ¡El fraude avanza! ¡De frente compañero! Ja, ja, ja, Guten reisen! ¡Buen viaje! Danke! ¡Gracias por todo!
En el Templo de Palas Atenea Pronaia se me fue el dolor de cabeza, desapareció el grillo que me zumbaba en los tímpanos; despejado de todo malestar, tomé fotos al templo desde diferentes ángulos, y me di cuenta que éramos los únicos en el parque, los quinientos y tantos turistas habían emprendido la retirada. Se olía el perfume de los campos vecinos, el aire fresco, un silencio como les gusta a los dioses... y también, a mí.

NICOLÁS DANIEL LEÓN CADENILLAS

Delfos, Grecia, Set, 2009

El Ciclista

Apoyado en la columna del portón metálico con mi título de Mecánico en Motores a Gasolina bajo el brazo, esperaba una víctima para demostrar mis conocimientos adquiridos en la Real Escuela Técnica de la avenida Washington, a media cuadra de la Prefectura.

Después del medio día, lentamente, entró al taller un escarabajo VW verde palta, un poquito chancado, se cuadró con miedo y duda. La puerta del chofer se abrió y poquito a poco aparece una escultural mujer, de gran belleza, delgada, contorneada, bonita, bien mamacita; miró el taller, panoramicamente hizo un giro de rotación de 180° en su propio eje, modelando para mis ojitos victorianos; a contraluz miré su silueta muy bien formada; la miré de cuerpo entero; de pies a cabeza; la cadera, sus largas piernas, sus piesitos y por último, hipocritamente, la carita de ángel. Miré al cielo para pedir ayuda al Creador, éste me mandó un rayo de concentración aguda para corregirme los crisoles libidinosos y no pecar de miradas impuras, de pensamientos malos o adulteros. La cosita rica, con su educada voz de soprano, su encantadora sonrisa de musa y mirada despreocupada; me miró alegremente, saludó e interrogó:

- ¡Hola Niky! ¿Cómo estás?

- Bien! ¡Todo normal! ¡Los chicos bien! Algo preocupado porque la niña de mis ojos me amenaza que se quiere ir de la casa!

- ¡Ah! ¡Caramba! ¡Por algo será! ¡Tú también no eres un santo. Da gracias a Dios que alguien se fijó en ti!

- Jajjaja, preocupado estoy porque siempre me amenaza que se va! ¡Que se va! ¡Que se va! ... ¡Y no se va!

- ¡Loco! ¡Eres un loco! ¡Ya te voy a ver llorando como una ... como un llorón! ¡Ella es una linda persona, es bonita, inteligente, buena madre, buena amiga ... que más quieres? ¡Tú eres una mie ... mi amigo! Mejor no opino.

Con la espada desenvainada para continuar con el diálogo; crujió la otra puerta, la del copiloto, nos quedamos mirando y seguimos con la mirada el chillido de las oxidadas bisagras acompañado de un sonoro bostezo incontrolado de cansancio y aburrimiento de no hacer nada en varias horas. Cuando terminó de abrirse la puerta, emerge a la superficie un zapatazo con media suela y taco reparado, talla 45, acto seguido, una calancaza de jugador de basket de la NBA; la otra taberna con su correspondiente calanca; unos finos y plásticos dedos se aferran a ambos lados del marco de la puerta; con un buen impulso sale a la luz como juguete de sorpresa: “Un antifaz andino” que llamamos cara, e inmediatamente el dueño de la achinada máscara folklórica presenta toda su estilizada y larga y energúmena estatura. Estirándose como gato techero, acomodó sus prolongados huesos de aproximadamente dos metros de altitud sobre el nivel del mar, demostrando su estampa, genio y figura, genuino representante icono descendiente de los bravos caciques de las punas de Chancas, Huancavelica y Angaraes.

- ¡Nikito! ¡Hermanito! ¿Qué es de tu vidú? ¡Te has perdido! ¡Ya no se te ve! ¿Cómo está la familia? ¿Ahora eres empresario automotriz? ¿Quién lo creyera? ¡Eres papá, empresario ... cómo has cambiado, hermanito?

- ¡Hola, Chino! ¡Están de vaca! ¡Quién como ustedes! ¡Se te ve bien! ¡Mujer bonita, carro, casa, salud, dinero y amor! ¡Buena, Chino! ¡Qué más le puedes pedir a la vida!

- ¡Falta platita, hermanito! ¡No todo lo que brilla es oro!

- ¡Estamos iguales de jodidos, entonces! ¿Qué tomas? ¿Licor, cerveza o ron? Tengo un conchito de pisco legítimo de ...

- ¡Sólo agüita ... mineral!

- ¡Con gas! Yo tomo con gas. ¿Y tú flaquita, qué tomas?

- ¡Igual! ¡Lo mismo! ¡Agüita!

- ¡Qué lindos! ¡Gente sana, caramba!

- ¡Nikito! ¡Aparte de la cordial visita, quiero pedirte un favor, revísame los frenos del auto, están largos y suena algo raro! Pero me cobras con cariño, la verdad hermanito, estamos faltos de dinero.

- ¡Haber, haber! ¡Pisa el freno! ¡Ya lo tengo! ¡Está papaya! Mientras me visto pide un botellón de agua mineral con gas al frente, en la bodega, díle a la señora que es para mi, a mi cuenta.

Una vez listo, uniformado con mi mameluco profesional azul marino, seleccioné las herramientas, llaves y un cartón corrugados de caja de leche para tirarme debajo del carro; desarmé todas las partes dañadas del sistema de frenos, chequié lo que había que cambiar y lo que podía reparar.

- ¡Chino! Ahorita, urgente, tienes que comprarte un cable de freno con su funda. A lo demás puedo darle un toque de sabor para que dure un par de meses. !Carajo! ¡Más chamba voy a tener en armar todo este rompecabezas! ¡Mucho trabajo para poca paga! ¡Agarra la bicla de mi papá, en la esquina doblas a la izquierda y derechito a tres cuadras hay una tienda con un pizarrón verde de colegio, con las letras VW, ahí es!

Pasaron dos horas y yo seguía trompeandome con las fallas del carromato. ¡Arreglar carros viejos era más complicado, parecía zapatero remendón arreglando lo imposible! Cuando estaba requintando el último perno ingresa al taller una bicla a cincuenta kilómetros por hora, por poco se va contra la mujer bonita y de paso llevarse de encuentro la carcocha reparada. La flaca se libró con las justas, dió un saltito para atrás y toreó la embestida del veterano ciclista. Este se bajó de la bici a la volada, la cuadró e ingreso a la oficina que le servía de almacén; mientras la flaquita, sin darle importancia a lo sucedido revisa su auto.

El Chino con ojos desorbitados de sorpresa, exclamó:

- ¡Niky! ¿Y ese viejito quién es? Yo lo conozco, al viejito lo conozco. Por poco lo atropello en la avenida Huaylas, se me cruzó hermano, por poco me lo llevo en el Ovalo, estaba yendo con dirección a la Escuela de Policías. ¿Quien es, ah?

- ¡Mi papá! ¡Es mi papá!

- ¡Tu papá! ¿Tu papá? ¿El señor de la bicicleta es tu papá? Quien va a creer que es tu papá, sí camina todo pobrecito, con chancletitas, camisa gastadita, con huequitos en los codos; se le ve pobrecito, hermano.

- ¿Sí mi papá sale a vender sus papeles elegantemente bien vestido, quien le compra? ¡Nadie! Es su vestuario de vendedor de papeles ... jajajaja ... qué buena táctica, verdad? Así da pena y le compran la mercadería al toque. Ya ves, me tiene bronca porque soy teatrero y él hace más teatro que yo, jajajajaja!

- ¿Qué lleva en la bici? Tenía unos bultos amarrados en el timón y en la parrilla.

- ¡Papel! Papel de despacho ... papel para los mercados, papel periódico para que envuelvan las carnes, menudencias, pollo y pescado; también lo usan como servilletas.

- El que lo ve no cree que tu viejito es dueño de un edificio, de un taller, de un carro y una camioneta ...

- ¡ ... y dos bicicletas!

- ¡Lo que es la vida, te iba a dejar huerfanito, hermanito! ¡Se me cruzó inesperadamente “!Intespectivamente!” ¡Como requinté a tu viejito!

- ¡Papá! ¡Te presento a mi amigo! Te conoce de vista. Te ha visto por Chorrillos llevando papeles.

- ¡Encantado joven!

- ¡Lo mismo digo! Mucho gusto, para servirle señor.

- ¿Usted de donde conoce a Niky?

- ¡Soy artista igual ...

- ¡Permiso tengo que preparar la mercadería para mañana!

- ¡Por qué tienes que hablar de arte a mi papito lindo! ¡Tú sabes, te he contado ciento de veces que mi viejo me tiene bronca porque soy actorazo! ¡Cacaseno! ...¡Ahora toma chocolate y paga lo que debes!

El flacuchento contando sus billetitos de cinco soles y sus monedas, completó el pago de la factura con 50% de rebaja. Oferta y ganga de parte de la casa. Deseándonos suerte en el futuro nos despedimos con un fuerte apretón de manos, y con un besito en el cachete de parte de la flaquita encantadora, nos dijimos:

- ¡Hasta pronto! ¡Hasta la vista! ¡Chao!

- ¡Espero verte en el teatro próximamente!

- ¡Si! ¡Algún día trabajaremos juntos en el mismo espectáculo! ¡Lo presiento! ¡Maneja con cuidado! ¡Suave no más! ¡Chao, suerte!

- ¡Chao, portate bien!

Nuevamente sin clientela, reflexioné sobre lo conversado con el Chino, en ese momento recién se me vino a la cabeza una respuesta, una meditación, tenía que haber dicho:

“!Chino, después de todo no nos podemos quejar! Tenemos papás que con sus diferentes estilos de vida nos han dado todo lo que necesita un hijo. Fuímos niños privilegiados. Sí no hemos aprovechado es nuestra culpa, nuestra grandísima culpa”.

Silbé, y canté mentalmente una cancion que me enseñó mamita a la hora del lonche, en los muchos lonches que duró mi niñez; dediqué la antigua Polka de la Guardia Vieja “El Ciclista” a mi papá, mentalmente hablando.

"Una mañana, en mala hora, sentada estaba una señora en un banquito de esos de plaza sin presumir lo que le pasa. En eso viene, a lo lejos, un ciclista que se perdía casi de vista vino a estrellarse contra la reja y ¡Cataplúm! Cayó la vieja. ¡Qué tal lisura, qué tal reposo! ¡Qué desvergüenza la de este mozo! Si yo lo agarro lo desbarato ¡Y hasta le rompo el aparato!

Atenas, 10/Set/2009.